Bella Newton???

Autor: Huellas
Género: Drama
Fecha Creación: 25/08/2010
Fecha Actualización: 02/01/2011
Finalizado: SI
Votos: 32
Comentarios: 151
Visitas: 141784
Capítulos: 33

-No me dejes, Bella. No, no, no. Bella, no me dejes. ¡Isabela Cullen no me puedes dejar! -grité desaforadamente. Todo comienza cuando Edward pierde a Bella en manos de un lobo... pero y si encontraran a Bella siglos después? Y si ella no fuera Bella... y si los lobos y los vampiros no son las unicas figuras mitologicas?? 

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Capítulo 17: Swan.

Gracias a todas por sus comentarios, por eso es q estoy escribiendo: para ustedes ! (: asi q tranquilaaas me demoro pero seguire escribiendo hasta q no queden satisfechas :D aunq se q algunas veces me querran matar por dejarlas esperando tanto O: pero asi somos las escritoras: ocupadas ocupadas ocupadas ;) ajajajaja no mentis, gracias a todas!

Tan lindas :$ Aqui otro capitulo.. para las q querian una pelea: esto es algo mas interesante, no?

Esto se me está saliendo de control –estaba fatigada, intranquila, con mis ojos derramando agua mientras Jacob me miraba controlador, pensando en algo profundamente. Me tomó por los hombros fuertemente hablándome de una manera tierna.

-Tranquila, Bella. Estoy aquí, no hay problema –me dijo cerca de mí. Se supone que eso no debería ser relevante, pero por alguna extraña razón logró calmar un poco mis nervios. Lo miré con súplica.

-No sé qué hacer, esto está superándome, Jacob. ¿Qué hago si no puedo controlar mi cuerpo? ¿Y si ella se apodera de mí? –Jacob negó sonriendo de lado, y me abrazó.

Déjalo en paz, Newton. La voz no era mía, esa voz estaba dentro de mi cabeza, yo no había pensado eso.

Sentí que perdí la consciencia.

 

Edward POV.

-¡¿Pero qué estaban haciendo?! –casi le grité a Jacob.

Habíamos llegado Carlisle y yo a casa, encontrándonos con una inconsciente Bella Newton en nuestro sofá de la sala, lo único que repetía Jacob era “se desmayó en mis brazos” y más nada. Casi le salté encima, tratando de sacarlo del trance mientras Carlisle examinaba a Bella.

-Ella… ella se desmayó en mis brazos –volvió a murmurar.

-¡Jacob! –le grité cerca de su rostro.

-Edward, está bien. No tiene nada, tráeme un vaso de agua –me pidió Carlisle, haciendo que soltara a Jacob al instante.

-Aquí está –se lo extendí. Tomó un poco de agua entre los dedos y pringó el rostro de Bella con ella. Bella reaccionó jadeando, mirando hacia todos lados, al encontrarse con la mirada de Jacob, se agitó aún más.

-¡No te me vuelvas a acercarme, lobo! –le gritó levantándose asustada. Me senté a su lado, pasando el brazo por sus hombros pero me evadió.

-Bella…

-¡Tú tampoco, vampiro! –gritó también. Se puso en pie arregostándose a la pared, como refugiándose de algo. Fulminé con la mirada a Jacob.

-¿Bella, qué es lo que pasa? –intentó Carlisle. Bella se tomó el cabello entre los dedos, tratando de calmarse.

-Yo no quiero, no quiero volver a verlos. Entréguenme a mi padre y me desaparezco de tu vida, no me van a volver loca, ustedes no me van a volver loca –repetía mirando a Jacob.

-Bella, Charlie aún  no está aquí –le informó Carlisle. Bella miró el reloj de su muñeca, faltaban cinco minutos para las siete de la noche.

-¿A qué hora vendrá?

-En cinco minutos.

-Me quedaré en el coche, afuera. Adiós –terminó, saliendo por la puerta un segundo antes que Alice y los demás volvieran riendo.

-¡Eres una tramposa! –terciaba Emmett mirando a Nessie.

-Yo te gané, Emmett, eres muy lento –le mostró la lengua.

-Pequeña demonio –dijo Emmett ahorcando falsamente a mi hija.

-Hey, ¿todo bien por aquí? –Jasper me golpeó el hombro juguetonamente, lo esquivé.

-¿Qué pasó? –preguntó Nessie a Jacob.

-Ella se desmayó –le dijo Jacob a mi hija, abrazándola –Yo no le hice nada, solo fui yo mismo, ella simplemente me dijo… No fue mi culpa –se empezó a disculpar, sollozando levemente sobre el hombro de Nessie. Era un cuadro algo extraño.

-¿Qué ha pasado? –preguntó Alice frunciendo el ceño.

-Bella… -empecé pero Jacob me interrumpió, captando la atención de cada vampiro en la sala.

-Estábamos hablando, ella y yo solos…

-¿Y Edward y Carlisle? –preguntó Rosalie. Negué al igual que Carlisle.

-Ellos se fueron al hospital por no sé qué emergencia, yo me quedé con ella. Todo iba bien, reímos, hicimos bromas uno al otro, hasta que nos abrazamos –Nessie lo soltó un poco, confundida, celosa –ella dijo… ella dijo –me miró y jadeé escuchando sus pensamientos. Todos me miraron también.

-¿qué dijo? –casi gritó Jasper.

-Tú también, Jake. Pensé que éramos amigos –dijimos Jacob y yo al mismo tiempo. Todos quedaron en silencio, menos Jacob que seguía hablando intranquilo –Se puso frenética, empezó a llorar diciendo que Bella había tomado el control de su cuerpo otra vez, que iba a perder la batalla. No lo soporté, ella es mi  mejor amiga… la abracé otra vez, se estremeció entre mis brazos y se desmayó.

El silencio era desesperante, pero más lo eran los pensamientos, estaban revueltos. Cada uno en un espiral algo diferente.

-Está pasando cada vez más –dijo Esme.

-¿Qué significa esto? –inquirió Rosalie contrariada.

-Bella está tratando de volver –sentenció Alice. Escuché el timbre de alegría en su voz.

 

Bella POV.

 

No quise quedarme con ellos en la casa, era demasiado extraño.

¿Qué había escuchado? ¿Acaso era su voz? Entonces, ¿ella estaba dentro de mi cabeza? ¿Cómo era eso posible? Tenía que ser inteligente, debía esperar a Charlie, luego me iría de aquí… desaparecería de sus vidas para siempre. Ella no me iba a sacar de mi cuerpo.

-Bella –me llamó Carlisle cuando el cuerpo de mi padre llegó de la morgue.

 

 

 

Había pasado un mes desde que enterramos a Charlie, había sido una ceremonia bonita. Aunque no quisiera, Carlisle y Esme me ayudaron con los preparativos, y yo por mi parte me puse a trabajar para ganar dinero y pagarles la deuda. Por eso no me había ido de Forks.

Por eso y porque no quería ir con Kate. Ella exultaba felicidad a todos lo que la rodeaba, y no quería que notara mi estado casi zombi en el que me había sumido desde la muerte de Charlie. Le había dado la noticia de la muerte dos días después del entierro, ella y Mark volaron a través de Washington para venir aquí, tratar de convencerme de volver con ella, pero no se lo permití.

Había permanecido tan lejos como podía de los Cullen en todo este tiempo, no debía volver a ellos. Al contrario me había dedicado a perfeccionar mis poderes, ahora elevaba cosas, era realmente fascinante no tener que levantarte del sofá para tomar agua, sino traerla hasta ti. No había encontrado a nadie que se pareciera a mí, en internet decían que los magos andaban en grupo, que pocas veces se encontraban solitarios, y que estaban mayormente en los estados unidos. Pero tampoco iba a buscar a nadie, estaba bien como estaba.

 

Estaba feliz por un lado, ya que no había vuelto a escuchar la voz de Swan desde ese día con Jacob.

Ahora me encontraba en el trabajo de los Stanley, Pamela me había ayudado a ser recibida por su padre, era una tienda de víveres. Era sábado en la tarde.

-Buenas – un señor de mediana edad, tal vez un poco más viejo que Charlie entró en la tienda saludándome para que lo atendiera.

-Buenas, señor ¿en qué puedo servirle?

-Soy Embry Black, muchacha –me estiró la mano. Recordaba ese nombre de algún lado, ¿pero de donde?

-Mucho gusto –fruncí el ceño.

-Soy amigo de tu padre, entiendo que tú eres Bella Newton. Me dijeron que trabajabas aquí –asentí. Claro, él era el amigo de mi padre, de La Push. Oh, Dios ¿él no sabía?

-Sí, señor, soy yo.

-Bueno, Bella. Quería preguntarte por tu padre, no lo he visto en varias semanas, ¿está enfermo? –se me aguaron los ojos al tener que darle esta noticia al hombre enfrente mío. Volteé hacia el papa de Pamela y le pedí permiso para salir de la tienda.

-Vamos afuera, señor Embry –le pedí, tomándole del brazo.

-Dime Embry, Bella. No estoy tan viejo –intentó jugar. Sonreí sin un ápice de alegría. Estuvimos afuera, apoyados en su carro.

-Está bien, Embry. Lamento decirle esto ahora. No recordaba los amigos de Charlie, no supuse que a nadie más que a mí y a mi madre nos interesara la noticia –él parecía no comprender.

-¿De qué hablas, muchacha? –inspiré.

-Charlie falleció hace unas semanas.

-¿Qué? –el hombre palideció, tomando la parte delantera del carro para aferrarse. Sus ojos se llenaron de lágrimas -¿De qué hablas? ¿Cuándo? ¿Por qué?

-Tuvo una insuficiencia cardiaca, hace varias semanas. Ya lo hemos enterrado. Discúlpeme por no avisarle, pero yo no vivía con él hacía tiempo, no conocía sus amistades.

-Pero… pero qué… -no podía coordinar palabra. Le sonreí tiernamente, abrazándolo ligeramente.

-¿Quiere que lo lleve a su casa, Embry? No parece en condiciones de conducir, mi turno termina en tres minutos, podría irme con usted si me espera un rato. Solo para asegurarme que llegará bien –le pedí.

-No, no, Bella… -intentó negarse pero lo interrumpí.

-Le contaré los detalles.

-Está bien –dijo después de pensarlo.

Me enfrasqué en una historia de cómo había encontrado a Charlie después de llegar del hospital, la razón por la cual seguía en Forks y no me había ido con Kate, con mamá. Cuando llegamos a la casa de Embry Black, me quedé atónita al sentir un deja vú al bajar del auto de Embry. Era como si hubiera pasado meses enteros dentro de la pequeña casa roja que se veía tan acogedoramente hermosa.

-¿Quieres pasar? Es lo menos que puedo hacer por ti, muchacha. Seguramente Laura le agradará mucho conocerte.

-No, muchas gracias, Embry. Pero creo que es mi turno de marcharme, gracias a usted por el interés en mi padre –dije caminando hacia la carretera.

-¿Cómo piensas irte? –me interrogó. Me quedé pensando, realmente no lo había preguntado. Tal vez caminar me haría bien, no es que estuviera demasiado lejos de la casa… tal vez podría caminar hasta la carretera, alguien me tendría que ver.

-Estoy cerca de la casa de unos amigos –le mentí rogando porque mi instinto de mentirosa saliera a flote. Se acercó a la puerta de su casa.

-Por lo menos entra unos minutos –casi me rogó.

-De verdad que no puedo, otro día será –le prometí caminando hasta uno de los lados de la pequeña calle. Lo despedí con la mano a tiempo de verlo entrar en la casa.

El camino me llevó a una playa, supe entonces que era el camino equivocado. Pero todavía faltaban algunas horas para que el sol desapareciera, apreciaría un rato la arena sobre mis pies y el sonido de las olas al romper con las piedras.

Desde pequeña le había tenido cierto miedo al mar, cuando tenía cerca de tres años, me cuenta Kate, me dejó jugar cerca del agua, y se descuidó. Me metí tanto que casi me ahogo.

Caminé a lo largo de la orilla, dejando que el agua tocara mis pies descalzos. Me senté en uno de los troncos que estaba sueltos, formando una pequeña banca natural. Estaba medio oculta entre los árboles, con nada más que mi respiración. Sentí que viaja en el tiempo, al pasado, pude sentir a Jacob sentado a mi lado.

Cómo te extraño, Jake abrí los ojos asustada, mirando hacia todos los lados. Asustada.

Swan, ¿eres tú? No sé que me aterraba más, mi locura o que de verdad me respondiera. Pasaron unos segundos, sentía que la cabeza me explotaría, estaba repentinamente fatigada, como si estuviera haciendo algún tipo de fuerza ¿Swan?

Dime, Newton. Jadeé. De verdad estaba pasando.

¿Estamos hablando entonces? ¿Estás dentro de mi cuerpo?

He intentado salirme, te lo juro. Pero no puedo hacerlo, no encuentro manera me respondió. Era extraño sentir a alguien dentro de mi cuerpo, pero una vez que ella me respondió, el miedo desapareció.

¿Qué quieres? ¿Por qué sigues entre nosotros? Deberías dejarme en paz, este es mi cuerpo ahora le recriminé.

También es mi cuerpo, sigo aquí.

Debes salirte le recordé.

No sé cómo hacerlo, Newton. Ya te lo dije dijo con algo de fastidio.

¿Qué quieres hacer entonces? ¿quedarte con mi cuerpo? ¿con tu hija y tu esposo? ¿con tu familia? Me sentí nostálgica, los ojos se me pusieron húmedos.

No hablemos de eso por ahora, Swan. No estoy lista para eso casi me rogó. Las lágrimas empezaron a resbalar por mis mejillas, entonces me di cuenta que estaba oscureciendo.

Debo marcharme ahora, ¿Por qué hasta ahora me hablas? Dije poniéndome de pie, caminando de vuelta.

Solo hasta ahora has querido escucharme, por eso puedo hacerlo.

¿Lo habías intentado?

Desde que tuve consciencia de estar aquí, fue insoportable verte besando a Edward. Me sonrojé tontamente.

¿Pero es que estaba loca? ¡Estaba hablando con un fantasma! Reaccioné y meneé la cabeza frenéticamente.

¡Déjame en paz, Swan! Vas a volverme loca le rogué caminando hasta la carretera. Me quedé un rato allí mirando hacia los dos lados.

Hacia la izquierda, nos tocará caminar todo el camino de vuelta. Espero que estés fuerte, Newton.

 

 Empecé a caminar, rogando porque esto no me terminara de volver más loca de lo que estaba. ¿Quien dijo que la vida no es una caja de sorpresas? Por Dios que la vida sí me había cambiado

Deja de ser melodramática, mira lo que me está pasando a mí.

¡Ah! ¿A ti? yo tengo una vocesita molesta en mi cabeza, soy bruja y mi padre murió. ¿Me ganas?

¡Claro! No controlo mi cuerpo, me están quitando a mi familia y soy vampira, ¿no gano yo?

Callate.

Deja de pensar.

Es imposible.

Callarme tambien.

Olvidalo.

¡Camina!

Hazlo tu.

No puedo.

¡Por eso!

Capítulo 16: Jake. Capítulo 18: Mamá e hija.

 
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