Forks, Washington.
Pov: Carol
Llevaba toda la maldita mañana pensando en ese estúpido estudiante, quería alejarme de él pero una extraña fuerza me acercaba a él cada día más.
Mi móvil sonó, era Paul.
-¿Qué hay bombón?-
-¿Paso por ti preciosa?-
-Claro-respondí sin titubear le quería demasiado como para ser capaz de herirle de algún modo.
Me alisté, decidí vestirme diferente este día me puse unos jeans una blusa roja un blazer blanco y unas flats blancas con lunares rojos, amaba vestirme así.
-Carol vas a desayunar cariño-
-No Ingrid, ya voy demorada y no quiero hacer esperar a Paul-
Salí como bólido de mi casa y Paul ya me esperaba con la puerta del copiloto lista para que yo me montara en el auto.
-Buenos días, preciosa el rojo te hace lucir muy sexy-inmediatamente me sonrojé-y combina con lo rojo de tus mejillas-
-Basta Paul- y le planté un beso, era lindo besarlo.
Al llegar al colegio mi vista inmediatamente se fue a buscar el auto de Jane, pero no estaba, más tarde vería a mi amiga.
Legó el almuerzo y Paul vino por mí al salón.
-Preciosa nos vamos-
-Eh si-
-¿En qué piensas?-
En Jane, Paul, no la he visto en toda la mañana, ni siquiera entró a Artes-
-¿Por qué te preocupa tanto esa rubia teñida?-
-Ella es mi amiga y no es ninguna rubia teñida Paul así que respétala-
-Ah ¿ahora estas de su lado?-
-Solo estoy del lado de la razón y no estás siendo razonable Paul-
-Seguro que ya has caído en las garras de ese imbécil-
-De que hablas Paul-
-No finjas Carol, eh notado como te mira ese maldito-Paul me estaba gritando y me dolía en el alma que lo hiciera, el jamás era tan impulsivo, de pronto sus manos comenzaron a temblar, por un momento creí que iba a golpearme pero tomó un asiento y lo lanzó contra la pared, y este se destrozó a causa de la fuerza, para estas alturas yo ya estaba hecha un mar de llanto, me aterraba a perder a Paul lo cierto era que en este corto tiempo le había tomado mucho cariño, tanto que me dolia el corazón sólo de pensar que él se alejara de mí. Justo en ese instante entraron Jane y su hermano Demetri, lo que me faltaba, como odiaba a ese patán de Demetri, encima que me había peleado con Paul por su culpa él venía a ponerlo peor, ¿pues quién diablos se creía?
-Carol ¿qué rayos ha pasado ahí adentro?
-Nada Jane lo siento no quiero hablar, ya hablaremos luego de acuerdo?-y me fui sin darle oportunidad de responder.
Pov: Paul.
-Preciosa nos vamos-
-Eh si-
-En que piensas?-
-En Jane Paul, no la he visto en toda la mañana, ni siquiera entró a Artes-
-Por qué te preocupa tanto esa rubia teñida?-
-Ella es mi amiga y no es ninguna rubia teñida Paul así que respétala-
-Ah ahora estas de su lado?-
-Solo estoy del lado de la razón y no estás siendo razonable Paul-
-Seguro que ya has caído en las garras de ese imbécil-odiaba el solo hecho de pensar que ella pudiera fijarse en ese maldito muerto viviente.
-De que hablas Paul-
-No finjas Carol, eh notado como te mira ese maldito-Estaba hecho una furia, por qué mierda Carol los defendía tanto?, para estas alturas yo ya estaba temblando como una maraca, así que tomé un asiento del aula y lo lancé, no podía permitirme perder el control, no con Carol, no solo por el hecho de mantener en secreto nuestra existencia si no porque le adoraba demasiado como para dañarla.
Justo en ese instante entraron los muertos vivientes, la rubia teñida Jane y su estúpido hermano el Demetrio ese o como quiera que se llame, eso era lo que menos me interesaba.
-¿Qué diablos quieres?-le pregunté sin rodeos, estaba listo para apalearlo si era necesario, yo respondería ante la más mínima de las provocaciones, gustoso le arrancaría la cabeza a esa basura.
-Perro, como le hagas algo a Carol te arrancaré esa asquerosa y peluda cabeza-
-Mira maldito frío ¿qué tienes tú que molestarme, a caso te enamoraste de ella?-lo veía en sus ojos ese maldito la amaba y no me dejaría vencer, no por ese asqueroso.
-Lo que yo sienta es asunto mío perro, tu limítate a tratarla como se merece y no habrá problema-
-No me digas que tengo que hacer y ahora lárgate frio, hueles asqueroso-
-Mi olor es solo el aviso de que estás en peligro, es la causa de que los pelos se te ericen, es aquello por lo que duermes con ojo abierto, no te tengo miedo, no tientes a la suerte, sabes que gustoso acabaría contigo-ese estúpido no era más que un engreído, ya le daría su merecido, pero todo a su tiempo, la venganza es un plato que se sirve frío igual que él.
-¿Y que rayos te detiene muerto viviente?-
-Yo sería incapaz de descubrirme, eso implicaría acabar con la evidencia y no mataré inocentes por tu culpa-en eso el desgraciado tenía razón, ya se daría la oportunidad de enfrentarlo, sin decir nada más el muy maldito se largo.
Pasé el resto de la tarde tratando de comunicarme con Carol pero no me respondía los mensajes y si la llamaba me mandaba al buzón , ya mañana tendría oportunidad de disculparme por mi imprudencia.
Pov: Carol
Llegué a mi casa y no había nadie, mejor para mí así podría llorar a gusto sin que nadie me hiciera preguntas, Paul pasó el resto de la tarde tratando de llamar y mensajear pero por ahora la herida estaba demasiado fresca así que ya hablaríamos mañana, por ahora me ducharía.
Al salir de la ducha me fui a cenar y después cepillé mis dientes para luego meterme en la cama no paraba de pensar en lo que había sucedido apenas esta mañana, después de tanto pensar caí ante el cansancio.
Estaba muy segura de que estaba soñando, me hallaba en un bosque con Paul estábamos discutiendo y de pronto el me golpeaba
“Paul” , le llamé, pero dentro del sueño podía ver en mi rostro el dolor, aquel caballero se había quitado la careta para dar paso al verdadero patán, era horrible, de pronto desperté estaba sudando y llorando como una magdalena.
¿Y si Jane tenía razón y lo mejor era alejarme de Paul?, no él no era así, ya hablaría con él y le daría oportunidad de explicarme el por qué de su actitud esa era mi decisión, debía luchar por permanecer al lado de Paul, mi corazón no soportaría una pérdida más, primero mi madre ¿y ahora Paul?, no eso no iba a permitirlo como que me llamo Carol McCarty.
|