Gianna. El dulce despertar

Autor: CarolCullen
Género: Romance
Fecha Creación: 23/12/2010
Fecha Actualización: 07/03/2011
Finalizado: SI
Votos: 57
Comentarios: 207
Visitas: 168853
Capítulos: 50

TERMINADO

 


 

Cuadré los hombros y fui a enfrentarme con mi suerte; ¿vida o muerte? simplemente me daba igual; yo ya no era nada sin su amor; yo le queria más que a mi propia vida y el se fue; dejandome en la penumbra. 

El me prometió tantas cosas; me dijo que me queria, que yo era su existencia, que no se explicaba como un demonio como el había encontrado a un ángel como yo... y a decir verdad yo me lo creí; estaba ilusionada, por primera vez me sentía querida, pero por un simple accidente se fue.

Yo solo quería despertar de este largo sueño, en el cual me creí que un ser tan hermoso, un arcángel como el se enamoro de una simple humana como yo.

 

 

 

Bueno chicas; aquí tenéis un nuevo fic.

Este fic va sobre Los Vulturis, mi familia favorita; y sobre todo va de una persona en especial; la cual no se la ha dado mucha importancia. Gianna (la recepcionista de Los Vulturis) 

Ya se que en Amanecer dan a entender que ella ya no esta presente, es decir que la aniquilaron, pero yo queria darla otro final, un final ''feliz'', aunque eso no quiere decir que la transformé...

En fin no voy a dar más detalles; solo quiero que sepáis que esta historia estará llena de pasión, amor, drama, lucha; en fin de todo un poco.

Espero que os guste esta nueva historia y me gustaría saber vuestra opinión; espero sus comentarios y sus votos. Gracias.

- CarolCullen.

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Capítulo 21: ¿Luchar por ella?

Pov Santiago.


El ángel de mi oscuridad, la princesa de mis sueños; mi cantante... tantos nombres tenía para ella y todos ellos se perdían en la niebla ya que ella nunca los podría escuchar. La había perdido, ella mi dulce Gianna estaba con Alec. Pude ver como se miraban, como se lo decían todo con una simple mirada; sus rostros llenos de felicidad, sus acciones; como se compenetraban los dos, como ella aceptaba con gusto los halagos de Alec; como el soportaba su dulce aroma; era como si fuesen uno solo.

Pero lo que hizo confirmar mis sospechas fue lo que vi en el jardín, les observaba desde la lejanía, igual que Demetri, pero este no me importo nada. Lo que de verdad hizo que tirase la toalla fue cuando Alec acercó sus labios a los de ella; no conseguí ver el beso, pero me lo imaginaba. Tenía que salir de ese lugar, mi ser no soportaría ver esa escena, y así lo hice, me aleje todo lo que pude.

Dolor y celos. Eso era lo que sentía; me había centrado tanto en Demetri que no me di cuenta de Alec, ¿Por que? ¿Por que no fui valiente y me declaré a ella? La culpa me perseguiría hasta el fin del mundo; hasta el fin de mi inmortalidad.

Pero ya nada podía hacer, ella estaba feliz junto a el, ¿quien era yo para arrebatar esa felicidad? yo tenía respuesta para eso, nadie; solo era un simple demonio de la oscuridad que no jugó bien las cartas.

Camine cabizbajo por los pasillos del castillo, reteniendo esa hermosa imagen que me cautivaba; la de Gianna. Ella era tan hermosa; tan dulce; tan... ¿que podía decir de ella? era un ángel caído del cielo, el cual me iluminó con su preciosa luz y me hizo salir de la penumbra.

Me recosté en una de las paredes del pasillo, quería ahogar mis penas; quería sentir la culpabilidad dentro de mi.

- Santiago

Y de la oscuridad procedente del pasillo salió Renata.

- Hola Renata - dije intentando parecer normal

- ¿Que te ocurre? - dijo esta mientras se acercaba a mi 

Renata era una persona en la cual se podía confiar; había pasado tantos siglos con ella que la había cogido cariño, era una buena amiga. Pero en estos momentos no sabía si contarle lo que me pasaba o no; ya que si se lo contaba el dolor se haría más grande; y eso no lo soportaría.

- Nada; ¿debería? - dije mientras me quitaba del apoyo que tenía

- Santiago, ¿hace cuanto que nos conocemos? ¿cinco siglos? ¿tal vez seis? tu a mi no me engañas; te pasa algo.

- De verdad Renata no me pasa nada - y dicho esto estaba dispuesto a irme pero esta me lo impidió con un dulce apretón en la mano

- Santiago por favor; sabes como soy, y no me gusta ver a la gente mal, sobre todo a la gente que me importa.

De perdidos al río, ¿no? otra cosa no podía hacer, sabía que si no se lo contaba ahora ella estaría todo el rato detrás de mi, intentando sacarme la verdad, y tarde o temprano lo conseguiría. 

- Gianna - dije en un susurro

- ¿Que ocurre con ella? - dijo preocupada

- A ella no la ocurre nada; pero sin embargo a mi si. Ella esta con Alec

- ¿Como que esta con Alec? - dijo enarcando una ceja

- ¿Acaso no los has visto hace un rato? Están juntos; son el uno para el otro. Antes les seguía hasta el jardín y pude ver como Alec acercaba sus labios a los de ella, y ...

- ¿Se besaron? - preguntó incrédula

- No lo se, no lo vi. Pero entonces, ¿que intención tenían? - dije dolido - me duele verle con el; me pone de los nervios...

- Santiago, ¿que sientes por Gianna?

- Absolutamente todo. Ahora ella es mi existencia. La quiero, la adoro, y encima ella es mi cantante. La quiero proteger de cualquier mal. Me gustaría tenerla entre mis brazos; me gustarían tantas cosas... pero es imposible

- ¿Ella lo sabe? 

- No, además si ella se enterase de esto, ¿cambiaría algo? ya te lo digo yo, no. Desde el primer momento ella se fijó en Demetri y no en mi, intente protegerla de el; ya que el solo quería jugar con ella; la veía como una simple humana; la cual estaba perdidamente enamorada de el. Y el sabía que en cualquier momento la podría tener, con tan solo una mirada, una sonrisa, con tan solo un gesto... y por eso me encargué de que ella se alejase de el; entre en sus sueños y la hice creer que el era inalcanzable para ella, y parece que lo conseguí; pero no jugué bien mis cartas, ya que Alec... - y en ese momento me puse a sollozar.

- Santiago - dijo Renata mientras me abrazaba - tranquilizate por favor

- ¿Como quieres que me tranquilice? La perdí; no tengo nada que hacer, no puedo competir contra Alec, no puedo...

- Niente è impossibile (nada es imposible) - y cuando me dijo estas palabras me dio un beso en la frente - escúchame por favor, no tires la toalla. Lotta per essa (lucha por ella).


Pov Demetri.


¿Y ahora? ¿Que podría hacer?

La tenía donde quería; la tenía en la palma de mi mano y eso no lo aproveche.

Rabia, culpabilidad, dolor, angustia y celos. Esas eran las emociones que recorrían mi frío cuerpo.

Jugué con ella y con su corazón. Ahora el destino me devolvía la jugada.

Por así decirlo gracias a Alec descubrí lo que sentía por Gianna. La quería con todo mi ser, me di cuenta que a lo primero me confundí, intente engañar a mi ser, ya que... ¿era lógico que un vampiro se enamorase de una simple humana? 

Ella estaba con Alec, el tenía el privilegió de tenerla entre sus brazos, de protegerla, de darla felicidad; y en estos momentos me pongo a pensar en que si yo no me hubiese engañado ahora sería yo el que estuviese en esa situación, en el puesto de Alec.

Tenía que recuperar su amor; tenía que recuperar esa mirada que me volvía loco, esos dulces latidos y esa frenética respiración cada vez que me veía; tenía que hacer lo imposible para tenerla de nuevo conmigo. 

Capítulo 20: El jardín Capítulo 22: Algo nuevo nació

 


Capítulos

Capitulo 1: Extraña existencia Capitulo 2: Primeras impresiones Capitulo 3: Todo está perdido Capitulo 4: ¿Alucinaciones? Capitulo 5: Todo por ella Capitulo 6: La gota que colmó el vaso. Capitulo 7: En brazos de otro Capitulo 8: Difícil de explicar Capitulo 9: Diferentes sueños Capitulo 10: Culpabilidad Capitulo 11: Consecuencias Capitulo 12: El no me hace bien Capitulo 13: Simples miradas Capitulo 14: Diversas sensaciones Capitulo 15: Hermanos Capitulo 16: Verdades Capitulo 17: Nada es lo que parece Capitulo 18: Charla pendiente Capitulo 19: Descubrimientos Capitulo 20: El jardín Capitulo 21: ¿Luchar por ella? Capitulo 22: Algo nuevo nació Capitulo 23: Se tu misma Capitulo 24: ¿Por qué? Capitulo 25: ¿Posible solución? Capitulo 26: Fuera de tu alcance Capitulo 27: Las mismas sensaciones Capitulo 28: Confesiones Capitulo 29: Una parte desconocida Capitulo 30: Segundas oportunidades Capitulo 31: Todo estaba planeado Capitulo 32: Por mi misma Capitulo 33: Santiago Capitulo 34: Entre dos aguas Capitulo 35: Amarga tortura Capitulo 36: El comienzo de una historia Capitulo 37: Eterno dilema y algo más Capitulo 38: Después de la dicha vino el dolor Capitulo 39: Tomando forma Capitulo 40: Llegó el olvido Capitulo 41: Todo encaja Capitulo 42: Ojala Capitulo 43: Nada está perdido Capitulo 44: No tan pronto Capitulo 45: Un nuevo trabajo Capitulo 46: Dejando paso a la felicidad Capitulo 47: Mi pasado Capitulo 48: Libertad Capitulo 49: El amargo otoño Capitulo 50: Segunda parte

 


 
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