Tus Imperfecciones Mi Perfección (+18)

Autor: AliceJoziCullen
Género: Romance
Fecha Creación: 07/11/2010
Fecha Actualización: 30/01/2011
Finalizado: SI
Votos: 47
Comentarios: 81
Visitas: 148307
Capítulos: 26

FIC FINALIZADO!!

"Edward Cullen creyó tener una vida perfecta a sus 25 años. La llegada de una nueva persona a su hogar, le demuestra que la perfección no está en lo externo y lo hace replantearse todo su entorno y defender lo que nunca creyó posible; la belleza interna"

Antes de continuar quiero aclara que este fic no es mio, en teoria ,sino de PAM3.C.S con la cual me he comunicado y cuento con su total autorizacion, espero que lo disfruten igual que yo ¡Comenten y voten plis!

Bueno chikas me alegraaa q les aia gustadoo este fickk enserio no tienen ni ideaaa i bueno nada maz me keda dezirles q grax x los votos i toodoo :) si kieren leer otros ficks q bueno estoi escribiendo aka les doi los nombres i los link:

- PASIONES PROHIBIDAS (+18)

- LA SEGUNDA OPORTUNIDAD DE BREE

- MUNDOS DIFERENTES... UN MISMO SENTIMIENTO

Si kieren pueden pasarse por mi blog: www.alicejozicullen-fanfiction.blogspot.com

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Capítulo 16:

(Recomendación musical: "Motel" - Dos palabras)

Es una canción hermosa y es para la última parte.. Escúchenla ;)

...

 

Be.-

...

- Señorita Swan.- miré a la secretaria.- Pase, por favor. El Doctor la está esperando

- Gracias.- murmuré

Me levanté torpemente de mi asiento. Estaba absolutamente nerviosa de estar aquí, más aun, estando sola. Pero no había querido decir a nadie lo que estaba pasando. Quería tener todo claro, antes de darle la noticia a mi familia y amigos… El doctor me esperaba en su consulta, era un hombre mayor e imponente. Me saludó en forma cordial y me ofreció asiento frente a él.

- Bueno Isabella, mi secretaria te ha informado todo ¿Verdad?

- Eh, si.- intenté controlar mis nervios. No quería parecer tonta.- Pero igualmente sigo algo confundida

- Exprésame tus dudas. Intentaré aclararlas todas.- ofreció amable

- Ella, su secretaria, mencionó que había sido calificada, pero también habló algo de una persona que había hecho los contactos.- el Doctor asintió.- No logro entender eso, y el hecho que jamás supe de esta clase de operaciones para personas que no cuentan con los medios

- Bien. Anualmente el sistema de salud recibe por ley, fondos monetarios destinados a diversos programas. Esos programas tienen que ver con distintas especialidades. En tu caso está dirigido a un programa de Cirugías Reconstructivas

- Eso lo entiendo, pero lo que no logro comprender es ¿Qué tiene que ver una persona independiente en esto?.- el asintió y quedó pensativo un momento

- Los fondos que te he explicado cubren solamente un porcentaje de las diversas cirugías o tratamientos en algunos casos. En el tuyo es así, no lo cubre completamente, y el paciente cubre los gastos restantes

- Eso… Es decir que, hay alguien que ha pagado una suma de dinero para poder realizarme la intervención ¿Es eso?

- Algo así Isabella.- corroboró mis sospechas.- Tu caso ha sido despachado por mi colega, el Doctor Watson. Lo hemos estudiado y cumples con los requisitos para ser beneficiaria de la cirugía.

- Pero… ¿Quién? ¿Por qué?.- mil preguntas azoraban mi cabeza

- La identidad no puedo revelarla.- iba a protestar, pero él prosiguió.- Hay una cláusula de privacidad respecto a los datos de el benefactor o donante, como quieras llamarlo. Se ha dispuesto así en forma legal, así que no puedo develar su identidad

- Es extraño.- musité

- Quizás.- estuvo de acuerdo.- Pero debes sentirte halagada y reconfortada que haya una persona preocupada por ti. Y que esté dispuesto o dispuesta a usar sus influencias para devolverte un mejor estilo de vida

- Supongo.- respondí únicamente

- Aclarado ese punto, creo podemos pasar a lo que nos conlleva aquí ¿Verdad?.- sonrió y yo moví afirmativamente mi cabeza.- La cirugía está dividida en dos etapas.

« La primera tiene relación a la extracción de piel menos dañada e injerto de nuevos tejidos. En ese mismo procedimiento se llevará a cabo una parte de la segunda etapa »

« Se hará una intervención para implantar en tu vientre, las válvulas que estirarán tu piel por un tiempo de un mes, y se hará la cirugía final luego de eso »

Me explicó detalle a detalle cada cosa que se haría en mi cuerpo. Yo lo escuchaba atentamente sin perder detalle, pero un espacio de mi mente estaba reservado para pensar en la persona que había hecho esto. Mientras intentaba pensar en alguna posibilidad, me examinó las cicatrices más visibles.. Agradecía infinitamente a quien fuera, pero en un momento dado quedé en shock. Miré al médico como si fuera un bicho extraño delante de mí.

- ¿C-cómo ha… dicho?.- pregunté perpleja

- Que durante la última cirugía, está programado igualmente una intervención ligada a la eliminación de grasa de tu cuerpo y un método de adelgazamiento permanente.- explicó para luego añadir.- Obviamente si estás de acuerdo en eso último

- Eso último… como usted menciona… No se relaciona con la operación que está establecida en la cirugía ¿Verdad? Es decir, es algo totalmente aparte.- movió su cabeza para afirmar.- Y está igualmente cancelado por quien haya pagado todo

- Así es, ha sido una petición exclusiva de la persona benefactora

- Ok.- susurré sin querer agregar nada más. Estaba agradecida, pero había un sentimiento más que me abrumaba

- Necesito que mañana te realices los exámenes pertinentes. Y luego de eso podemos programar la fecha de la cirugía

No hablamos nada más y me retiré de allí. Tenía una fuerte pugna de sentimientos en mi interior, estaba feliz por una parte, intrigada igualmente y en último lugar, me sentía con nostalgia al saber que la persona que había hecho todo, tenía otro fin más que sólo verme sanada de mis cicatrices. Esa persona quería verme poco menos perfecta, y eso jamás lo sería.

Yo había aprendido a quererme así, incluso con estas marcas. Me sometería a esa cirugía porque una parte de mí quería borrar los malos recuerdos que me acechaban a mí y a mi padre en particular. Sabía que él se sentía culpable por todo, y necesitaba que siguiera viviendo tranquilo con su conciencia los años venideros… El no era culpable, y quería demostrarle que todo estaba bien.

Pero no estaba de acuerdo con realizarme una cirugía total como el Doctor me había ofrecido. Mi cuerpo había cambiado, nunca sería una mujer totalmente delgada, luego que mi cuerpo se amoldara en mi crecimiento a nuevas dimensiones. Pero eso no me volvía loca. Me quería así y aunque… esa fuera la única posibilidad que tuviera de poder agradarle a él… no la quería.

- Hola mamá.- saludé a través del teléfono

- ¡Hija! Tu padre y yo nos preguntábamos cuando vendrías ¿Por qué ya terminaste tus clases? ¿Cómo te fue?.- reí ante la impaciencia de mi madre

- Ya terminé. Tuve mi última nota hoy y me fue bien.- contesté alegre.- Y mamá… ¿Papá está contigo?.- quería darle la noticia a los dos

- Si bebé, aquí está. Estamos los dos escuchando tus buenas noticias. No sabes lo orgullosos que estamos de que te haya ido bien en tus estudios mi amor

- Estoy feliz por ti hija. Sabíamos que te iría bien en todo.- apoyó papá

- Gracias.- dije con sentimiento.- Sin ustedes no podría haber llegado lejos

- Bella…- comenzaron ambos, pero me negué a escuchar nuevamente su humildad ante mis logros.

- Saben que aunque traten de persuadirme que mi éxito sólo se debe a mi esfuerzo, no es así. Todo lo que soy es gracias a ustedes. Así que mis logros son por ustedes y por mí, y para todos

- Te quiero mucho hija.- dijo mi padre notablemente emocionado

- Te amamos inmensamente Bella. Y ya está tu padre lloriqueando aquí.- se burló mamá, arrancando carcajadas de todos

- Papás, les tengo una noticia.- hablé seria.- La operación a la cual quise someterme hace años ¿Recuerdan?

- Si.- contestaron ambos. Sabia que estaban rememorando el hecho que por falta de dinero no había podido llevarla a cabo

- Voy a realizármela.- solté la noticia de inmediato

Me quedé en silencio escuchando sus palabras, pero no hubo nada. Reí en silencio, visualizando el shock en sus rostros y tratando de ahondar en las diversas alternativas de cómo era que me sometería a ella. Un jadeo entrecortado se oyó del otro lado y supe que la emoción predominaba en ellos.

- ¡Bella!.- chilló Renée.- Pero… Hija… ¿Cómo? ¿C-como pasó?

- Dios mío hija.- susurró Charlie con su voz estrangulada.- Es una bendición, pero ¿Cómo? ¿Qué pasó?

Les relaté todo lo que había ocurrido desde que había recibido la llamada de la secretaria del doctor informándome sobre la situación. Luego pasé a contarles mi charla con el Doctor mismo. La única parte que guardé para mí, fue aquella que hablaba sobre la intervención que no tenía relación con el accidente que me había dejado esas marcas.

Terminaron llorando de felicidad ambos, como lo hacía yo del otro lado de la línea. Se preguntaban igual que yo, quien sería ese ángel que había puesto sus manos en esa obra, y aunque mis pensamientos me llevaban hacia una persona, lo desechaba en forma inmediata… El no tendría por qué tomarse molestias conmigo, así que sólo me quedaban otras opciones, que averiguaría con el tiempo…

...

Estaba concentrada buscando en mi portátil información sobre la cirugía y sus posibles complicaciones, cuando el llamado a la puerta me hizo detener mi actividad. Bajé las escaleras y abrí la puerta. Nunca me esperé verla nuevamente

- Sé que Edward no está en casa y vengo a recoger mis cosas.- pasó Tanya como si aun fuera la dueña y señora

- Creo que sería mejor que hablaras con él. Por lo que me ha dicho, no puedo dejar entrar a nadie ajeno a casa.- contesté con una seguridad que nunca había tenido delante de ella

- Es mi idea o se te han subido un poquito los humos a la cabeza Isabella.- se mofó

- No se me han subido ni bajado. Sólo repito las palabras que Edward me ha dicho

- ¡Wow! ¿Así que Edward? ¿Con tanta familiaridad?.- se rió escandalosamente.- ¿Y ahora hablan?...- se quedó meditando un momento y luego comenzó a reírse como si estuviera loca.- ¡Ay! Que tonta soy. Estaba pensando en algo, pero… ¡Por Dios! Eso sería aberrante

- ¿Qué cosa?.- inquirí, aunque sabía que era mejor no preguntar

- Me imaginé por un momento una situación utópica.- señaló.- Que Edward y tú… ¡No! Para eso tendrías que volver a nacer, y no ser tú obviamente.- escupió su veneno

- No descargues tu furia en mí Tanya.- contesté sin darle a entender el dolor que sentí con sus palabras.- Yo no tengo culpa de lo que pasó entre él y tu

- Por supuesto que no tienes culpa. Jamás la tendrías.- dijo furiosa.- Y ahora si me permites, voy a recoger lo que queda en esta casa

Subió la escalera corriendo, sin esperar respuesta de mi parte. Me quedé pensando rápido en alguna cosa que hacer. Edward podría enajenarse de saber que ella estaba aquí sin su autorización. De hecho había mandado cambiar las chapas de todas las puertas exteriores, pero… igualmente algo podría cambiar en él al verla aquí… y… Dejé todos mis pensamientos de lado y marqué su número

- Bella.- saludó. Y no pude evitar sonreír al oírlo pronunciar mi nombre con ese tono que me daba falsas esperanzas

- Edward. Necesito que vengas a casa.- susurré para que la otra bruja no escuchara

- ¿Qué pasa? ¿Te pasó algo?.- mi estómago dio un vuelco ante su preocupación

- No, no… Edward, Tanya está aquí.- sentí caer algo del otro lado.- ¿Edward?

- ¿Está ahí?.- su voz era amarga

- Sí, ha venido a buscar sus cosas.- expliqué apresurada

- ¿Te ha hecho algo? ¿Te ha dicho algo?

- No. Tranquilo, ella sólo expulsó su veneno y pasó al segundo piso a buscar todo

- Estoy yendo hacia allá. No te preocupes ¿Segura que estás bien?

- Segura. Date prisa.- pedí por último y corté

Sentía un incesante golpeteo de cajones y cosas en la planta alta. Más no me atreví a subir ni un solo escalón, esa mujer me odiaba y yo no estaba muy alejada de ese mismo sentimiento con ella. Además que verla nuevamente en esa habitación, traería recuerdos no gratos para mí. Sentí la boca seca, la realidad era que esa mujer me seguía afectando aunque lo tratara de evitar… Puse un pié en la cocina, cuando la puerta volvió a sonar

- ¿Demetri?.- pregunté como si fuera tonta. Estaba en carne y hueso frente a mí

- Hola.- saludó ¿Tímido?.- Ahm, no pienses que te estoy acosando. Es sólo que Jane me ha pedido que venga por unos libros que ibas a prestarle.- explicó sin respirar

- Eh, si…- contesté no creyendo mucho. Algo que el notó enseguida

- Está bien. Ella iba a venir, pero… me ofrecí… algo insistente.- balbuceó con una sonrisa nerviosa

- Está bien, es solo que… Demetri ahora no es un buen momento.- dije recordando quien estaba en casa

- ¡¿Qué mierda pasó aquí?.- el grito de Tanya nos hizo voltear a ambos hacia las escaleras. Ella estaba allí roja de la furia

- Tanya…- traté de suavizar las cosas

- ¡Tanya nada!.- me gritó bajando los peldaños colérica.- ¡¿Dónde están mis cosas?.- bramó acercándose a mí y tomando fuerte mi brazo

- Suéltala.- siseó Demetri

- Dem, no.- pedí intentando soltarme de su agarre.- Tanya suéltame y creo que es mejor que hables cuando Edward esté aquí

- ¡¿Y tú quien mierda eres? ¡No vuelvas a ordenarme algo!.- se dirigió a Demetri y apretó más sus uñas en mi carne.- ¡Explícame ahora mismo que pasó con mis pertenencias!

- ¡Suéltala ahora mismo!.- rugió Demetri para tomarla sin ninguna suavidad y logrando que soltara mi brazo

- ¡Quítame las manos de encima! ¡¿Es tu novio? ¡La fea y gorda campesina ha encontrado milagrosamente un novio!.- estaba totalmente desquiciada, riendo un momento y bufando enajenada a la otra

- No te vuelvas a referir a Bella de esa forma.- gruño él.- Y para saciar tu curiosidad, la respuesta es sí. Es mi novia

- Tanya ¿Qué escándalo tienes aquí?.- me voltee al oír la voz de Edward. Miraba todo sin ninguna expresión, pero sus ojos mostraban una cuota de tristeza que me abrumó


 

Ed.-

...

Manejé sin importarme pasarme luces rojas, discos pare y nada. Necesitaba llegar lo antes posible a casa. La rabia me tenía consumido… Ella no tenía qué hacer en mi casa y menos pasar a llevar así a Bella. Porque estaba seguro que no había ni siquiera pedido autorización para internarse en ella

Por otro lado estaba Bella. Tanya se desquitaría con ella cuando viera todos los cambios que habían surgido en cuanto a sus pertenencias, pues me había desecho de todo hacía un buen tiempo. Ya nada que recordara su estadía en esa casa y en mi vida se encontraba allí y suponía que había tenido un mejor futuro que el cesto de la basura cuando la había dejado para ser recogida por quien fuera en la puerta de mi casa.

Estacioné haciendo rechinar las llantas de mi auto y me sorprendí al ver otro auto estacionado tras del de Tanya. No lo reconocía y mi ansiedad creció, pensando cualquier estupidez. Corrí a la entrada para escuchar los gritos de Tanya, y las voces de Bella y otra persona…

- ¡Quítame las manos de encima! ¡¿Es tu novio? ¡La fea y gorda campesina ha encontrado milagrosamente un novio!.- gritaba Tanya y me di cuenta de inmediato quien era el otro tipo. Centré mi atención en su respuesta

- No te vuelvas a referir a Bella de esa forma.- dijo el tipo.- Y para saciar tu curiosidad, la respuesta es sí. Es mi novia

- Tanya ¿Qué escándalo tienes aquí?.- hablé antes de seguir escuchando al novio de Bella. No quise mirarla para que no notara cuanto me afectó corroborar las mismas palabras que había oído de ella

- ¡Vine por mis cosas!.- se soltó del agarre del tipo y me encaró.- ¡Quiero en este mismo instante mis cosas! ¡Todo Edward!

- No tienes necesidad de gritar.- dije calmadamente y viendo de soslayo como el tipo se acercaba a Bella para preguntarle algo.- Y lo lamento, pero todo aquello que no pertenece a mi casa fue botado

- ¡¿Qué? ¡¿Te atreviste a botar a la basura mi ropa, mis joyas, mis… mis…?

Una feroz y nueva bofetada me hizo arder nuevamente mi cara. Sentí a Bella contener la respiración y yo cerré los ojos para intentar canalizar mi ira y dejar el dolor de lado. La respiración de Tanya era agitada y sabía que en cuanto cruzara mis ojos con los de ella perdería los estribos

- Bella- llamé sin mirarla.- Déjame hablar con Tanya a solas por favor

- Pero Edward…- comenzó a protestar ella

- Vamos Bella. Ellos tienen que conversar.- escuchar su voz melosa hacia ella me hizo querer golpearlo a él para saciar mi rabia en algo que no fuera Tanya

- Yo…- empezó ella nuevamente

- ¡Termina de irte! ¡¿Quieres?.- le gritó Tanya

- No vuelvas a hablarle así, si no quieres que me olvide que fuiste algo mío y que eres mujer.- la amenacé. Dirigí mi mirada a Bella para que tuviera certeza que todo estaba bien.- No te preocupes, será un trámite corto.- dije mirándola a ella

- Ok.- susurró y salió acompañada con él

Cerré la puerta, pero antes que desparecieran de mi vista, todo mi rencor se reflejó en la mirada que le envié al idiota ese. A ese imbécil que podía posar sus manos en los hombros de ella… Suspiré con cansancio, y me voltee a encarar a la mujer que lograba sacar la peor de mí, cuando tiempo antes veía imposible crear un sentimiento distinto al amor hacia ella…

- ¡Empieza a hablar ahora Edward Cullen!.- volvió a gritar y hasta mis tímpanos protestaron

- Te pediría en forma amable que dejaras tus gritos para quienes tengan la paciencia de oírlos. Yo no y estoy intentando con todas mis fuerzas de no olvidar la enseñanza que tuve, así que trata de cooperar.- pedí con voz monocorde

- ¿Cómo te atreviste a tirar mis cosas?.- bajó su volumen gracias al cielo

- Tu ya no perteneces a esta casa, era absurdo seguirla teniendo como recordatorio que alguna vez estuve tan ciego.- levanté mi barbilla y puse mis manos en mis bolsillos, en una posición defensiva y relajada al mismo tiempo

- No tenías derecho.- increpó.- ¡Eran mis cosas!

- Sé que es de mala educación, pero la mayoría de ellas habían sido obra de mi bolsillo.- me encogí de hombros.- Así que creo haber hecho lo justo

- ¿Cuándo vas a olvidar lo que hice? ¿Esa es tu forma de castigarme? ¿Qué más harás? Ya lograste que tu hermana me corriera de su empresa ¿Falta algo?

- Lamento decirte que no eres tan importante para mí como para pasar mis días pendientes de cobrarte todas y cada una de las cosas que hiciste.- afirmé viendo como su cara se transformaba

- Seguro que no.- recompuso rápido su sembante y fue desafiante.- Me imagino que te olvidaste de mí ¡Claro!.- rió

- Cree lo que quieras, pero he sabido valorar mejores cosas que tú en este tiempo. Y eso te lo agradezco

- ¿Cómo qué? No me digas.- rió sarcástica.- Ahora veo. Por eso defendiste con tanto ahínco a tu Bella… ¡Dios! ¿Tan mal gusto adquiriste después de mí?.- era obvio que estaba bromeando. No tenía idea qué tan ciertas eran sus palabras

- Mi vida no tiene porqué interesarte. Ahora si ya haz visto que no hay nada que te pertenezca aquí, te agradecería que te retiraras.- indiqué con mi mano la puerta de salida

- ¿No vas a reconocerme nada Edward? ¿De verdad te gusta esa…?.- dejó la frase allí para reírse de mí.- Ni siquiera eres capaz de defenderla cuando la acuso así.- me envaré con sus palabras.- ¿Te avergüenzan tus sentimientos? ¿Es eso?.- medité sus palabras unos segundos y decidí que mis acciones debían ser correlativas a mis palabras

- Bella ha despertado sentimientos en mí que tu jamás podrías llegar a renacer en alguien.- afirmé seguro.- Y sí, me gusta. Mucho más de lo que pudo gustarme tu cascarón

- ¡¿Te haz vuelto imbécil? ¡¿Cómo se te ocurre siquiera compararla conmigo?.- rabiosa por entender que su broma era cierta, siguió gritando

- Tienes razón, no hay punto de comparación. Tu no le llegas ni a los talones. Eres vacía por dentro y por fuera

- ¡Cállate! ¡Eres Edward Cullen! ¡Podrías tener a quien quisieras a tus pies! ¡¿Y te fijas en esa asquerosa mujer? ¡¿La haz mirado siquiera? ¡Yo soy mejor que ella, tú eres mejor que ella! ¡No estamos a la misma altura que ella!

- En ese punto no puedo estar más de acuerdo contigo. Somos mucho mejores que ella. Mejores ciegos, imbéciles, superficiales e idiotas que ella

- Púdrete Edward.- escupió dando zancadas hacia mí.- Teniéndote cerca me doy cuenta porque no me arrepiento de haber hecho lo que hice

- Y yo te lo agradezco. Te enviaré un último cheque de mis bolsillos para devolver las cosas que me deshice de ti

Abrí la puerta y salió empujándome a su paso. Apoyé mi frente sobre la madera fría y mi mente fue a Bella. Era primera vez que reconocía lo que ella significaba para mí y se sentía bien y mal al mismo tiempo. Porque ella ya estaba con alguien y yo nunca podría borrar la imagen que ella había construido para mí.

- ¡Mierda!.- grité y golpee con toda la fuerza que pude la maldita puerta

- Hola.- miré en dirección a su voz. Estaba preocupada, la había aprendido a conocer

- Se ha terminado la función.- sonreí sin humor alguno.- No volverá a venir por aquí

- ¿Cómo estas?.- preguntó entrando a mi despacho

- Si crees que ver a Tanya me complica aún, estás equivocada.- lo que me inquieta es verte a ti con otro, añadí en mi mente

- Bien.- musitó y sonrió levemente.- Tengo que contarte algo

- Excelente. Necesito despejar mi mente. La visita y golpes que esa mujer me da, me están aturdiendo negativamente.- bromee, logrando una musical risa de su parte

- No voy a viajar a Forks todo el mes.- empezó y supe de inmediato el motivo.- Edward. Me han llamado para notificarme que podré operarme

- ¿Operarte?.- me hice el desentendido con su información

- Bueno, cuando tuve el accidente del que te conté… esa vez.- desvió su mirada y sus mejillas se tiñeron de rojo.- Mis padres buscaron alguna opción para remediar lo que me había pasado

- Entiendo.- murmuré para que continuara

- Tu sabes.- sonrió.- No teníamos bastante dinero como para llevarla a cabo. Y hace unos días recibí una llamada para informarme que podré hacerlo.- su tono de voz era de esperanza y me sentí bien por lo que había hecho por primera vez.- Un porcentaje es totalmente gratuito, y el resto lo ha cancelado alguien con un inmenso corazón

Sentí mi pecho hincharse con sus palabras, pero no era merecedor de ellas, lo tenía claro. Luego de la conversación con Renée, me había propuesto hacer algo realmente importante por una vez en mi desastrosa vida… Coincidentemente, el mismo cliente de Jacob que yo había atendido en Port Ángeles la vez que había viajado con ella, había hablado la última vez de esos tipos de cirugías.

Él y otro socio estaban construyendo en el mismo lugar que yo había visitado, una clínica privada que tratara a personas con accidente como el de Bella, de forma gratuita o de menor valor para su recuperación. Su hija había corrido la misma suerte de Bella y ahí pude entender cual había sido su retraso para nuestra reunión. Su mujer no había corrido la misma suerte y había perecido en ese incendio.

Me contacté con él y le expuse la situación de Isabella, él de forma inmediata había comenzado a buscar contactos que pudieran ayudarme y lo había logrado. Había conseguido dar con el expediente y el Doctor que había atendido a Bella y su socio sería el responsable de la operación de ella… En retribución de su acto, los planos y construcción de su Hospital sería patrocinado por nuestra empresa y la de Alice.

Miré a Bella nuevamente, sentada frente a mi en mi escritorio. Seguía contándome sobre su próxima intervención, lo emocionada y asustada que estaba a la vez. Sin embargo, de un momento a otro se había silenciado y su mirada reflejaba algo distinto a la ansiedad antes expuesta.

- ¿Qué pasa? ¿Por qué te quedaste tan pensativa de pronto?

- Es sólo…- se quedó en silencio.- No es nada.- dijo al fin

- No creo que ese nada, sea nada.- insté a hacerla hablar

- ¿Por qué crees que alguien ha ayudado a que mi operación se realice?.- inquirió de pronto

- No lo sé.- contesté removiéndome en mi puesto.- Supongo que tendrá que ver con que seas feliz

- Yo soy feliz.- habló con convicción. Sin embargo vi un destello de tristeza en su rostro al expresarse

- ¿Y por qué… siento como si no lo fueras de todo?.- cuestioné con interés en su respuesta

- Porque me apena que no toda la gente me quiera como soy.- confesó, dejándome sin palabras.- Agradezco a quien sea que haya hecho esto, pero me gustaría saber el trasfondo total de su actuar

- Bella, creo que no hay mayor intención que la que te he mencionado. El que seas totalmente feliz

- No Edward.- me contradijo.- Lo entendería si sólo hubiera sido una intervención de mis cicatrices, pero no una que implique incluso mi sobrepeso

Me quedé observando atento a sus gestos y palabras. Sentí caer un enorme muro sobre mi espalda cuando mencionó las dobles intenciones… Y me sobrecogí cuando me aseguró ser feliz así y sentir pena porque alguien no la acogiera tal cual era… No sé que pasó por mi cabeza, pero algo hizo clic dentro de mí y me vi idiotizado con lo que tenía frente a mí sin variaciones… Era ella, fuese cual fuese su aspecto o condición, era ella…

- Bella…- susurré sintiendo algo fuerte dentro mío cuando sus ojos se posaron en mí

- ¿Si?.- murmuró en voz baja

Me paré de mi asiento y rodee la mesa hasta llegar a su lado. El característico aroma que había sido convertido en mi favorito, me envolvió como un tornado… ¡Era ella! Y sólo ahora lo veía… Sólo ahora, cuando su corazón estaba siendo invadido por otro. Más el estar a su lado, eso pasó al olvido… Sentí la veracidad de mis palabras hacia Tanya arrasarme de forma feroz…

- ¿No quieres intervenirte?.- inquirí sin saber como decirle que yo la aceptaba tal cual era

- Si quiero Edward.- me aclaró.- Es sólo… yo me quiero así. Si voy a operarme es más que nada porque quiero que mi padre no se sienta responsable cada vez que me mira

- ¿Y por ti? ¿No lo quieres?

- Si, pero no de esa forma.- susurró.- Yo me acostumbré a lo que soy, a como soy… Esto es una oportunidad y la voy a tomar porque… quiero que…

- ¿Qué?.- apremié

- Quiero verme ante otros ojos como una persona más normal.- dijo de forma que me apretó el pecho

- Tú eres normal. No hables así de ti.- la contradije con valor

- Gracias.- sonrió cálida. Sus labios me llamaban como nunca antes, pero el recordatorio de su novio desarmó mi idea de probarlos

- No hay nada que agradecer Bella. Y… ¿Quién te acompañará para tus exámenes y todo eso?.- rogué porque me dijera que nadie lo haría

- No lo sé, había pensado en Alice o alguno de mis amigos. Mis padres no pueden venir

- Yo lo haré.- pronuncié seguro de lo que quería

- ¿Tú…?.- me miró sorprendida. Y caí en cuenta que quizás su novio estaría con ella

- Lo siento, olvidé por completo que tu novio tiene que estar contigo.- me excusé y me alejé un tanto de ella

- ¡No!.- casi gritó y se puso de pié. Mordía su labio con fuerza.- Yo… yo quiero… que seas tú.- señaló al fin y nunca sentí latir más rítmico de mi corazón, parecía un adolescente

- ¿De verdad?.- una sonrisa amplia se abrió paso por mis labios

- Si, de verdad.- me devolvió esa sonrisa que me arrebataba todo.

La quería, y sólo ahora me venía a dar cuenta ¿Cuántas vendas más debería quitarme de los ojos? ¿En cuantas cosas más había estado tan errado en mi vida?

- ¿Te pasa algo?.- cuestionó ella. No había apartado mi mirada de ella ni por un segundo.- Edward, si haz recordado que no puedes, no hay problema

- No hay nada más importante que quiera hacer.- corté sus palabras. Abrió sus ojos, no esperaba mis dichos

- Yo… Edward…- balbuceó y sin darme cuenta estaba a pocos centímetros de ella

- Gracias por darme la oportunidad de vivir algo importante para ti, contigo Bella.- dije de pronto

- La que está agradecida soy yo…- puse mis dedos sobre sus labios. Su calor me envolvió

- No Bella. Haz dicho que quieres ser normal, y no hay nadie en este mundo más normal que tú.- ella sólo me miraba encandilada

Acaricié su mejilla y me deleité con sentir como su calor subía poco a poco. Pasé mis dedos por sus suaves labios, nunca había estado tan cerca de ella y me sonreí al ver pequeñas pecas que adornaban su nariz. Un camino hacia esos hermosos ojos achocolatados que me tenían en trance.

- Eres tan perfecta.- murmuré y sentí como su respiración se aceleraba. Sus labios entreabiertos me enviaron una ráfaga de su embriagante aroma

- No, yo…

- Shht. Lo eres Bella…

- E-estás equivocado Edward. Yo…

- Si, siempre he estado equivocado…- susurré.- El imperfecto soy yo… Y tú eres la única perfección que he tenido en mi vida… o fuera de ella…

Pestañeó repetidas veces. Nuestra cercanía era cada vez más efímera. Junté mi frente a la suya, me carcomían las ganas de acortar todas las distancias y besarla, pero esos besos le correspondían a otro y me torturaba pensar que había tenido tanto tiempo para esto, y sólo ahora lo quería.

- Dios Bella, sé que no es correcto porque estás… con alguien. Pero… siento tantas cosas por ti…

- ¿Qué…?.- su voz era casi nula. Y quise creer que ella sentía igual

- Yo… yo siento cosas por ti… Yo he sido un maldito idiota con los ojos vendados todo este tiempo…

- No soy Tanya…- murmuró de pronto. Abrí mis ojos y la observé fijo ¡Por supuesto que no era ella!

- Y no sabes cuanto me alegra eso.- sonreí

Y fascinado por tenerla así, me dejé llevar por mis impulsos. Junté mis labios a los de ella y me sentí en el cielo. Un revoltijo de emociones y sensaciones estallaron en mi vientre, sólo igualado a un conjunto de fuegos artificiales en acción… Moví mis labios sobre los de ella, pero ella sólo estaba allí sin hacer y decir nada… Y caí en cuenta que sólo era yo quien quería esto…

Me quedé estático sobre su boca… Las acciones ya estaban hechas, y las respuestas ya las tenía, ella no sentía lo mismo por mí…

...

Continuará...

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SIMPLEMENTE ME KEDE SIN PALABRAS.. ESTE CAPI FUE TAN WAOOOO PORFINNN EDWARD SE DA CUENTA DE SUS SENTIMIENTOIS AZIA BELLA Y LO ULTIMO.. ¡PORFINNNNN EDWARD BESO A BELLA!.... AUNQ.. ¿POR QUE BELLA SE QUEDO ESTATICA? ¿QUISAS NO SENTIRA LO MISMO POR EDWARD? ¿EDWARD SOLO ESTARA CONFUNDIDO? ¿SERA  BELLA SU IMPERFECCION PERFECTA?... ¿QUE SINTIO BELLA CUANDO EDWARD LA BESO? ¿ESTARAN CONFUNDIENDO LOS SENTIMIENTOS? toooooddasss  esas dudas se aclararan o quisas se agrandaran en el proximo capii!! y estoi segura les encantara!...

YA SABENN!! COMENTEN!!!!!!!!!!!!!!!!! VOTENNN!!!!!!!!!!! Y SI LES GUSTA EL FICK REKOMIENDENLO :3

MIENTRAS MAS VOTOS Y MAS COMENTARIOS AIA SUBO MAS RAPIDO LOS CAPITULOS SII? JEJE BYEE LOS KIEROOO!!!

 

 

Capítulo 15: Capítulo 17:

 
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