Forks, Washington.
Pov: Demetri
Llamaron a la puerta, papá, mamá y mis hermanos estaban en La Push, solo estábamos Jane y yo así que me puse en marcha a abrir la puerta, podía percibir su aroma, era Carol, sentía el latir de su corazón acelerado.
Abrí la puerta, y cuando la vi fue como si clavaran miles de puñales en el sitio donde una vez latió un corazón, ella estaba hecha un mar de llanto, no concebía quien podía ser capaz de dañar a Carol.
-Carol estas bien?-le ofrecí mi mano y esta la tomó con desgana, de nuevo aquella cálida corriente eléctrica recorrió mi cuerpo, acaso sucedería cada que hiciéramos contacto?, si era así me encantaba la idea.
-Solo dime donde esta Jane- podía percibir su desprecio en el tono de su voz, ella me odiaba lo que no lograba explicarme era por qué.
-Está en su recámara- Carol salió disparada directa a la recámara de Jane, en cuanto oí la puerta cerrarse corrí para escuchar la conversación.
-Carol mi cielo qué demonios te ha pasado?-
-Oh Jane no sabes lo que me ha sucedido-
-Pues en eso tienes razón, no sé qué te ha sucedido pero dímelo-
-Encontré a Paul muy quitado de la pena revolcándose en el bosque con la chica que me salvó la vida ayer-ese maldito Paul se había atrevido a dañar a mi cantante, ya se las vería con migo el muy imbécil.
-Ese maldito Judas, te traicionó de la manera más vil-y no escuché nada más, salí al bosque y me entregué a mis instintos, mi don me llevó hasta una cascada y ahí estaba Paul besándose apasionadamente con Alice la maldita Cullen.
-Como mierda te atreves a lastimar a sí a Carol?-le tomé de la camisa y éste no hizo nada
-Relájate Demetri, ella es mi imprimación-dijo señalando a Alice-tu sabes que esto no es algo de lo que se pueda huir, es tan intenso como el amor de los vampiros-
Nada más me importó y lo lancé en dirección contraria a mí y al instante unos árboles cayeron.
-Como te atrevas a acercarte de nuevo a Carol te arrancaré esa peluda cabeza perro de quinta-
Y salí de ahí, esta era mi oportunidad de ayudar a Carol y tal vez con el tiempo ella tenga la oportunidad de ver lo mucho que la amo.
Al llegar a casa Jane me esperaba en el sofá.
-Jane en donde está Carol?-
-En la recámara, está descansando, creo que este no es un buen momento para ella Demi, han sido demasiadas noticias en un solo día-
-Tienes demasiada razón Jane, ya mañana será otro día-
Esperé al amanecer y le pedí a Jane que saliera de “emergencia”, esperaría a que Carol se levantara, había pasado aquí la noche.
De pronto escuche sus pasos, venía directa a la cocina así que en segundos le preparé un “rico desayuno”, lo era para los humanos al menos, Pan francés, un poco de leche, jugo de naranja, y omelette de huevo con queso.
-Buenos días Carol-
-Buenos días Demetri, oye siento haber sido tan malcriada anoche, pero no estaba en mi mejor momento-
-No hay de qué disculparse Carol, todos hemos tenido un mal día alguna vez-
-Ok aceptadas las disculpas, sabes dónde está Jane?-
-Tal vez esto te ponga de malas, pero ella tuvo que salir de emergencia así que estamos solos, te preparé el desayuno-y le indiqué con mi mano que se sentara-
-Tú no me acompañas a desayunar-me preguntó-oh Dios Santo que pregunta más estúpida-
-Puedo hacer el intento de acompañarte-y dicho esto tomé un pan francés me serví leche, y ella me miraba boquiabierta, ella no sabía de lo que yo era capaz por verla feliz.
-No te parece asqueroso Demi?-como me había llamado?
-Cómo me llamaste?-
-Demi, lo siento es solo que he escuchado que tu hermana te llama así, no pensé que te molestaría tanto-
-Molestarme?, para nada todo lo contrario, es solo que yo creía que me odiabas así que me sorprendiste-
-Ok Demi, no te odio si bien es cierto que me caes un poco mal, pero haré el esfuerzo de ser tu amiga, para darle gusto a Jane-
-Siempre que quieras ser mi amiga me vale un comino si lo haces por Jane-y logré arrancarle una angelical sonrisa.
Terminamos el desayuno y lavé los trastes y recogí la cocina.
-Así que el gran Demetri también ayuda con los deberes del hogar?-
-No me conoces bien, hay muchas cosas que no sabes de mí-
-Como qué?-
-Que me encantan las películas románticas-
-Pues hoy es sábado y estamos solos, por qué no me muestras algo de tu colección?-
-Ok, vamos al cuarto de tv-
-No ya que estamos aquí, tienes palomitas?, es que odio ver películas sin palomitas-
-Aunque no lo creas en esta casa hay de todo-y saqué las palomitas.
-Y para qué hay de todo si nadie lo usa?-
-Para personitas como tú-y se quedó callada.
-Vamos-le dije una vez que las palomitas estuvieron listas.
Tomé mi película favorita: “Titanic”
-Titanic- gritó ella -Rose DeWitt Bukater (Kate Winslet) y Jack Dawson (Leonardo DiCaprio), un amor tan puro e insuperable-pude ver como su hermoso rostro se llenaba de nostalgia, seguro estaba así por ese maldito perro peludo.
Miramos atentos la película aunque a ratos nuestras miradas se cruzaban, ella me sonreía y yo hacía lo mismo, sabía que poco a poco me ganaría su confianza y más tarde su amor.
Terminó la película y pude ver como unas pequeñas lágrimas caían por sus mejillas así que las limpié con mi pulgar.
-Si pudiera llorar también estaría como tú-ella solo sonrió, se acercó levemente a mí, en segundos acortó toda distancia de mí y nuestros labios se encontraron, podía sentir el dulce latir acelerado de su corazón, esta besándola era simplemente indescriptible.
Pov: Carol
Él había sido tan dulce, me preparó el desayuno me puso la película que más amo que por cierto también era su favorita.
Terminamos de ver la película y unas lágrimas se pasearon por mis mejillas, l las limpió dulcemente , así que sin pensármelo dos veces acorte cualquier distancia que existiera entre nosotros y lo besé, nuestros labios comenzaron un dulce baile, se movían como si se conocieran desde siempre, pronto le pedí permiso de meter mi lengua en su boca, su dulce aliento tenía un agradable sabor a canela, era la sensación más linda que había sentido en mi vida, miles de corrientes eléctricas invadían mi cuerpo, eran cálidas como nuestro beso, entonces supe que lo de Paul era solo pasión, nada de amor, aguarda dije amor?, no, inmediatamente deshice el beso, yo no podía entregarle mi amor a Demetri, solo podía ofrecerle mi amistad y nada más.
Salí corriendo de la casa, el no me siguió, sabía que quería estar a solas, debía pensar bien las cosas, pero si algo era seguro era que no le entregaría mi corazón a ese chico.
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