Me desperté muy temprano como siempre, tengo un reloj biológico que sólo desprogramo en vacaciones. De pronto sentí un cuerpo junto al mío. Había alguien en mi cama. Desde que tengo uso de razón sólo había despertado un par de veces junto a Alice cuando sus padres o los míos salían de viaje y nos dejaban al cuidado de la otra familia. Pero anoche no invité a Alice.
Me giré espantada y allí a mi lado se encontraba el hombre más divino del mundo. Sus cabellos cobrizos despeinados. Yo sabía lo suaves y sedosos que era. Sus ojos cerrados me dejaban ver sus hermosas y espesas pestañas. Sus labios entrecerrados me invitaban a probarlos. Tenía unas cuantas pecas en sus mejillas y nariz.
Lo empujé en el hombro y apenas se movió en respuesta. Tenía uno de sus brazos envolviéndome por la cintura y lo apretó más aún.
- Edward Cullen ¿Qué haces en mi cama?- le dije sonriendo.
Él sonrió levemente aún con los ojos cerrados.
- Consumando el matrimonio- dijo despreocupadamente.
Instintivamente busqué si traía puesto el pijama con el que me acosté. Y sí lo tenía puesto. Oí sacudirse su pecho con una risa apagada
- Bella no te hice nada, no soy un pervertido. Además no es así como imagino la primera vez.
- Entonces porque dijiste eso de consumar el matrimonio.
Abrió sus ojos y me miró. Esos preciosos ojos verdes podrían matar a cualquiera de un infarto.
- Hemos dormido una noche juntos. Eso sería suficiente para evitar que tu padre quiera llevarte cuando le plazca. ¿No tenemos que entrar en detalles verdad?
- ¿Por eso dormiste conmigo?
- Bueno la verdad es que me quedé dormido Bella. Estaba muy cansado.
Lo empujé suavemente.
- Sólo por eso vas a tener que preparar el desayuno- le dije y me levanté.
- Si tengo que preparar el desayuno por pasar la noche contigo entonces quiero cocinar todas las mañanas.
- Eres terrible Edward. Anoche con todos los eventos inesperados, no me pudiste decir cómo te fue con el director del instituto
- No puedo decir que me fue bien. Tengo límites en cuanto a mi relación contigo. No podemos tener demostraciones de afecto y nuestro comportamiento debe ser intachable. Además seguirás usando tu apellido de soltera, eso es lo único que me aceptó.
- ¿Le pediste que yo siga siendo Swan? ¿Por qué, no quieres que lleve tu apellido?
- La verdad nunca he estado a favor de eso. Creo que debes mantener tu propio nombre. Así el matrimonio no me suena a contrato de compra venta. Además cuando sea padre no me gustaría que mi niña lleve el apellido de otro hombre. Pero las cosas son así. Cuando vayas a la universidad si serás Cullen. Claro si seguimos casados aún- y su mirada se entristeció un poco.
Desayunamos y fuimos a la escuela. La gente ya no parecía interesada en mí como el día anterior. Cada vez que Mike se acercaba a darme conversación yo fingía estar en otro lugar y jugaba con mi anillo de bodas. Eso alejaría a cualquiera pero Mike era más lento en comprender. Afortunadamente tuve casi todas las clases con Alice y podía conversar con ella. Su amistad con Jasper se hacía cada vez mas estrecha y seguro no tardarían en hacerse novios. Pero me preocupaba mucho mi hermano tontorrón.
- Emmet, estoy algo preocupada por ti- le dije saliendo de una clase.
- ¿Por mi? ¿Qué te puede preocupar de mi Bella?
- He visto como miras a Rosalie.
- Es la mujer más linda que he visto en mi vida. Es tan sexy.
- Emmet si ella no te correspondiera ¿no sufrirás?
- ¿Quién te ha dicho que no me corresponde? Cada vez que la miro no aparta la mirada y si le sonrío me devuelve la sonrisa. Un día de estos la besaré y si me corresponde le pediré que sea mi novia.
- ¿Tan sólo así? No piensas conocerla un poco más. ¿Y si está fingiendo? ¿Y si es como Tanya que sólo quiere saber si mi matrimonio con Edward es real o una farsa? ¿Y si ella no es buena? Recuerda al padre que tiene.
- Y si, y si… Bella no te interesas por mi, tan sólo estas preocupada por ser descubierta. Yo no tengo nada que decir de ustedes. Se casaron de pronto, fui a su boda donde los vi felices, regresaron de su luna de miel y ahora los veo besándose por todos lados. No creas que hoy en la mañana no vi como te daba un beso de despedida. No lo sé pero creo que este matrimonio es normal. Los únicos que piensan que sufres son nuestros padres y creo que si tu y Edward tienen algo deberías decirles. ¿acaso tendría algo de malo? Ya están casados.
- Lo siento Emmet, no es que no me interese por ti. Es sólo que sé como es Tanya y Rosalie y ella de parecen tanto.
- Sólo por fuera hermanita, por dentro te aseguro que Rose es una bella persona.
- Está bien confío en ti grandulón.
- Pues yo no confío nada en ti. Y menos en ese amigo mío llamado Edward. Sé que tienen algo eso se nota a la distancia. Espero que papá no se entere por otros medios.
Durante el almuerzo vinieron a sentarse conmigo Alice y Jasper.
- Es una lástima que los profesores tengan otro horario para comer, me gustaría conversar con mi primo- dijo Jasper. – ¿Pero tu podrás contarme verdad Bella?
- ¿Claro Jasper que quieres saber?
- Oí ayer que mi padre le ofreció a Edward un mejor trabajo en Seattle pero lo rechazó.
- Seguro fue porque quiere estar con su esposa- dijo Alice
- No yo pienso que fue porque hace mucho también hizo lo mismo con Carlisle, yo era niño pero lo recuerdo bien. Trabajaron en la empresa durante un año y después Carlisle fue transferido a Port Ángeles por unos supuestos malos manejos. Creo que Edward teme que le haga lo mismo y no lo culpo- dijo Jasper con tristeza
- Si, estoy segura de que es por eso Jasper. Aquella vez tu padre convenció a tu abuelo de que Carlisle no era bueno en su trabajo. Lo que no entiendo es que le dejara su fortuna a Edward si no se llevaba bien con Carlisle y no aceptaba a Esme.
- Mi abuelo era inglés Bella. Criado en una familia muy conservadora, de esas que dejan su legado al hijo mayor. Aún cuando mi padre era el favorito del abuelo no podía pasar por alto las costumbres. Y así le dejó todo a Edward que es el heredero. Eso trae loco a mi papá y cuando se anunció su compromiso investigó todo sobre ustedes para saber si eran una familia de mala reputación o si estaban en la quiebra.
Me puse un poco nerviosa por las revelaciones de Jasper, su padre no estaba tan equivocado después de todo.
- ¿Eso hizo?, vaya que si le interesa el dinero- dije-Lo siento no quise decir que tu padre sea un interesado- me disculpé.
- No hay cuidado sé como es mi padre y él me conoce también, no se ha atrevido a pedirme que los espíe como lo ha hecho con Tanya. Si ustedes se casaron sus motivos tendrían yo no soy quien para meterme en eso. Pero mi primo se ve tan feliz que estoy seguro de que te ama.
Me sonrojé un poco cuando me dijo eso, Jasper era tan sencillo y agradable que podía comprender muy bien porque mi amiga lo amaba.
Las cosas iban tomando su normalidad con sus idas y venidas Yo trataba de no caer en la tentación de responderle a Tanya y evitaba cruzarme con ella, aunque había ocasiones en que no lo soportaba y también contraatacaba.
- Hola prima te ves bien. ¿Cuántas horas te estuviste maquillando?- Me dijo esa mañana la arpía.
- Casi no tuve tiempo Edward me asalto esta mañana y ni siquiera tomé desayuno. De casualidad ni tienes galletas- le respondí con el tono mas inocente que pude.
- Chúpate esa resbalosa- dijo Alice por lo bajo cuando nos alejábamos dejando a Tanya confundida y todavía procesando lo que le había dicho.
Por las tardes Edward me ayudaba con mi tarea, ya estábamos haciendo planes para ese fin de semana en Seattle. Nuestra relación iba bien, a un ritmo lento pero seguro. Besos al levantarnos y acostarnos y entre comidas. Yo creía que cada día se veía más guapo, si esto era posible claro. Pero estaba segura que era porque cada día descubría otra cosa de él que me agradaba como por ejemplo que me abría todas las puertas y me invitaba a pasar primero, me acomodaba la silla antes de sentarnos a comer, me miraba a los ojos cuando hablábamos y no a su plato aún cuando se veía muy hambriento. Tocaba para mí siempre que se lo pedía y hasta me hablaba en francés algunas veces.
Era jueves y ya casi se había terminado la semana, después de clases Edward iría de visita a casa de sus padres. Decidí no acompañarlo para que pueda conversar libremente con su padre sobre lo que ocurría entre nosotros. Con mi familia eso necesitaba todavía un poco más de tiempo.
Estaba terminando de preparar la cena cuando llamaron a la puerta y me sobresalté porque no sólo oí tocar el timbre sino también aporrearon la puerta.
Me asomé por la ventana un poco asustada y ví a Jacob parado en mi puerta jadeando.
- ¿Jake? ¿Qué te sucede porque estas así?- dije alarmada.
- He escapado Bella, no pude sacar el auto y no se a quien recurrir. Acabo de llamar a tu casa y tus padres han salido- Y no dejaba de mirar en todas direcciones como si lo persiguieran.
- Pasa Jake, Edward no tardará en llegar de casa de sus padres.
- Bella no se cómo decírtelo. Creo que esta noche nos caerán encima
- ¿A quién te refieres exactamente?
- Los de Forestry, la empresa depredadora de los Cullen. Nos tienen cercados, antes del anochecer llegaron con muchos hombres y cercaron la zona que van a talar pero eso incluye la parte habitada. Tienen muchos hombres y algunos miembros de la policía están con ellos. Eso quiere decir que han sobornado también al jefe de policía.
Sam cree que atacarán esta noche, aunque no hemos oído sus máquinas funcionar. Él dirige a los que vamos a resistir. Si atacan nos defenderemos Bella.
- Jake eso es terrible, si se defienden los pueden matar.
- Tememos más por los niños y los ancianos.
- ¿No estaban los del Greenpeace con ustedes?
- Se fueron ayer, al parecer un barco derramó petroleo en Astoria.
Escuché abrirse la puerta y corrí al encuentro de Edward.
- Bella ¿qué tienes cariño?- dijo mirándome. -¿Te pasa algo?- y levantó la vista hacia la sala. -¿Qué hace ese perro aquí? ¿Te hizo algo? Ya sabes que te dije que no quería…
- Edward, van a atacar La Push- le dije casi llorando.
- ¿Qué? No puedo creerlo Marcus me aseguró que eso no pasaría hasta la próxima semana si el consejo no daba su consentimiento en la reunión del sábado. Por eso era tan importante que fuéramos. Nosotros tenemos casi el 50% de las acciones. No pueden hacerlo sin nuestra firma.
- Pero La Push está cercada, no los dejan salir y si atacan ellos se van a defender.
- Eso sería una masacre, una cobardía. Marcus es implacable no dudará en dar la orden de disparar.
Se pasó la manos por sus cabellos pensando que hacer.
- Bella debo ir de inmediato a Seattle, debo informar al consejo de lo que está haciendo Marcus. Además esto es ilegal, estoy seguro que ellos no están enterados, son sólo Marcus y Cayo.
- Yo iré contigo- le dije acercándome a él.
- No Bella, estarías en vela toda la noche, no quiero arrastrarte medio Washington, estarías incómoda. A esta hora no hay vuelos, debo ir en auto llegaré antes del amanecer.
- Ten cuidado, te llamaré a cada hora, no te duermas en la carretera- le dije preocupada.
- Subiré a cambiarme, bajo enseguida. Hola Jacob- dijo al pasar a su lado.
Me dirigía a la cocina muy rápido y envolví un poco de comida para el viaje.
Pasaron unos minutos y Jake estaba en silencio mirando hacia la ventana.
- No es tan mal sujeto como pensaba- oí decir a mi amigo.
- Claro que no. Edward es muy bueno y justo. Cuando herede su fortuna cerrará esa empresa taladora.
- Cuando heredemos preciosa, yo no quiero esa fortuna si no estás conmigo- me dijo abrazándome. Traía ropa de viaje que le sentaba bien.
- Ten, es algo de comer para el viaje. Cuídate, te llamaré.
-Volveré lo más pronto que pueda. Si no logro nada con el consejo, traeré periodistas, a la guardia nacional o el movimiento gay- sonreí al ver su sonrisa juguetona. Aún no salía de casa y ya lo estaba extrañando.
Se dirigió entonces hasta Jake con seriedad.
- No la involucres en esto perro, mantenla al margen. Si pasa algo imprevisto o si demoro más de la cuenta, cuídala- su voz era una amenaza y a la vez una petición.
- Eso no tienes que pedirlo imbécil. Ten cuidado con la carretea y… gracias- dijo Jake mirándole a los ojos por unos segundos y volteándole el rostro luego.
Regresó a mi, me dio un beso y salió muy rápido. Lo seguí hasta la puerta y me quedé allí mirando como desaparecía el auto.
- Bella tengo que regresar con mi familia, no te puedes quedar aquí sola, ve a tu casa Emmet está allí.
- Esta es mi casa Jake. Además tengo que llamar a Edward a cada hora y lo haré hasta que llegue a Seattle aunque mañana no vaya al instituto.