Bella

Las lágrimas empezaron a salir solitas y es que después de haberme ido así de la habitación de Edward, me sentía peor que la mierda, si peor que eso. Camine por toda mi habitación mientras Steve preparaba algo en la planta de abajo, estaba mal herido y seguía con un montón de parches en el rostro y tenía unas cuantas costillas lastimadas pero nada grave como para que lo mandaran al hospital. Seguí moviéndome por toda mi habitación hasta que Steve regreso con un tazón de cereales y frunciendo el ceño a causa del dolor que tenía en su brazo izquierdo y es que después de la pelea con Edward, Steve había quedado peor de lastimado ya que su brazo estaba dislocado y tenía varios moretones en el abdomen y también el rostro.

-¿Qué te pasa?-pregunto mientras se sentaba en la cama y veía la televisión, solo negué con la cabeza y continué caminando.

Tenía que olvidarme de él, tenía que olvidar que Edward Cullen me gustaba y además todos aquellos años que estuve con él, en los cuales éramos los mejores amigos sin darnos cuenta, o más bien sin darme cuenta que yo lo amaba y que no necesitaba a nadie más que a él.

-¡Quítate!-grito Steve y lo mire-¡Me estas estorbando!

-Perdón-agache la cabeza y me senté en la cama.

Las horas pasaron hasta que dieron las ocho, Steve estaba por irse ya que sus amigos fueron por él ya que por los golpes, él y Paul eran los que habían quedado completamente mal heridos, Edward y Emmett si que sabían golpear. Cerré la puerta de mi casa y espere en la sala a que llegaran mis padres, estaba mirándome las uñas de las manos cuando se me ocurrió ver una película, me volví a levantar y puse Crepúsculo, una película de vampiros pero por supuesto mi personaje favorito era Robert Pattinson, me acomode de nuevo en el sofá y empecé a ver los cortos sobre otras películas que están por salir o que saldrán en DVD, estaba tan cómoda, tan relajada que cuando mis ojos estuvieron a punto de cerrarse, el timbre de mi casa sonó y provoco que diera un gran brinco del sillón hacia el pasillo, camine con paso lento y tallándome los ojos para ver si así podía aclarar mi vista, hasta que llegue a la puerta y al abrirla, me espanto la imagen de un hombre alto con cabello largo. Al principio creí que se trataba de Steve pero cuando sonrió mostrando sus relucientes dientes, supe de inmediato que se trataba de Jacob.

-Hola, Bella.

-¡Jacob!-lo abrace y él me sostuvo en sus brazos-¿Qué… Qué estás haciendo aquí?-pregunte haciéndome a un lado para que pudiera pasar.

-Pues vine por ti-sonrió sin pasar, se me salieron los ojos, yo no podía salir con Jacob, en primera porque él tiene novia, segunda porque yo también lo tengo y tercera porque si Steve o Leah se enteran, a Jacob lo castran y a mí me dejan sin pestañas-¡Bella!-grito de repente.

-¿Qué?-lo mire.

-Te me pierdes mujer-Jacob se carcajeo y me jalo de un brazo, era diferente a como Steve lo hacía-Ahora vámonos, tengo una chamarra que te cubrirá toda así que no te preocupes por la tuya.

Y no pude decir no, ahora íbamos a no sé qué parte ya que Jake no quería decirme nada, era una caja cerrada ya que siempre que le preguntaba se dibujaba un cierre invisible y no abría para nada la boca. Me recargue sobre la ventana observando los arboles pasar uno por uno o todos por montón, este chico era igual que Edward. Suspire. Edward. ¿Cómo estará Edward? Como lo extrañaba, extrañaba estar con él salir a comer chatarra con mi mejor amigo y lo mejor jugar con él. De verdad que lo extrañaba.

Jacob parco el carro en un estacionamiento grandísimo hasta que me di cuenta que era el hospital, ¿Qué diablos estábamos haciendo aquí? En ese momento lo comprendí todo, Edward le había pedido a Jacob que me buscara para que pudiera hablar con él ya que yo no quería, mi amigo no era un tonto. Mire a Jake con cara de “Traidor” y él se carcajeo, eso no me gusto para nada. Al entrar, el moreno de mi lado subió el elevador y al salir, nos esperaba un Edward en bata y con su tubo donde iba el suero. Nuestras miradas se encontraron pero no soporte ver su brillo y agache la mirada.

-Edward-dijo Jacob-Hice lo que me pediste, ahora me voy, iré a comer un emparedado en la cafetería del hospital, porque tengo un hambre que soy capaz de comerme a Bella.

Y Jacob se fue, dejándome ahí sola con Edward, quien puso un dedo debajo de mi barbilla y alzo mi rostro. A pesar de que me resistí, algo dentro de mi sabia que me agradaba y quería verlo a los ojos así que ya no me resistí y alce la mirada observando aquellas esmeraldas que hacían temblar mis piernitas.

-Bella-pronuncio mi nombre y su aliento golpeo mi rostro provocando que mi corazón se sobresaltara.

-Edward, ¿Qué significa esto?-pregunte cuando sus ojos me liberaron.

-Bella lo siento tanto, pero no me diste otra opción, ven-me arrastro hacia su habitación y se quedo en la puerta, aun se veía un poco lastimado-Tu dijiste que ya no te buscara y eso hice, yo no te busque fue Jacob quien lo hizo.

-Sí pero era para ti.

-Bueno eso es cierto pero nunca dijiste que no podía decirle a alguien que te trajera, pudo ser cualquiera...-sonrió-Bella enserio yo no quiero separarme de ti.

-¿Así?-alce las cejas-¿Por qué?

-Porque yo te quiero Bella, eres la persona más importante para mí.

Al escuchar esas palabras, algo dentro de mí se ilumino haciendo que creara una ilusión que puede ser mentira. Solo lo mire y se acerco mas a mí.

-Bella, te quiero para mí, solo para mí- se acerco mas y tuve que retroceder porque esto estaba asustándome.

-Edward enserio estas asustándome, hazte para allá.

-Bella por dios no seas tonta-comenzó a reír-Bella quédate quieta no puedo caminar bien-Edward se detuvo pero yo seguí retrocediendo.

-Edward es enserio.

-Bueno ya Bella, enserio está empezando a doler la herida y no quiero hacer más esfuerzo, ya no jugare contigo-Edward camino hacia la cama y se recostó, me hizo señas para que me sentara a su lado y inhale con ganas antes de avanzar.

Algo me decía que esto estaba mal, Edward estaba como que contento y eso quería decir que estaba a punto de decirme algo y que también era algo que lo emocionaba, tal vez se dio cuenta de que tengo razón y se quiere librar de mi. Me quede pensativa por unos cuantos segundos que se me hicieron eternos hasta que sentí la mano de Edward en mi mejilla y aquel cosquilleo en mi estomago acompañado de una descarga de electricidad.

-Bella, ¿en qué piensas?-pregunto y lo mire mordiéndome el labio.

-En nada, dime entonces, ¿Qué quieres? ¿Por qué hiciste que Jacob me trajera aquí?

-Bella antes que nada quiero que sepas que eres una súper amiga pero ya me canse de que seamos solo amigos-Edward se puso serio y yo estaba al borde del colapso porque sabía perfectamente a que me atenía.

-Edward ya enserio, ve al grano-las manos comenzaron a sudarme.

-Bella yo te quiero y me di cuenta hace poco que ser tu amigo no me era suficiente-trate de hablar pero sus ojos verdes se me clavaron y las palabras salieron huyendo-Bella te amo.

Los últimos minutos desaparecí de la faz de la tierra, no sabía qué era lo que pasaba conmigo, pero un calor de alegría me inundo al mismo tiempo que las mariposas y los mareos regresaron, mientras Edward sonreía de oreja a oreja ante mis expresión y yo sentía como la sangre subía y bajaba por todo mi cuerpo, pero ¿Por qué me decía esto? ¿Acaso se estaba burlado de mí?

-Bella no me gusta que estés con Steve, no me agrada la forma en cómo te trata.

-¿Así que es por eso?-dije al comprender porque su declaración, el frunció el ceño.

-No te entiendo Bella-Me levante enojada.

-¿Por qué me lastimas así? Sabes pude creer tus palabras pero con esto-moví la cabeza de lado a lado-¡Ya no te creo nada!-explote.

-Bella cálmate si es por lo que dije es cierto, Steve te trata como la mierda del lugar de que parezcan que so novios y se quieren parece que eres su juguete-Edward gruño-Hoy lo vi besándose con otra chica y la estaba tocando todo, dime, ¿Crees que eso es tener respeto hacia ti?

-¡Estás loco!-volví a gritar-¡Steve no me trata mal!-mentí-Steve lo hace porque me quiere.

-Yo también te quiero y créeme que yo no te trataría así, Bella entiéndelo, yo te amo y Steve te trata mal.

-¡No me trata mal y ni tú me amas, lo haces solo porque quieres que me aleje de Steve, porque no soportas que este con alguien más que no seas tú, porque piensas que nuestra amistad se acabo!-Me cubrí los ojos con las manos y las lagrimas empezaron a salir.

-Bella-Edward se acerco a mí y toco mis manos pero de un solo movimiento lo aleje.

-¡No quiero que me digas nada!-grite-¡Ya no quiero que te metas en mi vida, te odio!

-¡Si ya no quieres que me meta en tu vida entonces creo que esto se termina, tenias razón aun que me duela hasta el fondo del alma lo mejor será que nos separemos…!

Camino hacia la puerta y aun que quise detenerlo algo me lo impedía <>  y es que a pesar de que sus palabras eran ciertas, me costaba aun creerlas y agradecía su ayuda y tanto y mucho mas su mentira de que me amaba, era más que grande mi agradecimiento pero no podía darme por vencida, yo quería protegerlo y eso haría, Steve jamás se acercara a ninguno de mis amigos.

Me quede ahí, llorando mientras pensaba en la pelea que acaba de tener con Edward, era estúpido lo sé pero estaba desecha, lo amaba tanto que tan solo saber que él ahora me odiaba y quería alejarse de mí, me mataba por dentro. La puerta se abrió y brinque de susto al mismo tiempo que una alegría me inundaba al pesar que era Edward, pero no era él, era Jacob que me observo y camino hacia mí para abrazarme.

-Todo salió mal, ¿verdad?-no tenía fuerza para hablar y solo asentí con la cabeza-Ven será mejor que nos vayamos.

-Pero… ¿Edward?

-Lo vi caminar muy lento hacia la oficina de su padre, yo creo que se quedara ahí durante un largo momento.

Y así paso todo esto, de la noche a la mañana mi mejor amigo dejo de serlo y ahora estaba sola, con un chico que me maltrataba y con él cual estaba para proteger a la persona que más amo.

-Marzo-

Hay veces que la vida es tan injusta contigo que piensas si hay alguien allá arriba que te odie, ¡Odio mi vida!

-Abril-

Lo veo y me derrito aun que después de ver su mirada de enojo siento que tengo que salir corriendo, todo está mal pero ¿Qué puedo hacer?

-Mayo-

Estábamos a poco de terminar este año y estaba más que cansada, este sería mi último año en Forks, me iría lejos a seguir estudiando y dejaría todo atrás. Pasaba casi todo mi tiempo en mi casa, ya no salía, ya no me divertía y mucho menos tenía amigos, recuerdo cuando Alice y Rosalie me vieron en los pasillo de la escuela y me preguntaron que si estaba bien, pero desde ese día me he vuelto la mas mentirosa del mundo.

<< “-Bella-dijo Alice y la observe mientras metía mis libros a mi casillero.

-Hola Bella-Rosalie me sonrió y solo hice un movimiento con la cabeza.

-Bella queríamos hablar contigo.

-Lo siento no puedo, tengo prisa.

Claro que tenía tiempo y tiempo era lo que me sobraba pero no podía hablar con ellas no cuando sabia de que me iban hablar y por quien me iban hablar. Les di la espalda y casi echo a correr pero las manos pálidas de Rosalie me detuvieron.

-Bella por favor, es solo un minuto-me detuve y las mire aun que no quisiera.

-Bella hace mucho que no nos hablas y eso nos pone triste-Alice hizo un puchero y tuve que morder mi lengua para no reírme, eso siempre me encantaba de Alice por eso lo hacía.

-Bella, ¿ya no nos quieres?-pregunta Rosalie y mis lagrimas se quieren salir al escucharla.

-Chicas en serio no me malinterpreten pero no puedo hablar ahora con ustedes lo siento-trate de nuevo irme pero Alice me detuvo esta vez.

-¡Ya me canse Bella!

-Alice…-tanto Rosalie como yo nos sorprendimos, la duende cuando se enoja si daba miedo.

-Bella ¿Qué has hecho? ¿Qué le has hecho a Edward? Sabes desde hace dos meses Edward ya no es el mismo, ya no sonríe, ya no se divierte, se la pasa todo el tiempo en su casa o en la biblioteca, ya ni sale con nosotros y estamos preocupados, enserio que lo estamos.

Rosalie y Alice asintieron con la cabeza y yo quería ser avestruz para meterme debajo de la tierra. Genial, ahora me sentía culpable, ahora me sentía peor que antes. Las lágrimas se escaparon de mis ojos rodando sobre mis mejillas mientras Alice se acercaba y me abrazaba dándome un gran beso en la frente y tratando de calmarme. Era genial estar así con mis amigas con aquellas personas que un día me quisieron ya que ahora me odiaban.” >>

Desde ese día me sentía muy mal, desde ese día sentí que mi vida ya no valía nada y que ahora estaba destinada a algo más. No merecía amigos como todos ellos, no merecía tener a ninguno de ellos, no cuando era así de grosera.

Seguí caminando sobre el pasillo mientras llegaba al estacionamiento, necesitaba un poco de aire y ya de perdis estar en compañía de los que dicen ser mis “Amigos”, cuando Salí alce la mirada y un par de esmeraldas intensas me observaron haciendo que mi cuerpo temblara, Edward me miraba como un niño ve el brócoli cuando su madre se lo quiere dar a la fuerza ósea horrible, agache la mirada y seguí caminando sintiendo un par de cuchillos siguiéndome. Al momento en que llegue donde estaban todos los amigos de Steve, él inmediatamente puso un brazo alrededor de mis hombros para depositar un beso en mi frente, era raro, de vez en cuando él hacia eso y más enfrente de sus amigos.

-Bella-Steve me hablo mientras conducía por la carretera-Eh estado pensando que ya es tiempo que salgamos como toda una pareja, ¿Qué te parece?

-Si me parece bien-trate de sonreír pero no me funciono muy bien.

-Bueno mira se estrena una película muy famosa sobre Vampiros, ¿Qué te parece si vamos?

Era chistoso, Steve sabia que me gustaba la saga de Crepúsculo y esto me parecía una burla de su parte, que idiota. Me limite a asentir con la cabeza.

Cuando llegue a mi casa, me fui a comer, metí al microondas una parte de la cena de ayer y mientras se calentaba le hablaba a mi madre para decirle lo mismo de siempre. Que saldría con mis amigos y que tal vez me quedaría en casa de Alice, mis padres aun no sabía que estaba con Steve ya que según mi padre, son chicos malos, patrañas o bueno tal vez si tenga razón pero muy poca. Seguí mi rutina de siempre, lave los trastes, hice mi tarea y alce mi cuarto para que se viera decente. Las horas se me pasaron volando, ya ni sabía qué hora era y que era lo que haría, como dije ya nada me interesa, solo terminar este año e irme para empezar una nueva vida.

Estaba acostada viendo televisión cuando el timbre de mi casa sonó y baje las escaleras con un bolso en la mano y con una chaqueta, hoy el tiempo amenazaba con llover y además del frio, no quería estar castañeando. Al abrir la puerta, una rosa roja me esperaba y me asombre al verla, pero Steve solo sonrió. Tome la rosa y me ayudo al entrar al carro, todo esto se me hacia extraño, cuando llegamos al cine, compro los boletos y luego las palomitas, me dio palomitas en la boca y hasta me beso varias veces, ¿Es que acaso estaba enfermo? Se comportaba de una forma demasiado extraña. La película fue fantástica, como siempre el amor triunfa y Robert y Kristen se quedaron juntos, ambos siendo vampiros y teniendo una hija hibrida, fue fantástica.

-No me gusto-dijo Steve mientras comía un rosquilla.

-¿Por qué?

-Porque Taylor debió quedarse con Kristen, hacían mejor pareja.

-No me parece, Kristen es hermosa y Robert es el más guapo hacen linda pareja-me encogí de hombros y Steve solo se carcajeo.

-¿Vamos por aquí?-señalo una calle que me pareció extraña pero ¿Qué podía pasar?

Asentí y lo seguí mientras me preguntaba ¿A dónde demonios quería ir? Algo me olía mal y presentía algo pero no sabía que era hasta que escuche como Steve comenzaba a reír y gire el rostro para encontrarme con el tan cerca de mí. Me abrazo y comenzó a besarme de una forma exagerada, no podía respirar y me apretaba sobre su cuerpo.

-¡Basta Steve me estas lastimando!

Algo fuerte y duro me golpe en el rostro y caí al suelo pensando que me rompería el cráneo por el impacto, Steve se me monto encima y comenzó a acariciar mi cuerpo poco a poco hasta que se hizo más brusco.

-¡Steve!-comencé a chillar y de nuevo algo me golpeo.

-¡Cállate!-volvió a golpearme-¡No sabes lo mucho que he esperado por esto!-me beso el cuello.

Siguió besándome y las lágrimas no tardaban en salir, me dolía todo, ahora comprendía cuando todos me dijeron que él era malo y cuando quería que saliéramos hoy y los detalles. Estaba perdida.