Había llegado diciembre y con él todos los espíritus navideños parecieron brotar de pronto. Ya casi llegábamos a las vacaciones de fiestas y Alice no cabía en sí de alegría yo esperaba el día que decidiera ir de compras porque no me iba a librar de eso.
Nessie parecía mas feliz, había entablado amistad con Jake y eso me ponía muy contenta aunque él sólo era su amigo ella se veía ilusionada. Incluso estaba leyendo un libro de leyendas quilete.
Estábamos en exámenes así que pasaba mis tardes estudiando para poder disfrutar de unas merecidas vacaciones. Dos semanas sin ir a la escuela, en casa casi todo el día y con Edward. Un sueño hecho realidad, nuestra primera navidad juntos. Recordaba cómo nos habíamos conocido y lo mal que nos llevábamos a principio, fue muy divertido todo sería una buena historia para nuestros nietos. Uy hablando de prole debía recordar tomar mi pastilla cada mañana. Yo quería ir a la universidad y aún no estaba preparada para ser madre. De hecho iríamos el año siguiente. Edward había mencionado Dartmouth aunque yo preferiría una menos difícil o menos costosa. ¿Él habría considerado Juilliard? Debía preguntarle y tener una larga conversación con él al respecto. Pero eso podría esperar un poco. Hoy tenía examen de biología y aunque fuera muy buena en esa materia quería sacar el mejor promedio.
-Amor el baño es tuyo, voy a preparar el desayuno- oí que decía mi guapo marido.
- Gracias- le respondí. Que suerte que tenía.
***
-Bella ¿sabías que los quilete tienen leyendas sobre vampiros y hombres lobo?- dijo Nessie rumbo a la escuela.
- Si, Jacob me contaba esos cuentos cuando éramos niños.
- Seguro que eran solo fanfarronerías- dijo Edward. A pesar de que ahora que Jacob iba poco a casa aún no se llevaban del todo bien. Pero eso cambiaría esta navidad. Yo me encargaría y claro ahora con Nessie mi esposo no debía tener problemas con mi viejo amigo.
- El bisabuelo de Jake podía transformarse en lobo- continuo Nessie asombrada.
- Con razón huele tan mal- dijo Edward, haciendo que Emmet soltara una carcajada.
- Edward, ya basta de hablar así de Jake, sabes que él es bueno- le dije.
- Lo siento Bella hago lo que puedo pero aún recuerdo cuando quiso robarte de la iglesia el día que nos casamos y cuando trató besarte al regresar de nuestra luna de miel y todas esas cursilerías que te dijo y lo que mas me revuelve el estómago es cuando los encontré durmiendo aquella vez.
- Wow, esa no me la sabía. Bella eres un poco traviesa ¿no?- dijo mi hermano. Vi por el retrovisor como Nessie se revolvía en su asiento.
- Edward sabes que me estaba cuidando- le respondí.
- Si claro, pero hasta que vea a ese perro entrando a una iglesia no estaré del todo tranquilo.
Estacionó el auto y bajamos. Nessie se fue sin despedirse seguro se incomodó con los comentarios. Ahora tendría que hablar con ella.
- Bella el próximo lunes es nuestro día- Alice llegó como un pequeño huracán.
- ¿Día de compras navideñas?- pregunté resignada.
- Sí. Jazz irá con nosotras, espero que convenzas a Edward de venir también.
- Si claro, hoy se lo digo.
***
Los exámenes estuvieron fáciles unos días más y no volvería a la escuela hasta el próximo año. Vi a Nessie sentada sola en la cafetería, me acerque a hablarle aprovechando de Alice todavía no llegaba de sus clases.
- Ness, ¿estás bien?
- Si claro Bella- dijo sonriendo aunque estaba fingiendo.
- Disculpa por los comentarios de la mañana, tú sabes que Edward es un poco celoso y no es muy partidario de Jake. ¿Por cierto como van ustedes?
- No tienes que disculparte por nada, somos amigos, viene algunas noches a casa y jugamos a las cartas con Emmet o vemos televisión. Pero no ha insinuado nada y no parece tener otras intenciones conmigo. Creo que sólo quiere ser mi amigo.
- Dale tiempo, yo fui su amiga por mas de 15 años y nunca supe que sentía algo por mi sino hasta después de que me casé.
- Es que no quiero que se enamore de mi solo porque me parezco a ti. Es difícil Bella pero a veces pienso que esa es la única razón por la que a veces se queda mirándome.
- Pero si te mira muy seguido ¿ya es algo no?- dije para darle esperanzas. Debía hablar con Jake y pronto.
- Allí estabas Bella. Sabes que Tanya se irá de la escuela. Después de las vacaciones no regresará. La oí decírselo a Lauren- Alice estaba feliz, casi tanto como yo. Por fin nos libraríamos de esa peste.
- Vaya eso hay que celebrarlo, yo invito el almuerzo- dije mientras Alice sonreía.
Al salir de la escuela llame a Jake para que pasara por mi casa esa misma tarde. Debía saber sus intenciones con mi prima para alentarla o no.
- Amor, invité a Jake esta tarde para conversar un poco- dije a Edward camino a casa.
- Vaya, el marido es el último en enterarse- dijo y soltó una carcajada. –Me parece bien preciosa seguro quieres hablarle de tu prima.
- ¿Acaso puedes leer mi mente?- bromee
- Eres tan transparente que no lo necesito. Está bien pensaba ir de todos modos a casa de tía Didyme, creo que este fin de semana voy a ir a Seattle otra vez, pero debo quedarme hasta el lunes porque debo firmar más papeles.
- Excelente. Podrías alcanzarnos a Alice, Jasper y a mí en Port Ángeles para almorzar e ir de compras toda la tarde del lunes- dije muy contenta.
- Claro sería genial mi vida- dijo dejándome en casa.
- No llegues tarde que prepararé algo muy rico- dije despidiéndome.
***
Jake llegó como a las cinco de la tarde, se veía un poco triste.
- Hola Bella, que milagro que te acuerdas de mi- dijo entrando.
- No seas mal hablado Jake sabes que puedes venir a visitarme- dije ofendida.
- No con tu chupasangre por aquí- dijo sentándose.
- Porque le dices siempre esas cosas ofensivas, con razón no se llevan bien, si siempre se insultan. Eso no favorece a que puedan ser amigos.
- Es que me acuerdo de su ridículo disfraz, era asqueroso. Odio a los vampiros.
- Bueno no quiero hablar de vampiros sino de mi prima- dije yendo de frente al grano.
- Lo suponía. Que quieres que te diga. Aun no la conozco bien. La invitaría a salir tan sólo porque se parece a ti pero no creo que sea justo para ella. Te imaginas que fuéramos a lugar y la ande confundiendo de nombre.
- Se que eso no sería justo para ella pero quería preguntarte si sientes algo. Si pude haber futuro en eso.
- No lo sé Bella mi cabeza es un lío, solo hace tres meses que te casaste ya se que no puedo tener nada contigo pero no me voy a lanzar a la primera persona que guste de mi, aunque se parezca a ti. Ella no es Bella. Y debo conocerla primero.
- Tal vez deberías invitarla a salir para conocerla mejor, no creo que en casa de mis padres y con Emmet todo el tiempo puedas conocerla más.
- Si, lo he pensado pero no quiero que se haga ilusiones. ¿Y si después de todo no siento nada por ella?
- Pero una salida de amigos, no una cita. Podrías invitarla a comprar regalos navideños. O a la reserva, ella ha estado leyendas de tu pueblo, se que le encantaría que se las contaras tu mismo.
- Vaya eso es interesante, me comentó algo pero no sabía que te gustara tanto las leyendas quilete. Podría contarle algunas que no están en los libros.
- A eso me refiero. Sé su amigo lo demás vendrá sólo, si es que son el uno para el otro.
- Ok Bella, gracias no sabía como invitarla a salir sin que pareciera una cita.
***
Llegó el viernes último día de clases. Todos estábamos felices por las fiestas que se acercaban y los días libres.
Fui por un libro a mi casillero para la siguiente clase de literatura cuando oí par de voces de lo más molestas.
- Si Lauren, me voy a Seattle por fin lejos de este mugroso pueblo.
- Que suerte yo debo esperar a terminar el año escolar para poder ir a New York a modelar.
- Tal vez nos encontremos alguna vez por allí. Tienes mi número.
- Claro que te llamaré Tanya. ¿Y que harás esta navidad? ¿Te quedas aquí o lo pasarás en Seattle?
- Uy eso es lo mejor de todo. Pasaré las mejores vacaciones de mi vida pero no puedo decirte nada aun. Ya te enterarás.
-Vaya que misteriosa ojala me lo cuentes antes que a ninguna otra persona, espero tener la primicia.
- Claro que la tendrás.
Ya no pude seguir oyendo porque tenía una clase más y era mi favorita. Que estaría planeando Tanya ahora. No creo que haya pensado quitarle el esposo a su hermana. Pero ella es capaz de todo. A me enteraría yo también de sus perradas.
***
Esa noche Edward viajó a Seattle como solía hacerlo. Nos despedimos y no pude evitar sentir algo extraño. Mi corazón estaba inquieto. Pero pensé que sólo sería la nostalgia de siempre. Lo vería en unos días en Port Ángeles.
El sábado fui a la feria del pueblo con Nessie, había una exhibición canina y llevé a mi Bombón para que desfilara. Se había puesto muy bonita, todos se encariñaron con ella.
Al día siguiente aproveche para ir a La Push, a pesar del frío y la nieve que era usual últimamente. También fui con Nessie me imaginaba que Jake aun no la había invitado a su reservación. Pasamos un día genial. Los chicos la aceptaron de inmediato, Billy se sorprendió por nuestro parecido. Nos contaron sus viejas historias. Casi todas ya las había oído pero una en especial me atrajo porque no la recordaba y además era muy triste. Era de una esposa que espera a que vuelva su amado. Se parecía a la de Penélope y Ulises.
“Llevaba la soledad en el alma, recordando su último beso. Ella esperaba por él aún cuando no había esperanza. Confiaba y esperaba. Y aún cuando todos le decían que no volvería ella salía al jardín cada tarde cuando el sol duerme y las sombras invaden el mundo. Sabía que un día lo vería aparecer en la hora del crepúsculo”
***
Al día siguiente muy temprano Alice y Jasper pasaron por mí para ir de compras. Llegamos en dos horas porque Jasper era igual de loco que Edward al volante. Había miles de tiendas y no sabíamos por cual empezar.
- Los regalos primero Bella, y si nos sobra dinero compraremos algunas prendas.
Las horas pasaron y llegó la hora de almorzar. Edward no me llamaba. Había hablado por última vez con él en la mañana. Sólo debía pasar a firmar unos papeles y tomaría un vuelo a Port Ángeles donde nos alcanzaría.
Yo tenía hambre así que decidimos entrar a comer a un restaurante muy concurrido que tenía fama se ser muy bueno. Esperaba que Edward me llamara para decirle donde estábamos.
La comida estaba deliciosa, había un enorme televisor al fondo des restaurante, seguro para el karaoke que funcionaba allí por las noches tal como mostraba su propaganda.
- Alice, todavía no he comprado el regalo para Edward. Y no sé que darle.
- que tal si te envuelves y te pones un moño- bromeo mi amiga.
- No es mala idea, así me ahorro su regalo- dije divertida.
- Ese sería un buen regalo Bella- dijo mi amiga sonriente. –Pero debes estar envuelta solamente por papel de regalo, yo te pondría el moño.
No pude evitar sonrojarme y Jasper se rió muy fuerte y yo también. De pronto vi a mi amiga mirar fijamente la pantalla del televisor. Sus ojos estaban horrorizados.
- Un grave accidente ocurrió hace apenas dos horas cuando el avión privado del consorcio Cullen se estrelló en el Estrecho de Haro cerca de la frontera con Canadá. No sabemos si hay sobrevivientes. El avión siniestrado partió al medio día de hoy desde la ciudad de Seattle con destino a Port Ángeles. En una comunicación con el aeropuerto de Seattle se nos informó que a bordo de la nave iban sólo dos pasajeros. El heredero de la empresa Edward Cullen y su prima la Srta. Tanya Denali Cullen.
Los 5 miembros de la tripulación también se encuentras desaparecidos…
Era más de lo que podía soportar, de pronto las piernas ya no me sostenían y ni siquiera recordaba haberme puesto de pie. Todo se volvió negro y quise hundirme más que nunca en la inconciencia.