Bella Swan
“Me gustaría hacer algo para poder ayudarte.”Dijo Edward en un tono dulce. Descansaba su barbilla sobre la palma de su mano a la vez que se inclinaba sobre la mesa de la cocina.
“Estoy bien. ¿Por qué no vas a escuchar el futbol con mi padre?”Dije cortando el brócoli.
“Prefiero el beisbol.”Murmuró cambiando el mentón a la otra mano.
“¿Todavía le tienes miedo?”Me burlé. Nunca había visto a Edward ponerse de pie tan deprisa como lo había hecho ayer. Estuvo a punto de hacer un sprint para volver a su dormitorio.
“No.”Suspiró y se levantó.”Pero ¿Tiene que viajar con su arma?”
Me reí y él sonrió un poco. Le tiré unas verduras y me sacó la lengua. No pude resistirme a inclinarme y besarle. Se separó rápidamente de mi boca.
“Está dormido.”Susurré. Edward asintió y se inclinó de nuevo hacia mí.
Nunca entendí todo eso del Día de Acción de Gracias y que los hombres se durmiesen frente a la televisión. Quizás fuese una tradición como el pavo.
No pasó mucho tiempo hasta que todo estuvo listo. Saqué el pavo del horno a los treinta minutos, junto con el guiso de judías verdes. Todo lo que tuve que hacer después fue el brócoli y poner el queso con los panecillos en el horno. Disfruté con mi trabajo, contenta de ofrecer una buena comida a los dos hombres más importantes en mi vida.
“Edward…”Me detuve, considerando lo que quería decir. Había estado pensando toda la noche antes de irme a la cama, sola.”¿Puedo hacer unas fotos?”
“Claro, ¿porqué lo preguntas?”Apoyó su barbilla en la mano otra vez.
“Quiero decir ¿No te ofenderás o algo?”Pregunté prudentemente.
“Bella, amor ¿por qué iba a ofenderme? De hecho, creo que es una gran idea.”Dijo sonriendo.
“¿Enserio? ¿Por qué?”No sé porqué pregunté. Estaba contenta porque había dicho que sí. Ya tenía mi cámara en el bolsillo.
“Bueno, mi madre me ha estado fastidiando para que haga fotos. Quiere verte. Se emocionaría al saber que pudiste obligarme.”Se puso detrás de mí y me rodeó la cintura con los brazos.
“¿Tu madre quiere ver fotografías de mi?”
“Quiere saber cómo es la chica que parece hacerme delirar.”Me besó la mejilla.
“Oh…”Dije con una pequeña sonrisa. No sabía casi nada de sus padres y no estaba al corriente de lo que ellos sabían de mí.
“Dime ¿qué hora es?”
“La una ¿por qué?”Me volví hacia él confundida.
“Debo llamar a mi madre y a mi padre. Tengo que desearles un feliz Día de Acción de gracias.”Sacó su móvil del bolsillo. Marcó el numero dos y luego a la tecla de, llamar, llevando su elegante teléfono plateado hasta su oreja.
Edward Cullen
“¿Hola?”Contestó mi madre alegremente el teléfono.
“¡Hola! Feliz Día de Acción de Gracias.”Respondí en un todo idéntico al de ella. Podía escuchar el canal de deportes de fondo. Mi padre se llevaría bien con Charlie, creo.
“¿Cómo estas cariño?”
“Bien, bien. Todavía no he comido.”
“Espero que no estés pensando en encargar una bandeja con pavo o algo así.”Se burló. Ella sabía perfectamente donde iba a comer.
“¡Por supuesto que no! Mi increíble novia nunca lo permitiría. Apreté un poco la cintura de Bella. Soltó una risita, a la vez que se meneaba contra mí, haciendo algo en el fregadero, lo más probable es que estuviese lavando los platos.”Mamá, creo que es una chica con los mismos gustos que tu. Está haciendo un banquete.”
Bella bufó y mi madre rió al oír el ruido.”Dale las gracias de mi parte por cuidar tan bien a mi hijo.”
“Oh, lo haré. Por cierto, está planeando robar mi alma con la diabólica cámara de fotos.”Bromeé. Ella sabia cuanto odiaba la idea de hacerme fotos cuando no podía ver nada. Me sentía inútil pero mi madre siempre insistía.
Rió.”¡Bien por ella! Tienes que enviarme algunas copias.”
“Ya lo había pensado. Felicítale el día a papá de mi parte.”
“Pásalo bien cariño ¿Hablaré contigo el domingo?”Dijo mi madre optimistamente. Honestamente creo que había estado sentada junto al teléfono hasta que llamé. Era una sensación agradable ser querido por tantas personas especiales.
“Vale, te quiero.”Dije alegremente.
“Yo también te quiero.”Dijo con suavidad, parecía bastante triste.”Pasa un buen Día de Acción de Gracias.” Metí el teléfono en el bolsillo. Bella estaba terriblemente tranquila.”¿Estás bien?”
“¿No fuiste a casa por mi?”Dijo en un susurro.
“Bella ¿te molestaría si lo hubiese hecho?”
“Sí. No quiero impedirte ir a ver a tu familia.”Sonaba como si estuviese llorando.
“Bella, ahora eres parte de mi familia. No es la única razón por la que me quedé. Odio viajar, es mucho más difícil durante las vacaciones. Y ¿tan malo es querer quedarme contigo?”Puse las manos en su rostro, que estaba húmedo y con lágrimas. Acerqué dócilmente su cara a la mía y besé suavemente sus labios.”¿Por qué lloras?”
“Porque eres demasiado bueno para mí. Eres demasiado dulce. También demasiado compresivo. Eres más capaz que yo…”Sollozó. La acerqué abrazándola con fuerza.
“Nunca dije eso. Te quiero. Eres asombrosa. Si hay algo que es demasiado bueno para mí eres tú. Por favor no llores. Se supone que tienes que ser un día feliz.”Murmuré entre su cabello, dándole pequeños besos.
Un temporizador sonó junto a nosotros y Bella suspiró audiblemente.”Tengo que poner los panecillos.”
“¿Estás segura de que no hay nada en lo que te pueda ayudar? No soy un completo inútil, ya sabes.”Bromeé, acercándola más a mí.
“No pienso que seas inútil.”Dijo hablando en serio, casi parecía enfadada.
“Lo sé. Esa es una de las razones por las que creo que eres tan asombrosa.”Le di un beso, pero ella se alejó.
La sujeté rápidamente y le di la vuelta. Apreté mi boca contra la suya, besándola con toda la frustración que sentía. Odié su repentino cambio de humor y quería cambiarlo tan pronto como fuese posible.
“Edward…”Respiró mi nombre.”Deberías haber ido a casa con tu familia.”
¿Quieres que me marche?”
“¡No! Sabes que no quiero que te marches. Lo que pasa es que no quiero estropear la relación que tienes con ellos.”Respondió, en apenas un susurro.
“Mi madre no puede esperar a conocerte y me ha estado pidiendo tu número de teléfono para poder hablar contigo. Quiere conocer a la chica que me ha hecho tan feliz. No me estas apartando de mi familia. Fui yo quien decidió quedarse aquí. Si no quieres que me quede, me iré. Si necesitas tiempo a solas con tu padre, lo entenderé.”Dije con firmeza. Era la verdad. Me marcharía si ella me lo pedía, incluso aunque yo no quisiera.
Apretó sus temblorosos labios contra los míos.”Quédate. Lo siento. Estoy cansada y sensible.”
“El embarazo es lo que tiene.”Me burlé.
“¡Ugh! ¡No estoy embarazada! Nunca debería hacer pedido ese estúpido libro.”Dijo mitad riendo y mitad refunfuñando.
Finalmente la dejé alejarse y seguir cocinando. Volví de nuevo a la isla de la cocina.
“La cena huele muy bien.”Dije con una pequeña sonrisa.
Bella Swan
No sé por qué me molestó tanto la llamada telefónica. Parecía tan feliz y tan triste al mismo tiempo. Parecían hablarse como si realmente se cuidasen el uno al otro. Era una relación autentica de padres e hijos, a diferencia de lo que yo tenía con los míos.
Me sentí como si lo estuviese alejando de su familia. No quería ser la razón. Estaba seguro de que echaba de menos a sus padres más que yo a los míos.
Cuando me preguntó si quería que se marchara me entraron ganas de chillar. Por supuesto que no quería que se fuese. Simplemente no quería que pensara que necesitaba que se quedase conmigo.
Trató de tranquilizarme respecto a su familia, pero sinceramente no funcionó. Tendría que hablar con él más tarde sobre eso. Pero, de momento tuve que poner cara de valiente.
“Quédate. Lo siento. Estoy cansada y sensible.”Dije suavemente, limpiándome las lagrimas que caían de mis ojos.
“El embarazo es lo que tiene.”Dijo con una sonrisa en sus perfectos labios. Estaba tratando de aligerar mi estado de ánimo.
Nunca debí soltar eso. Alice se burlaba de mi todas las noches antes de irse a dormir.”¡Ugh! ¡No estoy embarazada! Nunca debí pedir ese estúpido libro.”
Finalmente, me soltó de su cálido agarre y volvió a su asiento.”La cena huele muy bien.”
“Está casi terminada. Solo faltan los panecillos.”Respondí por encima de mi hombro a la vez que ponía la mesa. Me sorprendí de cuanto dormía mi padre y apagué el televisor. Él se agitó despertándose.
“Hey, estaba viendo eso.”Murmuró grogui, enjugándose los adormecidos ojos.
“La cena esta lista. Ve a lavarte.”Le di una palmada en el hombro.
“Vale…”Se levantó del asiento, pero no estaba realmente despierto.
El temporizador sonó y me apresuré a sacar los panecillos, no quería que se quemasen. Parecía que eso era lo que hacía siempre. Me olvidaba de ellos y se me quemaban la parte de abajo.
Cuando mi padre salió del baño, todos nos acercamos a la mesa. Comencé a servir por el plato de Edward y el mío.”Oye Bells ¿Por qué no bendices la mesa?”
Me sorprendió. Por lo general, solo lo hacíamos en vacaciones, olvidándonos muchas de las veces. No éramos una familia muy religiosa, para nada. Tal vez mi padre estaba tratando de quedar bien delante de Edward, lo que me sorprendió aun más.
Cogí lentamente las manos de Edward y de mi padre y agaché la cabeza, tratando de recordar las oraciones que rezaba en preescolar.”Dios te damos gracias por el pan de cada día. Amén.”
Miré a Edward que tenía una pequeña sonrisa en la cara.”Nosotros rezábamos lo mismo antes de la merienda en la escuela dominical cuando yo era pequeño. Me había olvidado.”
“Durante preescolar fui a una escuela luterana se nos quedó grabado. Ni si quiera sé porqué fui a una luterana.”Murmuré entre dientes mientras le pasaba su plato.
“Porque tu madre salía con el pastor.”Respondió mi padre, ni siquiera apartó la mirada de su plato.
Comencé a reir.”¿En serio? Eso es bastante penoso… Me alegro de no recordarlo.”
“Bella, todo está increíble. Eres una gran cocinera.”Dijo Edward sonriendo. Parecía que estaba intentando cambiar de tema y di gracias por ello. No era necesario que se aireasen los trapos sucios en la mesa.
Tras el pastel, las galletas y el café, los tres volvimos a la sala de estar. Eran sobre las 2:30 pero ya estaba muy cansada. Para mí el día había sido agotador. Al menos no tenía un montón de platos que fregar, la mayoría de ellos ya estaban limpios. Miré a Edward que había echado la cabeza hacia atrás contra el sofá. O bien estaba dormido o escuchando el canal de deportes.
Saqué la cámara digital de mi bolsillo y rápidamente le hice una fotografía. Edward levantó la cabeza.”¿Acabas de hacerme una foto?”
“Tal vez…”Dije inocentemente.
“Genial. ¿El titulo de la fotografía será ¨El coma de pavo¨?”
“Tal vez.”Reí tontamente, haciéndole otra foto.
Suspiró y entonces intentó sonreír. Parecía medio bobo no quería esa sonrisa. Me incliné hacia delante y le besé cerca de sus labios. No le hacía justicia. Después de alejarme ya sonreía de forma más natural. Le hice otra foto.
“¿Porqué no os hago una foto juntos?”Se ofreció mí padre, asentí y le pasé la cámara. Me puse más cerca de Edward, apoyando la cabeza sobre su hombro. Pasó el brazo por mi espalda y me acercó todavía más.
Tras varias fotos y poses volví a coger la cámara. Le hice un par de fotos rápidas a Charlie, muy a su disgusto.
Edward Cullen
En algún momento Bella y yo nos dormimos en el sofá. Bella estaba acurrucada sobre mi regazo, con la cabeza descansando en mi pecho. La mía estaba apoyada contra el respaldo del sofá. Alguien tocó mi hombro, haciendo que me despertase de forma brusca.
“Feliz Día de Acción de Gracias.”Cuchicheó Alice.
“Igualmente. Has vuelto pronto.”Me froté la cara. No llevaba puestas las gafas. Probablemente se habían caído al suelo o estarían en el sofá.
“No es temprano. Son alrededor de la siete. ¿Dónde está Charlie?”Jasper me palmeó el hombro cuando pasó.
“No lo sé. Hemos estado durmiendo bastante, creo.”Dije distraído, con la mano que tenia libre buscaba sobre los cojines del sofá.
Mis movimientos despertaron a Bella. La sentí estirarse, dándose la vuelta un poquito.”¿Dónde está papá?”
“Todos me preguntan lo mismo, como si le hubiese visto o algo así.”Murmuré para mí. Bella me pegó en el hombro por ser sarcástico y puso algo en mi mano.
Volví a colocarme con cuidado las gafas, alegrándome de no haber tenido que buscarlas por su regazo mientras su padre estaba por allí.
Bella saltó de mi regazo.”Iré a buscarle.”
Oí un suave ¨ah ha¨ mientras la puerta se abría. Me levanté para ir al baño, pasando por la puerta trasera de camino.
“Entonces ¿Lo amas de verdad?”Preguntó Charlie.
“Con todo mi corazón.”Replicó, con voz fuerte y segura.
Sonreí por su respuesta. Yo había contestado exactamente lo mismo el día anterior.
“Lo miras como si fuese mágico.”Parecía hosco al pensarlo.
“Lo es, en cierto modo. Para mí lo es.”
“Bella, no quiero que te haga daño.”
“Confío en él. Me ama de la misma forma que yo. Me preocupa más poder hacerle daño yo a él.”Dijo tristemente. Eso me sorprendió. ¿Cómo podría hacerme daño? Ella era el ángel que había iluminado mi oscuro mundo. Me hacía sentir amado y seguro. Me hacía sentir como un hombre de verdad, como un hombre completo. Quería estar con ella cada minuto del día solo para poder sentirme de esa manera.
Decidí que era hora de dejar de escuchar a escondidas. Me tomé mi tiempo en el cuarto de baño, lavándome la cara y las manos. Quería darles tiempo para que hablasen en privado. Sabía que no tendrían mucho más. Charlie tenía su vuelo muy temprano a la mañana siguiente.
Volví a la sala, pero no oía a Bella. Alguna película o programa sonaba de fondo. Me dejé caer en el sofá.
“¿Tuvisteis una buena cena de Acción de Gracias?”Preguntó Jasper a mi lado.
“Sí, Bella es una gran cocinera.”Sonreí para mí. Podría comer lo que ella cocinase durante el resto de mi vida, pensé.
“¡Hey Bella! ¿Quieres venir conmigo a hacer las compras de navidad mañana por la mañana?”Dijo Alice alegremente.
De hecho la sentía botar de entusiasmo en su asiento.
“Ugh ¿Quedar contigo por la mañana?”Gimió, sentándose en mi regazo.
“¿Dónde está Charlie?”Pregunté tranquilamente tratando de alejar su atención de las compras. Sabia cuanto las odiaba.
“Quería dormir un poco. Está en mi habitación.”
“Entonces ¿Esta noche dormirás en el sofá?”No me gustaba la idea y la hubiese invitado a que se quedase conmigo si no siguiese teniéndole un poco de miedo a su padre.
“Sí, no me importa. Puedo dormir en cualquier sitio.”Dijo riendo suavemente. Parecía más relajada, más feliz que antes. Estaba contento por eso. No quería que Bella fuese infeliz.
Me incliné y la abracé con fuerza. Me devolvió el abrazo, presionando su cara contra un lado de mi cuello.”Isabela, te amo con todo mi corazón. Eres una mujer increíble y no sé lo que haría sin ti.”
Bella Swan
Su declaración me sorprendió. Me alejé para mirar a su perfecta cara de ángel, no había más que amor en cada rasgo. Mi padre dijo que parecía que le mirase como si fuese mágico. Tenía razón. Lo hacía. Edward hacia que mi vida fuese un cuento de hadas. Él era mi príncipe azul y yo me sentía como su princesa.
“Yo también te amo.”Susurré contra su oído. Acercó mi rostro al suyo y atrapó mis labios en un beso. Provocándome escalofríos por mi columna vertebral.
“Vale, vosotros dos no podéis dejar de hacer eso ni un segundo. Aun no has respondido a mi pregunta.”Se burló Alice, tirándonos un cojín.
“Um ¿Qué pregunta?”
“Compras. Las compras de navidad.”Dijo alegremente Alice rebotando de nuevo.
“No, tengo que levantarme temprano para llevar a Charlie al aeropuerto.”Murmuré, arrimándome más a Edward.
“¡Venga, acompáñame! ¡Vamos!”Rogó. Fue difícil negarse cuando lo hizo. Fue casi tan difícil como cuando Edward ponía pucheros. Sin embargo, esta vez no iba a ganar.
“No. Lo siento. Tal vez después de las compras de navidad.”Le dije. Lanzó un suspiro y giró la cabeza hacia Jasper.
“¡Eso significa que tu vendrás conmigo!”Saltó a su regazo. ÉL gimió, echando la cabeza hacia atrás.”Por favor, por favor, por favor con nata montada y una cereza.”
“Sabes que lo haré.”Dijo amargamente.”Aunque conseguiré algo mejor en este trato.”Bromeó, pinchándola.
“Hum, puedo pensar en algo, estoy segura.”Siguió bromeando Alice. Se inclinó acercándose a él y le besó profundamente. No eran tan afectuosos como Rosalie y Emmett, o como Edward y yo, cuando estaban en público, pero cuando les veías actuar de esta manera te dabas cuenta de que iban a estar juntos el resto de sus vidas. Sonreí a mis amigos, estaban tan dulces juntos.
“Y, nos acusan de hacer eso.”Me susurró Edward antes de besar mi cuello.
Le sonreí, tocando su cara. Me pregunté si mis amigos nos veían de la misma manera. ¿Verían ellos en nuestra forma de actuar que estaríamos siempre juntos? ¿Verían el eterno amor que sentía?
“Bien ¡Odio haceros esto señoritas! Pero creo que es hora de que vuelva a casa. Si voy a tener que ir de compras con un dulce duendecillo necesito descansar.”Rió Jasper, levantándose del sofá. Tocó el hombro de Edward.”¿Quieres dar una vuelta?”
“Ve, te veré mañana.”Acaricié su cuello con mi nariz.”Descansa. Estaba a punto de marcharme a la cama de todos modos.”
“Solo si estás segura.”Acarició mi espalda.
“Sí, estoy muy cansada. Buenas noches.”Le besé la mejilla antes de apartarme de su regazo, ocupando el sitio que acababa de dejar Jasper.
No dijo nada más, pero se inclinó y me besó otra vez. La dulzura del beso me sorprendió. Fue profundo, reconfortante, lento y suave. “Hasta mañana, duerme bien.”
Siento el retraso pero he estado de viaje y me ha sido imposible actualizar
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