BDSM

Autor: kdekrizia
Género: + 18
Fecha Creación: 10/10/2012
Fecha Actualización: 16/02/2014
Finalizado: SI
Votos: 47
Comentarios: 148
Visitas: 95192
Capítulos: 15

Fic recomendado por LNM

ADVERTENCIA

Este fic es para mayores de 18, contiene lenguaje fuerte y explicito sobre el sexo, esta bajo su discresion quien lo lea, si no te gusta mejor no pases a leer.

 Isabella es trabajadora, treintañera, hiperactiva, freelance, divertida y ávida de experimentar la vida. Su curiosidad la lleva a un mundo totalmente inédito para ella: los chats eróticos. Lo que en principio comienza como un merodeo divertido por distintas salas acaba convirtiéndose en algo más en el momento en que conoce a AMOCULLEN, un usuario con el que habla habitualmente acerca de su forma de entender el sexo y del que recibe continuas insinuaciones sobre la posibilidad de fantasear con una relación de dominación entre ambos. Aunque Isabella es reticente, poco a poco comenzará a conocer las reglas de un mundo que acaba por no ser tan descabellado como le parecía y a cuestionarse sus propios límites.

¡Triste época la nuestra!

 Es más fácil desintegrar un átomo, que un prejuicio.

 (ALBERT EINSTEIN)

 Basado en  La Sumisa insumisa  de Rosa Peñasco

 es una Adaptación del mismo

Mis otras historias:

 

El Heredero

El escritor de sueños

El escriba

Indiscreción

El Inglés

Sálvame

El affaire Cullen

No me mires así

El juego de Edward

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Capítulo 15: El porvenir

 El porvenir

 

¿Qué me depararía el porvenir después de esta experiencia?

¿Querría volver a pasar por una experiencia parecida?

¿Desearía pertenecer a la cuadra de AMOCULLEN?

Tendría que pensar en todo ello, cuando consiguiera distanciarme de la fascinación que ejercía AMOCULLEN  en mí. Cuando volviera a mí ciudad, regresaría conociéndome un poco más, pero yo misma me había convertido en una extraña para mi misma. Yo, la rebelde por insatisfecha a donde me había conducido esta insatisfacción.

El éxtasis experimentado a costa de un dolor inaguantable, cómo podía haberme enamorado de AMOCULLEN, aunque sabía que él también me amaba, claro a su manera oscura y pervertida.

¡Dios mío! ¿Quién era yo? Su sumisa- AMA- witch.

Deberíamos hablar de todo ello, sin cinismo, sin ocultación y sin usar mi humor acido, si pensábamos establecer algún tipo de vinculo perdurable tendría que revisar mis propios valores.

Debía reconocer que él no me había engañado. En todas nuestras conversaciones me había explicado todo de la forma más cruda y yo me había reído de todo pensando que exageraba.

Al levantarme a la mañana siguiente lo contemple como dormía pausadamente con una sonrisa en su bello rostro. Lo sentí vulnerable. Un sentimiento cálido por él me recorrió el cuerpo dolorido.

Este hombre se me había metido debajo de mi piel y no creía poder separarme de él.

-Buenos días sumi. Me dijo AMOCULLEN con una sonrisa esplendida. Acercando su mano hasta mi rostro. Deposito un suave beso en mis labios hinchados -¿cómo te encuentras?

-Bien, con un poco de dolor, nada que un nolotil no pueda calmar.

Cullen levanto el teléfono para pedir nuestro desayuno. Volvió hacía mi, abrazándome por la cintura  con mucho cuidado, como si fuera de un delicado cristal de Murano. Apoyo su rostro en mi pelo, oliéndome y deslizando sus labios por el hasta llegar a mi cuello donde deposito infinitos besos suaves como el aleteo de un colibrí.

Los sentido que tenía embotados por el dolor y el calmante, empezaron ha despertar. Lo acerque a mi deslizando mis manos por su pecho hasta su nuca, enroscando mechones de su pelo entre mis dedos avaricioso de él.

Me miró directamente buscando mis ojos.- Debemos hablar. Susurro en mí oído.

Asentí con mi cabeza nublada por todas las sensaciones de la noche anterior, sumándole todo lo que me hacía sentir en ese momento. Mi voz quebrada se negaba a salir  de mi garganta.

-Edward te quiero.

- Y yo a ti Isabella, no sabes cuanto. Ya no podría vivir lejos de ti. Si me aceptas, puedes poner tú tus condiciones. Las aceptare sin rechistar.

- Y si no puedo compartirte, con otro AMO u otra sumisa. Solos tú y yo.

- Lo aceptare. ¿Quieres compartir tu vida conmigo?

-¿Qué me estas pidiendo? ¿Qué deje mi trabajo, mi ciudad, mi independencia?

-Si, cásate conmigo. Lo que has vivido hasta ahora, era tu iniciación en este mundo, pero a partir de ahora si me quieres, no volverás a sentirlo si no me lo pides expresamente. Hay muchos niveles distintos en el BDSM  y yo se que este es tu limite infranqueable. A partir de este podemos experimentarlos todos a tu ritmo, y pueden ser tan satisfactorios o más que el éxtasis que has experimentado. Pero debía probarte antes de pedírtelo. Tenías que confiar en mí. Esa es toda la base entre AMO y sumisa.

Vuelve a tu ciudad, despídete de tu trabajo, cierra tu casa y vuelve conmigo. Yo te daré todo lo que necesites, incluido un nuevo trabajo, un piso para ti sola y solo nos veremos cuando tu quieras.

Te daré la libertad que necesites.

-No será necesario. Me despediré por teléfono. Llamaré a Marc para que me envié mis cosas. Iré a donde tú estés. Nada me retiene en Vancouver.

Vi el rostro de Edward surcado de unas lágrimas mientras me miraba con adoración.

 

 

 

Hola chicas aquí termina esta historia. Siento si alguna de ustedes se ha sentido turbada por ella, no era mi intención. Solo quise que conocieran un poco este tema tan de actualidad desde la aparición de 50 sombras de Grey.

Pensé en mostrar unas pinceladas de este mundo que no es tan idílico como lo pinta.

Gracias por haberme acompañado en esta historia, tanto a las que comentan como a las lectoras silenciosas. Me ha gustado mucho saber su opinión.

 

Capítulo 14: Me ama

 
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