Mi Existencia y El.

Autor: MichelleV
Género: Sobrenatural
Fecha Creación: 30/03/2010
Fecha Actualización: 21/10/2010
Finalizado: SI
Votos: 35
Comentarios: 103
Visitas: 87538
Capítulos: 30

FIC FINALIZADO!

Desearía que mi vida tuviera un nuevo significado, algo fuera de cotidiano, sencillamente que le diera color, aunque cualquier pincelada estaba recibida en el estado en el  que me encontraba. Mi vida  descrita a mi manera refleja entre las sombras apacibles del día y la noche como la más grande patética existencia que cualquier ser humano pudiese considerar. Digamos que represento una adolescente normal por cierto mi nombre es Isabella Swan, estudio y tengo unos padres y familia maravillosa, aparte a pesar de tener esa sensación de ser una persona no tan “amigable” contaba con grandiosos amigos.

Al juzgar por esto pareciera que no necesito nada mas, hasta que mis padres deciden mudarse a un pueblo nuevo, ese pueblo tenia la temible sensación de ser apreciada por un recuerdo mas sórdido que mi mente. ¿En qué momento yo hubiera podido soñar con un lugar así? No era de las personas que se emocionaban con los lugares nuevos, pero este nuevo lugar lo había presenciado, en algunos de mis sueños, donde conocería a alguien que de una forma u otra le daría un nuevo significado a mi vida, ese alguien está cerca y lo espero con mucha ansiedad, en mis sueños… Solo ansío que esta vez, ese ser sea real.

 Chic@s este es mi primer fic, a veces los dejo en Suspenso, no me odien.Gracias por todos sus Votos y Comentarios, todos son muy bien recibidos, los quiero!

Michu_26_7@hotmail.com

Ademas esta disponible en: www.potterfics.com/historias/54882 ; www.fanfiction.net/s/6216676/1/Mi_Existencia_y_El

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Capítulo 18: Malignos Recuerdos.

    Un día de sorpresas, de emociones fuertes, de pensamientos turbios. Tenía en frente de mi a la persona que me ayudaría escapar, pero la fuga no sería gratificante, una vez mas Isabella Swan recibia una patada mas, un rechazo más para este terrible corazón que no aguantaría, todavía faltaba lo que me diría Edward, pero hoy no quería escucharlo y sé que insistirá en hablar, pero no lo dejare, son demasiadas cosas en los últimos días. Llorar para mí se estaba convirtiendo en rutina, ver a Jacob sollozar y expresar su amor por mi me estaba produciendo asco, el amor me sabia a aire, si es que se podía respirar.

   De repente su corazón se ilumino, yo me sorprendí, no podía dejar de mirar su pecho que brillaba, él se asombro al ver la luz fulminante en su pecho, entonces me dijo que se tenía que ir, yo lo retuve, cuando lo tome, la luz se torno rojiza.

-       ¿Qué sucede Jacob?-pregunté, reteniéndolo del brazo.

-       Es complicado Bella, sólo que ahora es casi imposible que estemos juntos, me han reafirmado mis alas, este corazón esta de este color por ti, mi amor es así para ti. Seguiré yendo a la secundaria, no te preocupes, me voy porque me están llamando las personas que me dieron las alas, tengo que subir- me dio un beso en la mejilla y desapareció ante mis ojos.

   Tuve que tragar grueso ante la situación, analizaba dando tumbos en mi cabeza, arrastrando mi morral, es que no podía odiar a Jacob por el simple hecho de ser un ángel, sencillamente eso lo convertía en un ser más especial, subí los pocos escalones del porche de mi casa, pero al acercarme a la puerta noté que mi madre no se encontraba sola, al abrir, estaba allí Edward, sentado en la sala de mi casa con una taza de chocolate, el aroma adornaba el salón, mi expresión no fue muy receptiva, él me miraba de arriba hacia abajo con gesto analizador, yo no le escondía la mirada, mas bien, lo hice en forma retadora, este día nunca se acabaría, mi mente enferma no lo permitiría.

-       Bella, hija, por fin llegaste, tienes visita, el chico esta esperando por ti dese hace más de una hora, ¿por cierto estuviste llorando?- preguntó mi madre con la jarra del chocolate, ofreciéndole un poco más a Edward.

-       Si es que… me retrase, no mamá no estuve llorando, debe ser que el clima, el lugar, todo esto me está cayendo mal, terminaré enferma- dije exhausta.

-       Bueno yo los dejo para que hablen. Hasta luego Edward, visítanos con regularidad, eres un chico encantador- dijo mi madre regalándole una sonrisa.

-       ¿Qué haces aquí Edward?- mi tono sonaba fastidioso.

-       Necesitamos hablar Bella, es relevante que tú y yo aclaremos la situación- se levantó de la silla.

-       No es necesario que te levantes, no hablaré contigo Edward, puedes invadir mi casa, molestarme donde a ti te dé la gana, pero hoy no quiero, es suficiente por el día de hoy, por favor vete de mi casa- arroje el bolso, me senté y me tome la frente.

-       Bella te lo suplico, siento que un abismo nos separa, eres mi vida, lo que me hace respirar, el motivo por el que mi corazón late y bombea sangre, mira como estoy por ti, me estoy muriendo por dentro y a ti no parece importarte, ahora me conseguiste reemplazo, ¿Cómo puedes hacerme sufrir así? ¿es que no te importo?- su cara no tenía un buen semblante, parecía que no ha dormido en días, se arrodillo para suplicarme, yo me estaba sintiendo perdida, confundida y como la basura más miserable del planeta, también él sufría, pero mi corazón no respondía.

-       Si me importabas, quise decir me importas, pero no es justo para mi, si me quieres tanto como te has cansado de decirme, solo hoy no me molestes con tu cuento que eres un alienígena, que quieres invadir la Tierra, que exterminaras a los seres humanos y bla bla, estoy cansada de estar rodeada de sucesos sobrenaturales, sencillamente déjame sola- hablaba caminando de un lado para otro por toda la sala.

-       Necesito que lo sepas hoy Bella, por favor, no es nada nuevo lo que tengo que contarte, solo me salte algunas partes- me hizo un gesto invitándome a sentarme.

-       Está bien hablemos como dos personas, bueno como dos criaturas civilizadas, me imagino que ese término lo conocen en tu planeta- le decía en tono vacilante, sentándome frente a él, lista para el show.

-       Sin ironías Bella, esto no es un juego, estoy hablando seriamente- se inclino hacia mí, colocando sus dos brazos apoyándose en su pierna.

-       He escuchado tanto pero tanto, que nada me sorprende, así que habla. Ma prepara unas galletas y un chocolate, mi amigo Ed me contara algo súper largo y tedioso y no me quiero dormir- lance una sonrisita.

-       Basta Bella, esto es serio, y quita esa sonrisita de niña inmadura y escúchame- frunció el ceño.

-       Me quedaré calladita, es más me cierro la boca- hice un gesto con mi boca, como si cerrara un cierre en él.

-       Está bien, no estoy solo en este planeta, tengo dos hermanos que son como yo, mi hermana Alice y Emmet, Alice puede saber lo que piensa las personas con solo meterse en sus sueños, es decir, cuando duermes ella puede saber qué piensas, cambia la estructura de los objetos, mi hermano Emmet tiene una fuerza extraordinaria, y también como yo crea un campo magnético de seguridad ante él, nada ni nadie puede atravesarlo- hablaba sin parar, yo me encontraba entretenida, ese es el significado que acabo de darle a toda esta historia.

-       OK. Pero en realidad, ¿Cuáles son tus poderes?- empecé a participar en la historia.

-       Bueno, el del campo de fuerza que genero para protegerme, además cambio de estructura los objetos, puedo tomar este chocolate y transformarlo en café, pero solo lo hago con los líquidos y sólidos, con las personas no, cuando toco a las personas puedo ver sus recuerdos más importantes. El día que tu y yo nos conocimos y caíste sobre mí, al tocarte en el brazo percibí que habías soñado conmigo meses anteriores, pero esos sueños eran como pesadillas, una de ellas mis ojos sangraban, hasta yo me aterrorice, pero creo que era la manera en cómo me ve tu subconsciente, en fin es aterrador- soltó una risita.

-       Si… creo que tiendo a tener una mente retorcida, caramba es asombroso lo que pueden hacer, estoy sorprendida, bueno miento ya nada me sorprende, y entonces ¿solo saben eso?, ¿esa es toda la historia?- me mostré mas interesada en el pasado de Edward.

-       Solo sé lo que te acabo de decir, yo estoy tan intrigada como tú sobre mi vida, para nosotros no es fácil, mis hermanos saben que tú lo sabes, tuve problemas con ellos, pero yo les jure que pueden confiar en ti, que no dirás nada. Yo confío en lo que me dicta mi corazón- se toco el pecho y me miro fijamente, como una de esas miradas que no te esperas y pareciera que te flecharan para siempre.

-       Edward, ¿podrías tocarme? Necesito saber que ves ahora, si tú dices que puedes ver los recuerdos más importantes, quiero que me veas- dije levantándome del asiento, me pare frente a él, esperando una respuesta de su parte.

     El se levanto, no lo pensó, me tomo la mano, se concentro y me miro a los ojos, de repente una lagrima se deslizo por sus mejillas, puede sentir como mi corazón latía, y mi estomago parecía que estuviera metido en una montaña rusa. Soltó mi mano, toco mi frente, yo no paraba de observarlo, sus ojos, su boca que tanto me atraía, quito su mano de mi frente, se volteo y me dio la espalda, cerro los puños y los junto hacia su cuerpo.

-       Edward ¿Qué te sucede?- pregunte tratando de mirar su rostro. Él respiro profundo y se volteo, yo arrugue la frente, preguntándome que pasaba.

-       Creo que tienes razón Isabella, no sé porque vine hasta tu casa, debí haberte hecho caso- enarco una ceja y la línea debajo de su barbilla se notaba rígida.

-       No entiendo, ¿Qué te pasa?- no podía evitar mirar su rostro tenso.

-       No me aceptabas al principio porque yo era diferente, me encanta saber qué piensas, hipócrita.- se dirigió hasta la puerta, dando pasos firmes, yo lo agarre del brazo y me pare frente a él, de espaldas a la puerta principal de mi casa.

-       Edward, espera, ¿Qué demonios sucede contigo? ¿Dónde está tu insistencia de hablar? Arreglemos las cosas, por favor.- yo me encontraba fuera de sí, no entendía lo que pasaba.

-       Buena Suerte Isabella Swan, ah y ¡Diviértete con Jacob Black!- grito, y abrió la puerta y salió corriendo, yo solo lo observaba alejarse, ahora él rompía mi corazón.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Capítulo 17: Tiempo. Capítulo 19: Onda de Calor (+18)

 
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