Bella POV
Caí dormida antes de apoyar mi cabeza en la almohada, el largo día finalmente me había alcanzado. Pero en mis sueños, cuando me despertaba para ver los restos de mi adorado vehículo, del cielo caían cientos de bragas con estampado de animal como si fueran copos de nieve. Emmett tenía una bolsa de basura y estaba juntando cuantas podía antes de que desaparecieran.
El llanto de Eddie me despertó de mi bizarro sueño. Me levanté para atenderlo cuando escuché la voz de Edward en la oscuridad. "Vuelve a dormir Bella. Yo lo cuidaré, tu estas exhausta." Le sentí volverse a acomodar en la cama, a mi lado, con Eddie en brazos.
"Bien, pero quedate conmigo. Estaba teniendo un extrañísimo sueño..." murmuré en mi almohada.
"Eso sonaba. Murmuraste algo como '¿Emmett cuantas bragas necesitas?' ¿Hay algo por lo que deba preocuparme?" ahora podía darme cuenta de que me estaba bromeando.
"Estaban lloviendo bragas y Emmett las estaba juntando...espero que para Rosalie… ¡Pero con él quien sabe!" dejé escapar una risa.
"Duerme Bella, y por favor deja de soñar con mi hermano…" sus labios acariciaron mi mejilla y le escuché tararear suavemente a Eddie. Rapidamente volvi a quedarme dormida.
La habitación estaba bastante oscura cuando volví a escuchar a Eddie llorar. Abrí uno de mis ojos y vi que el reloj marcaba las 5:30 a.m. ¿Qué le ocurre? Búho nocturno como su padre. Pensé para mi misma. Me levanté de la cama y alcé a Eddie en brazos. Estaba bastante incomodo así que bajé a prepararle un biberón a ver si con eso me podía dejar dormir.
"¿Qué te ocurrió? Te ves echa un desastre en la mañana." Escuché a Emmett reír mientras bajaba las escaleras.
"Cállate Emmett. Demasiado temprano para hablar." Dije mientras alzaba una mano en su direccion.
"¿Y por que no tienes puesto pantalones? ¿Siempre duermes en ropa interior?" preguntó.
Pegué un gran salto y casi se me cae Eddie de los brazos mientras me miraba a mi misma, asegurándome de que estaba tapada. Estaba tan cansada la noche anterior…era posible que lo hubiera olvidado…la adrenalina comenzó a correr y mi rostro se ruborizó. Pero entonces sentí mi mano tocando la tela de mis shorts y supe que estaba bien.
"Que gracioso Emmett…muy gracioso." Murmuré mientras caminaba a la cocina. Edward salio de la oficina de Carlisle y me acompañó.
"Lo siento Bella, yo me ocuparé de Eddie, tu vuelve a dormir. Estaba hablando con Carlisle de algo. Ven, damelo…" extendió sus brazos esperando al bebé.
"No, ahora estoy despierta, Emmett dijo que me veía horrible y que estaba semi desnuda y me dio un ataque cardiaco, así que no creo poder dormir así lo intentara." Emmett comenzó a reír nuevamente y Edward gruñó en su dirección.
"Cierra el pico Emmett o dejaré que Edward vaya y te pateé el trasero." Le grité.
"Si- como si tuviera miedo de Edward. Por favor déjale patear mi trasero, me encantaría ver que lo intentara." Y con eso Edward me sonrió y se lanzó a Emmett, derribándolo en el sofá con un fuerte ruido.
"¡Chicos!" dijo Esme desde arriba. Ambos, Edward y Emmett se detuvieron, sabian que era mejor no desobedecer a Esme. Edward se bajó de Emmett, no sin anter patearle suavemente el trasero. "¡Ja ja!" dijo triunfante. Emmett le puso el pie en medio, haciendo que Edward cayera al suelo. Emmett estalló en risas.
"Buen intento cariño...la próxima vez le ganaras." Dije a Edward quien estaba echando chispas. Caminé hacia el sofá y le di un beso en la cabeza. "Aun asi te amo." Miré a Emmett y el se apartó para que pudiera sentarme y alimentar a Eddie.
Esme bajó las escaleras y me acompaño en el sofa. "Chicos, Carlisle quiere habalr con ambos."
"OOOHHH ¡Están en problemas!" bromeé. Edward me rodó sus ojos y Emmett hizo una mueca mientras se dirigían al despacho de Carlisle.
"Lamento si te han molestado Esme. Fue mi culpa, yo aguijoneé a Edward."
Esme se rio suavemente. "Edward no necesita incentivos para atacar a Emmett. Eso, lo aprendi hace tiempo."
"¿Como pasaron la noche tu y Carlisle con los bebés?" pregunté.
"Fue...interesante. Sentía como si una bola de ping pong fuera y viniera todo el tiempo. Los chicos se portaron bien. Elizabeth durmió bastante. Creo que por que Alice no estaba para cambiarle la ropa cada cinco minutos. Eddie se porto bastante bien mientras le cantáramos. Elliott y Everett fueron bastante…animados. No se como Rosalie los maneja tan bien. Pero por otro lado controla a Emmett…" se rio.
"¿Y ustedes la pasaron bien?" preguntó Esme suavemente mientras acomodaba mi cabello detrás de mi oreja para que no pudiera esconderme.
Inmediatamente mi rostro se puso rojo. "Esme...se que se veía y sonó bastante mal anoche, pero realmente no sucedió nada. Bueno, exceptuando la destrucción de mi camioneta…de vuelta al punto de inspiración, solo estábamos tratando de molestara Jessica y Mike…" afortunadamente ella interrumpió mi palabrería.
"Bella, Edward nos explico todo mientras dormias. Lamento si pensaste que estaba enfadada contigo, es solo que Carlisle y yo hemos aprendido con el paso de los años que a nuestros pequeños les gusta soltar demasiada información. Sabes lo difícil que es mantener secretos en esta casa…obviamente eso no impide que tratemos de tener algunas cosas mas privadas." Sonrio, me beso la cabeza antes de levantarse.
"Gracias Esme. Siempre me haces sentir mejor."
Con una hermosa sonrisa en su rostro, se dio vuelta y dijo "Eso es por que te quiero Bella. Nunca lo olvides."
Edward y Emmett salieron del despacho de Carlisle unos minutos mas tarde. Yo estaba ocupada tratando de hacer que Eddie eructara cuando Edward se sentó a mi lado. "Bella- Emmett y yo necesitamos salir un rato. Volveremos antes de que el sol aparezca. ¿Te molesta?" trataba con todas sus fuerzas de sonar casual, pero podía sentir su emoción.
"Seguro. Voy a cambiar a Eddie y trataré de dormirlo. Si no se despierta iré a pasar algún tiempo con Rosalie. De seguro alguno de los chicos esta despierto." Sus brazos me rodearon y beso mi cabeza, luego la de Eddie.
"Volveré antes de que te des cuenta."
Emmett bajó corriendo las escaleras unos segundos después. "Pongámonos en marcha Edward, no puedo esperar para ver..."
El gruñido de Edward resonó por las escaleras unos segundos después. "OK- bien, no dire nada. Te espero en el auto." Salió corriendo por la puerta.
"Eh-Hem." Aclaré mi garganta y Edward se volvió a mirarme con una expresión de sorpresa en su rostro.
"¿Qué?"
"¿Quién maneja?"
"Yo."
"¿Y que vas a manejar considerando que tu auto de la semana esta enroscado al tronco de un pino? Aun estas castigado de tu precioso Volvo Edward." Dije entrecerrando mis ojos.
"¡Genial!" ahora tendré que ir en el estúpido patrullero con Emmett…juro que si enciende esa sirena…" estaba hablando consigo mismo mientras salía de la casa. Con una sonrisa orgullosa en mi rostro, lleve a Eddie arriba para cambiarle el pañal y ponerlo en la cama. Comenzaba a tomarle la mano a esto del bebé.
Quince minutos después, Eddie estaba alimentado, seco y sonaba dormido. Mi reloj marcaba las 6:20 a.m. así que cerré mis ojos para una pequeña siesta antes de que Edward volviera.
Clink, clink, clink
Clink, clink, clink
"Vete Alice." Dije enterrando mi cabeza en la almohada. Sentía la cama temblar como si alguien estuviera saltando en ella.
"¡Alice no me hagas matarte!" gruñí desde abajo de mi almohada. La cama comenzó a sacudirse mucho mas de lo que Alice podría haberlo echo sola.
Rodé sobre mi misma y me quité la almohada de mi rostro buscando la dirección de las vibraciones. "Quien diablos…"cuando vi a un enorme Emmett sonriendo, sobre la cama. Edward caminó desde la cuna con Eddie en brazos, riendo. "¡Buenos días nuevamente Bella! ¿Cómo dormiste?"
"Bien hasta que el señor terremoto trató de tirarme de la cama. ¿Qué estas haciendo Emmett? ¡Vete!" siseé mientras tiraba de las sabanas.
"Cámbiate Bella, nos encontraremos abajo." Gritó Emmett mientras se levantaba de la cama, aterrizando al suelo con un fuerte ruido.
"¡Emmett!" escuchamos a Rosalie gritarle, seguido de dos ruidosos llantos.
"Ya voy Rose." Emmett sonrió avergonzado mientras se dirigía a ayudar a su esposa.
"¿Qué le pasa?" pregunté a Edward mientras salía de la cama y me dirigía al baño.
"El solo quiere mostrarte algo, eso es todo. La paciencia no es su fuerte, sabes." Edward estaba ocupado cambiando a Eddie pero volví a mirarle para ver la enorme sonrisa en su rostro mientras cerraba el baño.
¿Que se trama? Dios espero que no vallan a avergonzarme frente a Esme nuevamente…Pensaba mientras lavaba mi rostro, cepillaba mis dientes y me ponía ropa limpia. Comencé a ponerme nerviosa mientras me acomodaba el pelo en una cola de caballo. Cualquier clase de nervios desapareció cuando salí del baño y vi a Edward recostado en la cama, con Eddie a su lado. Mis chicos…me sonrei. Edward me vio y sonriendo palmó la cama al otro lado de Eddie. Tan rápido como mis piernas me lo permitieron, me acomodé en la cama. Me acomodé de costado, enfrentando a Edward con Eddie recostado entremedio de nosotros. El alzó su mano y tomó la mía entre la suya.
"Entonces Bella, ¿te acuerdas de anoche?" dijo mientras jugaba con mis dedos.
"¿Qué parte? Hay muchas cosas memorables..." sonreí.
"Bueno, después de que aplastaras tu vehículo…"
"Oh eso."
"Si eso. Realmente estabas apenada cuando querías que te perdonara y bueno… ¿recuerdas específicamente lo que prometiste?"
Mi cerebro iba a mil por hora tratando de recordar palabra por palabra de aquella conversación. Estaba apenada por que creí haber destruido su Volvo. Le rogué que me perdonara, el estaba en silencio entonces yo comencé a hacer promesas…cosas que podría hacer…pagar la universidad…comprarme un auto, enviarme de compras con Alice, diamantes, Oh No…dije que me casaría con él…hoy…el me miraba a los ojos, ansioso de ver si había recordado. "Edward…" tartamudeé, pero fui interrumpida por un fuerte sonido.
La puerta se abrió de golpe y Alice estaba saltando de un lado al otro cuando grito "¡Bella! ¿Eso es lo que vas a vestir? De todos los días, hoy no puedes ponerte eso. Realmente. Voy a buscar algo mas apropiado. Rosalie, ten los productos para el cabello listos... ¡vamos a tener mucho trabajo para hacer hoy!" Edward, apresúrate, la necesito pronto si vamos a seguir de la forma en que lo vi…" Edward lanzó la almohada de la cama y ella gritó y salió corriendo.
Mi corazón latía a mil por hora y mis manos sudaban. No pudo haber tomado tan en serio ¿verdad?
"Ignora a Alice. ¿Entonces, que recuerdas?" preguntó.
"No mucho. Estaba bastante angustiada." Menti, muy mal. El rubor se subió a mis mejillas, delatándome.
"¿Quieres que te refresque la memoria?" preguntó inclinandose hacia mi. Su mano subió hacia mi mejilla, acariciándola, enviando escalofríos por mi espina.
"¡NO!" grité. En un instante estaba de pie, tratando de ver como escapar. No quería herir sus sentimientos, sabia que en el fondo me gustaba la idea de casarme con el, pero no hoy…
Su sonrisa se transformó en una misteriosa mientras se levantaba de la cama con Eddie en brazos. Su mano se sacudía en su bolsillo y escuché un familiar sonido. Clink, Clink Clink. Era el sonido que había escuchado en la mañana antes de despertarme.
¡Anillos! Grito mi cerebro. Tiene nuestros anillos de boda en su pequeño bolsillo. Oh mi Dios, todo tenia sentido ahora. La escapada que tuvieron él y Emmett esta mañana, la emoción de Alice y Emmett. Comencé a hiperventilar, mi cabeza daba vueltas. Lo ultimo que recuerdo es a Edward llamándome "Bella…"
Cuando me desperté, estaba en el sofá de la sala. Toda mi familia vampiro estaba sobre mí, mirándome entretenidos. Me esperaba preocupación, pero su diversión me confundía bastante, lo cual se plasmo en mi rostro, haciendo que todos se echaran a reír.
"¡Bella eres tan tonta!" bromeó Alice. Sentí una enorme ola de tranquilidad por parte de Jasper quien tenía a Elizabeth en sus brazos. Edward estaba sentado el borde del sofá. "¿Cómo te sientes Bella?" preguntó tratando de contener una sonrisa.
"Bien." Dije sospechosamente.
"Bien, por que hay algo que quiero darte." Su mano salió de su bolsillo y su rostro estaba tan lleno de felicidad que creí que iría a estallar.
"¡Edward espera!" dije sentándome en el sofá. "Se que dije algunas cosas anoche, pero estaba bastante preocupada… ¿realmente no las crees, verdad?"
"Lo prometiste Bella." Dijo simplemente.
"Pero..."
"¿Acaso no me prometiste ciertas cosas que me permitirías si te perdonaba?" me miró firmemente, retándome a mentir enfrente de una sala llena de testigos quienes habían odio todo la noche anterior.
"Si, lo prometi...pero..."
"Sin peros Bella, tengo algo para ti." Clink clink clink
Estaba tratando de torturarme. Mi cuerpo volvió a reaccionar, comencé a sudar, mis manos temblaban. Mi rostro se ruborizó y mi corazón volvió a la vida…ahora sabia como se sentía un ataque de pánico.
En camara lenta sacó su mano de su bolsillo, a la luz vi algo brillante, parecia plateado…conociendo a Edward probablemente era platino…oh mi Dios, iba a casarme...
"¡Bien Edward! ¡Me casare contigo hoy, esta bien! Lo prometí..." solté antes de saberlo. Extendí mi mano izquierda y cerré mis ojos, esperando el anillo de compromiso en mi dedo. Casi conte hasta veinte en mi cabeza y aun nada. Entonces escuché a Emmett caer al suelo y un montón de gente riéndose.
Abrí mis ojos y vi a Edward estático en su lugar, con la mandíbula desencajada y un par de llaves colgando de su dedo índice. El resto de los Cullen estaban en el suelo, estallando de la risa, hasta Esme y Carlisle.
"¿casarte conmigo? ¿¿hoy??" susurró Edward. Evidentemente le había sorprendido con mi respuesta.
"Bueno, si, lo prometí en mi arranque de ayer y después tu y Emmett estaban tan misteriosos en la mañana y Alice se volvió loca por lo que tenia puesto, y el tintineo en tu bolsillo…sabia que esa era la promesa que me harías cumplir." Dije rápidamente. Otro humano quizás se hubiera perdido gran parte de lo que dije, pero con ese perfecto oído vampirico, sabia que había entendido cada palabra.
Sin decir nada, Edward sacudió su dedo índice que sostenía las llaves. Clink Clink Clink. No eran los anillos los que hacían ese sonido, eran las llaves. El alivio me envolvió mientras lanzaba mis brazos a Edward quien aun estaba un tanto sorprendido.
"Oh Edward, lo siento. Fiuff...lo malinterprete todo. ¡No me compraste un anillo, me compraste unas llaves! ¡Eso es genial!" felizmente tomé las llaves y comencé a besarle el rostro. Estaba tan aliviada que casi no noté la sonrisa que apareció en su rostro. Respiré profundamente y sonrei. "Gracias por las llaves Edward..." repentinamene el panico volvio. "Espera...¿¿Para que son las llaves Edward??"
Se mordió su labio para evitar estallar en risas como el resto de su familia. Gentilmente, Edward tomo mi mano y me llevó hacia la puerta. Todos los Cullen nos seguían detrás, las risas terminando y dejando que el silencio se acomodara mientras esperaban mi reacción. Mi corazón comenzó a acelerarse cuando su mano fue hacia la puerta.
"Respira Bella." Me recordó Edward. Inspiré profundamente y asenti suavemente con la cabeza. El abrió la puerta y me guió hacia el porche donde me quedé quieta, incapaz de moverme.
Descansando en la calzada estaba el más brillante, azul Chevy Camaro que jamás vi. No sabia nada de autos, pero conocia este auto.
"¿Me compraste un Camaro?"
"Sip."
"¿Un Camaro?"
"Sip."
"Charlie se va a morir…es el auto de sus sueños. Tiene un calendario contando los días para que…"
Una enorme sonrisa estaba en su rostro mientras preparaba mi próxima pregunta.
"Sabes que aun no los están fabricando, ¿verdad?"
"Sip."
"¿Entonces como conseguiste uno?"
"Conozco a un tipo…"
"¿Un tipo?"
"Sip."
"¿Cuanto..."
"Realmente no quieres terminar esa pregunta Bella, confía en mi." Me estaba mirando con sus hermosos ojos, gentilmente sacudiendo su cabeza de un lado al otro. Parpadeé para asegurarme de que no estaba viendo cosas.
"¿Realmente te gusta?" preguntó inseguro.
"¿Importaría si no? No puedo quejarme ¿verdad? Lo prometi." Bromeé alzando mi mano en señal de promesa. Entonces me golpeó…mi cerebro comenzó a acelerarse. Dios amo este auto, pero no tengo intenciones de que él lo sepa.
"Entonces como no puedes leer mi mente, creo que nunca lo sabrás realmente." Dije dándole un guiño.
El se acercó y presionó su rostro contra mi oído. "Quizás no pueda leer tu mente, pero puedo escuchar tu corazón y ahora esta acelerado. La otra cosa que hace que tu corazón se acelere soy yo…así que debes amar a este auto tanto como a mi." Se apartó e hizo esa cosa deslumbrante que no puedo resistir.
Mientras estaba allí, momentáneamente atontada, se inclinó nuevamente. "No te preocupes, agradeceme despues." Y besó mi cuello con sus gélidos labios. "Y no pienses por un segundo que me olvidare de que aceptaste casarte conmigo, hoy, frente a toda la familia."
"¡Bella, vamos! ¡¡Vamos a dar una vuelta!!" gritó Alice mientras corría hacia el auto. Edward me dio un guiño y se acomodó en el asiento de pasajeros.
¿¿Cómo iba a escaparme de esta??
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