Bella Newton???

Autor: Huellas
Género: Drama
Fecha Creación: 25/08/2010
Fecha Actualización: 02/01/2011
Finalizado: SI
Votos: 32
Comentarios: 151
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Capítulos: 33

-No me dejes, Bella. No, no, no. Bella, no me dejes. ¡Isabela Cullen no me puedes dejar! -grité desaforadamente. Todo comienza cuando Edward pierde a Bella en manos de un lobo... pero y si encontraran a Bella siglos después? Y si ella no fuera Bella... y si los lobos y los vampiros no son las unicas figuras mitologicas?? 

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Capítulo 19: Y el día se estira.

¿Bella estaba viva? ¿Por qué tenía esa seguridad? ¿Es que acaso había hablado con ella?

Parpadeé, como si hubiera tenido los ojos cerrados y me di cuenta que Nessie luchaba contra sus lágrimas.

-Mi amor, ¿de qué hablas? –Jacob rompió el silencio.

-Ella… ella está allí… en el cuerpo de Bella, dentro de su cabeza… -sollozó en medio de las palabras, sentándose en mis piernas. Le di espacio y se sentó a mi lado, pasé el brazo por encima de sus hombros, incapaz de pronunciar palabra.

-¡Lo sabía! –gritó Alice dando saltitos, pero por su voz podía intuir que si pudiera, lloraría. Se aferro a Jasper, saltando de emoción y dándole besos fugaces en la mejilla.

-Explícate, Nessie –pidió Rosalie.

-¿No te habrás vuelto loca, niña? –Emmett alzaba una ceja, luchando por no creer.

-No, no. Yo misma he… ella me dijo cosas –me miró a mí y luego miró a Jacob –Cosas que solo mi mamá sabía –pasó la mano por su cuello, tomando el relicario entre sus dedos –cosas que ella no tenía porqué saber –suspiró –me ha llamado Reneesme. Nadie me llama así –hablaba entre susurros, tratando de explicar –.

-¿Quién te ha dicho todo esto? ¿Es eso posible? –Esme miraba en todas las direcciones, buscando a alguien que le diera respuestas.

-Ella misma me lo ha confesado cuando he ido a hablar con ella, no tuve que preguntarle nada. ¡De verdad es mamá! –me miró a los ojos, haciendo que yo también la mirara –Ella está allí, y está intentando volver con nosotros. Te lo digo de verdad, es cierto. Mamá está viva, papá. Créeme –nadie más que mi hija sabía que yo deseaba con toda mi alma que eso fuera cierto, ¿pero cómo podía creerlo y luego estrellarme contra un muro de mentiras? ¿Podría soportarlo? ¿Podría soportarlo mi hija? ¿R la familia?

¿Es que acaso Bella no veía lo mal que la pasaríamos…? ¿Las consecuencias de su falsedad?

-Nessie –susurré repentinamente arrepentido de haberla ignorado, tomando su rostro entre mis manos –Mi amor, tu mamá… -ella se apartó bruscamente de mi agarre, poniéndose de pie mirándome desde su pequeña estatura.

-¡Créeme cuando te digo la verdad! –me puso la mano en la mejilla, mandándome la conversación de Bella –Tú más que nadie sabe que no te miento, lee mi mente y busca la mentira, no la vas a encontrar. Es cierto –empezó a sollozar, volteándose hacia Jacob –cuando los Vulturi –todos emitimos un siseo –vinieron por mí cuando nací, mi mamá tenía un plan para mí y para ti –señaló a Jacob, y siguió hablándonos a todos –me iba a mandar lejos con Jacob para que nada me pasara, me dio este relicario –gritó -¡Nadie de ustedes ha visto lo que lleva dentro! ¡Nadie sabe lo que yo le dije a ella cuando me lo dio! ¿¡Cómo puede ella saberlo si no fuera mi madre!? –nos gritó repentinamente enfadada.

-¿Puede ser verdad? –susurró Jasper.

-¡Oh, por favor! –gritó Alice, poniéndose al lado de Nessie -¡Claro que es verdad! ¿Por qué no le creen? Bella ha escuchado la voz de Bells varias veces en su cabeza y ha soñado con nosotros, no pueden tener estas supersticiones estúpidas dentro suyo, es cierto.

-¿Has visto algo, Alice? –preguntó Emmett, que ahora estaba totalmente serio.

-No, no he podido, pero eso es solo porque Bella Newton es una bruja, y es una especie que no me permite ver nada. Ni siquiera borroso, como ocurría con Jacob. Totalmente nada –suspiró. Yo sabía que había intentado verla varias veces, muchísimas veces, pero no podía.

-¿Por qué no hablamos con ella? –inquirió Rosalie.

-No serviría de nada… -murmuré.

-¡Claro que sí! –replicó Jasper.

-Podría asegurarnos y hacernos creer –suspiró Jacob.

-Quisiera poder creerlo –admitió Esme.

-Entonces vamos, por favor, tienen que creerme cuando se los digo –insistió Nessie tirando del brazo de Jacob. Cuando hubo levantado a su novio, me miró a mi vacilante –Papá, créeme, a mí. A tu hija –me pidió. Miré hacia otro lado, sentí cómo mi familia se levantaba de su puesto, todos con la misma determinación.

Me puse de pie, y los seguí fuera de la casa.

 

 

Bella POV.

Nessie se había ido hace cinco minutos, caminaba en silencio hacia mi cuarto. No podía pensar en nada que no fueran ellos. Ahora que Nessie y Edward sabían lo que estaba ocurriéndome, ¿Qué harían para salvar a su amada? ¿Debería estar asustada? ¿Y si venían por mí?

Los miedos que tenía se vinieron al tope de mi mente cuando la puerta fue tocada suavemente, me detuve a mitad de las escaleras.

<<No tienes por qué temerles>> la felicidad de Bella era casi palpable.

<<Tú no>> le recordé.

<<Tú tampoco, eres mi cuerpo… no te lastimarán. Edward no lo haría>> dijo totalmente confiada.

No respondí, pero mi negativa fue palpable para las dos.

Me acerqué temerosa a la puerta, escuchando el segundo golpe, ahora un poco más fuerte.

-¿Quién es? –pregunté cuidadosamente, poniéndome detrás de la puerta, pegando el oído a la madera.

-Abre, Bella –me envaré al instante. Esa no era la voz que pretendíamos escuchar, ni siquiera era alguna voz que hubiéramos escuchado antes. No era un Cullen.

La orden estaba impresa en su voz, pero extrañamente no sonaba hostil. Mis manos comenzaron a sudar.

-¿Quién es? –repetí ahora con la voz temblorosa.

-Bella, por favor –esta vez casi fue suplicante. No me di tiempo a pensarlo demasiado, y entreabrí la puerta para observar al hombre detrás de ella.

Era más alto que Edward, pero no más alto que Emmett, lo suficiente para no pasar desapercibido. Era bello, no al estilo vampirico, ya que no era uno, pero sí divino. Un humano que podría pasar por las calles con la cabeza en alto, con las mujeres volteando solo para admirarlo.

Su piel era mestiza, su cabello negro como el carbón, al igual que sus ojos que me miraban fijamente. Su pecho estaba inflado por la postura que llevaba, recta, pero detrás de la camisa negra que llevaba se traslucían unos músculos fuertes, firmes. El jean se ajustaba poco a sus piernas, y los zapatos de correr que llevaba eran blancos con dibujos extraños en color negro. Volví la mirada a su rostro, viendo cómo me miraba divertido.

Carraspeé, sonrojándome.

-¿Quién eres? –pregunté sin abrir la puerta del todo, medio asomada.

-¿Me dejarías pasar, por favor? Te explicaré dentro –suplicó. No me dio miedo, solo curiosidad. Pero aún así mi desconfianza no me permitió abrir por completo, solo un poco más. Sacando medio cuerpo por fuera de la casa.

-Si no me respondes… -casi le amenacé. Él me interrumpió.

-Mi nombre es Peter, yo también soy brujo, Bella. Déjame entrar.

El jadeo que siguió su frase, me dejó atontada.

<< ¡Un brujo!>> gritó Swan dentro de mi cabeza.

<< ¿Qué hago?>> Casi le supliqué su ayuda.

<< No lo sé, no es mi especie>> la réplica fue casi un gemido, estaba tan asustada como yo.

Pero aún así abrí la puerta para dejarlo pasar.

Entró rápidamente en la casa, pasando casi corriendo. Cerré la puerta volteándome, pegando mi espalda a la madera que de pronto estaba demasiado caliente para mi piel, solo porque yo estaba helada. Peter permaneció delante de mí, calculando mi expresión.

-No tienes por qué temerme, simplemente hacía mucho frío afuera –me sonrió tranquilizadoramente.

-¿Qué haces aquí? ¿Por qué conoces mi nombre? –casi le disparé las preguntas, todavía confundida. Miró hacia la sala, y volvió a mirarme –Toma asiento –dije apresurada.

-Gracias –esperó a que yo avanzara primero, entonces se sentó enfrente de mí, en el sillón. Yo tomé asiento en el sofá doble, con las piernas juntas y las manos encima de mis rodillas.

-¿Me vas a responder? –casi suspiré cansada.

-Está bien. Estoy aquí porque Kate y yo te hemos estado vigilando. Pareces ser una bruja, igual que nosotros, ¿no es así? –me preguntó repentinamente asustado. Asentí ausente, perdiéndome en la marca en su mano izquierda, la misma que yo había visto desaparecer en la mía. Volteé hacia mi muñeca.

-¿Por qué tú tienes esa marca y yo no? ¿Quién es Kate? ¿Por qué me vigilan? –no entendía nada.

<< ¡Tienes que echarle de aquí! ¡Nos puede hacer daño!>> me gritaba Swan. Pero no le presté atención.

-Porque yo he luchado y al parecer tú no –me sonrió tiernamente, pero no la pude devolver –. Kate es mi novia –prosiguió al ver que yo no le respondía nada –te hemos vigilado porque no es normal que una bruja esté sola, y no nos gusta. Sabemos de la presencia de vampiros cerca de esta zona, y es arriesgado.

Me envaré. Aparté la mirada de sus ojos, asustada, más que asustada, horrorizada. No lo había visto venir, ¡claro! Yo debía ser enemiga de los vampiros, sin embargo… aquí me encontraba con una viviendo dentro de mi cabeza y otros ocho en mi vida, más un hombre lobo.

<< Te lo dije, por favor, Newton, sácalo de aquí. ¿Y si viene Edward?>> la súplica de Swan me distraía.

<< No puedo hacer nada>> repliqué angustiada.

<< Claro que sí, échalo. Dile que no necesitas protección>> me alentó.

-Peter, tranquilo, no tengo problema alguno con ellos –intenté tranquilizarle pero sus ojos casi se salen de órbitas.

-¿Los has visto? ¿Entonces es cierto? –Miró hacia la ventana –tengo que avisar a Kate, no debe estar sola por allí.

-Peter, por favor, explícame más –sentí nostalgia -¿hay algún otro brujo aquí? ¿además de ustedes dos? Soy… soy nueva en esto y necesito ayuda un poco –me ruboricé.

<< ¿Newton?>> Swan estaba asustada.

-No hay tiempo, Bella. Tengo que ir con Kate –se levantó. Me levanté automáticamente.

-¿Puedo… -esto era una locura –puedo acompañarte?

<< ¡Estás loca! ¡Nos vas a matar a las dos!>> me gritaba Swan.

Se quedó quieto, mirando el suelo.

-Esto no le va a gustar –murmuró para luego asentir sonriendo y tomarme la mano arrastrándome hacia la puerta, la abrió y me expulsó fuera de la casa. Sentí a alguien mirándonos, pero Peter no lo sintió.

Volteé hacia todos lados, y allí donde el bosque colindaba con el jardín, vi a los Cullen.

<< ¡Edward! Edward tienes que ayudarme>> pedía Swan llorando en mi cabeza.

Edward me miraba asombrado, igual que todos. Miré hacia Nessie, quien estaba más confundida que los demás. Esme, Carlisle, Rosalie, Emmett, Jasper y Jacob miraba exclusivamente a Peter. Mientras que Alice, Nessie y Edward me miraban a los ojos.

<< ¿Por qué me haces esto?>> suplicó Swan.

<< Cálmate, no es como si no volviéramos. Simplemente voy a dar una vuelta con alguien>> le tranquilicé.

<< ¡Alguien que no conoces! >> Me gritó << un brujo>>

<< No olvides lo que soy, Swan>> casi le rugí. No tuvo alguna respuesta.

No dije nada volteando la cara hacia Peter quien estaba apresurado abriendo la puerta del coche.

-¿A dónde vamos? –susurré apenada. Me sentía traicionándolos, ¿pero porque?

-Con Kate –respondió como si fuera obvio. Dando la vuelta al carro -¡Vamos Bella! –me urgió. Di la vuelta también, sin mirar a los Cullen.

-¿Dónde vives?

-A unos kilómetros de aquí, pasas por mi casa para ir al instituto –se rió para si mismo cuando entré en el auto. Dio la vuelta corriendo y se subió.

Arrancamos.

No volteé pero sentí nueve pares de ojos en mi espalda.

 

 

El camino se extendía frente a nuestros ojos, Peter no había hablado desde que subimos al auto, ni yo tampoco.

<< Vamos, Newton, debemos volver. Mi familia nos esta buscando>>

<< A mi no>>

<< A nosotras>> refutó.

<< Solo a ti>> le recordé.

<< Por favor>> volvió a pedir.

<< ¡Que no! Ahora es mi tiempo, tuviste el tuyo con Nessie, quiero un tiempo a solas para mí. Para mi especie>> estaba al límite de hacer todo para ella << ¿No me lo merezco? Es mi cuerpo, después de todo>> le solté sin pensar.  

<< Júrame que regresaremos con ellos, que no te vas a ir con estos, que volverás>> seguía casi llorando.

<< Ah, como eres pesada para ser un alma>> le recriminé, pero la promesa fue absoluta.

-¿Por qué dices que los conoces? –me preguntó Peter sacándome de mis pensamientos.

-Porque –piensa, piensa –porque van al colegio conmigo, estudian en el mismo instituto –aseguré. Claro, no era una mentira, y no los conocía por una razón diferente… los conocí en el instituto.

-¿Qué? –casi me gritó. Lo miré asustada.

-¿Qué pasa?

-Están más cerca de lo que pensé –murmuró dando vuelta en una carretera. Llegó a un casa, era prácticamente igual a la mía, solo que pintada de azul claro. Me bajé del auto sin darle tiempo a abrirme la puerta del copiloto. Él bajó a su vez y me guió hacia la entrada.

La puerta se abrió, apareciendo detrás de ella una mujer hermosa. Supe enseguida que se trataba de Kate porque saltó sobre Peter.

-¡Has vuelto! –sonrió y se colgó de su cuello.

Era de la estatura que supuse, casi de la mía. Cabello ondulado que caía hasta sus hombros, del color de las avellanas. Sus ojos no los podía observar ya que estaban únicamente para Peter, quien la sostenía por la parte baja de la espalda.

Me sentí fuera de lugar.

-Bella, ella es Kate –me confirmó Peter bajándola de su agarre, dándole la vuelta a su novia para girarla en mi dirección. Kate adelantó un paso para estrecharme.

-Mucho gusto –me dijo.

-Igualmente –dije confundida.

<<No puedes desconfiar de esta mujer>> le recriminé a Swan cuando me gruñó.

<< Tú no puedes confiar en ella, no la conoces>> me refutó.

-¿Quieres pasar, por favor? –me indicó la puerta con amabilidad.

Dudé un poco, pero entré.

La casa era una réplica mejorada de la mía, con sofás en la misma posición pero reformados, más bonitos. Me senté.

-Bella, lamento haber sido así de descortés pero era necesario para nuestra seguridad. Esta casa tiene una protección especial, supongo que no has santificado la tuya –mi expresión debió darle la razón, ya que se rió. Kate apareció frente a nosotros, colocando una taza de café enfrente mío.

-Gracias –le dije. Me sonrió y se sentó al lado de Peter.

-Simplemente temí por Kate –admitió.

-Sigo sin entender –confesé echándome hacia atrás.

-Somos brujos, Bella –dijo Kate. Asentí sonriendo.

-Eso ya lo sé, pero no entiendo eso qué tiene que ver conmigo. ¿De dónde han venido? ¿Por qué me buscan a mí? No se ofendan, pero no tiene sentido… deben tener una vida aquí, pero no los he visto nunca.

-Vinimos a Forks hace dos semanas, por una casualidad del destino pasamos por tu casa y te vimos. Reconocemos los brujos y brujas en todos lados, Bella, y entonces… Peter sospechó de ti porque estabas sola, pensamos que eras algún tipo de bruja rebelde –Peter se sonrojó.

-¿Bruja rebelde? –repetí.

<< No estás lejos de serlo>> se carcajeó Swan.

<< Cállate>> le espeté.

<< No puedes escapar de lo que eres, Newton>>

<< Tú desearías escapar>>

-Sí.

-¿De dónde vienen? ¿De dónde vienen los brujos? Es todo tan confuso… mi padre murió hace un mes y medio, no pudo decirme nada antes de morir. No conozco a nadie más.

-Lo siento tanto, querida –me dijo Kate. Negué con la cabeza.

-No busco eso, busco respuestas.

-Te las daremos –afirmó Peter.

 

Edward POV.

¡¿Qué carajo estaba haciendo Isabella Newton?! ¡¿Quién era ese hombre?!

Respuestas, era lo que me faltaba.

Llegamos justo a tiempo de verla salir de la casa siendo prácticamente arrastrada por el pedazo de humano que iba delante de ella, tomado de la mano. Parecí que ella estaba confundida, pero igual lo seguía, no de mala gana.

De repente, Bella se tensó y miró hacia todos lados, de pronto, se encontró con mi mirada. Su mirada era dividida por la mitad. Sus ojos me miraba confundidos y algo calculadores, pero al mismo tiempo llena de pánico. Di un paso adelante, pero Nessie me retuvo.

Bella volteó y siguió caminando hacia el auto.

¿Hacía donde iba? Como si fuera un eco, Bella susurró.

-¿A dónde vamos?

-Con Kate –replicó el humano. Quise matarlo, ¿Quién se creía para hablarle así a Bella? Intenté caminar, pero Jacob y Rosalie no me lo permitieron.

Bella le habló y él respondió pero no pude escucharlos, no quería, no era importante.

¿A dónde iba Bella? ¿Con él? ¿Por qué con él? ¿Quién era?

-Edward, vámonos –me urgió Alice. Estaba triste, confundida, como el resto de nosotros.

-tenemos que ir con ella –refuté soltándome de la mano que aferraba mi hombro, Emmett quien me habló.

-¡No! Ella estaba bien, está bien y lo estará. Solo… solo debemos esperar a que vuelva, tiene que hacerlo, ¿cierto? –miró a Alice.

-No lo sé –murmuró.

-¿No puedes ver al humano? –Carlisle estaba frunciendo el ceño. Jasper habló.

-No era un humano –replicó.

-¿Qué? –la pregunta salió de la boca de todos menos de la de Alice y Jasper.

-No lo sentí, ni siquiera un poco. Totalmente vacío –explicó mirando la carretera vacía.

-Era un brujo –constató Alice.

Salí corriendo hacia la carretera, pero Carlisle me alcanzó.

-¡Edward ella se ha ido por si misma! –me recriminó -¡Volverá! Tienes que darle su espacio, no es tu prisionera.

Bella POV.

Agité la mano frente el auto que se alejaba. Kate y Peter me habían dejado en mi casa cerca de la media noche. Me volteé hacia la puerta abierta relajada.

<< ¡Edward!>> gritó Swan justo al mismo tiempo que un chirrido saltaba de mi garganta. Edward se adelantó y me tapó la boca, haciendo una mueca con mi sonido. Me alejé de él.

-¡¿Qué mierda estás haciendo en mi casa?! –le solté más bien por el miedo que me había hecho pasar.

-Pasa, es tu casa –casi rió. Me haló suavemente hacia la casa.

Todos estaban sentados en los sofás. Todos los Cullen estaban en mi casa.

Nessie, Jacob, Rosalie, Esme, Carlisle, Emmett, Alice, Jasper y Edward.

 

 

 

Capítulo 18: Mamá e hija. Capítulo 20: La conversación.

 
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