te voy a dar calabazas

Autor: princcesaaa
Género: Romance
Fecha Creación: 14/04/2010
Fecha Actualización: 01/05/2010
Finalizado: SI
Votos: 12
Comentarios: 12
Visitas: 112291
Capítulos: 32

Nueva historia.....nueva autora. A todos nuestros visitantes les quiero presentar a Patricia o como la conocen por ahí Patty Massen, ella es de Perú y es la autora de varios fanfic's, su redacción es genial y las tramas de sus historias buenisimas.yo solo la estoy bajando.  k  kede todo claro.
La primera de las historias que disfrutaremos de ella es distinta a varias que conocemos......Bella y Edward se ven obligados a casarse para poder acceder a una herencia pero deben convivir un año entero. Que pasará con ellos, ambos son muy obstinados y parecen odiarse. ¿Podrá surgir el amor en pleno campo de batalla?
Dificil la verdad.....vamos a ver que pasa  en esta divertida historia con mucho humor y romance.
Link de la autora:

 

 

 http://www.fanfiction.net/u/1802610/PATTYMASSEN

 

 

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Capítulo 17: Se que planeas algo

Dios mío, me dije al despertar ese glorioso y espectacular domingo. Seguía en el sofá, mejor dicho Edward estaba en el sofá porque yo estaba sobre él. Definitivamente hasta que este mueble se cayera de viejo tendría un lugar especial en casa.

Imágenes del día anterior me llegaron de pronto y me sonrojé. Cuando pensaba que él ya era perfecto descubrí otras partes aún más perfectas.

- Hola preciosa- dijo acercándome a su pecho. – ¿Te das cuenta de que hemos pasado una tarde y una noche aquí?

- Si, creo que toda la actividad nos dejó muy cansados.

- ¿Tengo hambre, quieres que te prepare el desayuno?

- Eso sería genial. No tengo ganas de salir hoy.

- Yo tampoco, acabo de descubrir un deporte mejor que el basketball y tengo intensiones de convertirme en un experto.

Pasamos todo el día jugueteando como recién casados, de hecho aún lo éramos, teníamos dos semanas de haber contraído matrimonio y a pesar de todo lo ocurrido y de la forma como se dieron las cosas no había podido arrepentirme ni una vez.

Dos semanas más pasaron y Edward tuvo que ir a Seattle. El consejo había destituido a Marcus por el problema con la empresa de extracción y sus juicios pendientes. El juicio iniciaría en un mes y tanto Jake, Garret y yo debíamos ir a testificar cuando nos citaran. Se pudo probar que Cayo también había participado de forma activa en el soborno a los empleados del gobierno para desconocer a los quileute como administradores y protectores de La Push. Por tanto Cayo también fue detenido pero su proceso era diferente al de Marcus. Su esposa e hijos decidieron mudarse a Forks ya que no soportaron los chismes en Seattle. Y fue así como casi todos los Cullen estarían ahora aquí para hacer todo más difícil.

Por la cláusula en el testamento de Aro Cullen nosotros todavía no entraríamos en posesión de la herencia hasta dentro de 11 meses si para entonces seguíamos viviendo juntos. Pero ahora estábamos más unidos que nunca y nada podría cambiarlo.

- Bella sé que tal vez no sea buena idea con todo lo que ha pasado pero tía Didyme ha organizado una cena familiar para recibir a la esposa y los hijos de Cayo. Y estamos invitados. También irán mis padres. Es el próximo sábado

- Vaya el clan Cullen si los cabecillas. Suena interesante. ¿Entraremos todos?

- Será en casa de Jasper. Los otros vivirán a pocos metros de allí. El consejo ha reducido su pensión mensual, además ellos no soportaban el trato que les estaban dando en Seattle, vivir aquí les saldrá mas económico, incluyendo el instituto ya que Heidi y Alec estudiaban en Tacoma, yo fui a esa preparatoria porque mi abuelo insistió. Es muy costosa y los alumnos unos pedantes, no todos claro.

- ¿Entonces todos vivirán aquí?

- No sólo tía Athenodora, Jane y Alec. Félix trabaja en un gimnasio y Demetri por fin entro a la CIA. Tía Heidi vive con Didyme y Tanya. Sus otras hijas se quedarán a vivir en Port Ángeles y Seattle. Pero para esta cena todos estarán presentes.

- ¿Todos? Ya estoy nerviosa, ¿tendré que vestir formalmente?

- Lo que te pongas estará bien para mí. Pero me gustaría que uses un bonito vestido.

Y por ese bonito vestido Alice me arrastro por muchas tiendas en Port Ángeles.

- Alice, estoy cansada, me duelen los pies y ya no quiero probarme más ropa.

- Tienes que verte genial Bella, tus primas son muy guapas no quiero que desentones, te peinaré y maquillaré y vas a ver que bien quedas.

- Yo no quiero ir a esa tonta cena.

- Edward tiene que estar allí, no vas a darle el gusto a Tanya de caerle encima toda la noche ¿verdad?

- Antes le arranco los cabellos.

- Así me gusta Bella

Encontramos un vestido azul muy ceñido que a Alice le pareció genial. Yo tenía mis dudas, no era mi estilo pero se veía muy sexy.

El día de la cena estaba nerviosa, sólo había visto a todos reunidos en mi boda y no había pasado de un saludo y un abrazo. ¿De qué podría hablar con ellos?

Llegamos en nuestro auto como a las 7 pm el clima estaba empezando a cambiar y hacía un poco de frío pero ya no llovía.

- Te vez tan hermosa que no creo que nos quedemos mucho tiempo.

- No te entiendo.

- Estas llevando una vestido que no me va a dejar concentrarme en la cena y dudo que pueda entablar una conversación con alguien sin dejar de mirarte.

- Edward, es sólo un vestido.

- No mi amor, no es sólo un vestido, es una pieza sensual diseñada exclusivamente para hacerme perder la razón

- Edward Cullen deja de mirarme así- Sentí que me ruborizaba y él soltó una carcajada.

- Estas tan pero tan linda y sexy que quiero que te mantengas en el rango de mi vista todo el tiempo preciosa. Y a penas podamos nos iremos a casa a continuar la velada.

- Eso suena bien amor y por el bien de Tanya no la dejes que se acerque a ti. Me hice la manicure hoy.

Avanzamos hasta la puerta de la casa riendo de nuestros mutuos comentarios.

- Edward, Isabella, bienvenidos- Dijo Didyme saliendo a recibirnos.

Entramos y me sorprendió ver a tanta gente dentro, estaban todos los primos y sus parejas.

- Edward- se acercó corriendo Tanya. –Que bueno que llegaste tengo que contarte algo- dijo y tiró de él.

- Después Tanya, tenemos que saludar a todos- dijo mi esposo sin soltar mi mano y llevándome al centro del salón. Saludamos a la mayoría. Jane y Alec estaban sentados en una escalera conversando con aburrimiento. La pelirroja Victoria y su marido estaban acaramelados en un sillón. Carmen y Eleazar se acercaron a saludarnos. Eran tan agradables y atentos.

- Edward pequeño- oí una gruesa voz detrás de nosotros.

- Félix, gusto saludarte- dijo mi esposo algo serio.

- Vaya, ¿es tu esposa? Con el vestido de bodas parecía un ángel pero con esto prima te vez como una diablilla- dijo tratando de acercarse a mi y darme un abrazo, retrocedí un paso y le tendí la mano, él entendió el gesto y sonrió más, me plantó un sonoro y húmedo beso en la mano.

- Jasper- grito Edward.

–Si nos disculpas Félix- y tiró de mi hacia dónde estaba Jasper y Rosalie.

- Que asco tengo la mano llena de baba- le dije en voz baja.

Sacó un pañuelo y me lo tendió.

- Que bueno que recordaste lo de evitar sus abrazos, no habría podido contenerme si te veía en sus brazos.

- Edward, Bella qué bueno verlos juntos- Jasper como siempre tan educado.

- Hola, bienvenidos- dijo Rosalie apenas sonriendo y como siempre se marchó.

- Quería invitar a Alice pero creo que tuve miedo- dijo Jasper mirando al piso.

- No creo que deberías tenerlo- le dije con una sonrisa y esperaba que entendiera mi indirecta y de una vez se atreviera a avanzar un poco más con mi amiga.

- Hola Edward- un tipo alto y con mirada inquisidora se acercó a saludarnos.

- Demetri gusto verte- le saludó mi lindo esposo.

- Prima sabías que Edward y tu están emparentados en cuarto grado. Estuve investigando y al parecer la madre de Carlisle era prima del tu abuelo paterno. Claro que eso no es 100% seguro a menos que se tomen muestras de sangre lo cual tampoco sería definitivo.

- Gracias por la información Demetri, fue bueno saberlo- dijo Edward poniendo cara de interrogación ya que era una conversación extraña.

- Si necesitas alguna información sólo avísame- dijo y se fue hacia el comedor.

- Interesante- dije sonriendo.

- Edward, Isabella- una mujer alta y guapa apareció. Traía un vestido celeste muy escotado.

- tía Heidi- saludó Edward.

- Nada de tía, suena a vieja. Ya te he dicho que me llames sólo por mi nombre. El otro día conocí al director del instituto, un hombre muy atractivo me comentó que trabajas allí.

- Así es- contesté. –Edward trabaja en el área de música.

- Vaya los músicos son muy bien parecidos y súper románticos. Oh disculpen tengo que ayudar a poner la mesa- y salió hacia el comedor.

- ¿Está saliendo con el director del instituto?- pregunté

- Es divorciado y parece tener una buena cuenta bancaria, ya oíste que lo considera atractivo. Ya son tres de los 4 requisitos que ella necesita antes de aceptar a alguien.

- ¿Cual es el cuarto requisito?

- Que esté loco por ella.

- Vaya entonces creo que nuestro director no tiene alternativa- y sonreí más.

A pesar de tanta gente no podía sentirme tan fuera de lugar, Edward no soltaba mi mano y su familia parecía verme como una de ellos. Todos menos la resbalosa claro.

Cuando llegaron Esme y Carlisle estuvimos todos completos y pasamos al comedor. Tanya trataba de acomodarnos con la intención de separarnos claro, pero Didyme pareció darse cuenta y corrigió los lugares antes de que nos sentáramos. Aún así la insípida quedó exactamente frente a mi esposo.

- ¿Primo que tal es el instituto en este pueblo?- preguntó Jane dirigiéndose a Edward.

- Es muy tranquilo y sencillo, los chicos son agradables, nada pretenciosos, incluso los vehículos que usan no son ostentosos.

- Espero que podamos tener auto para poder movilizarnos, no me hace gracia tener que ir en el auto de Jasper o Rose todos los días- dijo la niña haciendo mueca de fastidio

- ¿Ya tienen permisos de conducir?

- Los sacaremos el próximo mes aún- dijo Alec

- Si Edward- dijo Tanya sonriéndole –Eso quería contarte. El cumpleaños de Jane y Alec es el viernes que viene. Sé que las cosas no están para fiestas pero no podrán negarnos un poco de diversión. ¿Que tal si vamos todos a alguna discoteca o a algún bar del pueblo?

Edward me miró y entendí lo que quería decirme. Ya estábamos desarrollando una especie de comunicación por señas y miradas.

- Hay sólo una discoteca en Forks- dije sin dudar. Aunque no la conocía por dentro, estaba ubicada en la calle principal nunca había tenido deseos de ir ya que yo odiaba bailar.

- Este pueblo es más pequeño de lo que pensaba. Seguro que sólo nosotros la llenaremos- dijo Tanya un poco desanimada.

- Esta semana podremos invitar a nuestros compañeros- dijo Jasper.

- Es una lástima que ninguno de nuestros amigos pueda venir a este fin de mundo- dijo Alec haciendo un puchero.

- Si es aburridísimo este lugar- dijo Victoria hablando por primera vez.

- Pero la caza aquí es excelente cariño, hay osos muy grandes- su esposo parecía tal y como de dijo Edward una vez, una persona desquiciada. Miraba fijamente y con descaro, parecía que quería comerme.

- Uy quisiera verte matar un par de esos grizzlis-dijo ella pegándose a él.

- No deberían perseguirlos en esta época del año, hay muchos cachorros que podrían dejar huérfanos- dijo Eleazar con preocupación. Él era una buena persona, preocupado por los animales.

La cena transcurrió con normalidad, entre comentarios altivos de Jane y las ideas extrañas de James y Laurent, el novio de Irina, que parecían llevarse muy bien.

Pude observar también que Didyme miraba a Carlisle con admiración y tristeza.

-Gracias por venir- nos dijo Athenodora antes de marcharnos.

- Si fue un gusto verte primo- dijo Jane desde el otro lado del salón.

- Edward, no me aseguraste tu presencia para viernes en la disco- dijo Tanya acercándose otra vez a él. Esta niña necesitaba un escarmiento y yo se lo daría si se atrevía a pasarse de lista.

- No estoy seguro, quizás tengamos que viajar a Seattle.

- Tienes que ir. Anda, me debes una Eddie, recuerda que dijiste que me lo agradecerías de alguna forma. Solo te estoy pidiendo que vayas a una reunión.

- Esta bien, pero deja de llamarme así, sabes que lo odio.

- Eddie suena a muñeco primito y eso es lo que eres- dijo pícaramente y se fue corriendo. Yo le dí un tirón a Edward, entendió y salimos más rápido.

Los días pasaron rápido y otra vez fui arrastrada por Alice a Port Ángeles para comprar los regalos para los gemelos y más ropa para la pequeña fiesta en la discoteca. Alice parecía especialmente feliz.

- Bella, Jazz me invitó, dijo que quería ir conmigo- y dio unos ligeros saltitos, de esos que demostraban que estaba más que feliz.

- Me alegro amiga, estaremos cerca entonces, no sé que se trae Tanya pero si algo pasa debes contenerme, ya sabes que suelo descontrolarme y no sería bueno en una fiesta.

- Sé que eres un poco agresiva Bella, pero no creo que le saltes encima a la resbalosa. Oye mira que bonitos zapatos- dijo corriendo a una vitrina.

El viernes por la mañana todo el instituto parecía saber de la fiesta, Jessica no paraba de hablar de lo guapo que le parecía Alec. Jane no parecía ser del agrado de todos siempre estaba quejándose y haciendo comparaciones con su antigua escuela pero Alec parecía haberse adaptado mejor. Tanya había invitado hasta al personal de limpieza, me preguntaba que estaría tramando. Se veía especialmente radiante.

- Estamos muy contentas hoy verdad Tanya- dijo Alice notando que la insípida no paraba de reírse.

- Desde luego que si, es un día especial, toda mi familia estará allí. ¿Tú y tu amiga vendrán?- dijo mirándonos.

- Pues creo que si. A mi me invitó Jasper y creo que mi amiga si irá porque es una fiesta de los Cullen y ella es una Cullen. ¿Cómo me dijiste que era tu apellido Tanya?- le respondió Alice con ironía.

Pero ese comentario no pareció afectar el buen humor de Tanya.

- Sé que algo se trae- dijo Alice. –Puedo sentirlo y presiento que es algo grande. Ten cuidado Bella, hagas lo que hagas no dejes sólo a Edward hoy.

- No tienes que decirlo Alice, estaré vigilando.

*

-Brujita, estoy feliz- era el grandulón sonriendo.

- ¿Y ahora porqué Emmet?- pregunté sin mucho interés.

- A que no sabes quien me preguntó si iría a la fiesta- dijo con una gran sonrisa.

- ¿La otra insípida?- le dije ya casi sin paciencia.

- No la llames así. Ella es la mujer más bonita del mundo. Estas celosa, lo sé no soportas su belleza y su elegancia. Tú eres como un patito feo, siempre andas en el piso porque tienes dos pies izquierdos- me acusó.

- Yo no tengo celos de una Barbie y mis pies izquierdos no te interesan Em, además a ti nadie te ha invitado- casi le grité

- Es cierto. ¿Hermanita me invitas?-me rogó.

- Claro que no, me has llamado patito feo, busca a alguien que lo haga, no cuentes conmigo- y lo dejé en el pasillo hecho un lío.

*

Por la tarde Alice vino a casa para arreglarnos juntas. Jasper pasaría por ella al atardecer, la había invitado a cenar antes de ir a la fiesta.

- Bella, sé que hoy me lo pedirá, estoy segura- dijo mi amiga saltando otra vez.

- ¿Y que le contestarás?- pregunté

- Que se había tardado mucho. Claro que lo aceptaré Bella, lo sabrás por mi expresión cuando lleguemos a la fiesta, tal vez demoremos un poco por allí.

Había tanta expectativa por esta fiesta que empezó como una simple reunión que me causaba algo de miedo. Sentía que algo se avecinaba pero no podía intuir como me afectaría.

Capítulo 16: Confío en ti Capítulo 18: Prueba de confianza

 
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