Rosalie y yo caminamos hacia el ala norte, según me dijo ella. Ahí me enseño cual seria mi cuarto.
Entramos a un edificio enorme como de 7 pisos de alto y del tamaño de un estadio de baseball (me refiero a lo largo). Me llevo al cuarto piso. WAO! Hasta elevador tenia!
-Impresionante ¿verdad? –dijo Rosalie viéndome.
-Si, mucho –conteste- en mi antigua escuela tenias que alquilar cuarto, si venias de fuera.
-Ja! Pues aquí no pagas renta –dijo riendo.
-Uff! Que bueno, por que mi mesada es de dos dólares –conteste a su broma.
Salimos del elevador y caminamos hacia la derecha.
-Ya casi llegamos –comento Rosalie. Yo solo asentí y le devolví la sonrisa que me dio.
Pero antes de llegar, observe como tres chivas se acercaban a nosotras. Note que algo se dijeron entre cuchicheos, pues la que venia en medio y al frente, nos miro alzando una ceja y sacando el pecho, como signo de superioridad.
Se detuvieron enfrente de Rosalie y mio, obstaculizándonos el paso.
-Hola Rosita, ¿Quién es esta? -¿esta? ¿ESTA? ok, ya la odio y ni se como se llama.
-Hola Tanya, ya te dije que me llamo Rosalie -contesto torciendo los ojos- ella es Bella, nueva alumna –dijo señalándome.
-¿Así que esta es nueva alumna? –ok, me esta cansando- yo pensé que era la nueva intendente.
Las otras dos soltaron unas pequeñas risitas. Magnifico. Me cansaron.
-Mira, Toña… -comencé pero me interrumpió.
-Es Tanya –me corrigió- inepta
-Como sea, los nombres de las estúpidas siempre se me confunden o se me olvidan –dije con una sonrisa- soy nueva alumna, te guste o no, y no creas que me hace muy feliz estar en la misma Academia que una idiota como tu y tus lame botas –dije con todo el desprecio posible.
-Mira estupidita… -comenzó a contestarme. Eso jamás. Aquí la que tiene la última palabra soy yo.
-Mira nada, Toña, quédate aquí con tus perritas –dije señalando a las otras dos- Rosalie, ¿si escuchaste bien?, ROSALIE Y YO tenemos mejores cosas que hacer, que perder el tiempo con unas muñecas con la cabeza hueca.
-¿Eso es verdad, Rosita? –le iba a decir unas cuantas cositas mas, pero Rosalie se me adelanto.
-YA TE DIJE QUE ME LLAMO ROSALIE, IDIOTA! –grito en la cara de la muñeca de en medio. Creo que Rosalie era una rebelde reprimida, pues no se defendía… hasta hoy, creo, pues las tres tontas se quedaron estupefactas- y si tenemos mejores cosas que hacer, Toña.
Rosalie me tomo de la mano y paso por en medio de las tres cabezas-huecas, empujándolas y dejándolas boquiabiertas. Seguimos nuestro camino sin voltear si quiera. Llegamos al cuarto 347-B y Rosalie abrió la puerta. Me metió de un tirón y suspiro.
-WAO!, Rosalie, las dejaste sin habla –comente con los ojos como platos.
-Si, ¿verdad? -suspiro- ya me canse de ser quien no soy. Además Tanya, Jessica y Lauren me caen mal, se creen la última Coca-Cola del desierto.
-Jaja, cierto –rectifique su afirmación- esas plásticas se creen demasiado.
-Aun no puedo creer lo que le dijiste a Tanya.
-¿A quien? Es que se me olvidan los nombres de las idiotas –conteste- ¿Cuál de esas tres barbie's es Toña? ¿O como se llama? –estalle en risas.
Rosalie cayó al suelo a carcajada suelta y yo… pues la seguí al piso.
Después de calmarnos un poco y de limpiarnos unas cuantas lágrimas derramadas a causa de la risa. Rosalie y yo nos levantamos del suelo.
-Ay, Bella, eres muy graciosa –dijo Rosalie.
-Gracias Rosalie, tu también.
-Dime Rose, Bella –dijo con una sonrisa- a por cierto, esta es tu habitación.
No me había acordado de que estábamos en un cuarto. De hecho la estaba pasando muy bien que hasta se me olvido donde estaba.
El cuarto era muy espacioso. La cama estaba recargada en la pared izquierda; del lado derecho había un pequeño escritorio. Había una ventana enorme que se abría en dos hacia afuera. Caminé hacia ella y la abrí. Respirar ese aire puro era refrescante. Di media vuelta para mirar a Rose y me percate que detrás de ella había tres puertas; obviamente una era la puerta de entrada y salida de mi habitación, otra el cuarto de baño…. Pero, ¿y la ultima?
-¿Qué es eso, Rose? –señale la puerta.
-Es el closet.
Ok, el closet. Entonces no es tan malo. Ya me imaginaba compartiendo habitación con una fresa. Arg!
Ok, el closet. No tiene nada de malo. Es solo la puerta de un closet. ¿Pero por que me daba mala espina? ¿Por que me daba la sensación de que iba a sufrir mucho a causa de este closet? ¿Por qué?
-¿Quieres verlo? –pregunto Rosalie emocionada.
-Si… ¿Por qué no?
-Ok.
Rosalie se encamino hacia la puerta que estaba al lado del baño y la abrió. Lo que vi adentro no era lo que me esperaba. La puerta conducía a otra habitación. De primero pensé que era el cuarto de una de las muchas fresas que hay en este colegio, pero al entrar me di cuenta, DE QUE ERA MI CLOSET!
-¿Qué te parece? Espaciosos ¿verdad? –dijo Rose al ver mi cara de shock.
-Este… Rose, es demasiado grande –conteste después de un minuto- nunca lo llenare. Es mas, mi ropa cabe perfectamente en tres cajones.
Seguí recorriendo el pasillo de mi closet. Si, lo pueden creer, un pasillo….EN UN CLOSET! Deje a Rose atrás, no dijo nada a mi chiste. Me percate de que a un lado, en uno de los tantos tubos para colgar la ropa, había demasiados uniformes colgados. Me detuve en seco.
-¿Qué es esto, Rosalie?- pregunte un poco alterada.
-Los uniformes del colegio –contesto encogiéndose de hombres.
-¡ ¿Qué? pero... pero tu no traes uniforme hoy, y si mal no recuerdo las tres idiotas de ahorita menos.
-Bella, hoy es sábado, ¿recuerdas?
-A cierto –dije un poco aliviada- pero aun así, ¿uniformes? ¿Es enserio?
-Si –contesto sin muchas ganas- tienes que portar el uniforme toda la semana.
No! Mataré a René. ¿Cómo pudo hacerme esto? No!. Ni en Phoenix usaba uniforme. Aunque….
Tuve una excelente idea pero antes….
-Ok, uniformes –mencione a regañadientes- pero… ¿puedo modificarlos un poquito?
-Pues las reglas dicen que debes portar el uniforme, no dicen nada de que este prohibidos modificarlos.
-Pareces robot –dije riendo- "Hola...pit, pit… soy Rosalie Hale… pit, pit…. –comente haciendo una imitación pésima de Rose como robot. Moviendo las manos mecánicamente. La verdad muy chistoso, ni pa' que.
Rosalie se rio de mi, obviamente se le hacia graciosísima mi imitación.
-Necesitas relajarte, Rose –comente entre risas- somos chicas rebeldes ¿no?
-Si, somos chicas rebeldes! –Grito- bueno vamos a que conozcas a Alice ¿si?
-La verdad, Rose, preferiría descansar un poco –conteste- no sabes todo lo que hicieron para traerme aquí…
Helicópteros, camionetas blindadas, patrullas y motocicletas de Phoenix… amm, ¿se me olvida algo? A si, tanques militares y soldados con armas en mano, nada más.
-…. Además quiero desempacar lo poco que traigo. Este closet se quedara vacio, ya lo veras.
-Lo dudo –susurro Rosalie torciendo los ojos.
-¿Qué?, es que no te escuche.
-No, nada. Que después vengo por ti para ir a cenar o algo, ¿Qué te parece?
-Ok, Rose, perfecto.
Acompañe a Rosalie a la puerta de salida. Cuando cerré la puerta, dejando a Ross afuera, me encaré a mi cuarto. Aunque más bien, encaraba a mi nueva escuela.
Puse mi laptop, mi celular y mi ipod en el escritorio. Conecte mi ipod a las bocinas, que por casualidad las traía en mi neceser. En mi playlist localice una canción que me encanta " November Rain" de Guns'n'Roses y oprimí el botón de play.
When I look into your eyes
I can see a love restrained
But darlin' when I hold you
Don't you know I feel the same
'Cause nothin' lasts forever
And we both know hearts can change
And it's hard to hold a candle
In the cold November rain
We've been through this auch a long long time
Just tryin' to kill the pain
But lovers always come and lovers always go
An no one's really sure who's lettin' go today
Walking away
Escuchar esa canción me relajaba y me hacia meditar, sobre lo que tenia que hacer ahora que estaba en este colegio.
If we could take the time
to lay it on the line
I could rest my head
Just knowin' that you were mine
All mine
So if you want to love me
then darlin' don't refrain
Or I'll just end up walkin'
In the cold November rain
Do you need some time...on your own
Do you need some time...all alone
Everybody needs some time...
on their own
Don't you know you need some time...all alone
I know it's hard to keep an open heart
When even friends seem out to harm you
But if you could heal a broken heart
Wouldn't time be out to charm you
Mientras desempacaba, me fijé que en mi enojo y apuro de esa madrugada, había echado a la maleta un "tutu" negro que tenia, de cuando René me había hecho tomar clases de ballet. Eso me dio una idea respecto al uniforme, así que acabando de desempacar, me dispuse a arreglar mi uniforme nuevo.
Sometimes I need some time...on my
own
Sometimes I need some time...all alone
Everybody needs some time...
on their own
Don't you know you need some time...all alone
And when your fears subside
And shadows still remain
I know that you can love me
When there's no one left to blame
So never mind the darkness
We still can find a way
'Cause nothin' lasts forever
Even cold November rain
Don't ya think that you need somebody
Don't ya think that you need someone
Everybody needs somebody
You're not the only one
-Perfecto. Este uniforme si me gusta. – me dije a mi misma.
Después de "modificar" mi uniforme, me di un largo baño. Metí mis bocinas y mi ipod que desde antes ya había puesto. My playlist tenia la canción de "My Immortal" de Evanescence, esa canción me relajaba muchísimo, y mas sentir el agua caliente caer sobre mi cuerpo, sentir como cada musculo se destensaba, hasta quedar totalmente relajados.
Había sido un día de locos. En una sola mañana, me habían escoltado hasta la Academia Williams, había hecho una amiga, casi peleo con una tarada y hasta había hecho planes para salir. Increíble mi primer día en esta cárcel.
Cuando salí del cuarto de baño, casi me da un infarto.
-Rose, me asustaste.
-Perdón, es que toque y como no abrías, entre –comento en respuesta.
-Ok, esta bien, fue solo el susto.
En ese instante tocaron la puerta.
-Justo a tiempo –murmuro Rose.
-¿Quién es, Rosalie?
-Es Alice, te dije que te la iba a presentar –comento dirigiéndose a la puerta para abrirla- pero ella es un poco impaciente, así que vino a conocerte.
Rose abrió la puerta y tras ella, una pequeña chica me sonreía enormemente. Me pareció agradable, así que le devolví la sonrisa. Era unos cantos centímetros mas baja que yo, y mira que yo me considero enana; su cabello estaba corto, en diferentes capas y con las puntas apuntando a diferentes partes; su cuerpo era esbelto, de piel pálida encontraste con su cabello negro azabache, y los ojos azules, que la hacían verse muy bonita, hermosa de verdad. Portaba una playera negra de manga corta, con un estampado en el pecho de la muy famosa lengua de los Rolling Stone, esta chica sabe de música; la playera la combinaba con unos vaqueros entubados a la cadera de color azul y unas botas de tacón de aguja que le llegaban a las rodillas.
-Hola Rose, Bella, ¿puedo pasar? –dijo dando un paso hacia la habitación. Un momento, ¿ya sabia mi nombre?
-Claro, pasa –conteste extrañada- enseguida vuelvo, me visto y regreso.
-Ammm… Bella, te traje un regalo –me dijo Alice, deteniéndome- ya sabes, por tu primer día aquí.
-Alice… -dijo Rosalie. Algo me estaba perdiendo.
-No, rose, esta bien –conteste.
-Pero Bella… esta bien, tu te lo buscaste –dijo Rose, eso me asusto.
Alice me tendió una bolsa. La tomé con una mano, pues con la otra sostenía la toalla con la que estaba envuelta. Le susurre un "Gracias", pero cuando la puse en la cama y me dirigía al closet, Alice me volvió a interrumpir.
-Pero… ¿Qué haces?
-Amm... ¿voy al closet a cambiarme para salir a pasear?
-Si, pero… pruébate mi regalo ¿sip? –Alice junto sus manos como suplica y me miro con los ojos vidriosos. Rosalie solo torció los ojos y se fue a sentar a la cama a leer una revista.
-Esta bien, Alice, supongo que no me traje nada. Sabes de hecho así es, hasta me traje un "tutu" de crinolina negra –reí al saber que era verdad, pero gracias a Dios, mañana llegaban todas mis cosas.
-Entonces… me dejas arreglarte –eso me tomó por sorpresa- porfis, porfis, porfis, ¿siiiiiiiiiiiiiii?
-Alice de verdad, no creo que sea necesario, solo vamos a ir a cenar, ¡ni que tuviera una cita! –Dije entre risas- además, no creo que puedas hacer mucho por mí.
-Solo confía en mi, quedaras hermosa –dijo Alice contraatacando- anda ve ponte unos vaqueros y tu regalo, mientras voy a mi habitación por algunas cosas.
Esta niña me asustaba, pero así era adorable. Voltee a ver a Rosalie en mi cama y solo me dio una sonrisa de "mejor aguántate y acepta tu derrota". Yo solo suspiré.
-Esta bien peque.
-¿Peque?- dijo algo confundida o más bien molesta.
-¿Te molesta? –Conteste- si quieres no te digo así.
-No, esta bien, es mas lindo de lo que me dicen otras –dijo alzando la voz una octava y viendo a Rose, ella solo le saco la lengua. Que maduro de su parte- anda vístete.
Entré al closet y saque uno de mis vaqueros favoritos, que por suerte había hechado a mi maleta; eran unos jeans negros a la cadera con algunas rasgaduras y entubados; me dirigí al baño para vestirme. El regalo que Alice me dio, era una blusa de color rojo con estampados al frente de rayos, moros y guitarras, con un hombro al descubierto, realmente hermosa. Me miré al espejo, me veía bien, pero me faltaban mis Converse rojos. Me los coloque y me gusto la imagen del espejo.
Salí del baño y Alice ya estaba de vuelta, con un montón de cosas para el cabello y mucho, demasiado maquillaje. Me quede helada, ¿todo eso era para mi?
-Oh!, Bella, te vez genial –comento Rose sacándome de concentración.
-Ammm… Gracias –dije enrojeciendo- muchas gracias por la blusa, Alice.
-De nada, Bella, ahora… ¡siéntate! –contesto Alice. Por Dios, ya ni mi padrino Phil, que es miliar- hora de trabajar con tu cara… Rose, ¿me ayudas con el cabello?
-Claro, ¿que quieres que haga? –contesto la aludida.
Me sentaron en la silla de mi escritorio. Mientras Rosalie dejaba liso mi cabello con la plancha, cosa que yo tardaba como mínimo dos horas, Alice me pintaba aquí, me pintaba acá, usando diferentes cosas y ¡no acababa! Por lo regular, yo solo me secaba el cabello, me delineaba los ojos, me aplicaba un poco de rímel y listo. Pero ellas no. Una hora después por fin terminaron.
-Lista –dijo Alice.
-Quedaste hermosa, Bella. –secundo Rosalie.
Me miré al espejo, pues lo tenía enfrente. Esa no era yo. La del espejo tenia el cabello con volumen pero aun así liso hasta la punta; los ojos los tenia marcados con sombras negras difuminados, lo que hacia verlos realmente grandes, las pestañas casi tocaban las cejas de lo largas que estaban; la boca estaba pintada de un rojo pasión con un lip gloss transparente, que contrastaba con su piel blanca, como la cal. Así que miré bien y en esas facciones me descubrí. Era yo la del espejo. Me veía preciosa.
-WAO! –fue todo lo que pude decir.
-Bueno ya estas lista, ¿nos vamos? –dijo Rosalie a mi espalda.
-Si, vamos al centro comercial, quiero un Starbucks –secundo Alice. Yo solo asentí.
Eitt grax a todos lo que leen mi ficc, espero que sea de su agrado. Gracias por los reviews dejados se los agradesco de corazón.
Iovs eres genial niña, grax por tus consejos, tQmmm!.
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