Tendría que encontrarle una esposa fuerte a Edward.Una que entendiera que los niños no se sientan a la mesa con los adultos,que uno no se sirve y que no debe hablarse de animales de corral durante la comida.
—¿Crees que tendrás tiempo de echar un vistazo al ganado?—preguntó Emmett a su hermano plantando el codo en la mesa y apoyando la barbilla en la mano.
La pregunta había ido precedida de un comentario sobre la dificultad de una de las vacas para reproducirse.
—Buscaré un rato—contestó Edward mientras le quitaba el codo de la mesa.
Emmett abrió la boca para protestar.
—Cuida tus modales—lo interrumpió Edward con voz suave pero autoritaria inclinando la cabeza hacia Bella.
Emmett tuvo la cortesía de mostrarse avergonzado.
—Supongo que la aristocracia no pone los codos en la mesa.
—Y tú tampoco deberías hacerlo,Emmett—replicó Nessy—.Das mal ejemplo a mis hijas.
—Tendrás que perdonarme,hermanita.Yo y mamá no estamos acostumbrados a las cenas de etiqueta.
Bella pensó que si aquélla era su idea de una cena de etiqueta,prefería no asistir a un evento informal.
—Mamá y yo—lo corrigió Edward.
Emmett sonrió y le guiñó el ojo a su hermano.
—Aunque el lord deje la enseñanza,el profesor nunca abandona al lord,¿eh?
—Algo así.
—Siempre fuiste un buen maestro.¿Lo echas de menos,Edward?—preguntó Nessy.
—No he tenido tiempo de echar de menos nada,salvo a la familia.
—¿Tienes familia,Bella?—inquirió Nessy.
—No—contestó.
—Entonces debes saber que siempre serás bienvenida en mi casa—intervino la señora Cullen.
—Es usted muy amable—replicó Bella.Lo decía de corazón pero se dio cuenta de que sus palabras no sonaban muy sentidas—.De verdad—añadió—.Es usted muy amable.Lord Forks es un hombre muy afortunado.
—No creo que él esté de acuerdo—espetó Emmett con otro guiño.
—Emmett—le reprochó Edward negando con la cabeza.
—¿Aún no le has dicho que prefirirías estar aquí?—preguntó Emmett.
—Preferirías,no prefirirías.Y deja de hablar como un cateto.
—Lo hago para irritarte—respondió con una gran sonrisa.
—Como sigas así,tú y yo nos vamos a ver las caras en el granero después de cenar.
Emmett ladeó la cabeza con cierto aire engreído.
—Me parece que has perdido facultades desde que te fuiste.Ahora podría ganarte.
—No estés tan seguro.
Bella miró fijamente a Edward.¡No estarían hablando de pegarse!
—No habrá puñetazos mientras Edward esté de visita—intervino su madre con firmeza.
—Mamá…—empezó Emmett.
—Nada de «mamá».No toleraré una pelea.Tu hermano es un hombre de posición y debes respetarlo.
—Era él quien siempre decía que el respeto hay que ganárselo.
—¿No respetas a tu hermano,Emmett?—dijo Bella por defender a Edward.
—No hay ningún otro hombre en toda Inglaterra a quien respete más—contestó él guiñándole el ojo.
—Tienes una extraña forma de demostrárselo.
—Son sólo bromas entre hermanos,pero el que no tiene familia no puede saberlo,¿verdad?
—Basta ya,Emmett—dijo Edward antes de que Bella pudiera responder—.La aristocracia se rige por normas distintas.
—Eso parece.Yo nunca he sido muy partidario de las normas—replicó volviendo a poner el codo en la mesa.
Edward se lo quitó.
—Por esa razón tú y yo vamos a pasar un rato en el granero después de cenar.
—¿No os vais a pelear,verdad?—inquirió Bella,aunque le sorprendió descubrir que le entusiasmaba la idea,como si Edward lo hiciera por ella.
—Claro que no—dijo sonriendo—,pero voy a usar un lenguaje inapropiado para una mesa.
—Emmett podría hablar con corrección si quisiera—añadió Nessy—.Le ofrecieron un puesto en la escuela pero lo rechazó.
—No tengo interés en pasarme el día con un puñado de niños malcriados.
—¿No te gustan los niños?—preguntó Bella.
—No aguanto a los mocosos,salvo a mis sobrinas,claro.
Bella sintió ganas de darle una patada a aquel hombre.Seguramente terminaría casado y rodeado de criaturas mientras ella no podría tener ninguna.
Edward se dirigió a ella.
—Depón tu furia,condesa.No habla en serio.En cuanto descubre el talón de Aquiles de alguien se dedica a lanzarle flechas.
—Eso no está bien.
—Opino lo mismo que Bella sobre tu comportamiento,Emmett—intervino Nessy—.No estás siendo muy agradable esta noche y ya te hemos prestado más atención de la que mereces.Edward,háblamos de Londres.
—Es fantástico,Nessy.Te gustaría,las niñas y tú deberíais venir de visita el año que viene.
—¡Eso sería estupendo!¿No crees,Cayo?
Cayo levantó la mirada del plato y sonrió a su esposa y con aquel sencillo gesto Bella recordó su desagradable aspecto.
—Si quieres—respondió dulcemente.
—Me apetece.
Él asintió con la cabeza y continuó comiendo.
—¿Te gustaría venir,mamá?—preguntó Nessy.
La señora Cullen negó con la cabeza.
—Vuestro padre y yo fuimos a Londres una vez,cuando éramos jóvenes.No me gustó.Demasiada gente por todas partes y personas que se tropiezan contigo para robarte la cartera.
—A mí me apasiona Londres—dijo Bella—.Hay tanto que hacer y que ver.
—Tal vez podrías ser mi guía particular—sugirió Emmett con otro guiño.
—¿Te pasa algo en el ojo?—inquirió Bella.
Emmett se irguió en la silla.
—¿Perdón?
—El ojo.He observado que no paras de guiñarlo desde que nos hemos sentado a cenar.Pensé que quizá se te había metido algo.Por mí puedes retirarte de la mesa para quitarte lo que te esté incomodando.
Emmett se tapó rápidamente el ojo con la mano.
—Disculpa si mi aflicción te ha ofendido.Me han visto los mejores médicos de la zona pero ninguno sabe porqué se me contrae de ese modo.
—¡Cielo santo,Emmett!…—empezó Edward.
—No—lo interrumpió Bella—.Soy yo la que debe disculparse.No me he dado cuenta…Pensé que coqueteabas conmigo.¿Nadie sabe a qué se debe el tic?
Emmett se quitó la mano del ojo,negó con la cabeza y volvió a guiñarlo.
—No tienen ni idea.Hace años que lo tengo.Me pasa siempre que veo a una chica bonita—añadió,esta vez con una sonrisa seductora además del guiño.
—¡Emmett!—le gritó Nessy.
Bella miró a Edward y vio que le costaba no sonreír mientras negaba con la cabeza.El conde se aclaró la garganta.
—Perdona el comportamiento de mi hermano.Está acostumbrado a coquetear con las camareras de la taberna.
—¡Venga ya!¡No hay necesidad de disculparse!Sólo me divertía un poco.¿Cuándo has dejado de…?¡Ay!—Emmett le lanzó una mirada furiosa a su hermana—.¿A qué ha venido eso,Nessy?
—¿El qué?Yo no he hecho nada.
Se volvió hacia Bella indignado.
—¿Me has dado una patada?—le preguntó.
—Te pediría disculpas,pero sufro una inexplicable aflicción.Mi pie se siente irremediablemente atraído por la espinilla de los jóvenes desagradables.
—¡Muy bien!¡Bien dicho!—exclamó Nessy,justo antes de que le diera un ataque de risa.
—Me lo merezco—dijo Emmett guiñándole el ojo a Bella.
—¿Quieres otra?—le preguntó Bella.
—No,gracias.Una es más que suficiente.
Bella sintió que una mano apretaba fuertemente la suya,apoyada en el regazo bajo el mantel.Miró a Edward y él le dedicó una efusiva sonrisa.
—Bien hecho.
—¿Era una especie de prueba?
—No,simplemente no somos tan formales como los londinenses.Imagina lo aburridas que encuentro todas esas cenas de gala.
—Lo disimulas bien.
—Me temo que llegará un momento en que lo disimularé todo.
Aunque no lo dijera,Bella lo entendió perfectamente:llegaría un momento en que disimularía tanto como ella.
—Estaba pensando…
—¡Vaya novedad,Emmett!—lo interrumpió Edward mientras se quitaba la chaqueta y la colgaba de la puerta del establo—.¿A qué ha venido todo ese tonteo con la condesa?
—Ella también tonteaba.Me ha sorprendido.
Y al conde.La reacción de Bella había sido una grata sorpresa.En ocasiones,deseaba ser capaz de entenderla;otras veces disfrutaba de cada nuevo descubrimiento y se alegraba de que fuera una fuente constante de momentos inesperados.
—Probablemente tengas que venirte a Londres la próxima temporada—dijo Edward.
—¿Para qué?—preguntó Edward extrañado.
—Porque si muero sin heredero tú eres el siguiente y tendrás que aprender y respetar una cantidad ingente de normas de conducta.Después de tu exhibición de esta noche,creo que vas a necesitar un buen tutor.
—Si mueres sin heredero le pediré a lady Forks que me acoja bajo su tutela.¿Por qué le has mentido sobre nuestras peleas?
—Porque la idea parecía molestarle y mamá ya nos lo había prohibido.—Edward se desabotonó la camisa,se la sacó por la cabeza y la colocó con cuidado encima de la chaqueta,el corbatín y el chaleco.Giró los hombros e inclinó la cabeza a ambos lados.Era maravilloso sentirse descargado.
—Es preciosa pero un poco reservada.
—Ha sacado lo mejor de ti esta noche—comentó Edward mientras daba saltitos sobre las puntas de los pies—.¿Por qué te has puesto tan pesado durante la cena?
—Para que me hiciera un poco de caso.Sólo tenía ojos para ti.—Edward,paralizado,se quedó mirando fijamente a su hermano—.No me digas que no lo has notado—añadió Emmett.
No lo había notado.Alguna vez le había parecido que lo observaba,pero cuando él se volvía ella miraba en otra dirección.Se encogió de hombros.
—Yo le intereso poco.Sólo le preocupa que aprenda mis obligaciones.
Emmett se quitó también la camisa por la cabeza y la tiró al suelo.Hubo un tiempo en que la ropa de Edward también terminaba allí,en lugar de bien doblada y recogida.
—Entonces,¿se lo has preguntado?
—Le pedí que se casara conmigo,pero no quiere porque es estéril.
—¿Estéril?¡Qué suerte!Conviértela en tu amante y no tendrás que preocuparte por las consec…
El impacto del puño de Edward al chocar contra la mandíbula de su hermano le recorrió el brazo entero hasta el hombro.
Emmett retrocedió tambaleándose y cayó al suelo como un saco de patatas.Gruñendo,se frotó la mandíbula.
—¿Y eso a qué ha venido?No estaba preparado.
—Me ha parecido que necesitabas que te explicara lo del respeto inmediatamente.
—No te ha gustado lo que he dicho—espetó Emmett poniéndose en pie.
—Por supuesto que no.Bella es una dama muy bien considerada…
—¿Bella?¡Qué íntimo!¿no?¿Ya es tu aman…?
Emmett esquivó el golpe dirigido a su mandíbula pero no esperaba el que le alcanzó el estómago.Se dobló y cayó de rodillas.Jadeando,levantó la mirada hacia Edward.
—¿Eso ha sido un sí?
Edward tiró a su hermano al suelo empujándole el hombro con el pie.Fácil.Demasiado fácil.
—No,claro que no es mi amante.—No porque él no hubiera contemplado la idea—.Me parece que eres tú el que ha perdido facultades—prosiguió mientras daba saltitos para distraer a su hermano y evitar los comentarios sobre Bella.
Emmett se acercó a Edward y se abalanzó sobre él derribándolo al suelo.Ambos rodaron,se pegaron,siguieron rodando.Edward propinaba golpes fuertes y enérgicos,pero apenas sentía los puños de su hermano.Se le ocurrió que Emmett no lo había llamado por su nombre ni una sola vez desde que había llegado del campo.Sin duda toda la familia se alegraba de verlo,pero había una ligera diferencia en el modo en que le hablaban,como si no confiaran en él.Y ahora notaba la diferencia en la forma de luchar de su hermano.
—¡Maldita sea,Emmett!¡Pelea!—le ordenó.
—¿Y arriesgarme a sufrir la ira de la corona por hacer daño a uno de los suyos?
—Mejor la de la corona que la mía.
Continuaron rodando,gruñendo y asestándose golpes inútiles.Edward notaba cómo crecía su furia y su frustración por el modo en que el título lo había cambiado todo.Hubo un tiempo en que a Emmett le habría satisfecho darle a su hermano mayor una buena tunda y ahora lo trataba como si lo temiera.
Edward había vuelto a casa porque quería ser el de antes,fingir por un tiempo que ya no era el conde de Forks.Quería recuperar la alegría que la vida le producía cuando sabía exactamente quién era y cuáles eran sus responsabilidades.Odiaba…
El agua fría le dio de lleno en la cabeza y los hombros.Cielo santo,algunas cosas nunca cambiaban.Nessy había sido siempre la encargada de separarlos cuando peleaban.Una chica valiente,porque sabía que Edward se vengaría.
Se quitó de encima a Emmett y se abalanzó sobre ella.El chillido de su hermana resonó por todo el granero,mientras caía al suelo víctima del contraataque.Hasta que no se apartó el pelo mojado de los ojos,Edward no se dio cuenta de su grave error.No era a Nessy a la que tenía inmovilizada en el suelo.Ciertamente no.
Estaba tumbado a horcajadas sobre lady Forks.
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