Capítulo XXII

...

Ed.-

...

Miré mi cara en el espejo. Las magulladuras ya habían pasado, al menos yo no había tocado la peor parte. Quise sonreír, pero en realidad no me apetecía hacerlo, menos cuando por culpa de las marcas que llevaba en mi cara, Bella ya no estaba aquí conmigo… El muy idiota se había burlado en mi cara cuando había ido a reclamar sus galanterías, que estaba más seguro que nunca, sólo tenían el claro incentivo de disgustar la tranquila relación que teníamos con Bella, y lo había logrado.

…

- Quiero hablar contigo.- no me esmeré en un saludo cordial

- ¿Bella se aburrió de ti? Me imaginaba… Era lógico que buscara algo mejor para ella.- se mofó el idiota cruzando sus brazos sobre su pecho

- Vengo a exigirte, porque he notado que las buenas palabras contigo no funcionan. Que dejes tranquila a Bella y a mí.- erguí mi cuerpo ofensivamente

- Yo nunca te he molestado a ti. Y en lo que respecta a ella, creo que tengo más derecho que nadie…- dejó la frase abierta. Y mi rabia salió a flote

- ¿Si? ¿Y según tu por qué?.- sisee

- Que te parece saber que antes de ti estuve yo con ella en una cómoda cama de una cabaña, muy juntos y calurosos ¡Wow! Si que es fogosa esa chica, pero tranquilo, fuimos por parte. No la desfloré, aun….- se rió de su broma y su cursilería.

Poco le duró la diversión, cuando perdí todo atisbo de cordura y recordé las lecciones que Emmett me había pasado enseñando para aprender a pelear como hombre, según sus palabras

…

Puse mis manos sobre el lavado y cargué el peso de mi cuerpo en mis brazos. Habían pasado semanas ya, desde su última operación. Para ser exactos, poco más de un mes. Ella había preferido seguir en casa de mis padres y no volver conmigo. Al menos en cierto modo o eso quería creer yo… Luego que le había enviado esa nota, esperaba ansioso una llamada o alguna palabra de parte suya las veces que nos habíamos visto. Pero sólo estaba el silencio…

Terminé de rasurar mi incipiente barba y me vestí con la ropa que mi hermana me había obligado a usar esta noche. Había organizado una de sus espectaculares fiestas, la excusa esta vez, era el nuevo comienzo de Bella… Sonreí tristemente al ver esfumados mis anhelos de haber tenido este encuentro sólo los dos. Pero estando en plan de buenos amigos, todo se complicaba… Porque así era nuestra relación últimamente, de buenos amigos. Distantes y silenciosos, pero buenos amigos.

…

- ¿Cómo te sientes?

- Bien. Algo mareada aún, pero bien.- alisó arrugas inexistentes en las blancas cobijas de hospital

- ¿Cuándo te dejaran irte a casa?.- pregunté esperanzado de volver a tenerla conmigo

- El médico ha dicho que deberé quedarme unos días.- respondió sin mirarme

- Espero que pasen rápido los días.- sonreí y toqué su mano con las yemas de mis dedos

- Edward…- la miré instándole a seguir. Suspiró y supe que esto no era bueno.- Volveré a casa de tus padre cuando salga

- ¿Por qué?.- pregunté con decepción flagrante

- Es lo mejor por el momento.- contestó simplemente. Asentí sin sentirme con ánimos de agregar algo más.- Seguiremos siendo amigos.- la miré sonreír y tuve que hacerlo por acto reflejo. Porque con esto terminó de enterrarme vivo

…

Esa había sido nuestra conversación, días después de su intervención. Y las cosas no habían variado a mi favor desde ese entonces. En el trabajo estaba totalmente colapsado con nuevos proyectos, mientras Emmett y Jacob rendían al máximo en los pendientes. Y ella se enfrascaba en largas horas de estudio, tratando de adelantar materias, para cuando volviera a la Universidad…

Así que las veces que la lograba ver, era en compañía de alguien más y su actuar me indicaba que no estaba totalmente cómoda con mi presencia. Por ende, prefería retirarme pronto, antes de seguir notando sus evasivas y sintiéndome podrido al tener que sentirla más y más lejos.

¿Esto sería el final de todo?

…

- Edward, no quiero ser abogado del diablo, pero creo que viendo las cosas como están sería bueno que te pusieras en todos los casos.- miré a Jacob queriendo asesinarlo

- Gracias por tu apoyo amigo.- dije sarcástico

- No seas idiota.- bufó.- Yo quiero que terminen juntos, pero…

- Ella parece haberse aburrido de ti.- añadió Emmet desde el asiento trasero

- Si quieren llegar a la dichosa fiesta en mi auto, les exijo que cierren sus bocotas. De lo contrario, el tiempo los acompaña para que den una larga caminata.- frené en seco y esperé

- Yo no he dicho nada ¿Y tu Jake?.- exclamó Emmett tratando de sonar inocente

- Absolutamente nada.- corroboró mi amigo a mi lado

- Excelente.- concluí y puse el auto en marcha nuevamente

Aparqué mi auto donde encontré un maldito espacio vacío. Al parecer mi hermana había invitado a toda la ciudad e inmediatamente me pregunté si Bella estaría de acuerdo con esto. Ella siempre había sido de bajo perfil ¿O hasta en eso había cambiado? Dejé de pensar y seguí a Jacob que hablaba con Leah por el móvil para saber cómo estaba y a Emmett, que parecía tener ruedas en vez de pies, para ir más rápido.

Si el exterior me había parecido excesivo, por dentro era peor. Había un porcentaje significativo de gente que jamás había visto, otro que conocía y no me interesaba interactuar, y mis cercanos, que eran los mínimos. Emmett se perdió rápidamente entre la multitud, y me quedé con Jake. Al menos, parecía ser que éramos dos los incómodos. Divisé a mis padres y me acerqué a ellos para saludarlos.

- Te ves muy apuesto.- elogió mi madre y sutilmente arregló el cuello de mi camisa

- Estoy igual que todos los días.- puse mis ojos en blanco.- ¿Y Alice?.- pregunté, aunque quería saber de otra persona

- Estaba por aquí, pero ya sabes como es tu hermana.- contestó mi padre.- Además, andaba con su nueva muñeca.- se carcajeó

- ¿Bella?.- quiso saber Jake, si se referían a la misma

- La pobre Bella debe estar agotada.- añadió mamá moviendo su cabeza negativamente.- Alice la ha tenido de un lado para otro

- Pensé que ella estaba animada con todo esto.- alcé mi barbilla e indiqué el entorno

- Bella no es de las personas más aficionadas a las fiestas.- rebatió mi padre.- Pero ya sabes como es tu hermana…

- Nadie se le puede oponer.- terminó Jake y rieron los tres.

Mientras estábamos ahí de pié tomando algún cóctel, varias de las modelos que trabajaban con mi hermana se acercaron a saludarme. Algunas más austeras, otras abominablemente efusivas y desagradablemente directas en sus insinuaciones. Recordé a Tanya y como había caído derretido ante ella, lamentable que esta vez yo ya estaba derretido ante alguien, y ninguna de ellas podía ocupar ese lugar.

Volví a dar una rápida mirada al lugar por sobre las cabezas de todos las asistentes, hasta que la vi… Era ella junto a mi hermana y Rose. Caminaban distraídas por el lugar, sonriendo de algo que comentaban… Ni siquiera me esforcé por parecer despreocupado. Mis ojos la analizaban sin tapujos y me deleité al verla lucir un vestido negro con detalles plateados, que mostraba perfectamente la nueva Bella… Estaba hermosa, pero para mí no había antes y después, sólo ella, preciosa como siempre. Su cuerpo había perdido peso, pero seguía siendo la esencia y la silueta que me había enamorado como idiota.

- Cierra la boca Edward.- susurró Jake divertido tras mío

- ¿Se ve preciosa, no es cierto?.- presionó mi madre

- Ella siempre ha sido hermosa.- contradije sus dichos. Me voltee a verlos y todos sonreían impresionados por mis palabras

- Muy bien dicho Edward.- elogió mi padre por primera vez y palmeó mi hombro

- Es la verdad.- encogí mis hombros y miré mi copa, para alzar la vista nuevamente y verlas dirigirse a nosotros

Mi hermana me miraba sonriente, pagada de sí misma por el trabajo hecho sobre mi Bella. Rose agitaba su cabeza, obviamente buscando a alguien más. Y ella nuevamente se mostraba nerviosa a cada paso que daba hacia mí ¿Por qué habíamos vuelto al principio? Con esfuerzo, desvié mi mirada de su persona, aunque lo único que quería, era pasarme toda la noche embriagándome de su presencia.

- Hola hermanito.- canturreó Alice.- Te ves muy apuesto.- indicó mi ropa. Sólo ahí noté la similitud de mis colores con la ropa de Bella

- Muchas gracias.- sonreí y viajé mis ojos más allá de ella.- Hola Bella. Te ves preciosa.- elogié, ganándome un sonrojo nuevo

- Gracias.- se acercó y besó mi mejilla. Cerré mis ojos unos segundos para disfrutar su cercanía y calor

- ¿Edward?.- me voltee a Rose.- ¿Emmett vino contigo?

- Si. Te puedo dar una pista de donde está.- le sonreí.- Mesa de los bocadillos

- Yo que tú, lo saco de ahí inmediatamente. No quedará comida si sigue allí.- bromeó Jake. Y ella desapareció fugazmente

- ¿Y Jasper?.- pregunté al no verlo

- Mi hermoso marido no es muy asiduo a estos eventos, como tu sabes.- rodó sus ojos.- Así que anda por ahí, huyendo de mi entusiasmo

- Voy a buscarlo.- señaló Jake y también se fue

Lo único que hice fue estar de espectador mientras Bella conversaba animadamente con mis padres y mi hermana. Rogaba porque en algún momento todos buscaran excusas para marcharse y dejarnos a solas, pero mi hermana se había tomado muy en serio su papel de tutor, y en cuanto se alejó la arrastró con ella. Bufé y quise gruñirle por su poco tino, parecía más bien que todos sus movimientos estaban calculados para impedir mi cercanía a ella.

- ¿Aun no arreglan las cosas?.- me sorprendí que esa pregunta viniera de mi padre

- Somos amigos.- refunfuñé. Mi miró alzando su ceja incrédulo.- ¿Qué? Ni tu me querías cerca de ella, así que no veo la razón para mirarme así

- Tú lo haz dicho, no quería.- me sonrió.- Edward, necesitaba saber si ibas en serio con esto o no

- ¿Y cual es tu veredicto ahora?.- cuestioné

- Creo que me haz sabido demostrar al nuevo Edward.- apoyó su mano en mi hombro

- Pero parece que siempre me doy cuenta tarde de las cosas.- mascullé

- ¿No sería mejor si vas y le dices esto a la persona indicada?… No es que me moleste escucharte, pero necesito trabajar mi cuerpo y el baile es lo mejor ¡Tu madre me espera!.- enfatizó y caminó en dirección a mi madre que lo miraba coquetamente

Me acerqué a la barra y desde ahí observé todo a mí alrededor. Divisé a mi hermana, quien bailaba eufórica en el centro de la pista con ella… Mis pies picaban por caminar hasta allí y ser yo quien tuviera el privilegio de estar con ella, pero en vez de eso, preferí rellenar mi vaso y calmar mi ansiedad con la fuerza de un par de Whiskys… Periféricamente percibí unas señas, miré y vi a Jasper agitando sus manos hacia mí. Dejé mi bebida y me acerqué a él, quien me empujó e hizo que avanzara hasta quedar al lado de Bella y Alice.

- Lamentamos disculpar señoritas y señoras, pero no quiero irme a casa sin un baile siquiera.- expuso. Me guiñó.- ¿Me concede esta pieza?.- extendió su mano a su mujer

- Por supuesto caballero. No me perdería la oportunidad de bailar con tan apuesto galán.- sonrió mi hermana y se entregó a la música junto a su pareja

- Eh, creo que iré a tomar un jugo.- señaló Bella, viendo que me quedaba allí sin hacer nada.

- Espera.- tomé su cintura y la jalé hacia mí.- ¿Quieres bailar conmigo?.- pregunté tontamente

- S-sólo si tu quieres.- bisbiseo poniendo sus manos sobre las mías, que descansaban en su cintura

- Es por lo único que estoy aquí.- susurré sobre su cabello

La cicatriz se veía casi imperceptible desde su níveo cuello hacia abajo, donde quité mi mirada enseguida, pues no se vería muy elegante de mi parte. La atraje hacia mí y quise permanecer eternamente así con ella, sin un solo punto de distancia… Sabía que la música no ameritaba estar prácticamente adherido a ella, pero no pensaba desaprovechar esta oportunidad ¿Pero cómo empezar nuevamente?

Jake despidió con un movimiento de cabeza y unas insinuaciones gesticuladas. Mi hermana detuvo su baile e intentó venir hacia nosotros, pero Jasper la contuvo... Me consumía levantar su rostro y besarla, pero intentaba por todos los medios mantener mis acciones a raya… En vez de eso la apreté más contra mí, poniendo una de mis manos estratégicamente en su cintura para evitar que se apartara y la otra en su cuello, masajeando su suave piel… Nos movíamos lento, disfrutando del momento, hasta que ella levantó su cara y pude ver el cansancio.

- Te ves cansada.- susurré perdido en sus labios

- Lo estoy. Tu hermana tiene una vitalidad envidiable.- sonrió y su hálito se coló por mi nariz

- ¿Quieres sentarte?.- pregunté. Aunque no quería dejarla ir

- Si. Busquemos algún lugar, pero lejos de Alice.- tomó mi mano y me guió por la multitud

Quería gritar de felicidad al saber que ella tampoco pensaba dejarme ir de su lado. Recordaba haber estado aquí hacia tiempo, así que tomé la iniciativa y la conduje por un pasillo hacia una habitación que sabía estaría desocupada… Entramos y se apoyó en el borde de una mesa, soltando un gran suspiro… La miré detenidamente, se veía un cambio, pero seguía siendo ella. La única mujer que me había enseñado a amar desde dentro hacia fuera.

- ¿Qué pasa?.- consultó. Dirigí mi mirada hacia sus ojos, se veía nerviosa ante mi examen

- Te ves preciosa.- volví a repetir mi cumplido.- Quizás para los demás diferente, pero para mi sigues siendo tú igualmente hermosa

- G-gracias.- sonrió y bajó su mirada. Me acerqué a ella y quedé frente a frente

- Te extraño.- susurré

- Yo también.- correspondió, dejándome sin palabras por un momento.

- ¿Entonces por qué propusiste que siguiéramos siendo amigos, cuando los dos sabemos que sentimos más que ello?.- mi pregunta fue directa

- No lo sé…- mordió su labio y se sonrojó.- Quizás porque soy una tonta

- No.- corregí.- No lo eres, sin embargo pareciera que tuvieras miedo de esto, de mí

- Necesitábamos tiempo Edward.- volvió a mirarme.- Para saber si esto era lo que de verdad queríamos

- ¿Qué cosa?

- Estar juntos.- concluyó.- Nos faltaba confianza, por ambos lados.- aclaró

- Yo siempre supe lo que quería y es estar contigo. Lamento lo que sucedió con tu amigo…

- No. Eso ya pasó y no quiero volver a tocar ese tema.- cortó mis palabras.- Yo también supe siempre que quiero estar contigo, es sólo que… Igualmente siento que fue mejor el tiempo. Puede darme cuenta que…

- ¿Qué?.- apremié

- Que no me siento plena al no estar contigo.- soltó mientras hasta su cuello se volvía rojo. Mi sonrisa creció como un estúpido

- ¿Debo pedir tu concentimeitnos para besarte?.- pregunté sonriendo

- No.- movió su cabeza de lado a lado, mientras sus bucles se agitaban

- Que bueno, porque lo hubiese hecho de todos modos. Es una necesidad imperante

Tomé su rostro y no esperé para saborear sus labios otra vez ¡Dios! Si pensaba que la había extrañado, esto me demostraba que era poca la comparación entre el pensar y el sentir. Su boca se abrió con timidez y supe que debía controlar mis instintos cuando el delicado toque de su lengua hizo contacto con mi labio inferior… Perdí toda noción mientras el beso se volvía fuego entre los dos, y mi lengua exploraba todo lo que tenía en su camino, como volviendo a reconocer un terreno conquistado.

Mi cuerpo sin pensarlo, la presionó más contra la mesa. Haciendo que la fricción de nuestros cuerpos nos hiciera jadear en la boca del otro. Abrí mis ojos mientras la besaba, con el único sentido de ver alguna señal para parar, pero su gestos fundidos en el placer sólo me hicieron aumentar mi ímpetu… Succioné su labio y ella poco a poco abrió sus ojos ¡Cielos! Mi cuerpo reaccionó como desquiciado al mar de deseo que vio en ellos y tomé sus caderas para ceñirlas a la mía… Su gemido me indicó que había sentido cada pulgada de lo que había logrado despertar en mí.

Unos rápidos golpes en la puerta nos hicieron alejarnos, y a mí desistir de la locura que se estaba formando en mi cabeza. Tomarla aquí mismo y llevar nuestra unión al final.

- Creo que debemos volver.- comentó ella, ordenando sus ropas

- Aun no.- tomé su muñeca y la giré hacia mí.- ¿Quieres volver conmigo?.- se que sonaba tonto, pero era importante para mí

- Pensé que eso estaba claro.- sonrió y miró de soslayo la mesa.- Si

- Lo siento.- me disculpé por lo anterior.- Pero tu presencia me borra la perspectiva

- A mi también.- se inclinó y besó mis labios. Para luego abrir la puerta

- ¿Bella?.- la voz de mi hermana rompió mi burbuja. Asomó su pequeño cuerpo por el costado de Bella y me entrecerró sus pequeños ojos.- Ok, creo que mejor te saco de aquí. El león está de caza.- me apuntó y se llevó a Bella que me miraba divertida

…

Había pasado un par semanas desde nuestro regreso y aunque me hubiese gustado decir que todo iba bien, la verdad era que casi todo seguía como antes. La había podido ver apenas tres veces y en aquellas oportunidades, debía ser yo quien la buscaba. Porque con mucho esfuerzo, había recibido una llamada y un par de mensajes por ella. Me había mordido la lengua por pedirle que volviera a casa conmigo, y lo había relevado a su criterio, que estaba lejos de adjuntarse al mío por lo visto.

Quizás estaba siendo paranoico, según palabras de Emmett. Pero ansiaba volver al principio, cuando no estaba condicionado por tantas cosas para verla… Tiré los papeles y lápices sobre el escritorio, era infructuoso seguir tratando de avanzar trabajo, cuando mi cabeza estaba a miles de kilómetros… Un estruendo me sacó de mis pensamientos y salí de mi oficina para ver a Jake pálido con el teléfono colgando a sus pies. Lo recogí y me puse frente a él, al tiempo que Emmett entraba devorando un sándwich y tratando de hacerse entender lo que hablaba.

- ¡Jake!.- grité al ver que no reaccionaba

- Mierda, se murió de pié ¡Oh, Dios!.- exclamó Emmett. Lo miré creyendo que bromeaba, pero su rostro estaba impávido.

- No se ha muerto idiota.- le espeté.- ¡Jake!.- tomé sus hombros y lo zarandee, hasta que pestañeó rápidamente

- ¡Leah!.- gritó y mis sentidos se alertaron.- ¡Mi hijo va a nacer!

- Santa madre ¡Me imagino el dolor!.- dijo horrorizado Emmett. Poniendo sus manos en su entrepierna ¿Por qué era tan estúpido a veces?

- ¿Quieres callarte?.- le pedí siseando.- Bien, hay que moverse ¡Ellen!.- le grité a mi secretaria que no tardó en aparecer

- Dígame Señor ¡Oh! Señor Black ¿Se siente bien?

- Va a vomitar.- comentó Emmett

- Está bien o lo estará. Ellen, debemos retirarnos. Si hay algo, ubícame a mí o a Emmett en el móvil ¿Ok?

- Si Señor.- asintió mirando preocupada la cara de cadáver que llevaba mi amigo

Manejé saltando todas las leyes del tránsito mientras intentaba llegar en el menor tiempo posible a la clínica donde se encontraba Leah. Bajamos corriendo y así mismo llegamos donde escuchábamos los gritos claros de mi amiga. Vi a Jake tragar saliva en forma audible y a Emmett hace diversas muecas. Le dimos varios golpecitos en su espalda, un gesto muy propio cuando no sabes que mierda decirle, si los gritos de tu mujer son claras amenazas de nunca más sexo.

- Es un hombre muerto.- susurró Emmett

- No creo que Leah lo mate.- añadí

- ¡Vivirá sin sexo, Edward! Eso es suficiente para matar a un hombre. Es como quitarle la comida, como vivir sin aire, como…

- Por favor, cierra tu boca.- pedí entre hastiado y divertido

- Voy y vuelvo.- comentó y caminó hurgando sus bolsillos

- ¿Dónde vas?.- me extrañé su repentino ataque de ansiedad

- A comprar preservativos. No puedo estar en el mismo lugar de Jake en mucho tiempo.- habló seriamente y despareció

Volvió minutos más tarde con una enorme bolsa en sus manos, y una sonrisa orgullosa por su loable hazaña. Me reí de el y me senté a seguir esperando alguna noticia. Jake solamente había salido para informar que la pasarían pronto a pabellón y que seguramente el parto no sería normal como ellos esperaban. El bebé aun no estaba totalmente en posición para salir. Le dimos todo el ánimo que pudimos y le hicimos saber que no nos iríamos hasta saber que todo había terminado.

- Llamaré a Rose para posponer nuestra salida.- giré mi cabeza lentamente hacia Emmett

- ¿Qué?.- pregunté

- ¿Qué, de qué?.- repitió como un loro.- Iba a salir con Rose, la hermana de Jasper, la cuñada de Alice, la…

- Lo sé idiota, pero no sabía que estaban "saliendo".- agité comillas al aire

- Me tiene a prueba.- dijo solemne

- ¿Y para qué todo eso, entones?.- apunté a su bolsa.- Si te tiene a prueba, creo eso no te ayuda

- Hermano ¿Haz oído alguna vez la palabra progresista?.- asentí.- Bueno, es algo parecido. Es como ver hacia futuro.- contestó dudoso.- En fin, eso. Iré a llamarla

Lo quedé mirando realmente asombrado de las idioteces que podía soltar por minuto mi amigo. Escuché una puerta abrirse y Jacob venía caminando acelerado hasta donde estaba. Me puse de pié para recibirlo, pero él pasó de largo por mi lado y se sentó donde antes había estado Emmett.

- No me quiere dentro. Dice que no quiere ver tantos ojos puestos en aquellas zonas prohibidas.- comentó como si no pudiese creer sus palabras

- Eh… Supongo que será ¿Normal?.- intenté sonar optimista

- ¿Normal? Edward conozco cada centímetro de esas zonas.- alcé una de mis cejas.- No te las detallaré, pero creo tener más derecho que todos esos desconocidos de estar allí

- Jacob, guarda la calma.- pedí, al habérseme agotado las palabras

Pasaron los minutos y mi amigo comenzó a caminar de un lado a otro. Emmett se unió a su causa y parecía su sombra. Decidí hacer algo, antes de volverme loco con tanto paseo. Tomé mi móvil para llamarla a ella, ya que un día más no tenía noticia alguna de su paredero.

- Hola Edward.- saludó al primer timbrazo. Sentí ruido a su alrededor y luego el cierre de una puerta

- Hola amor.- sonreí como tonto.- ¿Cómo estás?

- Bien. Eh, revisando apuntes.- dijo no muy convencida.- ¿Y tú?

- Leah está en pabellón y Jacob no para de dar vueltas de un lado a otro.- sonreí al verlo dar media vuelta nuevamente

- ¡Oh, si! Emmett llamó a Rose y supimos. Espero que todo salga bien.- sin embargo, algo llamó mi atención

- ¿Estás con Rose?.- pude oír cuando inspiró con fuerza, como reteniendo el aire

- Eh, si. Necesitaba unos libros y como Jasper tiene una amplia colección, vine para acá.- la puerta sonó del otro lado y la escuché gemir

- ¿Qué pasa?.- cuestioné al sentirla en silencio y remover cosas

- Nada. Es sólo que se me cayeron unas hojas.- no creí su versión, pero la acepté.- Dale mis saludos. Y cuida bien a Jacob.- agregó

- Iré a verte en un par de horas más.- me adelanté, a su suposición que hoy no la vería

- Estoy cansada Edward. Será mejor vernos mañana.- hice una mueca y suspiré.

- ¿Eso quieres?.- cuestioné. Yo necesitaba verla

- Si. Ahora te dejo Edward. Alice y Rose me necesitan.- se despidió demasiado rápido para mi gusto

- Te amo.- solté antes de que colgara, quería escucharlo de ella también

- Yo igual. Adiós.- colgó y me quedé quieto oyendo de fondo el silencio

Cerré mi móvil y pegué mí frente a la fría pared ¿Por qué ella estaba tan cambiada estos últimos días? ¿Qué estaba pasando? ¿Acaso ya no sentía lo mismo?...

- ¡Es un hombre!.- gritó Jake y me sacó de mis amargos pensamientos

El doctor le informó que todo había salido bien. Que tanto Leah y el niño se encontraban en perfectas condiciones… Lo felicitamos y seguimos a la enfermera que nos guió por unos pasillos hasta llegar a un ventanal gigante, miramos dentro y había cientos de seres diminutos llorando a todo pulmón. Acercaron un pequeño cunero a la ventana y pudimos conocer a Jacob Jr., como lo llamó mi amigo. Era pequeño, pero era ver a Jake en diminuto…

En ese mismo momento me pregunté si algún día yo podría pasar por la misma fascinación que mostraba Jake al mirar embobado a su pequeña muestra de amor con la mujer que el describía como su vida entera… ¿Podría vivir esto con Bella algún día? Un suspiro largo y profundo salió de mi boca, llegando a empañar el vidrio… Así mismo como veía mi vida ahora… Borrosa…

…

Be.-

...

- ¡No, no y no!.- grité nuevamente

- Bella, es por tu bien.- habló tranquilamente Alice

- Ta dindo.- apuntó la pequeña Amy a la ropa que su madre quería imponerme a la fuerza

- ¿Ves? Hasta mi hija lo cree así ¿Y tú cosita?.- Montse en sus brazos soltó una enorme carcajada, que nos sacó risas a todas

- Edward debe estarme odiando.- pensé en voz alta

- Por lo mismo. Toma la ropa, vístete y ve a darle la sorpresa que tanto hemos trabajado

- Buen punto Alice.- apoyó Rose.- Bella, esto ha sido por tu bien. Querías estar totalmente lista para dar el gran paso. Lo estás, ha sido sacrificado, pero lo haz logrado

- Fue ella.- apunté a Alice.- La que me ha obligado a mantenerme alejada de Edward

- Bella. Algún día me lo agradecerás. La agonía solo aumenta las ganas.- subió y bajó sus cejas sugestivamente. Seguida por Amy que repetía todos los movimientos de su madre

- ¿Y si luego de tener que comportarme indiferente tanto tiempo con él, no quiere verme?.- expresé mis miedos

- ¡Estás loca!.- Rose golpeó mi brazo.- Edward babea-literalmente-cuando estás cerca de él. Parece un verdadero perro sediento.

- Bella.- Alice puso a Montse en un brazo y el otro lo puso en su cadera.- Agradece que alcanzaste a cerrarme la puerta en la nariz, porque esa llamada tampoco debiste responderla.- me reprendió

- ¡La loca eres tú! No me dejas llamarle, tampoco enviarle mensajes, menos ir a verlo.- gimotee.- Me odiará

- Error. Estará más deseoso de todo lo que tienes preparado para él esta noche.- tomó mi mano y me arrastró a su baño.- Ahora, cambia tu ropa y ve por él. Porque te juro que si no lo haces hoy, mi secuestro irá doblemente reforzado

- Ok.- recibí las ropas de Rose y tuve que reírme cuando las cuatro pequeñas brujillas levantaban sus pulgares hacia mí, incluso la pequeña Montse.

…

- Bien ¡Está perfecto!.- chilló Rose.- Le enviaré una foto a Alice para que lo vea.-

Tomó su móvil y comenzó a fotografiar todo el trabajo que habíamos hecho… Me interné en el baño y volví a mirar mi ropa. Estaba nerviosa, todo esto y la posible reacción que tuviera Edward comía todos mis nervios… Alice supuestamente había planeado una idea para que nuestro reencuentro fuese más especial. Lo malo de ello, era que su plan incluía un martirio continuo, evitando que mi contacto con Edward fuera amplio…

Gemí cuando Rose comenzó a tallar la puerta con sus uñas para que saliera. Tenía miedo de llegar como si nada y esperarlo con esta sorpresa ¿Y si el se había aburrido? ¿Y si llegaba con alguien? ¿Y si no llegaba? ¡O, Jesús! Mil pensamientos me consumieron y abrí la puerta con terror grabado en mi rostro. Rose me observó y rodó sus ojos

- ¡No, otra vez no! Bella él vendrá, llegará solo y estará encantado de lo que haz preparado para él

- ¿Lees mentes?

- No. Lo haz venido repitiendo como papagayo durante toda la noche desde que salimos de casa de Alice. Ahora ven, recuerda todo y toma esto.- roció perfume en mi cuello y escote.- Se tiran como leones a esas partes.- sonrió

- ¿No puedes quedarte?.- mostré todos mis dientes para convencerla

- Bella, tendrás sexo desenfrenado con Edward esta noche.- me sonrojé furiosamente.- No, no quiero ser partícipe de eso. Estoy en sequía y tengo a Emmett a prueba, así que no quiero estímulos para irme a su departamento y tirar todo por la borda

- No tendré sexo.- refunfuñé

- Ok, diré esto por última vez. Tú querías estar preparada para todo ¡Todo!. Lo estás, esta noche será memorable y volverás con él en todo sentido de una buena y jodida vez. Te dolerá al comenzar, pero luego espero escuchar tus gritos desde mi habitación ¡¿Estamos claras?.-asentí.- Bien, porque estaba por golpearte. Suerte y me voy

- Gracias.- sonreí y la acompañé a la puerta

- De nada, para eso somos amigas.- me abrazó.- Y recuerda, esta noche la recordarás siempre. Edward te ama y espera por ti. Ahora es tú turno de demostrarle lo mismo que sientes por él

Cerró la puerta y me recargué en ella. Ahora sólo faltaba esperar. Hice varios ejercicios para relajarme, pero nada parecía surgir efecto alguno ¡Rayos! Volví a verificar que todo estuviera en su lugar, mis piernas temblaban a cada paso que daba y mi respiración parecía haberse disparado… En la oscuridad que me inundaba, me acerqué a la ventana y esperé… Hasta que las luces de un auto, me alertaron de su llegada… Grité para tratar de sacar algo, pero sólo conseguí toser como loca.

Paró el motor y me pasee de un lado a otro, pensando en el mejor lugar para recibirlo cuando abriera la puerta. Cada segundo mi corazón latía más violentamente, y me sentía como en esas películas de suspenso, cuando el asesino está escondido en algún lugar de la casa ¡Mierda, me estaba volviendo loca!... Paré de respirar cuando la puerta se abrió y una ráfaga de aire frío se coló y erizó mis bellos de pies a cabeza… Cerré mis ojos y me quedé como estatua. Igual que él por lo visto

- ¿Bella?.- preguntó extrañado. Las luces iluminaron y me giré en cámara lenta

- H-hola.- agité mi mano hacia él

- Hola.- sonrió, pero su rostro mostraba claros signos de no entender nada

- Este… Vine y quise darte una sorpresa.- balbucee

- Lo haz logrado.- dejó sus llaves sobre el arrimo y se acercó a mí.- Hola.- volvió a saludar y depositó un corto beso en mis labios

- ¿Te gusta?.- me alejé y con mi mano expuse la mesa con todo los accesorios que allí había puesto para ambientar una romántica velada

- Mucho.- sonrió.- Pero más me gusta lo que tengo en estos momentos entre mis manos.- las cuales puso sobre mi cintura

- Okey.- respondí con una risita boba

- ¿Por qué haz estado tan extraña?.- me removí incómoda, sabía que era una pregunta segura. ¿Y qué le diría? ¿Idea de tu hermana?

- Bueno, lo cierto es que… ¡Alice no me dejaba acercarme a ti!.- hablé todo de corrido y tapé mi cara con mis manos.

- ¿Alice?.- repitió. Suspiró y quitó mis manos de mi rostro.- Y tú le hiciste caso.- afirmó serio

- ¿Estás molesto?.- hice una mueca nerviosa y mordí mi labio con fuerza ¿Y si decía que sí?

- No.- me besó rápido y me quedó viendo.- Pero no quiero tenerte lejos mío, nunca más. Por favor.- susurró poniendo su boca sobre la mía

- Nunca más.- prometí.- Yo tampoco soportaba esto.- gimotee como niña pequeña

- Te amo demasiado.- habló con tanto sentimiento, que pensé desmayarme allí mismo

- Te amo, te amo y más te amo.- sonreímos los dos por mi cántico de "Te amos"

Nos besamos como si no hubiese un nuevo día. Me vi prontamente acorralada entre la pared y su cuerpo, y ni siquiera sabía como había avanzado hasta allí. Su boca y su lengua se movían con insistencia sobre la mía, y yo respondía con la misma fuerza. Sus manos recorrían mi cuerpo y a cada toque, esa corriente se expandía por donde sus dedos pasaban… Su boca se apartó de la mía y antes que recorriera mi cuello, me adelanté para ser yo quien saboreara su piel.

Mis piernas se distendieron dando a paso a una de las suyas entre las mías. Miré por sobre su hombro la mesa intacta esperando por la comida, pero apartarme de este lugar, era lo que menos pasaba por mi cabeza en este momento… Sentía calor, por la situación mezclada por nerviosismo… Y obligué a mi mente desconcertar su unión con mi cuerpo, llevando mi mano por su pecho hasta llegar a la cintura de su pantalón… Recordé la vez que él me había detenido, y eso me impulsó a actuar sin razonar…

El gemido que brotó de sus labios, en cuanto mi mano presionó la carne dura entre sus piernas, me dio valentía para seguir y seguir... Masaje sin experiencia sobre ella, y decidí que la comida no sería lo que disfrutaríamos ahora… Había algo más importante…

...

Continuará...

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Ya esta!! el capi q muchas esperaban!!!!! waa lA REKONSILIAZION D EDWARD Y BELLA.. si se q me demore i lo lamento esqw por algunos temas personales q algunas d ustedes ya saben i otras qizaz no.. no e podido aktualizr ningun  capitulo i lo lamento espero q les guste!! i no se pueden perder el prox capi q esta suuperddduper genial waaaaa el 1 lemmon total siiiiii jajja porfinnnnnnn jajajaja espero sus COMENTARIOS Y VOTITOS!!1 DALE XIKAS SE Q PUEDENN SIIII PORFISSS JAJAJA *SI LES GUSTA REKOMIENDENLO.. Y tambn las invito a q se pazen por mis otros ficks:

- LA SEGUNDA OPORTUNIDAD DE BREE

- MUNDOS DIFERENTES... UN MISMO SENTIMIENTO

Bueno espero q se pazen , voten y comenten!! sii?? jejeje byee las kierooo i a mis niñas del chat waaaa LAS EXTRAÑO ♥