Forks, Washington
Pov: Carol
Todo estaba dicho y era inminente mi visita al psicólogo menos mal que Ingrid estaba con migo, a leguas se le notaba que era un sol.
-Carol si tú no quieres entrar con la psicóloga yo me encargo de que tu padre se crea que así fue-lo sabía esta chica era un sol.
-Tranquila Ingrid te prometo que en el momento en que esto me incomode yo misma saldré del consultorio, ¿de acuerdo?-ella solo asintió y entonces estuve lista para lo peor, su recuerdo, el recuerdo de la mujer que me había dado la vida.
De pronto se abrió la puerta y de ella salió una mujer realmente hermosa de cabellos dorados como los rayos del sol, su tez era blanca como la nieve y sus labios rojos como la sangre, y en sus ojos había un líquido dorado como la miel, a decir verdad era la mujer más bella que había visto en mi vida, era perfecta para mi padre, oh desilusión cuando miré su anillo de compromiso y por encima de éste uno de matrimonio, era tonto creer que alguien tan bella aún estuviera soltera.
-Cariño vas a pasar o te quedarás ahí toda la tarde?-me interrumpió justo cuando yo le iba a preguntar si podía pasar.
Me hizo pasar, tomé asiento y me preparé para soltarlo todo.
-Hola cariño soy la doctora Sulpicia-¿qué?, de verdad ese era su nombre?.
Le extendí mi mano-Yo soy Carol McCarty-
-Lindo nombre, Carol, y bien ¿por qué estás aquí?-
-Verá doctora-
-Llámame Sulpicia-me interrumpió.
-Bien, verás Sulpicia yo, este, lo que pasa-y sin más ni más me solté a llorar y era justo lo que no quería que pasara, no quería que nadie me viera así, no quería causarles lástima.
Sulpicia sólo me abrazó, su contacto con mi piel me causó escalofríos, su piel era helada.
-Carol si no quieres hablar, no te obligaré-era tan dulce, que lástima que no estuviera disponible para papá,
-Bien Sulpicia mi madre acaba de morir hace un mes y mi padre esta preocupado por que no me da hambre y lloro todas las noches-lo dije todo tan rápido que dudo que Sulpicia hubiera entendido siquiera una frase completa.
-Oh cariño eso es terrible-y de nuevo me abrazó y debo decir que a pesar de lo frío de sus brazos, el contacto era realmente tranquilizante, me recordaba a mamá pero no de una manera que me hiciera llorar, sino como si ella aún estuviera aquí.
Terminamos la sesión y Sulpicia me dijo que podía volver a platicar el día que quisiera, sin hacer cita, ella era tan maternal.
-¿Y como ha ido todo señorita McCarty?-odiaba que Ingrid me llamara así, me hacia sentir como una anciana.
-Ingrid solo llámame Carol ¿de acuerdo?-ella solo asintió igual que lo hacía un niño regañado.
-Bien traigo todos los papeles para inscribirme, ¿me llevas al colegio?-ella de nuevo solo asintió, habría que enseñarle muchas cosas, pero ella era realmente noble.
Al llegar al colegio me sorprendí de que papá quisiera que yo estudiara ahí.
-Ingrid ¿tú estás segura de que es este mi colegio?-pude notar como todos miraban en mi dirección, seguro estaban mirando a mi precioso bebé, mi Alfa Romeo 8C Competizione, y no los culpaba ya que mi auto era en verdad bello.
-Señorita la verdad es que a causa de lo pequeño de este pueblo, este es el único colegio en todo Forks-¿qué? Esto no podía ser posible, que solo hubiera un colegio, y que había de los estudiantes que vivían lejos y no podían pagar un transporte, ya me encargaría de que papá como senador les otorgara otro colegio.
-Bien entonces entraré, esperame en el auto ¿de acuerdo?-y de nuevo solo asintió.
Al entrar como ya era costumbre todas las miradas se posaron en mí, y eso que estaba deprimida, de no haberlo estado se les hubiese caído la baba.
Llegué a la oficina de la secretaria y me observó.
-Seguramente eres Carol McCarty. Te hemos esperado hace días-
-Si esa soy yo-
-Bien linda el senador McCarty me dijo que estas en segundo grado ¿cierto?-
-Así es-
-Bien entonces estarás en 2C, aquí está tu horario –y me tendió un papel-Ahora solo dame tus papeles les saco las copias y podrás presentarte mañana-y se metió en una oficina que estaba detrás del escritorio, la esperé como cinco minutos y volvió con mi folder.
-Linda ya estás inscrita en este colegio, podrás presentarte a partir de mañana-y salí de la oficina iba solo pensando en como sería el día de mañana cuando choqué con una persona.
-¿Qué eres, idiota?-y entonces me dí cuenta que había chocado con una persona realmente enorme, era un chico como de uno noventa con enormes músculos y piel broncínea y al ver su rostro vaya si era guapo.
-Yo lo siento tanto, mi nombre es Paul ¿y tú eres?-
-C-caarol McMcCarty-estaba tartamudeando? qué vergüenza!!!
-Lo siento Carol y el comenzó a levantar mis papeles, era realmente guapo y muy sexy.
-Aquí tienes, ¿así que estas inscrita en el colegio?-
-Así es, comienzo mañana-
-Entonces nos veremos mañana-besó mi mano y se fue.
Mañana sí que sería un día mejor, sería un gran día, de eso estaba segura.
Nota:Chicas lo prometido es deuda, aquí está un poco de alegría para Carol bzz Rosemmett.
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