Chic@s este capítulo marca una era de felicidad, parece que las cosas para Bella se están enrumbando hacia un sólo camino. Quedan muy pocos capitulos... Gracias por sus votos y comentarios. Besos!
Dos días más le di a un show que nunca se borro de mi mente. Fuerte fue una palabra que me quedó grande, el dolor no desaparecería para las personas que estuvimos rodeadas de los Cullen, ni siquiera en mí podrán borrarse tantas lágrimas en un instante tan corto. Mi corta reflexión me hacía volver al sitio donde empezó todo, habían transcurrido dos meses desde el entierro de Alice, Rosalie y Edward Cullen, estábamos en el mes de octubre, comenzando clases, mi último año, el año donde dejaría una época de intentos frustrados de ser feliz o de tratar de ser normal. En estos meses me había distanciado de Forks, es decir, cero amigos y cero Jacob, mis padres vinieron dos veces a visitarme a Texas para saber cómo andaba, el único cambio que había en mi era un corte de cabello, del resto todo seguía igual. Mis padres no fueron a buscarme yo quise llegar sola a mi casa. Al llegar encontré todo como lo había dejado, las frecuentes visitas de la Señora Black por las tardes, mi madre no me dejo llegar y se abalanzó sobre mí.
- Bella, hija. ¡Oh! Llegaste. Te extrañe demasiado.- gritaba Renee emocionada. Te tengo noticias extrañas pero buenas.
- ¿Noticias? ¿Cómo cuales?- estaba intrigada.
- Te parecerá loco, pero… los Cullen aparecieron, arribaron la semana pasada a su casa, explicando que se perdieron en el desierto y que pudieron regresar sino hasta ahora, es muy extraño, pero volvieron.- lance las maletas al suelo, sin expresión facial, la realidad me había abordado muy pronto.
- Si mama, y llegaron con una nave espacial.- me senté en el sofá a descansar.
- No jovencita, esto no es una broma, ellos regresaron y están en su casa, si quieres ve y compruébalo- mi madre se había disgustado conmigo, yo estaba tomándome la noticia ligeramente.
- Lo siento mamá, pero en realidad no me interesa ir a casa de los Cullen, estoy cansada del viaje, solo quiero una ducha y dormir.- estaba tomando de nuevo el equipaje para subir a mi habitación. De pronto recordé a Jacob y decidí preguntar por él.
- Señora Black, disculpe que no la salude, ¿Jacob está en su casa?- voltee a mirarla.
- No Bella, él está con su novia.- Ahora la expresión facial había regresado.
- ¿Su novia? No sabía que andaba con alguien- estaba atónita.
- Si se llama Leah Clerweather, es la hermana de unos de sus amigos de Seth Clerweather, una chica muy linda.- La señora Black estaba emocionada con su nueva nuera.
- Oh me alegro por él.- Subí a mi habitación, me di una ducha y me acosté en mi cama, había extrañado su textura y el aroma de mi habitación, mañana empezaría un nuevo año, como si fuera nueva. Al otro día todo marcho igual, la misma rutina, el baño, el desayuno, el autobús, el mismo clima, la misma gente, la cotidianidad. Atravesé la puerta principal y en el fondo observé a los chicos, me acerque a saludar, todos hablaban de su verano en Forks, suena contradictorio, será una época con menos frío y menos lloviznas pero el clima en Forks casi siempre era el mismo.
- Bella, cuéntanos de tu viaje.- Gritaba Jessica, saltando como si se tratara del súper viaje.
- No hice nada nuevo, sólo descanse.- estaba abriendo mi bolso para ver que hacía con el y mi casillero.
- Que mal Bella, llorar todo el verano y después nada, volver a sonreír porque tu novio apareció- dijo Ben en tono burlón.
- Que chistoso regresaste Ben, primero no es mi novio, segundo mi verano no fue el lagrimón que ustedes se imaginan, mi vida no es tan sensacional.- me había disgustado su comentario, creen que soy tonta por todo lo que me sucede.
- ¿Cómo has cambiado Bella? Está bien lo siento, no fue mi intención hacerte sentir mal.- se encogió de hombros.
- Ben yo también lo siento, dame un abrazo.- y así fue lo abrace fuertemente, me sentía avergonzada por tratarlo así. Lo solte y fui a abrir mi casillero, de repente observe como venían por un lado Jacob y Leah Clerweather agarrados de la mano, y por el otro me quede con la boca abierta.
- ¡Edward!- salió de mi boca su nombre apresuradamente y los chicos lo notaron.
- Menos mal que no son nada- dijo Jessica, con una risita.
- Saben que, mejor nos vamos a clase y dejemos los disparates.- Cerré el casillero peor no podía dejar de ver los dos escenarios, por un lado Jacob con el mismo semblante que cuando lo conocí pero la chica no era yo, mi amor hacia él era egoísta, después Edward, seguía más precioso, su cabellera, su boca pequeña, sus ojos negros intensos que en mis pesadillas era dorados, la escuela entera no dejaba de verlo, el muerto que resucito, pero si así se regresaba de la muerte, que lo vuelvan a matar, mi corazón latía desbocado, las primeras miradas son para siempre, estaba enamorada de él, y Jacob me hacia tan feliz, verlo con una nueva chica. Pero él ni me había mirado, m entristecí y seguí caminando, tal vez seguía con Victoria, tome mis libros y entre a matemáticas.
No preste atención a la clase, estuve haciendo corazones en la parte posterior de mi libro, estaba totalmente idiotizada, sin poder resistirme, después tenía clase de Historia del Hombre, seguro allí me quedaría dormida, me despedí, quede con Ángela de pasar por su casa para revisar los apuntes, llene mis datos para el anuario y subí al tercer piso para asistir a mi clase. Cuando entre me sorprendí, Edward Cullen estaba sentado en el mismo sitio y estaba recostado en su pupitre, encontrármelo en la misma clase y en el mismo lugar inundo mi mente de recuerdos gratos. Tome asiento y pensé hablarle, total estaba solo. Me levante y me acerque, lo toque por el hombro.
- ¡Edward!- dije emocionada, él estaba dormido en el pupitre. Levanto la cara, se restregó los ojos y me vio. Su mirada era desconocida para mí, habrían cambiado las cosas en dos meses. Parecía una niña buscando atención de alguien famoso.
- Hola… ¿Cómo estás? ¿Estamos juntos en la misma clase?- volteo a ver a su alrededor.
- Estoy bien un poco sorprendida. Si estoy en la misma clase que tú. Edward, ¿me recuerdas? Pareciera que no.- Me coloque más triste, y busque un pupitre y me senté a su lado.
- Por… supuesto que sí- dijo titubeando. No me recordaba a mí. ¿qué le harían en ese lugar?
- No es cierto, no sabes quién soy- me levante y me tomo del brazo.
- Que desconfiada eres, Señorita Isabella Marie Swan Dwyer, creías que me olvidaría de ti, pues no, una mirada como la tuya no se olvida en ninguna galaxia lejana.- me tomo del cuello y me besó delante de la clase, no me importo y le correspondí, tomándolo del cuello, rozando con mis dedos su cabello.-- Tus besos saben igual para mí. Te amo- sus ojos brillaban como luciérnagas en la noche.
- Y ¿Victoria?- pregunte por ella, quería saber de esa arpía.
- No regreso con nosotros, es mas no sabemos si regrese. Se complicaron las cosas para ella, digamos que estaba haciendo planes conspirativos con otro Planeta, la descubrieron y las personas que nos enviaron originalmente, la encerraron por traición- no pude evitar mi sonrisa, ella no estaría molestándome por mucho tiempo.
- Edward estoy loca, siempre lo estuve, sentir esto por ti, haberle mentido a tanta gente por defender algo que yo misma no sabía si existía – seguía abrazada a él, sin importarme que estábamos en la Escuela.
- Si lo sabías, desde siempre lo supiste. Estuvimos destinados a conocernos y a enamorarnos. Hiciste eso que tú dices porque en el fondo de tú corazón, yo era el indicado para ti. Ya no regresaré mas a mi Planeta, nos quedaremos en la Tierra con los seres que realmente amamos.- Sonrió y me beso, la gloria del amor nos rodeaba.
- Si pero estoy tan feliz, quise odiarte, pero no pude, queme tus recuerdos y aun así no pude sacarte de mi mente y corazón, desee no haberte conocido jamás o que peor, no regresaras. Lo siento tanto, creo que a la final no merezco estar junto a ti, no luche para que te quedaras, me comporte como una pared, de esas que sabes que existen pero no hacen nada para remediar la situación.- Alzo mi rostro, lo tomo con sus manos y me abrazo.
- No trates de persuadirme, nada me hará cambiar lo que siento por ti.- el profesor de historia no vendría así son los comienzos de clases, la mayoría se demora en reincorporarse.
- ¿Y tus hermanas? No las he visto.- Íbamos abrazados, tratando de caminar.
- Alice, feliz, sabes que ella ama este pueblo, con sus costumbres pero para ella no existe un lugar más propio que la Tierra. ¿Recuerdas a Jasper? Bueno ellos se conocieron el jardín de infancia, fueron amigos hasta hace poco, ahora son novios, él quiere mucho a mi hermanita, y estamos felices por eso. Rosalie, regreso diferente, quiere verte y disculparse contigo por tantas groserías, entendió que nos amamos y sigue con Emmet, siempre pensé que era una relación superficial, pero él es tremendo tipo. ¿Será que nos falta algo mas para ser felices?- Todos nos observaban en el pasillo, vi como Ángela se reía haciéndome un gesto de que todo va bien.
- Tanta felicidad me abruma. ¿Y ahora que viene Edward?- Nos paramos frente a la puerta a esperar el autobús, lo mire y su rostro se torno reflexivo.
- Bueno señorita Swan, no se usted, pero yo estoy dispuesto estar cerquita de un ser especial. Vivir Bella, vivir mi vida, siempre me preocupó que nos descubrieran, pero ya no tengo miedo. Graduarnos e ir a una gran universidad y quién sabe si casarnos dentro de un futuro no tan lejano. No sé que nos depare el futuro, no se muera hoy o el año siguiente, no sé si nos mudemos pero hay algo que nunca debe cambiar, no debe cambiar la belleza de tú corazón, ni abandonar los sueños que desde pequeños tuvimos, porque aquel que no sueña, no crecerá jamás.
¿Sería esa la reflexión del día? Como dijo Edward no importa lo que el futuro nos depare, en el fondo sabía que era lo mejor. Hoy se renovó nuestro amor y verlo tan diferente, contento y lleno de vida me hizo pensar que nunca dejaré de soñar.
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