Forks, Washington
Pov: Jane
Ya habían pasado dos días desde que Carol se había enterado que Paul era un licántropo y que mi familia y yo éramos unos vampiros, las cosas no habían cambiado entre nosotras, hoy se cumplía una década desde la última vez que habíamos firmado el tratado y hoy tocaba renovarlo, pero esta vez era diferente, ya que nuestra testigo por primera vez en doscientos años sería una humana, Carol sabía todo sobre nosotros así que habíamos acordado que lo más prudente era que Carol fuese nuestra testigo.
Estábamos todos en la sala ya que Demetri nos haría un aviso.
-Papá gracias a todos por estar aquí solo quiero decirles que ésta década tendrán que firmar el tratado sin mí-pude ver en los rostros de papá y mamá la indignación.
-Demetri este es un compromiso ineludible me has oído?-
-Papá estar ahí me va a doler-
-Hijo en ocasiones hay que hacer sacrificios y ésta es una de esas ocasiones en que no puedes evadir el compromiso, este es tu sacrificio, irás al claro como el resto de nosotros y firmarás así sea lo último que hagas me oíste?-
-Aro amor no seas tan duro con mi niño-
-Sulpicia cariño tu sabes mejor que nadie que detesto ser duro con ellos pero como ya dije éste es un compromiso ineludible-pude notar un dejo de enojo en el tono de mi padre, Demetri me miró y pude ver en su rostro la derrota, el iría así le costara la vida, aún si tuviera que ver a Carol abrazada de Paul.
Pov: Demetri
Justo hoy teníamos que renovar el tratado como cada década, pero esta vez era diferente esta vez nuestro testigo era mi cantante y el amor de mi vida aunque ella no lo sabía, eso me merecía por tomar algo que naturalmente no me pertenecía, estaba pecando como Adán y Eva cuando tomaron el fruto prohibido y Carol era mi fruto prohibido, debía resignarme.
De pronto por la puerta entró Jane.
-Demi se lo mucho que te duele tener que ir pero tu viste la cara de papá, definitivamente esto es un “compromiso” ineludible, además ella y Paul aún no se casan, aún puedes hacerla tuya, solo es cuestión de que luches, Demetri no puedes rendirte sin luchar, tu puedes darle mucha batalla a Paul y quitarle a Carol-
-Lo sé Jane, solo me pone triste saberla a lado de ese perro-
-Lo sé Demi, lo sé te juro que yo me muero si mi bebé me deja por la loba esa que esta con Jacke-
-Jane como puedes llamarle bebé a Félix, a caso no has visto lo que pesa y lo que mide?-
-No lo sé Demi así es el amor, cuando tengas a Carol entre tus brazos me entenderás-
-Mmm si tú lo dices-Después de nuestra charla corrimos hasta el claro donde debíamos esperar a los lobos.
Pov: Carol
Por la mañana Paul me había llamado para recordarme que hoy era la renovación del tratado odiaba tener que ver al patán de Demetri pero eso era algo que yo no podía remediar, o al menos no aún.
-Preciosa estas lista?-Paul entró en mi habitación justo cuando me retocaba el gloss.
-Carol preciosa sabes que te ves endemoniadamente sexy cuando te retocas el gloss?-dicho esto me aventó contra la cama quedando sobre mí pero sin dejarse caer por completo.
-Paul, quiero que seas el primero, pero no hoy, hoy hay que ir a lo del tratado-
-Está bien cariño, pero promete que será mañana-
-Lo prometo- y me hice una cruz en el corazón para que viera mi sinceridad.
Llegamos al claro y ya todos estaban ahí, oficialmente Paul y yo éramos la pareja más impuntual.
-Bien hermanos estamos aquí reunidos para firmar una vez más el tratado-habló Billy Black
-Así es hermanos, firmemos ahora-Aro concordó con Billy.
Todos pasaron y firmaron, yo no perdía detalle de nada incluso cuando Demetri llegó hasta la mesa miré sin desconcentrarme, el se giró y nuestras miradas se encontraron, le sostuve la mirada y no pude evitar perderme en esos ojos dorados, no podía negarme que el movía sentimientos extraños en mí, pero yo estaba con Paul y lo adoraba con locura.
Después de que todos firmaran comenzaron a formarse pequeños grupos donde todos charlaban animadamente, de pronto se hizo un silencio sepulcral y al claro entraron nueve sombras, todas cubiertas con capas oscuras, uno de ellos se quitó la capucha y sus rubios cabellos resplandecieron, sus ojos carmesí me llenaron de terror, su extrema belleza y su tez pálida me confirmaron que era un vampiro.
-Queridos amigos míos, espero que les agrade la sorpresa de nuestra visita-su voz era como un sonoro tintinar de campanas celestiales.
Pude ver como todos los chicos se ponían en fila, Paul tomó mi mano y estuvo a punto de echar a correr con migo de su mano.
-Paul querido la chica es la pieza clave de ésta visita-esta vez fue una chica menuda con rostro de duende y cabellos erizos la que hablo, era realmente bella.
Pov: Paul.
Estaba a punto de echar a correr con Carol aferrada a mi mano pero una voz me detuvo.
-Paul querido la chica es pieza clave de ésta visita-me giré para mirar a la dueña de aquella dulce y melodiosa voz, cuando la miré nada más existió, ella era lo único que me sostenía a este planeta, nada más me importaba, no necesitaba nada más, no quería nada más, solo la quería a ella con esas delicadas curvas y ese rostro de diosa.
-Paul debes saber que a mí me importa un carajo el secreto de tu especie, por mí pueden convertirse en perros en el noticiero de las diez, pero esa chica-dijo señalando a Carol-sabe demasiado y eso sí que no puedo permitirlo-
-Estás loco si crees que te dejaré tocarle un solo cabello a Carol, Carlisle la protegeré así sea lo último que haga-lo sabía, desde que ví como miraba Demetri a Carol supe que el la amaba.
-Pues será lo último que hagas Demetri, Emmett haz lo tuyo-y dicho esto Carlisle se cruzó de brazos.
Pov: Carol
-Paul debes saber que a mí me importa un carajo el secreto de tu especie, por mí pueden convertirse en perros en el noticiero de las diez, pero esa chica sabe demasiado y eso sí que no puedo permitirlo-
-Estás loco si crees que te dejaré tocarle un solo cabello a Carol, Carlisle la protegeré así sea lo último que haga-no entendía por qué ese estúpido patán me defendía con tanta devoción seguro también quería que yo pasara por su cama como hacía con todas las chicas.
-Pues será lo último que hagas Demetri, Emmett haz lo tuyo-y dicho esto el chico que correspondía al nombre de Emmett comenzó a correr a gran velocidad la distancia que lo separaba de so objetivo: yo, cerré mis ojos esperando un ataque que jamás se produjo, de pronto escuche un sonido similar al que hacían las rocas cuando chocaban, cuando abrí mis ojos no me podía creer lo que veía, me era casi imposible creer lo que mis ojos me mostraban.
|