Bella POV
Luego de lo que me pareció una eternidad, nos abrimos paso a través de las puertas del zoo. Alice no solo había comprado las entradas, si no que también había conseguido seis cuponeras que contenían pases a los juegos, cupones de comida y descuentos para las tiendas de regalos del zoo. Decidí tomar el mapa para poder planear nuestro día.
"Bien chicos, necesitamos decidir que animal veremos primero… ¿alguna sugerencia?" pregunté mientras daba una ojeada al mapa buscando los de mi preferencia. Vi a Edward y Emmett teniendo una conversación silenciosa mientras miraban otro mapa y se reían juntos. "Y no comenzaremos ni con los leones ni los ojos chicos, lamento decepcionarlos. Guardaremos esos para mas tarde."
Alice, obviamente buscaba las tiendas de souvenirs en el mapa y se dio cuenta de que estabamos a cien metros de la tienda principal. "OOHHH voy corriendo a la tienda para ver que hay para comprar."
"Alice espera…lo que sea que compres tendremos que cargarlo durante todo el día…" le grité, pero ella solo saludó y se fue. Me volvi hacia Jasper. "Voy a buscar un grupo de ayuda para los adictos a las compras Jasper... ¡Necesita ayuda!"
"Bella, ¿Por qué no comenzamos con los reptiles? Esta debajo de aquel puente." Señaló Edward en la direccion que debiamos ir.
"¿Y todos podremos comportarnos en el serpentario?" pregunté alzando una ceja mientras me enfrentaba a mi favorita familia de vampiros.
"Si Bella, los reptiles son asquerosos, nunca querríamos…" se estremeció al pensarlo. "Aunque… ¡se hacen buenas carteras y zapatos con ellos!" sonrió.
"¿Alguien menciono zapatos?" rió Alice. Ahogué un grito al verla, lo cual hizo que todos los demás siguieran mi vista. Por la puerta principal, Alice caminaba hacia nosotros con un enorme, y casi del tamaño de verdadero, león de las montañas el cual asumí que era para Eddie, dos osos pardos para Elliott y Everett obviamente. Solo podia asumir que el enorme pingüino era para Elizabeth. Ella lanzó unas camaras descartables a cada uno. "¡Vamos a documentar nuestra salida!"
"¿Que rayos te poseyó para que compraras cuatro, casi reales, animales de peluche, Alice?" pregunté asombrada. Emmett sostenía uno de los osos pardos frente a Everett y por lo que podía descifrar, estaba mostrándole como atacar su cuello.
Edward sacudió su cabeza mientras Alice bailaba con el enorme pingüino en el medio del zoo. "Jasper, conoces las reglas, tu esposa compro estas estúpidas cosas, tienes que llevarlas al auto." Jasper suspiró y junto los animales en sus brazos y marchó al auto.
"Apresurate Jasper, seria bueno que veamos algunos animales hoy." Le grité.
Unos momentos despues Japer volvió riendose. "¿Que es lo gracioso hermano?" preguntó Emmett. Jasper gentilmente puso su mano en su hombro para abrazarse a él mientras seguía riendo.
"Los empleados del estacionamiento están rodeando el auto de Bella, como si fuera alguna portada de revistas, se sacan fotos entre ellos con los teléfonos celulares. Un tipo, de verdad, ¡besó tu auto!"
"¡EEEEWWW! ¡Que asco!" grité. Emmett y Edward se doblaban de la risa. "¡Violaron a mi nuevo y flamante auto! Que parva de locos."
Edward pasó su frío brazo alrededor de mi cintura. "Vamos Bella, después limpiaré la marca del beso de empleado del auto. Vamos a ver algunos reptiles…Rosalie necesita una nueva cartera." Bromeó a mi oído.
Lo chicos caminaron delante, mientras Rosalie, Alice y yo empujabamos los cochecitos. Los bebés estaban duermiendo, excepto Everett quien estaba atado al pecho de Emmett. Estaba llorando por que Emmett decidió gritar cuando entramos al túnel que corría debajo del puente, haciendo que el eco nos aturdiera.
Edward sostuvo la puerta del serpentario para que pudiéramos pasar con los cochecitos. Dentro, habían varias vidrieras de diferentes esqueletos de serpientes y botones para presionarlos y hacer que sonaran como cocodrilos o serpientes. Obviamente, Emmett estaba allí, apretando los botones tan rápido como podía. Varios padres apartaron a sus hijos de él.
"Realmente es un niño de dos años en el cuerpo de un adulto. Vamos Emmett, ¡vamos a ver algunos reptiles!" le ordenó Rosalie. Ella nos guió en la dirección de la primera vidriera, el Rey Cobra. Emmett y Jasper, ignorando todos los carteles, golpearon el cristal hasta que la cobra se lanzó sobre ellos, golpeándose contra el cristal. Mientras continuábamos pasando, escuché sobre la ocasión en que Emmett le retó a Jasper a que se alimentara de una Boa constrictora en Sudamérica y se enfermó terriblemente y comenzó a tener alucinaciones sobre unicornios púrpuras.
Jasper se estremeció cuando pasamos el exhibidor de la Boa, haciendo que todos nuevamente estalláramos en risas. Emmett entonces contó, con lujo de detalle, sobre su historia de pelea con un cocodrilo en una de sus tantas visitas a África con Rosalie. "Fue el mejor par de zapatos que tuve..." se rió Rosalie.
La casa de los reptiles fue entretenida, pero Emmett se estaba aburriendo, quería 'mas acción' así que nos dirigimos al hábitat de los animales australianos. Supuse que estariamosa salvo con los tiernos Koalas y Canguros. Obviamente estaba equivocada. Jasper quería ir a ver a los Canguros a la sección de donde te permitían entrar y acariciarlos, los Canguros caminaban a tu lado sin rejas o paredes. Ni bien entramos al exhibidor, los Canguros, quienes antes habían estado descansando, volvieron a la vida, probablemente sintiendo algún predador o CINCO cerca. Comenzaron a sisear, tamborileando con sus pies y saltando enloquecidos en el lugar. Las pocas personas que estaban dentro con ellos comenzaron a correr hacia las salidas.
"¡¡Tomen a los chicos!! ¡¡CORRAN!!" gritó Jasper asustado. El alzó a Elizabeth de su carrito y comenzó a correr hacia la salida, dejando a Alice sorprendida allí dentro, rodeada de unos furiosos Canguros. Me volví para mirarla, pero Edward tomó mi mano y comenzó a reir histericamente. "Ella estará bien Bella, solo ven aquí y mira esto." Me llevó por la salida y nos agrupamos para ver a Alice.
Al principio se quedó bien quieta mientras uno de los Canguros machos se aproximaba a ella. El comenzó a sisearle y la pequeña Alice le respondió, sin romper contacto visual con el animal. El Canguro, esperando parecer mas intimidante, se quedó de pie, siendo mas alto que Alice y ella le retó apoyando sus manos sobre sus caderas, Alice podía ser bastante intimidante sin la necesidad de ser alta.
"¿Edward, que esta pensando?" le pregunté rapidamente. El miro a Jasper y se rio. "Esta tratando de decidir cuento tiempo pasara para que Jasper tengo algo de 'tiempo a solas' con ella. Por ahora es un mes, lo siento Jasper." Edward, Emmett y Rosalie se burlaron.
Jasper colgó su cabeza y se dedico a consolar a Elizabeth, quien estaba llorando. "Mami estará bien, ella puede con un grupo de estúpidos Canguros, no te preocupes."
En un enfrentamiento final, los Canguros comenzaron a golpear fuertemente sus pies hacia ella. Alice, no queriendo quedar opacada por los marsupiales, pataleó sus sandalias de cuero negras hacia ellos. Finalmente, aburrida con toda la cosa, Alice gruñó y pasó entremedio de la manada, sin ser tocada. Aplaudimos entusiasmados, el empleado del zoo, quien había estado presenciando todo, corrió después de Alice y cerró la muestra por el resto del día.
Alice marchó hacia Jasper con las manos sobre sus caderas. "¿La frase 'mujeres y niños primero' tiene algún significado para ti estúpido esposo?" Jasper no se atrevía a mirarle a los ojos. "Lo siento Alice, es solo que...Elizabeth es tan pequeñita...me asusté..." sus ojos se clavaban en su cabeza. "Tres semanas Jasper...y tienes suerte de que no haya tocado a ninguno de ellos o serian tres meses, ¿entendiste? AAGGHHH huelo a Canguro."
Un, demasiado, arrepentido Jasper dijo "Si, querida."
El resto de Australia fue bastante aburrido comparado con el ataque de los Canguros, obviamente. Alice vio una maquina expendedora de souvenirs y compró un sombrero de Canguro para que Jasper usara el resto del día, recordándole su vergüenza. Ahí estaba Jasper, más de metro noventa, con su cabello rubio dentro de un sombrero con forma de canguro. Me mordí el labio, pero Edward y Emmett estallaron en risas hasta que Alice amenazó con comprar unos para ellos también, entonces se tranquilizaron.
Nos dirigiamos hacia Africa cuadno los vi. Tomé la mano de Edward y señalé. Justo frente a nosotros, alimentando a los patos, estaban Jessica y Mike. El bebé estaba desparramado de espaldas en un cochecito que, obviamente, habían alquilado en el zoo. Alice nos apresuraba hacia un exhibidor de flamencos donde estaríamos escondidos, pero aun podíamos verlos. Emmett sonrio ampliamente. "¿Alguien quiere ir con la ronda dos?" todos asentimos con nuestras cabezas y comenzamos a planear.
Edward y yo nos dirigimos primero. Llevé el carrito de Eddie en su dirección, con Edward a mi lado. Su mano estaba suavemente apoyada en la parte baja de mi espalda mientras pasábamos a su lado, pretendiendo que no los veíamos. Edward soltó una risa y supe que nos habían visto. "¿Bella?" escuché a Jessica llamar.
Me detuve y giré el cochecito hacia Mike y Jessica. "Oh, hola Jessica, hola Mike. ¿Que hacen por aqui?" pregunté dulcemente, sin mencionar la noche anterior. Mike se veía aliviado, aunque Edward se veía un tanto molesto. Solo podía asumir que era por los pensamientos de Mike.
"Decidimos traer a nuestro niño a un pequeño paseo. Ver si podemos ganar puntos extras. Parece que ustedes tuvieron la misma idea." Murmuró Mike, mirando a Edward ahora.
"Emmett y Rosalie llegaron, y vi a Mike y a Jessica mirar a Rosalie de cabeza a pies con sus bocas abiertas. Sus cortos shorts y los tacones altos ciertamente llamaban la atención de las personas. Para añadir algo mas, Rose se inclino sobre el cochecito para acomodar la manta de Elliott, haciendo que Mike comenzara a sudar. Jessica se dio cuenta y le golpeó en el brazo. "Bella, los veremos en el área de los Chitas, ahora que es el animal preferido de Edward desde la noche pasada… ¿ok?" hizo un ronroneo y me lanzó un obvio guiño. Me reí como si estuviera avergonzada y asentí.
Ella se alejo caminando, llevando el cochecito con un balanceo extra en su caminar. Emett se inclino hacia Mike mientras miraba a Rosalie "Es bastante sensual ¿verdad?" dijo sobre su esposa. "Puedes volver a poner tus ojos dentro de tu cabeza ahora Newton." Dijo Emmett sobre su hombro. Cuándo alcanzó a Rosalie, tomó a su esposa por la cintura y le dio un apasionado beso, después miró a Mike y le alzó su pulgar. Mike se cruzó de brazos y Jessica le miro molesta.
"¿Están disfrutando del proyecto?" preguntó Edward con su aterciopelada voz, mientras miraba a su pobre bebé, quien yacía de espaldas sin una manta en el carrito. Mientras les hablaba, yo tomaba a Eddie de su cochecito por que se había despertado y me pare frente a Edward, quien pasó sus brazos a mí alrededor y me besó la cabeza.
Jessica, no queriendo sentirse menos obviamente, tomo a su bebé del cochecito y comenzó a llorar, demasiado fuerte. Jessica trató de sostenerlo como yo sostenía a Eddie, para tranquilizarlo, pero no funcionaba. Ella comenzó a ponerse impaciente y preguntó a Mike por el biberón del bebé. "Lo siento Jessica, debi dejarlo en el auto."
Edward suavemente fue hacia el bolso y sacó un biberon. "Toma Jessica, tenemos uno extra, Bella siempre empaca dos cuando salimos lejos de la casa." utilizo su sonrisa mas deslumbrante mientras se lo entregaba. Mike se sobresalto y tomó el biberón y al bebé de las manos de Jessica, mientras ella permanecía allí, mirando a Edward. Normalmente me habría molestado, pero viendo cuan molesto se ponía Mike, solo me hacia reír.
Arrancándola de su fantasía, de seguro, le hice una pregunta a Jessica. "Jess, me olvide de preguntar ¿Cómo le pusieron de nombre a su bebé?"
"Eugene." Dijo disgustada. Sentí a Edward golpearme con su dedo en el costado, y tuve que luchar con todas mis fuerzas para no reír.
"Ese es un nombre bastante único. ¿De donde se les ocurrió?" pregunte tratando de no reír.
"Es el segundo nombre de Mike." Los ojos de Mike volaron hacia Edward, retándole a hacer algún comentario. Edward, obviamente, se quedó en silencio, mordiéndose su labio, pero continuaba dándome pequeños golpes a mi costado, tratando de hacerme reír. El pobre del pequeño Eugene aun seguía llorando en los brazos de Mike mientras él trataba de alimentarlo. Era obvio que Mike no había alimentado al bebé en los últimos días. Escuché a Edward chasquear su lengua mientras se paraba frente a Mike.
"¿Puedo?" preguntó extendiendo sus palidas manos a Mike.
"Edward es genial con el pequeño Eddie, hasta se queda despierto en las noches para que yo pueda dormir. De seguro podrá tranquilizarles al pequeño Eugene también." Dije dulcemente, haciendo que Edward me lanzara una mirada de 'estas tirando demasiado de la cuerda', así que me detuve. Ni bien Eugene tocó los brazos de Edward, se tranquilizo. Decidí molestar un poco más a Jessica.
Me incliné hacia ella riendo. "Edward realmente tiene un toque mágico, si sabes a lo que me refiero. Tuve la suerte yo misma de experimentarlo la noche pasada." La cabeza de Edward se giró de golpe en nuestra dirección, me miraba incrédulo, obviamente había escuchado el comentario en la cabeza de Jessica. "¿Te pican las orejas Edward?" bromeé. Jessica comenzó a bufar a mi lado.
"Algo por el estilo." Rió Edward. Si los vampiros se pudieran ruborizar, creo que lo habría atrapado.
"¡Hola amigos padres!" proclamó Alice mientras ella y Jasper caminaban con Elizabeth en el cochecito. Jasper aun estaba usando el sombrero de canguro en su cabeza. Le di una suave sonrisa. "¿Están disfrutando de su día en el zoo?" preguntó, exuberante como siempre.
"Seguro." Contestó Jessica con voz vacía, no pude entender si era mas por la distracción que le generaba el sombrero de Jasper o los idénticos atuendos de Alice y Elizabeth.
"De seguro el pequeño Eugene está feliz de salir del baúl donde le encerraron anoche." Mike y Jessica compartieron una mirada. Alice se volvió hacia Jasper. "¿Cuenta como abuso infantil si es un muñeco?" preguntó dulcemente. Mike se puso de pie y Jessica pegó un grito. Aunque Jasper sonrió y sacudió su cabeza. "Oh bueno, de todas formas, será mejor que vayamos con Rosalie y Emmett. Parece que hay una estampida en el área de África. ¿¿Me pregunto que lo estará causando??" dijo sarcásticamente. "Adios Mike y Jessica. Por favor traten de no traumatizar más al pobre bebé. Ya es suficiente con que le hayan puesto tal terrible nombre, pero encerrarlo en el baúl para que ustedes puedan besarse, eso es cruel."
Grácilmente, ella y Jasper caminaron hacia el área de África. Edward le devolcio el bebé a Mike, y comenzo a llorar inmediatamente. Jessica tomo al bebé lejos de Mike y volvió a sentarse en la silla para alimentarlo. Sentí los ojos de Mike clavándose en nuestras nucas mientras poníamos a Eddie de vuelta en el cochecito y comenzábamos a alejarnos.
Estaba empujando el cochecito y la mano de Edward nuevamente estaba en la parte baja de mi espalda. Mire por sobre mi hombro y salude a Jessica, pero no no estaba mirando. Estaba ocupado mirando al pequeño Eugene mientras trataba de tranquilizarlo. Mike, en cambio, nos miraba intensamente.
Me volvio hacia Edward. "¿Que sucede? ¿por que nos esta mirando?" Edward gruñó. "No nos esta mirando, te esta mirando a ti. Mas precisamente, esta comparando tu caminar con el de Rosalie, si quieres saber…que pervertido."
Antes de que el comentario de Edward tuviera tiempo de registrarse en mi mente, sentí su mano deslizándose de mi espalda, hacia la cintura de mi jean y finalmente se detuvo en mi trasero, donde le dio un suave apretón. Pegue un salto y casi me caigo por la sorpresa. Edward, obviamente, me atrapó antes de que me lastimara. "¿Edward Cullen, que fue eso?" pregunte mientras yacía en sus brazos, con el corazón desbocado.
"Tu eres la que dijo que tenia el toque mágico…yo solo estaba comprobando si funcionaba en cualquier parte." Y luego se inclino para besarme. Mis mejillas se ruborizaron y mi respiración se volvió entrecortada. Sentí los labios de Edward sonriendo. "¿Ya has molestado a Mike?" pregunté mientras continuaba besandole. "Casi..." susurró. Grácilmente me ayudo a ponerme de pie y do una mirada sobre su hombro y le dio un guiño…a Mike. "Ahora si."
Mientras caminábamos hacia la cima de la colina, miré a mí alrededor y no pude encontrar al resto de la familia. "¿Edward, donde están?" pregunté, pero entonces escuché un fuerte rugido desde la zona de los leones africanos. "Dime que no…"
"Oh- te garantizo que son ellos." Dijo Edward con una sonrisa mientras nos dirigíamos a esa dirección.
El león macho estaba parado en una enorme roca en el centro del exhibidor. Su cabeza se sacudía violentamente mientras rugía. Ocasionalmente, enfrentaba el vidrio. Mientras nos acercamos a la ventana vi y sentí por qué. Emmett estaba cerca del vidrio, y le mostraba sus brillantes dientes al león, haciéndole sentir amenazado. Jasper, mientras tanto, manipulaba las emociones del león, haciéndole furioso. Las hembras estaban distraídas por Alice y Rosalie quienes les siseaban y gruñían.
"¿A esto le llamas pasar desapercibidos? Quizas necesitemos discutir que implica eso..." dije entre dientes. "La gente va a venir a ver que sucede." Pero obviamente, nadie me escuchó. Edward entonces decidió integrarse al juego, soltando un gruñido que me fue difícil de oír pero los leones respondieron corriendo al centro del exhibidor. Emmett choco sus nudillos con los de Edward. "¡Buena Edward!"
"¿Ya terminaron de molestar a los leones, niños?" dije en un tono muy propio de Esme. Debí de hacer un buen trabajo ya que todos me miraron, sorprendidos.
"Vamos chicos, ¡tenemos mas animales para ver!" aplaudio Alice. Rose y Emmett fueron primeros, seguidos por Alice. Ella caminaba alegremente detrás del cochecito de Elizabeth, mientras Jasper sostenía su mano. Edward les dio a los leones un gruñido de despedida, sonrió, sintiéndose orgulloso de si mismo, y nos fuimos a alcanzar a los demás.
Los siguientes animales fueron las jirafas y las cebras. Edward se acomodó detrás de mí mientras yo tomaba a Eddie del cochecito y lo sostenía. "Mira Bella, es uno de mis animales preferidos…cebras… ¿recuerdas?" susurró en un tono seductor. Recordando su reaccion ante el sostén de cebra, me ruborice. El paso sus fríos dedos por mi brazo mientras besaba mi cuello. "Nunca podré mirar a las cebras de la misma forma que antes." Sus labios gentilmente rozaron mi piel. El golpeteo de mi corazon le hacia reir.
"¡No frente a los niños, ustedes dos!" gritó Emmett, tapando los pequeños ojos de Everett con su enorme mano.
Rosalie y Alice se lanzaron una sonrisa. "Edward, deja de fantasear sobre las cebras y ven a ver a los animales." Rió Rosalie, dándome un enorme guiño. Sacudí mi cabeza para aclararme después del deslumbramiento y me dirigí hacia ellos.
La enorme jirafa avanzaba por el campo, pero todas las cebras estaban durmiendo cerca del refugio. Repentinamente, Jasper soltó un gruñido, esta vez él decidió que la exhibición no era lo suficientemente entretenida haciendo que las cebras se pusieran de pie de un salto y comenzara a correr por la zona de exhibición. Alice le lanzó una mirada molesta.
"¿Que? Edward dijo que le gustaban las cebras, solo queria que las viera bien." Dijo Jasper inocentemente.
"No le gustan las cebras Jasper, ¡Lo único de cebra que le gusta mirar es el corpiño con estampado de CEBRA de BELLA!" gritó Alice demasiado alto la ultima parte. Pude escuchar a Jasper decir "OOHHH" lo que me hizo ruborizar aun mas. Escuché a Edward riendose detras de mi.
Terminamos el tour por Africa con los Elefantes y obviamente los leopardos. Edward no se atrevió a decirme nada, pero el instante en que sus ojos se encontraron con los míos, me ruborice furiosamente, sabiendo lo que estaba pensando. El solo se encogió de hombros inocentemente, lo cual hizo que Alice rodara sus ojos y yo supe que tenía razón sobre donde andaba su mente.
Emmett y Rosalie necesitaban cambiarles los pañales a los bebés, asi que me fui a sentar a una banca. Edward llevó a Eddie a mirar los loros y Alice vino con Elizabeth quien se había vuelto a dormir. "los bebés se están portando bastante bien." Dije mientras esperabamos. "Jasper esta llevandolo bien cwerca de humanos. ¿A donde fue?" pregunté rapiadamente.
"Si, lo esta haciendo bien ¿verdad? Estoy orgullosa de él. Esta trabajando muy duro." Se veia perdida en la distancia. "Aunque se fue a buscar un aperitivo, debe de estar por volver…será mejor que les esperemos." Murmuró mientras miraba a su alrededor en busca de Jasper.
"¿Fue por un aperitivo? ¿Dónde Alice? ¿A que exhibición fue? Se darán cuenta si falta alguno de los animales o si aparece muerto ¿que tal si alguien lo ve?" estaba de pie, frenética. Alice me miraba sorprendida y luego algo detrás de mi le hizo sonreír. "¡Hola Jasper!" canturreó.
Me di vuelta en el lugar para ver a Jasper viniendo por la esquina con un pequeño pote de helado y una cuchara. Lo extendio hacia mi. "Toma Bella, creí que tendrías hambre y escuché a muchas personas hablar sobre estas cosas, diciendo que tan buenas eran."
"¿Un aperitivo…para mi? Creí que ibas a buscar un aperitivo para ti..." susurré completamente aliviada. Alice comenzó a reír dándose cuenta de por que me había preocupado tanto hacia un minuto atrás. "Gracias Jasper, lamento haber creído que atacaste algún animal." Jasper se rió cuando Edward había vuelto.
"¿De que se ríen ustedes tres?" pregunto sospechando.
"Bella creyó que…que yo bueno, caté el buffet." Dijo Jasper entre risas. Yo sonreí avergonzada.
"Alice dijo que fue a buscar un aperitivo...omitió la parte de que era para mi." Dije mientras alzaba una cuchara de helado. "¿Quieren probarlo? Esta realmente bueno…" extendí mi cuchara hacia Edward, pero el sacudió su cabeza. "Gallina" murmuré con mi boca llena de helado.
Por sobre mi hombro, escuché a alguien gritando "¡Osos, osos, osos!" Emmett saltaba frente a nosotros con una enorme sonrisa en su rostro Everett y Elliott estaban durmiendo tranquilamente en el cochecito doble.
"Bueno Emmett. Vamos a ver los ojos, pero compórtate. ¿Entendiste?" rió Alice y supe que eso no era una buena señal, pero no podía decirle que no a Emmett, era casi tan imposible como decirle que no a Alice.
Él me alzó en uno de sus gigantes abrazos y comenzó a correr hacia la exhibición de los osos. Los demás se habían quedado atrás, así que nosotros nos dirigimos al exhibidor de los osos polares, donde estaban durmiendo en una esquina. Estaba a punto de preguntarle a Emmett si se había alimentado de alguno de ellos cuando apenas conseguí ver un borrón grisáceo dentro de la exhibición. Con un fuerte gruñido, el oso salto en sus patas y se cayó al estanque de agua. La caída dejó una alta columna de agua en el aire. La risa llenó mis oídos mientras Emmett inocentemente aparecía a mi lado.
"Emmett Cullen, ¿Acaso acabas de meterte al exhibidor y empujar a ese oso polar?" solté.
"¡Bella nunca haría eso! Me siento insultado ante la acusación." Se enfurruñó indignado.
"Emmett…"
Estaba apunto de arremeter en su contra cuando los demás aparecieron a la vista. Escuché la musical risa de Alice y Rosalie y me volteé para ver que el pobre de Jasper aun tenia su sombrero de la vergüenza, pero ahora se veía mas feliz. Esa no era la feunte de su diversion. Caminando diez pasos detrás de ellos, estaba un furioso Edward, empujando el cochecito de Eddie. Ahora estaba cargando lo que parecía ser, un sombrero de cebra, similar al de canguro de Jasper.
Cuando las chicas vieron mi expresión de confusión, comenzaron a reír con más fuerzas, haciendo que la gente les mirase. Un pequeño niño se acercó a Edward y le preguntó donde había conseguido ese genial sombrero. Eso llevó a Emmett al borde. Se recostó en el suelo u reía como nunca le había escuchado reír antes.
Cuidadosamente me aproxime a Edward quien estaba en condiciones de ser atado. "Lindo sombrero." Fue todo lo que pude decir antes de estallar en risas. "Lo siento, es que nunca…Oh Dios Edward... ¿como permitiste que te pusiera ese sombrero?" dije entre risas.
"Si no lo usa le amenacé con contarte lo que tiene planeado para mas tarde." Respondió Alice por el con su cantarina voz. "También se burló de Jasper nuevamente, y se lo había advertido. Creo que es tierno y le dije que ahora tiene que ponerse la próxima vez que uses tu conjunto de cebra…"
me ruboricé ante la imagen de mi en ropa interior...pero entonces me reí ante la visión de Edward en ropa interior conmigo…¡pero con ese SOMBRERO! Mis mejillas comenzaron a arder de la risa. Edward permanecía en silencio hasta que las risas pasaron.
"¿Cuan enfadado estas?" pregunté suavemente.
El me dio una mirada en respuesta. Entonces una idea saltó a mi mente.
"¿Te importaría hacer un compromiso?" alcé mis cejas mientras esperaba su respuesta. El asintió suavemente.
"Bueno, que tal si me ofrezco a usar el ridículo sombrero por el resto del día y a cambio, cancelas todas las promesas que hice anoche. ¿Suena justo?" su dura expresión se suavizó lentamente mientras consideraba mi oferta.
El extendió su mano y yo la tomé. "Nada de boda hoy." Dije secamente.
Inesperadamente, el sonrió mientras se quitaba el sombrero de la cabeza y me lo ponía firmemente. "No iba a obligarte a eso de todas formas. Cuando te cases conmigo quiero que sea por que lo quieras, no por que creíste haber aplastado mi Volvo." Dijo suavizando su voz mientras acomodaba el lazo debajo de mi mentón.
"¡Tu…apestas!" dije totalmente deslumbrada.
"Y tu eres adorable, chica cebra." Sonrió.
Le di una sarcastica sonrisa y me acerqué a él. "Lo gracioso es Edward, que esto no es el único estampado de cebra que tengo en mi cuerpo ahora mismo. ¡Piensa en eso Eddie!" susurré al besar su mejilla. Sus manos se cerraron en torno a mi cintura, pero me las arreglé para escapar. "Guarde las manos para usted mismo señor. Hay chicos presentes."
Con la risa terminada, la pequeña multitud que se había juntado comenzó a disiparse, aunque vi a Mike y a Jessica espiándonos a través de un arbusto. Me pregunto que se traman esos dos. Pense para mi misma. Camine hacia donde se encontraba el resto de mi familia mientras Edward se pasaba sus dedos por su cabello.
"Te ves bien Bella." bromeó Emmett.
"Hey Rosalie, me olvide de decirte. Emmett entró al exhibidor de los osos polares y empujó a uno de ellos al agua." Sonreí triunfante "¡No te metas con la chica cebra Emmett!"
Rosalie no estaba contenta con él. Después de unos minutos de una ebulliciente discusión, Emmett se rindió. Elliott comenzó a llorar así que Rose lo puso en el cargador que Emmett llevaba atado en su pecho. Emmett tomó un biberón y lo llevó a la boca del bebé mientras pasábamos al próximo exhibidor.
Pasamos la siguiente media hora mirando a los ojos. Si estaban durmiendo Emmett haría distintos sonidos de oso para despertarlos y Jasper les molestaría para que comenzaran a pelear o perseguirse entre ellos. En la exhibición de los pardos, Emmett se emocionó por que quería luchar contra el enorme oso, pero Rosalie amenazó su hombría si se movía.
"Hey Rosalie, mira. Esa chica de alli tiene los mismos zapatos que tu." Señaló Emmett, lejos del exhibidor de los osos pardos, a una mujer caminando por una pequeña pared de ladrillos. No podía imaginar a nadie en el zoo usando las mismas sandalias negras y altas de Malono Blahnik, pero también me volteé, con Rosalie.
"¿Que mujer Emmett? Nadie tiene estos zapatos..." aun estaba mirando en otra dirección y no vio al enorme oso pardo volando por el aire, aterrizando sobre una gran pila de hojas en su jaula. Edward y Jasper se llevaron sus manos a sus bocas para ocultar la risa de los oídos de Rosalie, pero era demasiado tarde, ella se volteó justo a tiempo para ver el borrón que era Emmett mientras salía de la jaula del oso. Sus ojos estaban furiosos.
"Rosalie...espera...antes de que me mates...solo quería mostrarle a Elliott como papi pelea…" cuando se refirió a Elliott fue a golpear el pecho del bebé con su mano, pero todo lo que sintió fue el vacío.
"¿Dónde diablos esta el bebé Emmett?" gritó Rosalie.
Edward y Jasper saltaron sobre los canteros de concreto para ver mejor al pobre Elliott. La pequeña osa se puso de pie y se recostó con el bebé entre sus enormes garras, acomodadas a pocos centímetros de su cabeza. "¡Ahí esá!" dijo Edward señalando a la hembra.
"¡Si a tu bebé se lo come un oso Emmett Cullen, pasaras el siguiente siglo en celibato! ¡Mete tu trasero allí y salva a tu hijo y mejor que tenga todos sus dedos o no tendrás tanta suerte!" salía fuego de los ojos de Rosalie.
"Jasper, necesito un poco de ayuda aquí...necesito que se mueva." Dijo mientras saltaba dentro de la cerca y rápidamente entró a la jaula.
Jasper se enfocó en el oso y sentí el miedo viniendo de él. Emmett comenzó a sacudir sus brazos como loco mientras que la hembra se dio vuelta, arrastrando a Elliott debajo de ella.
Edward siseó "Jasper, es una madre, se pondrá protectora si esta asustada…solo trasnquilizala o hazla dormir y deja que Emmett valla y rescate al bebé antes de que Rosalie lo mate." Miré a Rosalie, quien golpeaba el suelo con su pie mientras Alice frotaba su espalda.
La calma nos invadió, y el golpeteo del pie de Rosalie disminuyó. El oso se movió nuevamente, exponiendo el pequeño cuerpo de Elliott a un lado de ella. Un segundo vi a Elliott en el suelo, y al siguiente había desaparecido. El oso pareció dar un giro en el aire y tenia un gran trozo de tela entre sus dientes. Mientras miraba al oso, preguntandome de donde habia salido la tela, la risa de Edward me hizo voltear. Emmett estaba de pie con Elliott en brazos. Una de sus mangas había sido completamente arrancada por el furioso oso y el cargador estaba echo trizas.
"¡Mejor tu que el bebé!" le dijo Rosalie mientras tomaba a Elliott de los brazos de Emmett y comenzó a inspeccionar cada centímetro de su pequeño cuerpo. Satisfecha de ver que no había daño alguno, lo acomodó en el cochecito, a un lado de Everett.
Una multitud comenzó a caminar hacia la exhibición del oso grisáceo por que los animales se volvían animados cuando nosotros estábamos cerca. Nuavmente, lo del bajo perfil no estaba funcionando. Para cuando nos fuimos de la exhibición de los ojos, los siete estaban rodeados de personas sacándoles fotos y videos. "Creo que el resto del zoo estará bastante vacío ahora ¿A dónde vamos?" pregunté.
Alice sacó el mapa. "Aun no vimos los animales de Norteamérica, vallamos alli. ¡Tienen un zoo de mascotas para los bebés!" gritó encantada. Emmett guió la marcha hacia Norteamerica. Se detuvo en uno de los puestos de souvenir y se compró una nueva remera con un enorme y rugiente oso en el pecho. Hasta Rosalie se rió de él. También decidió que no podía vivir sin lo que parecían unas pantuflas de pies de oso. Edward se metió en medio y compró algo cuando Emmett se alejaba.
"¿Qué compraste?" susurré a Edward mientras los demás caminaban hacia la exhibición de Norteamérica.
"Es un simulador de oso pardo. Hace cualquier clase de rugido, una llamada de manada y un rugido de advertencia. Creo que lo usare en casa para molestar a Emmett." Los ojos de Edward brillaban ante la idea.
"Será mejor que te asegures de usarlo cuando yo esté en la casa. ¡Quiero oírle gritar!" me reí.
Y con eso, nos dirigimos al territorio de los animales de Norteamérica.
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