te voy a dar calabazas

Autor: princcesaaa
Género: Romance
Fecha Creación: 14/04/2010
Fecha Actualización: 01/05/2010
Finalizado: SI
Votos: 12
Comentarios: 12
Visitas: 112295
Capítulos: 32

Nueva historia.....nueva autora. A todos nuestros visitantes les quiero presentar a Patricia o como la conocen por ahí Patty Massen, ella es de Perú y es la autora de varios fanfic's, su redacción es genial y las tramas de sus historias buenisimas.yo solo la estoy bajando.  k  kede todo claro.
La primera de las historias que disfrutaremos de ella es distinta a varias que conocemos......Bella y Edward se ven obligados a casarse para poder acceder a una herencia pero deben convivir un año entero. Que pasará con ellos, ambos son muy obstinados y parecen odiarse. ¿Podrá surgir el amor en pleno campo de batalla?
Dificil la verdad.....vamos a ver que pasa  en esta divertida historia con mucho humor y romance.
Link de la autora:

 

 

 http://www.fanfiction.net/u/1802610/PATTYMASSEN

 

 

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Capítulo 26: Te esperaré siempre

Pequeña, vamos dime ¿que es lo que piensas?

- Eso es extraño Jazz, todo parece indicar que el avión cayó cerca de la frontera, si venía hacia Port Ángeles ¿cómo es que se desvió tanto de su ruta?

- No lo sé. ¿Tienes alguna teoría?

- Si, me temo que la zorra esa está detrás de todo.

- Pero es extraño, si ella lo planeó todo entonces no tenía planeado este accidente.

- Estoy segura que no lo planeó sola.

- ¿Crees que pretendía llevarse a Edward a Canadá?

- No, creo que hay más detrás de todo esto. Me temo que va a ser duro para Bella soportarlo pero voy a llegar al fondo de todo.

- Llamé a Carlisle y a Esme hace unos minutos. Ellos han viajado hasta el lugar donde encontraron el avión. Está destrozado. Se partió en pedazos, solo han encontrado restos. Van a traerlos para comparar el ADN- la voz de Jasper se quebró.

Era cierto entonces. El avión cayó. Edward. No. Quería abrir los ojos y levantarme para ir a buscarlo pero no podía y era mejor así. Ya era suficiente problema para todos lo que había pasado para tener que cuidar de mí. No quería enfrentar la idea de que el amor de mi vida no volviera más. No iba a aceptarlo. ¿Cómo podría hacerlo? Si aceptaba que él ya no estaba en este mundo no tendría ninguna esperanza para continuar. Nada por que vivir. Jamás lo aceptaría. Sé que volvería.

Ella esperaba por él aún cuando no había esperanza. Confiaba y esperaba… Sabía que un día lo vería aparecer en la hora del crepúsculo”

Te esperaré Edward. Te esperaré.

***

No se cuanto tiempo había pasado, todo estaba en silencio. Me obligué a abrir los ojos. Una habitación blanca. Ya no estaba conectada a ningún aparato pero el olor inconfundible a desinfectante y medicinas aun me decía que estaba en un hospital. Mi madre dormía cerca de mí en una pequeña cama plegable.

¿Dónde estaba Edward? ¿Qué había pasado? Tomé el teléfono que estaba al lado de mamá y marque a la única persona que podría darme respuestas.

- ¿Aló Sra. René? ¿Bella esta bien?- oí la voz de Alice aun somnolienta.

- Alice, soy yo. Mi mamá está dormida. Estoy despierta y confundida. ¿Que día es hoy? ¿Que ha pasado?

- Bella. Tranquila amiga. Has estado inconciente dos días. Pero eso debe ser por los sedantes, los médicos no querían que entres en crisis nerviosa. No en tu estado.

- ¿Tan mal estoy?

- Bella. Debo hablarte personalmente. Espérame. No tardo más de 15 minutos en llegar.

- ¿15 minutos?

- Bella te trajimos a Forks hoy en la mañana. Bueno ayer, considerando que estamos comenzando un nuevo día.

- Alice, solo dime una cosa más. ¿Edward?

- Tranquila Bella. Aún no lo encuentran. Eso quiere decir que por lo menos no hay certeza que… tu sabes le haya pasado algo definitivo. Espérame y acuéstate.

Amanecía. Pude ver el bosque a través de la ventana. Un bosque blanco. Los árboles eran altos y la nieve los cubría casi en su totalidad.

Alice no demoró ni diez minutos en llegar. René de despertó antes y se sorprendió de verme levantada.

- Bella hijita. Acuéstate, no debes levantarte todavía. Ven mi amor- dijo llevándome de vuelta a la cama.

- Estoy bien mamá.

- Mira hija, sé que hay cosas difíciles de aceptar pero pase lo que pase la vida continúa…

-Mamá aun no he aceptado nada. Sé que él volverá por mí. Estoy segura.

- Hijita aún cuando este vivo ojala que no vuelva- dijo con rencor.

Entonces Alice entró en la habitación. La miré desesperada. Había algo malo en todo esto.

- Bella, acuéstate.

- Alice ¿Qué pasa?- dije por primera vez a punto de llorar.

- Por favor Sra. ¿Podría dejarnos solas?

- No me iré de aquí. Bella necesita saber la verdad no quiero que le des falsas esperanzas.

-Las cosas pueden no ser lo que parecen. Hemos pasado muchas experiencias amargas que usted ignora. Por favor no diga nada que pueda alterar a Bella.

Mi mamá quedó en silencio pero sabía que dentro de ella estaba a punto de explotar.

Mi amiga tomó aire y me sonrió.

- Bella, acuéstate primero. Empezaré por el principio. Desde que te desmayaste en Port Ángeles después de ver ese noticiero. Bueno la policía y la marina han estado en la búsqueda de sobrevivientes. No se encontró a nadie con vida. Pero ninguno de los restos coincide con el ADN de Edward. Hoy darán por concluida la búsqueda de cuerpos. Ellos creen que no podrían haber sobrevivido tantos días con el tiempo que hace y en aguas tan heladas. Si no aparece su cuerpo esperarán un mes hasta darlo por muerto.

Mi corazón latía muy rápido. Lo iban a dar por muerto, como podrían así de simple asumir que él ya no iba a volver.

- Ayer se encontró una carta de Tanya dirigida a su madre donde explicaba que se iba a Vancouver con Edward.

- Eso no es cierto- dije molesta. La rabia secó mis lágrimas. Yo sabía que la resbalosa esa planeaba algo. Lo supe mucho antes de que esto pasara. Debí haberle advertido a Edward.

- Hija, los del aeropuerto confirmaron que el avión cambió de rumbo mientras volaba. Ellos planeaban irse juntos- dijo mamá llena de cólera.

- No. Sé que es mentira. Edward no haría algo así jamás. Era ella, sé que Tanya planeaba algo yo la oí en el colegio…

- Bella, sé que lo querías pero debes abrir los ojos, Edward retiró una gran cantidad de dinero en Seattle el lunes por la mañana- dijo mamá llorando.

- ¿Dinero? Cómo tenía acceso al dinero si aún no hemos heredado.

- Rene por favor. Aún no hemos confirmado nada, son sólo suposiciones. La carta que envió Tanya apenas se entendía, como si lo hubiera escrito apurada. Todavía no obtenemos la grabación entre el piloto y la torre de control sobre el cambio de rumbo. Y el dinero que Edward retiró no era de su cuenta, era una reparación para la reservación Quilete por los daños ocasionados por la empresa que pertenecía a los Cullen- corrigió mi amiga.

- Alice yo sé que quieres darle esperanzas a mi hija pero no debes cerrar los ojos a las evidencias. Edward fue un canalla todo el tiempo y estaba en combinación con esa chica. Ojala no vuelvan si es que aún están vivos.

- Pues yo no creo en ninguna de esas evidencias mamá. Voy a esperar a que él regrese. Sé que va a volver. Lo sé- dije a punto de llorar.

- Hija no debes alterarte, no le hace bien al…

- ¡René!- gritó mi amiga.

- ¿qué pasa?- pregunté asustada, ¿acaso me habían detectado alguna enfermedad oculta o algo no iba bien conmigo?

- Bella- dijo Alice con gran cariño. –Amiga te han estado haciendo análisis y pues, pues, los resultados dicen que estas embarazada.

- ¿Qué?- grité, desesperada –Eso no es posible, yo he sido constante, me he cuidado perfectamente, sólo una vez se me olvidó pero por unas horas…

- Bella, estuve consultando, el Dr. dice que los antibióticos que tomaste hace 1 mes pueden haber inhibido el efecto de la píldora. Tú sabes que no es 100% efectiva.

Mi corazón bombeaba muy rápido, sentí un vértigo, el mismo que venía sintiendo muchas mañanas pero que no había hecho caso. Un bebé. Un hijo de Edward y mío. Sentí mucho miedo pero a la vez sólo imaginarme con un bebé en brazos hizo que todo cobrara sentido. Ya no estaba sola. Seríamos dos los que esperaríamos. Él tenía que volver, tenía que regresar para ver a su hijo.

- Bella corazón- dijo mi madre acercándose. – Si no deseas al bebé sería comprensible, él te engañó y abandonó y tal vez haya muerto.

- Mamá ¿Cómo puedes creer que no quiero a mi bebé? Yo amo a su padre y sé que él volverá por nosotros. Edward no ha muerto.

- René por favor si vas a decir esas cosas sería mejor que te marcharas, estás alterando a Bella- la reprendió Alice

- Es mi hija y debo estar cerca de ella ahora que me necesita. Hoy te darán de alta mi amor- dijo dirigiéndose a mi –Podrás volver a casa con nosotros. Ya arreglé tu habitación.

- Gracias mamá pero yo tengo mi casa y es allí a donde voy ir cuando salga de aquí.

La puerta se abrió y entró un doctor muy joven.

- ¿Sra. Isabella Cullen?- dijo mirando mi ficha.

- Bella por favor Dr.-

- Bien Bella, a medio día podrá irse a su casa, aquí traigo la receta. Debe tomar acido fólico y alimentarse bien. En un mes es su primer ultrasonido. No haga movimientos ni ejercicios bruscos durante el primer trimestre. Su amiga nos contó que usted se estaba cuidando así que no queremos correr riesgos, posiblemente su cuerpo esté predispuesto a rechazar al bebé. ¿Por cuánto tiempo usó la píldora?

- Creo que 2 meses y medio, todavía tengo a la mitad el tercer blister.

- Entonces podría ser eso. Su cuerpo aún no se había habituado a su uso. Pero de todas formas nada de ejercicios.

-Si Dr. me cuidaré mucho, lo prometo- dije con una sonrisa. A pesar de todo no podía evitar sonreír. Mi bebé crecía dentro de mí. Y su padre volvería pronto. Quisiera salir a buscarlo para que supiera. Y sobretodo saber que había hecho Tanya y quienes más estaban involucrados. Conocía demasiado a la familia como para saber que eran capaces de cualquier cosa. Varios nombres rondaban mi cabeza. James, Victoria, Marcus, Cayo.

***

Charlie vino por mí cuando me dieron de alta. Alice iría por la tarde con Jasper a visitarme.

- Bella he hablado con Carlisle hoy, él y Esme no han venido a verte desde que tu madre los echó.

- ¿Mamá no dejó que me vieran?

- Tu sabes que todo parece demostrar que Edward y Tanya pensaban fugarse. Yo aún no lo creo. Estos meses lo he estado observando, su comportamiento es ejemplar. Y he visto como te trata, odio decir esto pero no creo a Edward capaz de algo así. Dime pequeña sé que hay cosas que no me has contado. Carlisle mencionó algo sobre James, el esposo de una de tus prima políticas. ¿Es cierto que él quiso secuestrarte?

Yo no le había contado nada a mis padres porque no quería involucrarlos, ni de las drogas que usó Tanya ni del intento de rapto. Ni siquiera sabían que me había lastimado aquella vez y que estuve enferma.

- Si papá James y Tanya planearon atacarnos dos veces. La primera Tanya drogó a Edward. Y la segunda James trató de llevarme con él después de que Tanya me golpeó.

- ¿Pequeña porque no nos avisaste?

- No quería preocuparlos papá. Edward y yo manejamos todo muy bien.

- Y estoy orgulloso de ello pero preocupado. No sé si sea lo correcto y sé que tu madre se va a oponer. Tal vez tenga que mentirle.

- ¿Qué tiene en mente papá?-pregunte intrigada.

- Bella ¿recuerdas que Carlisle y yo teníamos un negocio que no funcionó?

- Si y por eso ellos perdieron su casa.

- Si, eran equipos de alta montaña. Pero mandamos a hacer arneses a Seattle. Pues descubrimos que fueron saboteados, no tenían la aleación de titanio que se necesitaba por eso cuando hubieron un par de accidentes nos demandaron y tuvimos que sacar nuestros ahorros para cubrir los gastos. Nos cambiaron los arneses. El mes pasado viajamos a Seattle para investigar y descubrimos que el dueño de la fabrica fue sobornado por Marcus Cullen. Recuperamos nuestros arneses, también sobornamos a un empleado. Podemos probarlo pero eso será mas adelante. Carlisle y yo pensamos salir a buscar a Edward, tenemos los equipos. Billy tiene los perros para poder adentrarnos en esas islas. Es difícil porque ya casi estamos en invierno pero queremos hacerlo.

- Papá eso es maravilloso. Por favor háganlo. Me gustaría ir con ustedes…

- No niña tu no vas a ningún lado, no puedes poner en riesgo al pequeño que esperas- dijo sonriendo.

Llegué a casa muy contenta, una nueva esperanza renacía en mí. Mi papá creía en Edward y lo traería conmigo de vuelta. Sólo rogaba porque él estuviera bien, dónde sea que esté en este momento.

Capítulo 25: Regresa a mi Capítulo 27: Perdido

 
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