(Recomendación musical: "I`ll Be Waiting" - Lenny Kravitz)
Es tan sexy este tema xD
...
Ed.-
...
Sentir el calor que traspasaba su mano por sobre la ropa a mi miembro, me llevó a jadear sobre sus labios como si estuviera en mi último aliento. Abrí mi boca y la besé devorando su lengua y sus labios con hambre, y perdiendo toda cordura de caballerosidad, llevé mi mano sobre la de ella para acrecentar sus caricias. Bajé mi otra mano por su espalda y la situé en sus nalgas, atrayéndola más a mí y masajeando todo lo que mi capacidad daba.
En un momento de cordura, relajé mi mano contra su espalda baja y solté la otra que aprisionaba mi miembro, el cual parecía haber protestado en voz alta por la perdida de contacto. Solté su boca y apoyé mi frente con la suya, sintiendo las respiraciones de ambos chocar con fuerza. Tomé con ambas manos su rostro y lo besé en toda su extensión… Me obligué a calmar mi cuerpo para hacer las cosas bien. Era su primera vez y no podía perder los estribos en el acto…
- Quiero hacerte el amor.- solté sin más. Sin buscar mayores palabras
- Yo…- tragó saliva audiblemente.- También quiero…- susurró avergonzada
- Quiero que dejes de lado tu timidez amor.- levanté su mentón.- Te deseo tanto
- No tengas miedo de esto.- comencé a tratar de tranquilizarla.- Si no quieres que lo hagamos, tan solo dime.
- Yo quiero.- aclaró su garganta.- Pero… no sé cómo… Yo no sé mucho…
- Déjate llevar.- tomé su cintura y la apegué a mi. Reprimí el gemido en mi garganta, al sentir chocar su vientre con mi prominente erección.- Ven conmigo
Tomé su mano y pasé de largo en la elaborada mesa. Mi cabeza latía con fuerza ante la expectación del momento. Miré de soslayo a mi hermosa princesa, que caminaba con su mirada gacha y seguía mordiendo su labio con fuerza… Subimos los peldaños con lentitud, y respiré profundo para mantener el ritmo y no correr hasta mi habitación. En cuanto entré en ella, una sonrisa se posó en mis labios y miré a Bella, esperando que dijese algo… Pero ella sólo retorcía sus manos en su vestido y huía de mis ojos.
- ¿Y esto?.- pregunté con un tono y rostro de sorpresa
- Esto… lo organicé yo.- me miró y caminó hacia el otro extremo.- ¿Te gusta? Yo… es decir, quería hacer algo y… Lo encontré romántico.- habló atropelladamente y terminando con una risita nerviosa
- ¿Tú sola?.- cuestioné, mirando la habitación repleta de velas aromáticas y flores
- Eh, si… Me costó traer todo a escondidas.- murmuró acariciando los pétalos de una flor.- No quería que Rose o Alice lo vieran… Quizás es tonto, pero… pero quería verlo así…- su sonrojo podría verse a través de la luz que irradiaban las velas
- Creo que eso me correspondía a mí.- comenté caminando hacia ella. Sus enormes ojos me observaban tímida.- Era yo quien debía hacer algo especial para nuestra noche.- tomé su mano y la atraje a mi cuerpo
- Yo no sé si te gusta.- sus manos temblorosas se posaron en mi pecho.- Si, si no es así…
- Está perfecto.- corté su monólogo.- Todo lo que tú haces es perfecto amor. Es sólo que quien debiera pensar en los detalles románticos soy yo
- Eso es un pensamiento machista.- bromeó y me miró tratando de parecer seria
- Tienes razón.- asentí y sonreí.- Por lo que seré yo quien me encargue de otras cosas esta noche.- dije sugerente. No esperé su respuesta y la besé
Me regocijé al sentir como se soltaba cada minuto más y más en mis brazos y en mis labios. Su beso se volvió urgente a la par con el mío, y su lengua se abría paso entre mi boca tratando de conocer todo en ella… Sus manos pasaron por mi cuello y se aferraron a mi cabello con fuerza… Mis manos buscaron a ciegas la cremallera de su vestido, y cuando la sentí a través de mis dedos, sentí mi estómago dar un vuelco.
Quería tener las fuerzas para ir lento, pero la suavidad de su lengua, su cuerpo junto al mío y el sabor de su boca me dejaban sin fuerzas para ralentizar mis manos y mis deseos… En cuanto tomé el broche, ella cesó su beso y dejó sus labios adheridos a los míos. Le sonreí y comencé a bajar su cierre lo más lento que mi premura me permitía… Una vez descubierta su espalda, subí mis manos por toda su piel expuesta hasta sus hombros, tomando las tiras de su vestido y dejando que cayera libre por su cuerpo
Mis ojos parecían querer arrancar las únicas prendas que quedaban en su cuerpo sólo con la mirada. Pero sentí unos débiles toques en mi pecho que me hicieron perder el hilo. Con suavidad característica en ella fue desabrochando uno a uno los botones de mi camisa, hasta dejarla caer al piso. Las yemas de sus dedos fueron dando leves toques en mi cuerpo hasta alcanzar la cintura de mis pantalones… Suspiré fuerte cuando desabotonaba y bajaba la cremallera de él, al sentir el roce de sus dedos en mi carne sensible.
No recordaba nítidamente mi primera vez. Había sido hacía muchos años, pero cada caricia que recibía ahora, parecía ser una nueva sensación registrada por mi cabeza… Me tomé de sus hombros cuando sus manos deslizaron la cintura de mi boxer y sentí el aire acariciar mi miembro… Teniendo que cerrar mis ojos, cuando con sus dedos inexpertos tocó allí, la parte más viva de mi cuerpo en este momento, pasando sus dedos por la sensible punta y arrancando un lamento ronco de mi garganta.
Muchas noches me había acariciado sólo para cubrir la necesidad de enterrarme en su cuerpo, pero esto no se comparaba. Sentir su mano cerrada en torno a mi órgano, me tenía al borde de un potente orgasmo y no podía terminar todo allí… Con toda la fuerza acumulada, tomé su mano y la retiré, volviendo a besar su cuello la conduje hacia la cama y la dejé caer sobre ella en forma pausada… Nos besamos como dos sedientos y acaricié todo su cuerpo con movimientos suaves.
Quité su prenda superior y me dediqué a besar sus pechos, dejando húmedos sus pezones que se denotaban erguidos como nunca antes. Estar entre sus piernas me hacía sentir el calor de su intimidad cada vez que mi miembro rozaba esa zona, y juro que estuve a punto de hacer pacto con el diablo para no dejarme llevar e introducirme en ella de una sola vez… Mis besos bajaron por su cuerpo, que ahora se mostraba diferente… Sin embargo, cada suspiro de sus labios y toque de sus manos, me hacían ver solamente a la mujer que amaba, sin cambios… solo ella.
- Edward…- llamó cuando quité su última prenda y me quedé allí
- Tranquila.- susurré y sin quitar mi vista de ella, llevé mis manos a acariciar su centro totalmente empapado para mí.- Bella…- bisbisee extasiado
- Ven.- pidió con tono asustado.
Sin perder de vista sus curiosos ojos, luché con la presión que ejercía para cerrar sus piernas y me acerqué hasta ella saboreando el néctar que su cuerpo desprendía para mí. Cerré mis ojos cuando la vi arquear su espalda y dejar caer su cabeza en la almohada ¡Dios! ¡El erotismo de esa imagen y el olor de su excitación casi me matan!... La habitación estaba solamente invadida por sus pequeños gritos de placer, y el sonido que producían mis dedos y mi lengua en su intimidad, hasta que sentí como se tensaba y dejaba escapar el aire de golpe por su culminación.
Mi lengua no menguó hasta que acabé con todo lo que su cuerpo me obsequió y su cuerpo se relajó… Me levanté y subí por su cuerpo hasta estar a su altura, donde la volví a besar con fuerza para invadir su boca con el sabor de la mía, que sólo respondía un nombre, el de ella… Tomé una almohada y la ubiqué bajo sus caderas, mi miembro parecía estarme apresurando, pero sabía que debía hacer todo lo posible para que ella se sintiera bien. Yo podía esperar…
- ¿Estás bien?.- pregunté por decir algo, o por saber si ella estaba mejor que yo
- S-si.- respondió titubeante. Me tendí sobre ella, descansando el peso de mi cuerpo en mis brazos posicionados a los costados de ella
- Te amo.- le sonreí. Ella me miró a través de sus espesas pestañas y sus ojos sonrieron antes que sus labios
- Yo también te amo. Mucho.- expuso con seguridad
Deposité un suave beso sobre sus labios y su nariz para dejar mi frente unida a la de ella. Sus manos se aferraron a mis hombros con voluntad y yo descendí la mía por su cuerpo, hasta llegar a mi cometido. Su centro estaba húmedo y anhelante por más, así mismo como sentía el palpitar de mi erección por ella… Tomé mi miembro y sólo el rozar su punta con el calor abrazante de su cavidad, me hizo ronronear de placer… Extendí con él mismo los jugos de su intimidad, sin perder detalle de sus ojos… Me miraban expectantes y tenían un brillo especial, que llamaba a perderse en ellos.
Cuando creí propicio, mis caderas empujaron sobre las suyas con decisión y al mismo tiempo cuidado. Sus suspiros comenzaron esa marcha errática a cada nuevo embate que daba mi cuerpo sobre el de ella… Entreabrí mis labios para acompasar mi respiración, que estaba volviéndose escasa, ante tanto sentimiento y sensación exquisita… El calor que expelía su cuerpo, a cada momento en que me adentraba era aun mayor, y mi cuerpo temblaba de antelación al momento cúlmine de mi exploración, que llegó en ese instante… En el que mi mente y mi cuerpo reconocieron como el último paso a la posesión total. Mía.
- Dolerá un poco, pero pasará.- le aseguré, ganándome una risa por su parte
- Creo que eso lo diré yo… cuando todo pase.- volvió a reír.- No creo que tu lo hayas experimentado.- su risa hacia sacudir su cuerpo y enviaba escalofríos a mi masculinidad encerrada en ella
- Graciosa.- mascullé riendo.- Eres mía.- dije seriamente, luego de unos segundos
- Lo soy.- corroboró mis palabras
- Siempre.- aseguré mirándola fijamente
Dejando que nuestros cuerpos se fundieran del todo en tres embestidas más, sintiendo como sus uñas se enterraban en mi piel, cerraba sus ojos con fuerza y retenía el aire por unos segundos… Me quedé quieto dentro de ella, aun cuando mis caderas ansiaban y rogaban por una fricción rápida para liberar mi cuerpo… Besé sus párpados y cuando sus ojos se fueron abriendo poco a poco, me dejé ir.
Tomé sus caderas y comencé un vaivén más rítmico. Mientras mis labios besaban los suyos, su cuello y sus senos. Faltaba lugar donde recorriera mi boca deseosa de marcar todo su cuerpo como mío… Mi cuerpo sudaba por el esfuerzo, sobre todo de no poseerla como desquiciado. Y el suyo me embriagaba con aroma enloquecedor… Acerqué mi boca a su oído, dejando una huella de mis fluidos por todo su cuello…
- Amor… ¿Estás bien?.- pregunté intentando encontrar mi voz
- Ajá.- respondió igual que yo
- Dios… Bella, te amo… Me excitas hasta la locura…- susurré, para sentirla emitir un gemido que terminó por hundirme
- Se siente exquisito…- ronroneó ella. Levanté mi cabeza a su altura para ver su cara distorsionada de placer
- ¿Te gusta?.- pregunté aumentando más profundamente mi incursión
- S-si…- relamió sus labios y dejó exhalar su aliento en mi rostro
- ¿Así?.- pregunté, tomando una de sus piernas y elevándola a mi cadera
Ella sólo asintió y dejó desplomar su cabeza hacia atrás… Mi cuerpo estaba sintiendo los signos de mi orgasmo inminente y necesitaba asegurarme de que ella disfrutara de esto, tanto como yo. Sabía que por ser su primera vez, seguramente su orgasmo no llegaría o no sería lo suficientemente fuerte, como sentía que llegaría a ser el mío… Pero ya no podía más. Aceleré mis movimientos más, si eso era posible y besé sus pechos para estimularla… Era tan estrecha, que no creía poder resistir un minuto más. Y así pasó… Sentí mi orgasmo potente, mientras mi lengua rodeaba su pezón y sus manos me ceñían más a él…
Mientras mi orgasmo transcurría y comenzaba a sentir esa liberación total de mi cuerpo, no aminoré mis estocadas y seguí succionando su carne con apetencia… Al mismo tiempo que mi mano se abría paso entre nuestros cuerpo y masajeaba con ahínco su pequeña protuberancia, sintiendo como se removía más entre mis brazos y gemidos más audibles salían de sus labios… No pasó mucho tiempo, hasta que sentí a pesar de la flacidez que comenzaba a presentar mi miembro, como sus paredes iban cerrándose hasta que su grito extasiado retumbó en sus pechos, que aun mordían mis labios…
Mi cuerpo perdió todas las fuerzas y me desplomé sobre ella… Dejé mi rostro escondido en su cuello, donde a cada tanto seguía dejando pequeños besos. Mis ojos se cerraban solos, por lo que con cuidado, me quité de ella quedando a su lado. La miré entra los débiles destellos de luz que irradiaban las velas, pero ella permanecía con la vista fija en algún punto… Extendí mi mano y acaricié su mejilla, lo cual pareció sacarla de su trance y tomar rápidamente las cobijas para tapar su desnudez… Mi ceño se frunció y levanté mi torso, apoyando mi codo para observarla de cerca, pero ella solamente observaba hacia otro lado.
- ¿Bella?.- llamé suavemente
- ¿Mmhm?.- murmuró ella sin mirarme
- ¿Qué pasa, amor?.- consulté inclinándome más hacia ella
- Nada.- respondió, sin evitar que ese nada saliera extraño
- Bella.- esta vez no esperé respuesta y atraje su cuerpo junto al mío. Sus ojos me miraban extraño y reprimí los pensamientos negativos que se arremolinaban
- No estoy arrepentida.- dijo de pronto, como leyendo mi mente
- ¿Estás segura de no estarlo?.- volví a arremeter
- Si.- dijo más firme.- ¿Tu lo estás?.- cuestionó de vuelta. Una sonrisa se extendió en mi
- Si no fuera porque sé que debes estar algo incómoda por ser tu primera vez… Volvería a hacerte el amor por toda la noche.- contesté sinceramente.- ¿Eso responde a tu pregunta?
Me miró como sopesando mis palabras, hasta que algo debió convencerla de la veracidad de mis palabras y se acercó hasta mí abrazándome fuerte. Envolví mis brazos a su alrededor y dejé descansar mi barbilla en el tope de su cabeza, sin embargo, seguía rondando en mi cabeza su actitud ¿Qué pasaba por su cabeza? Suspiré y la abracé más fuerte. No quería seguir teniendo secretos entre nosotros, y mucho menos desconfianza.
- No parece real.- musitó contra mi pecho
- ¿Cómo?.- me hice para atrás y la quedé viendo
- Que todo esto parece un sueño.- encogió sus hombros.- Pero el mejor de todos
- Y el primero de muchos más amor.- sellé sus palabras con un beso correspondido con la misma intensidad.
…
- Bueno, creo que son todas las cosas.- comentó mi madre al verme poner la última maleta en el auto
- Si, creo que lo es.- respondí sonriendo, como lo venía haciendo desde una semana
- Me alegro que las cosas entre tú y Bella se hayan arreglado mi amor.- se acercó y acarició mi mejilla con su mano
- Yo me alegro más madre.- emitió un grito cuando la tomé por su cintura y di vueltas con ella.- Feliz.- terminé dándole un sonoro beso
- ¿A qué se debe tanta algarabía?.- mi padre caminó hacia nosotros con una sonrisa
- ¿Recuerdas haber visto tan contento a nuestro bebé alguna vez?.- le preguntó mi madre apoyando su espalda en el pecho de papá
- Mmmm.- mi papá pareció meditarlo.- La verdad ya no lo recordaba así
- Es un bobo enamorado.- canturreó mi hermana con Montse en sus brazos
- Tu.- la apunté.- Todavía no me olvido de tu bromita.- le espeté
- Viendo tu sonrisa pegada como idiota, no creo que los resultados hayan sido malos.- se burló de mí
- ¿Qué broma y qué resultados?.- mi padre nos observó curiosos.
- Lo siento padre, pero eso corresponde a un código secreto entre hermanos.- dijo solemne mi pequeña duende maléfica
- Mira tu ¿Eh?.- señaló papá
- Bien, me voy. Gracias a todos por ayudarme.- me despedí
Subí a mi auto y rápidamente manejé hasta casa. Dejé las pertenencias de Bella en la sala y volví a subirme para dirigirme hacia su universidad. Desde hoy, nuevamente ella estaría en mi casa de todas las formas posibles y ahora para siempre… Mientras avanzaba por las calles, no pude evitar seguir sonriendo al recordar todos estos días. Si bien no habíamos vuelto a hacer el amor, mis manos pocas veces podían permanecer lejos de ella en todo momento.
Estacioné y la vi sentada hablando animadamente con su amiga. Me bajé y sigiloso me acerqué a ellas. Ninguna de las dos se percató de mi presencia, por lo que siguieron conversando sin más.
- Pero Bella ¿Acaso eres tonta?
- No, o sea, si.- gimoteó ella y enterró sus manos en su rostro. Fruncí el ceño y me detuve a escasos metros de ellas
- ¿Se lo dijiste? Haber, es obvio que él se dio cuenta ¿Pero lo hablaron?
- No me atrevo.- respondió ella y me pregunté a quién se referían
- ¿Edward?.- me sobresalté al escuchar la voz del amigo de Bella tras de mí y no fui el único
- Hola.- saludé a todos y besé a mi novia
- ¿Hace cuanto llegaste?.- preguntó Bella, que se miraba angustiada con Jane
- Recién.- mitad verdad y mitad mentira, pero inocente
- Bien, tengo que irme. Recuerda lo que hablamos Bella.- susurró Jane lo suficientemente algo para escucharla. Y se despidió agitando su mano
- Yo igual me voy. Y acuérdate Bella.- esta vez fue Christian. Bella se tensó y me miró de soslayo
- ¿Q-que cosa?.- titubeó
- No sé, estoy solo repitiendo lo que la muy inteligente Jane dijo supuestamente en secreto.- soltó risotadas y se fue
- Idiota.- masculló Bella entre dientes.
- Bien preciosa ¿Qué haremos?.- tomé su cintura y la acerqué a mi
- Tengo muchas ganas de ver a Jacob Jr.- sonrió, pero había algo más allí
- Entonces, sus ordenes serán cumplidas.- hice una reverencia y ella rodó sus ojos.
No conversamos ningún tema trascendental mientras nos dirigíamos a casa de nuestros amigos, pero la podía notar ansiosa por algo ¿Tendría que ver con lo que había oído?... Llegamos a casa de mi amigo y no pude contener esa sensación en el pecho, al ver a mi Bella cargar el hijo de Jacob y Leah ¿Alguna vez pensaría ella en tener un hijo conmigo? Ese siempre había sido mi sueño con Tanya, el poder formar una familia, pero ahora pasaba a segundo plano ese proyecto.
Bella recién estaba comenzando a estudiar, y eso truncaría en cierto modo sus planes. Aunque mi parte egoísta no podía dejar de visualizar la imagen de ella con mi hijo en sus brazos. El llanto del bebé me trajo de vuelta a la realidad.
- Creo que este pequeño necesita un cambio de paños ¿Me acompañas Bella?
- Claro.- ella siguió a Leah con el bebé en brazos
- ¿Pensando en agrandar la familia mi amigo?.- Jake se paró frente a mi y sonreía burlonamente
- No por ahora.- expresé.- Estamos juntos nuevamente hace poco y ella está recién comenzando sus estudios
- Pero igualmente tu cabeza lo piensa.- alzó su ceja
- No lo niego, pero no sería justo con ella
- Esas cosas no se tratan de justicia. Llega cuando menos te lo esperas
- ¿Te acostumbras al cambio?.- consulté al ver su rostro cansado
- Es difícil.- asintió.- Pero no cambiaría nada de lo que vivo en estos momentos
- Me alegro por ti.- señalé de verdad
- Edward…- se puso serio.- Se que quizás sea desatinado de mi parte preguntar, pero…
- Suéltalo.- apremié
- ¿Haz sabido de Tanya?.- su pregunta me pilló de sorpresa, más al darme cuenta que no tenía idea de su paradero
- No, desde esa última vez no he sabido nada más de ella.- asintió y quedó pensativo.- ¿Qué pasa?
- No sé si debería decirte esto, pero ayer revisando unas revistas con Leah, nos encontramos con unas noticias de ella
- ¿Ah, sí? ¿Y qué es de su vida?.- no tenía total interés en saber de ella, pero la curiosidad era una mala compañía del hombre
- Se casó.- soltó y abrí mis ojos con asombro
- ¡Wow! No tenía idea ¿Y con quien?.- quise reírme de mi mismo. Años de relación y en un par de meses ella ya estaba casada con alguien más
- Un empresario europeo por lo que leí.- contestó y me quedó observando fijamente.- Está embarazada.- añadió para mi mayor sorpresa.- Según ella felizmente embarazada
- Vaya.- murmuré
- No quiero ahondar en el tema, pero… ¿Qué sientes?.-
¿Qué sentía? Nada, esa era la única realidad. Si bien me encontraba totalmente por sorpresa la noticia que acababa de darme, miraba hacia atrás y no podía haber pasado nada mejor en mi vida que haber terminado una relación que estaba siendo destructiva para mí. Con Tanya había pasado muchas cosas, y no podía negar que en algún momento creía haber encontrado a esa mujer que deseas tener para toda la vida. Pero no era amor lo que me unía a ella. Ni por su parte, ni la mía
Me decía enamorado cuando estaba con ella ¿Pero enamorado de qué? Era ahí la diferencia que marcaba un antes y un después en mí. Había estado enamorado de una fachada por mucho tiempo ¿Y por dentro? ¿Amaba a Tanya por dentro? La respuesta era sencilla, no. Jamás había compartido su forma de ver las cosas, las personas y de actuar ¿Qué me retenía a ella, entonces? El enamoramiento estúpido que le profesaba a su imagen, a su cuerpo… Porque según yo, si su cuerpo era el centro de atención y atracción de muchas miradas, eso era el paraíso. Amaba lo que proyectábamos juntos.
- Siento que Bella no pudo llegar en mejor momento a mi vida.- levanté mi mirada y la enfoqué en él.- Que si ella nunca hubiese llegado a mí… Yo seguiría amando una supuesta perfección, y totalmente ciego, como lo estuve con ella… Desee mil veces un hijo con ella, pero ciertamente, él o ella no se merecía llegar a la vida de dos personas que valían tan poco… Era un regalo demasiado puro, para ser entregado a dos personas repletas de imperfecciones…
...
Be.-
...
Dejé el libro con el que estudiaba de lado, y volví a enterrar mi barbilla entre mis rodillas. Llevaba dos semanas dándole vueltas a todo esto ¿Cómo había sido tan estúpida? Bien, podría haber pasado la primera vez ¿Pero una segunda y una tercera? ¡Tonta! Di un fuerte golpe en mi frente con la palma de mi mano extendida… Que doliera, eso era lo que necesitaba para aprender las lecciones… Miré la cama y no pude evitar el temblor que recorrió mi cuerpo. Es que era tan imposible decirle que no…
Desde esa primera vez, habían venido dos más… Y en ninguna él había usado protección, sumado a que yo tampoco lo había hecho… Y mucho menos se lo había hecho saber ¡Eres una genio, Bella! Tiré el lápiz con fuerza hacia algún lado, y quise llorar, pero ni siquiera eso me salía bien ¿Qué iba a hacer si estaba embarazada? ¿El como lo tomaría? Ni siquiera era un tema para bromear, porque no estaba en nuestros planes aun… Yo estaba a pocos meses de terminar mi primer año y aunque jamás haría nada para interrumpir un embarazo, estaba aterrada de que fuese un sueño llevado a realidad… Me paré rápido al sentir mi móvil… Edward.
- Hola amor ¿Dónde estás?.- consulté demasiado acosadora
- Hola preciosa. Aun estoy en la empresa.- hice una mueca y él suspiró largo.- Si no calculo mal, creo que aun me quedan dos fastidiosas horas más por acá
- Ok.- respondí y deslicé mi espalda por la pared
- ¿Me extrañas?
- Como siempre.- una exhalación profunda acompañó mi confesión
- Yo también mi Bella, pero ya es tarde y deberías dormir
- Pero yo quiero verte antes de dormirme.- pedí como una niña malcriada
- Prometo despertarte en cuanto llegue.
- ¿Lo harás?.- pregunté con duda
- Lo haré.- pude escuchar a alguien llamándolo.- Me tengo que ir preciosa, te veo en casa
- Está bien ¡Te amo!.- grité antes que cortara la comunicación
- Es todo lo que necesitaba escuchar para intentar apresurar esto y correr contigo. Te amo amor. Nos vemos
¿Se podía una persona enamorar cada día más? Así me sentía yo cada vez que lo veía, lo oía o simplemente lo recordaba. La alegría del momento se ensombreció volviendo al trabajo que realizaba mi cabeza pensando en mi posible embarazo… El día que habíamos ido donde Leah, tenía su cuota de manipulación desesperada. Le había preguntado todo respecto a su embarazo, desde el momento mismo en que lo sospechó, hasta la reacción de Jake al saberlo… Y no podía evitar comparar todo a mi situación, pero todo era distinto… Todavía sentía el pánico que me embargó luego que todo pasara la primera vez, cuando mis acciones me habían abrumado en el mismo instante que habíamos terminado de hacer el amor...
Miré la hora y decidí esperar a Edward recostada. Había intentado concentrarme todo el día en las materias, pero Jane tenía razón, mientras estuviera con la incertidumbre no lograría avanzar en nada… Me tapé con las cobijas y quedé con mi espalda apoyada a la cama y mi vista fija en el techo ¿Qué reacción tendrían mis padres y los de Edward? ¿Y si me creían igual a Tanya? ¿Si pensaban que yo estaba intentando atraparlo? ¡Dios! Esto era un calvario… Me quedé estática cuando me di cuenta de lo que había estado haciendo inconcientemente… Mi mano acariciaba en forma ausente mi vientre.
¿Y era así? ¿Cómo sería un hijo de él? Sonreí ante esa idea, estaba segura que sería el niño o la niña más hermoso o hermosa del mundo. Un pedacito de él y mío… Y después de todo la idea de ello, no me resultaba totalmente descabellada…
…
Sentí una mano sobre mi cintura y un calor extenderse por mi espalda. Abrí mis ojos y la claridad comenzaba a colarse por las cortinas en la habitación. Era de día y el no me había despertado al llegar… No pasó mucho tiempo, cuando su mano en mi vientre me recordó que alguien más que yo podría estar sintiendo la ternura de ese gesto… Me removí inquieta y su mano comenzó a mecerse donde se encontraba…
- Buenos días.- sonrió y ubicó su rostro sobre mi hombro
- Buenos días.- estampé mis labios en los suyos que se estiraban hacia mí.- No me despertaste.- le reclamé
- Llegué muy tarde preciosa y tu estabas totalmente dormida, así que lo único que hice fue refugiarme a tu lado.- apretó el agarre de su brazo sobre mi cintura
- Edward…- hablé con temor y me giré hacia él, quedando frente a frente y con nuestros cuerpos absolutamente unidos
- Dime.- acercó su cara y comenzó a darme pequeños besos en mi mandíbula y bajando por mi cuello ¿Cómo podía concentrarme así?
- E-edward…- bisbisee perdiendo las fuerzas y la cordura para hablarle
- Te escucho.- sonrió contra mi piel y su mano tomó mi pierna reposándola sobre su cadera
- Yo…- mordí mi labio al sentirlo listo y preparado. Más aun, cuando su cadera comenzó a deslizarse atrás y adelante contra mi intimidad
- ¿A qué hora tienes que estar en la Universidad?.- preguntó con su mano masajeando suavemente mis senos por sobre la delgada tela de mi camisola
- A-al… mediodía.- logré articular
- Excelente.- zanjó y en un movimiento rápido, estuve totalmente a horcajadas sobre su cuerpo.- Porque tengo sólo una cosa en mente
- Edward…- me cortó cualquier expresión y se adueñó de mis labios
Su mano se internó bajo mi ropa interior y sus diestros dedos se abrieron paso en mi intimidad. Sabía donde terminaría esto, y aunque quería detener nuestro encuentro, ni siquiera podía reunir el suficiente aliento para expresar algo coherente… Afirmé mis mano en sus hombros y sin pretender, mi cuerpo comenzó a balancearse sobre el suyo, sintiendo en toda la extensión su endurecido miembro presionando mi centro…
El teléfono irrumpió en el momento exacto y mientras yo caía totalmente exhausta por la presión mental versus mi presión física, Edward gruñó frustrado y con delicadeza me dejó nuevamente sobre la cama.
- Para ti amor.- extendió el auricular
- ¿Quién es?.- me erguí para tomarlo
- Christian.- me dio un corto beso y se levantó hacia la ducha, aun refunfuñando
- ¿Hola?
- Lamento haber interrumpido tu porción de sexo matutino, pero esto es importante.- dijo divertido
- Ja- Ja.- contesté sarcástica, pero sintiendo mis mejillas arder
- Bella, tienes que revisar tu mail.- soltó
- ¿Qué? ¿Para qué?.- interrogué mientras me levantaba hacia mi portátil
- ¡No lo vas a creer!.- gritó y puntualizó cada palabra
- ¿Qué cosa?.- comencé a tamborilear mis dedos al ver como se prendía lentamente
- ¡¿Quieres ver de una buena vez tu mail?.- chilló
- ¡Ok! Está prendiendo.- sonreí.- Ya está
- Abre el que envía la universidad y te recomiendo que te sientes, porque tu trasero aterrizará sobre el piso si no lo haces
Mis nervios se dispararon más al oír esas palabras y algo me decía que esta noticia vendría a posarse en mi cabeza con la misma fuerza que lo estaba haciendo mi posible embarazo inesperado ¡Si es que lo estaba!... Abrí el mail y sentí que el aire escapaba de mis pulmones…
…
Señorita Isabella Swan.
Tenemos el agrado de informarle que al haber revisado sus calificaciones y preferencias que adjuntó al Test realizado por la institución al ingresar en ella, ha sido seleccionada para el Programa conjunto que la Universidad realiza con otras instituciones a lo largo del país y en el extranjero, para realizar intercambios estudiantiles con otros estudiantes. Es un programa realizado por primera vez con alumnos de primer año, y no sólo conlleva la realización de una Pasantía temporal, sino más bien, una estadía extendida a lo largo de todos los años que dure su carrera profesional…
…
El escrito se extendía largamente, pero mi cabeza sólo registraba las primeras líneas. Aquellas que tenían que ver con mi vida en el tiempo que Edward no estaba presente en ella y mis metas tenían solo relación con ser una profesional destacada algún día. Recordaba haber llenado ese formulario que nos entregaban los primeros días de mi estadía, y tenía muy clara las preferencias que había destacado, Europa… El otro lado del mundo, a miles de kilómetros de Edward… de lo que era mi vida en estos momentos.
- ¿Bella? ¿Lo leíste?.- escuché a Christian al otro lado y reaccioné
- Yo…
- ¡Mierda, Bella! ¡Era lo que queríamos!.- él no había dicho, lo que queríamos… más no ahora
- Si.- susurré
- ¡Nos iremos a España! ¡Olé!.- comenzó a gritar y estaba segura que saltaba igualmente.- ¡Jane y Dan quedaron igualmente! ¡Será genial!
- Claro.- contesté parándome y moviéndome por toda la habitación
- Bien, te dijo porque necesito comprar mis ropas. En un mes estaremos en el otro lado del mundo. Nos vemos Bella.- se despidió.- ¡Ah! Y aprovecha, mantente a la dieta del sexo, porque estarás en abstinencia mucho tiempo.- se carcajeó y cortó
Me senté en la cama y comencé a balancear mi cuerpo con el móvil en mis manos sin saber que hacer ¿Qué decisión tomaría? ¡Dios! ¿Y si estaba embarazada? ¿Y qué pasaría con mi relación ahora? ¿Quería tomar esta oportunidad? Estaba en una encrucijada y necesitaba tomar decisiones ahora… ¡Jane! Ella era la única que sabía lo que estaba pasando y podría ayudarme. Marqué su número y me quedé esperando, con el sonido del agua de la ducha correr aun.
- ¿Bella? ¡Bella! ¿Leíste lo de la beca?
- Si.- gemí.- Jane, necesito tu ayuda ¿Qué voy hacer?
- ¡Estás embarazada!.- afirmó gélida
- ¡No! Es decir, no lo se aun
- ¡¿Aun? ¡¿Y que estas esperando para salir de dudas? ¿Lo hablaste con Edward?
- No.- susurré y cerré mis ojos esperando su chillido
- ¡¿Qué?.- mis oídos quedaron protestando.- Bella, te quiero mucho. Pero creo que estas actuando como una idiota ¿Qué vas a hacer si estás embarazada y con esta oportunidad que tanto queríamos? ¿Qué va a pasar con Edward?
- No lo sé Jane.- sentí como mis ojos comenzaron a picar
- Bella…
- ¡Mi vida se ha vuelto una maldita tela de araña!.- grité frustrada.- Estaba feliz.- sorbí mi nariz con mis lágrimas corriendo.- Tenía todo lo que quería ¿Y ahora?... Yo quería esa oportunidad, pero antes… ¿Estudios en Europa y embarazo? ¿Cuándo mi vida se complicó tanto?
- ¿Q-qué…?.- el auricular se soltó de mis manos y me voltee desesperada
Edward estaba ahí con su rostro fijo en la pantalla de mi portátil, pero con su vista perdida seguramente en todo lo que acababa de procesar… Su rostro se volteó lentamente hacia mi y sus ojos se enfocaron a la altura de mi vientre. El había oído todo y su rostro estaba envuelto en miles de expresiones y sensaciones… Sentí en la lejanía a alguien llamarme y supuse que sería Jane aun en la línea, pero mi atención estaba puesta en él, quien acababa de enterarse de todo lo que marcaría nuestras vidas de ahora en adelante, y que no sentía las fuerzas para afrontar…
...
Continuará...
Buenooo xikas porfiiiiiiiiiiiiiinnnnnnnnnn el LEMMON TOTAL jajaja espero q les aia gustado.. pero vieron waaaa xq se le complikan las kozaz a Bellita? NO ES JUSTOOOO POBRESITAAA I EDYYYYY WAAAAAAA.. LA kuestion esq este capii jeje TAMBIEN ES UNO DE MIS FAPORITOS jejeje espero q d usteds tambien!.. Y YA SABEN LO D SIEMPRE COMENTEN Y VOTEN *SI LES GUSTA EL FICK REKOMIENDENLO... Bueno los invito a q se pazen por mis ficks:
* LA SEGUNDA OPORTUNIDAD DE BREE
* MUNDOS DIFERENTES... UN MISMO SENTIMIENTO
Espero su apoyo en esos ficks jeje byee los kiero i espero sus votitos y comentarios CONSTRUCTIVOS jajaja byeee las kierooo!!
|