Bella Swan
“¡Papá! ¡Te he extrañado tanto!”Corrí hacia mi padre y le di un rápido abrazo en el aeropuerto.
Mi padre tenía mala pinta pero parecía contento de verme. Los viajes en avión nunca formaron parte de sus cosas favoritas. Él apretó suavemente mi hombro.
“¿Cómo te va, muchacha?”Preguntó mientras cogíamos su equipaje. Solo era una maleta ya que apenas se quedaría dos días. No era suficiente, pero aceptaría lo que pudiese darme. Echaba de menos a mi padre.
“Bien. Antes fui a comprar todo lo que necesitaba para la cena. Pavo, brócoli y queso, judías verdes, guisantes, maíz, el relleno y los
panecillos. ¿Suena bien?”
“¿Estas intentando cebarme?”Se burló.
“Oh, se me olvidaba la tarta de calabaza y las galletas.”
“Dios mío, niña ¿estás tratando de impresionarme?”Dijo riendo suavemente mientras subia de un salto a la vieja furgoneta que me había comprado por mi decimoséptimo cumpleaños.
“En realidad, iba a decirte que Edward cenará con nosotros. Dijo que no le gusta viajar durante las vacaciones. Entonces se hubiese quedado solo y yo no quería eso.”Me mordí el labio viendo cómo reaccionaba antes de arrancar el automóvil. No quería pelear y conducir al mismo tiempo.
“Ah, bien. Claro, está bien, chica.”Dijo encogiendo levemente los hombros.
“¿De verdad no te importa?”Le presioné, solo para asegurarme. No quería que hubiese ninguna pelea mañana en la mesa.
“Cariño, es tu cena, invita a quien quieras. No estoy tan loco como tu madre. ¿Lo sabes verdad?”Levantó una ceja a la vez que me miraba, burlándose de mí.
“Sí.”Dije riendo un poco mientras arrancaba la furgoneta. Volvió a la vida ruidosamente.”Entonces ¿Cómo está Forks?” “Lluvioso.”
“Así que nada ha cambiado.”Sonreí recordando el mundo verde en el que mi padre vivía. Apenas lo había visitado cinco años atrás pero encontré algunos recuerdos. Cuando llegamos al apartamento Alice estaba sentada en el sofá viendo la televisión. Parecía estar obsesionada con las películas y los programas de ciencia ficción. Nunca pensé que esas cosas fuesen con ella pero siempre conseguía sorprenderme.
”¡Hola Sr. Swan! ¿Qué tal fue su viaje?”Preguntó con una pequeña sonrisa.
“Bien, bien. Puedes llamarme Charlie.”Mi padre le ofreció su mano para que la tomase. Se dieron un apretón, Alice agitando a mi padre en el proceso.
“¡Soy Alice!”Dijo en un tono lleno de vida.
“¡Oh, hablé contigo por teléfono! ¡Gracias por cuidar también de mi Bells!”Dijo dejándose caer en el sofá junto a ella. Puse mis ojos en blanco al escuchar mi apodo de cuando era pequeña. Alice se giró hacia a mí con una pequeña sonrisa.
Llamaron a la puerta y Alice se golpeó la frente con la mano como si fuese un dibujo animado.”Oh, supongo que tengo que preguntarte algo…”
Sacudí la cabeza y fui hacia la puerta. Me sorprendió abrirla y encontrarme a Jazz, Emmett, Rose y por ultimo pero no menos importante a Edward. Jasper vio mi expresión y luego miró a Alice.”¿Entonces debo de suponer que no se lo preguntaste?”
“No, lo siento Jazzy.”Dijo con una pequeña sonrisa.”Queríamos preguntarte si te gustaría venir a cenar con nosotros. Nuestra cena de Día de Acción de Gracias ya que no vamos a poder estar juntos.”
“Oh…”Dijo mi padre con un hilo de voz.”Ve Bells. Diviértete. Yo me sentaré aquí.”
“¡No! No, no, no. Creo que no me has entendido. También te estamos invitando a ti, Charlie.”Alice colocó su pequeña mano en el hombro de mi padre.
“¡Queremos escuchar historias embarazosas sobre Bella!”Gritó Emmett desde la puerta. Rose le abofeteó la parte de atrás de la cabeza.
Mi padre sonrió burlón a mi pequeño amigo y rió.”Claro, lo de la comida suena bien.”
Todos entraron. Edward lo hizo en último lugar, tenía una expresión extraña en su rostro. Cuando atravesó el umbral de la puerta coloqué ambas manos en su cara y le besé la frente.”¿Estás bien?”Cuchicheé.
“Estoy bien.”Cuchicheó de vuelta. No estaba demasiado convencida. Puse sus manos en mi rostro para que pudiese notar mi expresión.”No te preocupes.”Dijo tranquilamente.
“¿Estas nervioso?”Le presioné.
“Un poco.”Dijo suspirando.
“No lo estés.”Dije con una pequeña sonrisa. Él sonrió cuando sintió mis labios estirarse. Me incliné hacia delante y besé su boca. Era deliciosa y dulce. Deseaba que el beso durase mucho más tiempo pero con mi padre allí no era una buena idea.
“Bien, déjame que te presente a todo el mundo.”Dije tirando de Edward para entrar en la sala de estar.”Estos son Emmett y Rose, Jasper y, por ultimo pero no menos importante, mi Edward. Todo el mundo, este es mi padre, Charlie.”
“Bueno, basta de miramientos ¿Qué hay para comer?”Dijo mi padre con una gran sonrisa.
“Me parece que él y yo vamos a llevarnos bien, Bells.”Dijo Emmett riendo. Resistí el impulso de darle un puñetazo.”En realidad, íbamos a ir a ese restaurante japonés que hay calle abajo llamado Ichiban. Si estáis de acuerdo.”
“Claro, estoy conforme de probar algo nuevo.”
Bufé y me miró mal. Me encogí de hombros cuando él levantó las cejas.”¿Quien conduce?”Preguntó Alice haciendo caso omiso de nuestra conversación silenciosa.
“Vosotros podéis ir en el jeep de Em. Papá y Edward vendrán conmigo en mi furgoneta.”
“Que divertido.”Murmuró Edward por lo bajo. Le di un codazo en el estomago y en una mezcla de tos y risa dijo.”Lo siento.”
“¡Bien, me muero de hambre!”Jasper cogió la mano de Alice, ayudándola a salir. Mi padre me miró extrañado, pero se encogió de hombros.
Edward Cullen
Les dije que era una mala idea, pero no me escucharon. En serio, no estaba preparado para conocer al Jefe Swan pero Emmett insistió en invitarlos. Mantenía mis promesas. Yo ya había acordado comer con ellos. Simplemente quería hacer algo para mantenerme alejado de Bella. Quería que pasase el día con su padre.
Me sorprendí cuando aceptó la invitación. Imaginé que solo quería pasar algún tiempo con su padre. Él obviamente no tuvo ningún problema para aceptar. Parecía disfrutar con la idea de tener compañía.
Así que, allí estaba, apretado entre Bella y su padre en su furgoneta. Estuve a punto de preguntar si podía ir en el chasis de la furgoneta pero sé que Bella no me dejaría hacerlo. Además casi estábamos a finales de noviembre y fuera hacia frio, al menos tanto frio como en Luisiana.
Bella sujetó mi mano mientras conducía. Me sentía incomodo con su padre estando tan cerca paro me encantaba demasiado tocarla como para rechazarla. Permanecimos en silencio durante siete minutos. Sabía que fueron siete minutos porque los conté mentalmente.
No sé porqué estaba tan nervioso. La conversación con su madre la llevé bien. Aunque eso fue por teléfono. Bella me dijo que a él le caía mejor, que era más liberal. Nunca había conocido al padre de una chica. No quería dar una mala impresión.
Al parecer el otro grupo llegó antes que nosotros y ya tenían una mesa. Bella me llevó hasta allí con cuidado y se sentó a mi lado, sin soltar mi mano. Me preguntaba si también estaba nerviosa.
“¿Te gusta el sushi?”Preguntó Bella suavemente, inclinándose más hacia mí. En el restaurante había mucho ruido, pero todavía podía oírla.
“Me encanta.”Me acerqué mas, consiguiendo su dulce olor.
“Nunca lo he probado.”
“¡Entonces tienes que hacerlo!”Dije, pasé el brazo por el respaldo de su silla.”Puedes probar algo de sushi de mi plato. Creo que es lo que voy a pedir.”
“¿Estás seguro?”Titubeó. Sonreí, pensando en lo boba que era.
“Por supuesto, no puedo negarte nada.”
“Ed, si vas a pedir sushi deberías pedir también el maki especial, que te viene con dos rollitos que puedes elegir del tipo que quieras de la lista o del menú especial, que tiene dos piezas de pargo y otros dos trozos de cualquier pez que quieras, además de un rollito picante.”Dijo Emmett desde el otro lado de la mesa.
“¿Tienen salmón o atún, o algo por el estilo?”Le pregunté.
“Ambos.”Respondió Jasper. Parecía que estaba a mi lado.
“Entonces creo que ya se lo que quiero. ¿Qué pedirá usted Jefe Swan?”Pregunté educadamente. Me había dado cuenta de que su padre no había dicho nada desde que llegamos.
“Creo que la caja bento con filete y arroz frito. Y, como ya dije, llámame Charlie. ¿Tú qué quieres Bella?”
“Um, me parece que el tenpanyaki de pollo con arroz al vapor.”Respondió Bella mientras posaba la cabeza en mi hombro. Descansé mi mejilla contra ella, sintiendo la suavidad de su cabello.
“¿Qué quieren para beber?”Preguntó una mujer. La sorpresa, hizo que pegase un pequeño bote. Bella soltó una risita tonta y besó mi mejilla.
Resistí el impulso de sacarle la lengua y en su lugar hice mi pedido.”Tomaré té verde.”
Bella Swan
“Lo mismo.”Le dije a la camarera. Era una mujer asiática joven, probablemente tuviese la misma edad que yo. Tenía una sonrisa tan brillante en su rostro que estuve segura de que nunca permanecía seria.
Mi padre miraba a Edward profundamente concentrado. Estuve a punto de sugerirle que hiciese una fotografía, de ese modo duraría más. Entonces caí en la cuenta de algo. No tenía fotos de Edward. No tenía ninguna foto juntos. Para él no era necesario, pero para mí sí. Me pregunté si le molestaría que mañana le hiciese algunas fotos.
Después de que la camarera terminase de anotar nuestro pedido mi padre se apoyó en la mesa con una pequeña sonrisa.”Así que ¿Qué quieres para navidad, Bells?”
“No necesito nada.”Dije con sinceridad.
Rió y Edward suspiró y se removió en su silla.”¿Ha sido así siempre?”Preguntó Edward, una pequeña sonrisa bailaba en sus labios perfectos.
“Siempre. Incluso cuando era pequeña.”Mi padre suspiró, reclinándose en su silla.”Venga, tiene que haber algo que quieras.”
“No hay nada.”Dije con una sonrisa. Tras poner los ojos en blanco.
“Sabes que, se negó a decirme que día era su cumpleaños, porque de esa forma no podría comprarle nada.”Dijo Edward a mi lado. Le pegué en el hombro y rió.”¿Qué? Es cierto. La única razón por la que me lo dijo fue porque la amenacé con comprarle regalos hasta que me lo dijese.”
“Apuesto a que Bella lo odió.”Se rió mi padre.
“¿Por qué os estáis confabulando contra mí?”Murmuré, haciendo un pequeño puchero.
“Porque Bella, eres la única mujer de la historia a la que no le gustan los regalos.”Se burló Rose.
La camarera volvió a la mesa con nuestras bebidas. Puso dos vasos con agua frente a nosotros, junto con una pequeña tetera de acero inoxidable con el té verde y dos tazas de té.
Mi padre miraba con clara admiración como Edward servía perfectamente el té en mi taza y en la suya. Ni mucho ni demasiado poco. Le lancé una mirada de advertencia, diciéndole con los ojos que no comentase nada.
“¿Están listos para pedir?”
“Querría el maki especial con atún y salmón. También me gustaría dos trozos de sushi uno de atún y otro de salmón, por favor. Y ella quiere el tenpanyaki de pollo con arroz al vapor.”Pidió por mí. Me encantó que lo hiciese. Me hizo sentir como si estuviese a su cargo y era una sensación agradable.
“”La caja bento con solomillo, medio hecho.”Mi padre le lanzó una mirada asesina a Edward. Levanté una ceja en su dirección, preguntándole cual era el problema. Él sacudió la cabeza.
Decidió no dar por terminado el tema de la navidad.”Entonces ¿qué quieres?”
“Bien ¿Qué tal un libro de nombres?”
No me di cuenta de lo que había dicho hasta que salió de mi boca. Edward, que estaba bebiendo agua comenzó a toser y mi padre se volvió de color rojo brillante.”¿Para qué demonios necesitas un libro de nombres? ¿Estás embarazada?”
“¡No! ¡Dios papá! No, es para mis escritos. Me gustaría hacer un poco de todo. Es difícil elegir los nombres y sería más fácil si supiese el significado de cada uno. ¿Te has dado cuenta de que me estoy licenciando en filología inglesa, verdad?”Casi grité.
Jasper pasó el brazo sobre Alice, que estaba sentada junto a Edward y le palmeó la espalda. Edward estaba poniéndose rojo y le lloraban los ojos.”¿Estás bien?”Dejé de prestarle atención a mi padre, que lentamente volvía a recuperar el color habitual.
Él asintió rápidamente con violencia. Levantó las gafas posándolas sobre su cabeza mientras se limpiaba los ojos. Frotó sus grandes dedos por su cara antes de beber otro sorbo de agua.
“Oh, bien.”Dijo mi padre con calma.”Tiene sentido, supongo.”
Edward se inclinó un poco mas y me susurró.”Tu padre va a dispararme, lo sé.”
No pude evitar reírme.”No lo hará. No le dejaré hacerlo.”
Sus ojos parecieron buscar mi rostro, durante unos minutos me dio la impresión de que miraba atentamente los míos. Sabía que en realidad no lo hacía, pero eso no evitó que mi corazón diese un vuelco. Me sonrojé y mordí suavemente e labio. Cuidadosamente levanté la mano y le volví a poner las gafas, sabiendo lo incomodo que estaba sin ellas.
Edward Cullen
“Bien. ¿Qué tal un libro de nombres?”Dijo, con clara frustración en su tono.
Debería de haberme advertido o algo así. Jesús ¿Estaba embarazada? El agua que estaba tragando bajó por mi tráquea haciendo que me atragantase. Tosí con fuerza, haciendo temblar todo mi cuerpo.
No oí lo que pasó después, pero alguien comenzó a palmearme la espalda. Le di las gracias a quien lo hiciese, simplemente esperaba que Charlie, no estuviese a punto de estrangularme por haber dejado embarazada a su hija.
“¡No! ¡Dios, papá! No, es para mis escritos. Me gustaría hacer un poco de todo. Es difícil elegir los nombres y sería más fácil supiese el significado de cada uno. ¿Te has dado cuenta de que me estoy licenciando en filología inglesa, verdad?”
Agradecí mucho que dijese eso y esperaba que esa fuese la única razón. Adoraba a Bella y quería pasar con ella el resto de mi vida pero no estaba preparado para ser padre.”¿Estás bien?”
Me limité a asentir, sin ser capad de hablar aun, a fin la tos comenzó a cesar. Bebí un sorbo de agua y me froté la cara. Me lloraban los ojos y me aparté las gafas para poder limpiármelos.
“Oh, bien.”Dijo mi padre con calma.”Tiene sentido, supongo.”Respondió Charlie con calma. Me pregunté si realmente lo estaría.
Cuando finalmente la tos paró me incliné hacia Bella.”Tu padre va a dispararme, lo sé.”
Se rió y quise pellizcarla y decirle que lo dejase.”No lo hará. No le dejaré hacerlo.”
Hubo un momento de comunicación silenciosa entre nosotros. Me parecía que su rostro estaba muy cerca del mío, su dulce aliento bañó mi rostro. Estuve a punto de inclinarme y besarla, pero decidí que no era el mejor momento. Bella cogió las gafas y me las puso de nuevo. Sabía que odiaba que siempre las llevase puestas, pero nunca decía nada. Simplemente quería asegurarse de que estaba cómodo y la amaba por eso.
La camarera trajo la sopa y la ensalada y me alegré de tener algo que meter en mi boca. Que era lo que se necesitaba para hablar.
Me tomé a tragos lentos la sopa caliente. Oí un crujido junto a mí.”¡Está buenísimo!”
“Sabía que te gustaría este sitio.”Dijo Rosalie triunfante desde el otro lado de la mesa.
“Prueba esto.”Dijo Bella suavemente, poniendo algo en mis labios. Me encantó que lo hiciese, un escalofrío me recorrió la espalda. Le di un bocado a la ensalada. El aliño estaba increíble. Me lamí los labios para aprovecharlo todo.
“Está muy bueno. Lo pediré la próxima vez.”Dije sonriendo. Escuché como su padre se aclaraba la garganta delante de nosotros y enderecé la espalda. No me había dado cuenta hasta ese momento de que me inclinaba hacia ella. Terminé mi sopa de un trago. No podía creer que todavía siguiese nervioso. Lo del bebé no ayudaba. Di gracias cuando llego el resto de la comida.
Cogí mis palillos chinos después de echar la salsa de soja en un cuenco pequeño. Oí un click a mi lado.”¿Puedes utilizar los palillos chinos?”
“¿Sí?”Sonó como una pregunta.
“Yo no.”Gimió Bella.
“Algún día te enseñaré.”La tranquilicé. Cogí un trozo del maki y lo empapé en la salsa.”Prueba esto.”
“Voy a ponerme enferma y morir. Esta crudo.”
“Entonces yo moriré también e iremos al cielo juntos.”Bromeé.
Se rió y suspiró derrotada. Se inclinó hacia delante y mordió la comida que había entre los palos de bambú.”Wow, está muy bueno.”
“Tenemos que volver algún otro día y probaremos todo tipo de sushi.”Dije sonriendo. No pude resistirme y me incliné hacia delante, besando su mejilla.
La comida fue bastante tranquila después de eso, a excepción de alguna conversación ligera. Emmett intentó que Charlie contase algunas historias embarazosas sobre Bella pero dijo que era una chica aburrida con la nariz metida siempre en un libro. No pude imaginar a Bella aburrida.
Cuando la camarera preguntó si necesitábamos algo más saqué rápidamente mi tarjeta de crédito de la cartera y le dije que nos cobrase. Todos se quejaron, incluso Bella.
“¿Cuánto te debo?”Preguntó Jasper.
“Sí, vamos no podemos dejar que te encargues de la cena así. Esa no es a razón por la que te invitamos.”Agregó Emmett.
“Quería pagar yo.”Dijo Charlie con voz firme.
“Lo siento, pero usted no puede pagar. Quiero invitar a mis amigos a cenar. Si queréis, podéis ocuparos de la propina. Fue una gran camarera.”Dije con más confianza de la que realmente tenia.
Alice se inclinó contra mi cuello y me abrazó y me dio un beso en la mejilla.”Bella ¿Estás segura de que no puedes prestármelo?”Se burló.
“Estoy aquí.”Murmuró Jasper.
“Odio decirte esto Alice pero soy todo suyo.”Me separé de ella y abracé a Bella. Bella suspiró y besó mi frente. “Hay que dejar que otros paguen de vez en cuando.”Me susurró.
“No.”Respondí brevemente.
Cuando la camarera volvió firmé rápidamente el recibo y se lo volví a entregar. Mis amigos se despidieron, todos tenían que prepararse para viajar para el Día de Acción de Gracias. Eso nos dejaba a Bella y a mí a solas con su padre.
“Voy al baño y luego podemos ponernos en marcha.”Nos dijo tranquilamente. Casi pregunté si podía ir con ella, solo por no quedarme a solas con su padre.
No había pasado ni un minuto desde que se marchó cuando Charlie comenzó a hablar.”Muy bien hijo, voy a decírtelo solo una vez. Pareces un buen tipo y Bella se preocupa por ti de verdad. No es nada personal, pero si le haces daño a mi hija volveré hasta aquí y te mataré, les daré de comer a los caimanes tu cuerpo ¿me has entendido?”
“Sí, señor. No tienes nada de qué preocuparte. Amo a tu hija y me tiraría yo mismo a los caimanes antes de hacerle daño.”Dije con firmeza.
“¿La amas?”Parecía confundido por mi declaración.
“Con todo mi corazón.”
“Entonces será mejor que seas bueno con ella. Sé que ella se siente igual que tu.”Susurró.
Sentí las manos de Bella caer sobre mis hombros.”¿Listos para marcharnos chicos?”
|