Tus Imperfecciones Mi Perfección (+18)

Autor: AliceJoziCullen
Género: Romance
Fecha Creación: 07/11/2010
Fecha Actualización: 30/01/2011
Finalizado: SI
Votos: 47
Comentarios: 81
Visitas: 148308
Capítulos: 26

FIC FINALIZADO!!

"Edward Cullen creyó tener una vida perfecta a sus 25 años. La llegada de una nueva persona a su hogar, le demuestra que la perfección no está en lo externo y lo hace replantearse todo su entorno y defender lo que nunca creyó posible; la belleza interna"

Antes de continuar quiero aclara que este fic no es mio, en teoria ,sino de PAM3.C.S con la cual me he comunicado y cuento con su total autorizacion, espero que lo disfruten igual que yo ¡Comenten y voten plis!

Bueno chikas me alegraaa q les aia gustadoo este fickk enserio no tienen ni ideaaa i bueno nada maz me keda dezirles q grax x los votos i toodoo :) si kieren leer otros ficks q bueno estoi escribiendo aka les doi los nombres i los link:

- PASIONES PROHIBIDAS (+18)

- LA SEGUNDA OPORTUNIDAD DE BREE

- MUNDOS DIFERENTES... UN MISMO SENTIMIENTO

Si kieren pueden pasarse por mi blog: www.alicejozicullen-fanfiction.blogspot.com

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Capítulo 14:

Bella.-

...

Lo único que podía definir mi estado de ánimo y mi vida en este momento, era felicidad. Estaba extasiada totalmente de haber estado con mi familia y haber compartido de igual manera con Edward. Aunque lo notaba algo extraño, desde el mismo día en que había llegado a casa y había conversado animadamente con mi madre, lo percibía ensimismado y algo nostálgico. Deseaba en forma ferviente poder saber lo que pasaba por su cabeza, pero a pesar que las cosas comenzaban a tomar nuevamente un curso amistoso, no creía poder acceder de forma libre a sus pensamientos.

Mi única teoría sobre ello, era lo de siempre, Tanya. Y eso mismo provocaba un sentimiento de agonía en mí…porque ya no podía ocultar que todo él, ejercía una fuerte atracción en mí. Lo había comprobado de la peor forma, había sido esa ocasión en que todo se había descontrolado… Quería poder ver a un Edward emancipado de todos sus malos momentos, pero mientras ella siguiera en su cabeza, eso era imposible…

Luego de ese día y de mi confesión, me había encerrado en mí misma. No era temor a él, era el temor a lo nuevo… Las desconocidas sensaciones y reacciones que él provocaba en mí me hacían temer de mi misma… Nunca me había sentido menos, a pesar de todo cuanto me había sucedido en mi vida, pero esta ocasión desordenaba todos mis esquemas y hacía estragos mi voluntad y amor propio… Porque el amaba la perfección y yo no era convocada en ese selecto grupo.

- Bella. Llegamos.- abrí mis ojos para encontrarme de vuelta en su casa. No había dormido, pero la sensación de cerrar mis ojos y sentirlo cerca, me hacía transportarme a una realidad más favorable a mí

- Gracias.- salí del auto, mientras el sostenía la puerta para mí

Caminé a tomar mis cosas del maletero, pero él como el caballero que era y que comenzaba a conocer, las tomó por mi y entró con ellas…ese caballero que con cada nuevo detalle que descubría del Edward pasado, me hacía perder un poco más la cabeza… Observé un paquete olvidado en el interior del auto y lo tomé para llevárselo dentro. No pude evitar una sonrisa triste…era notorio que el regalo era para una mujer, y me suponía acertadamente para quien era…

- Haz olvidado esto en el auto.- le extendí el objeto

- No lo he olvidado.- sonrió.- Mas bien esperaba que dieras con él.- lo miré sin entender

- ¿Para qué?.- inquirí desconcertada, aunque mi estómago comenzó con el típico aleteo de mariposas. Quise golpearme para cesarlas

- Es tuyo.- musitó avergonzado.- Pasé por una tienda en Port Ángeles, y me pareció un regalo perfecto para ti.

El aire se quedó atorado en alguna parte de mi cuerpo y el mismo quedó petrificado en el mismo lugar y la misma posición. Edward me observaba con una sonrisa arrebatadora, y yo sólo estaba allí, de pié y con el objeto en mis manos.

- Si no te gusta, puedes dejarlo.- musitó con un extraño nerviosismo

- ¡No!.- salí de mi estado.- Es decir. Gracias

- Pues, yo esperaría a que lo vieras para que me dieras las gracias de verdad o me envíes lejos.- rió pasando su mano por su cabello

- Claro.- tomé la bolsa y la abrí. Una preciosa pañoleta azul se desenvolvió entre mis manos

- ¿Cumple las expectativas para un agradecimiento sincero o está para prender fuego con ella?.- notaba como intentaba aligerar el ambiente

- Es preciosa. Muchas gracias

Era como muchas que tenía, para ser sincera. Pero la diferencia que la hacía más hermosa que todas, radicaba en la persona que me la obsequiaba, era él. Mi móvil me sacó de la burbuja en que estaba y comencé a buscarlo entre mis cosas, una vez dentro de la casa. Christian había sido mi salvador

- Hola perdida en acción ¿El ogro verde ha estallado en furia nuevamente?.- me removí incómoda. Edward dio media vuelta con disimulo y se adentró en su despacho

- No. He ido a Forks a ver a mis padres.- una sonrisa se extendió en mi cara.

- ¿En serio? Me alegro mucho por ti, pero lo tenías bastante secreto ¿Eh?

- Fue una sorpresa para mi también.- aclaré.- Edward me invitó y costeó el viaje.- un largo silbido se extendió al otro lado de la línea

- Eso sí que es un milagro ¿Se va acabar el mundo?.- rió sólo de su propia broma.- Bueno, pero yo te tengo una sorpresa de igual modo. Ha quedado un puesto en el lugar que trabajo. Necesitan alguien para limpieza y lavado

- ¿En serio?.- salté emocionada. Lo esperaba desde hacía tiempo

- Así es, por lo que mañana luego de clases te vienes conmigo para que tengas una entrevista con mi jefe

- Pero Chris, en la entrevista de seguro me preguntará por experiencia y yo no tengo ninguna

- Problema resuelto ¿Conoces las mentiras? Ya lo he comenzado, tú solo sigues el juego. Nos vemos mañana Bella.

- Está bien. Adiós

Me quedé allí un rato. Observé el pasillo hacia el despacho de Edward y un estremecimiento me recorrió de pies a cabeza al recordar la última vez que había estado allí. Decidí dejarlo así, quizás el no había oído el comentario de Christian y sólo se había querido encerrar en su soledad, haría lo mismo…

Tomé una larga y relajante ducha. La idea de poder conseguir por fin un trabajo me llevaba de los nervios a un estado de excitación. Sería una experiencia nueva y quería que se hiciese realidad… Bajo el chorro de agua sentí un ruido proveniente de la habitación. Corté rápido mi ducha y me enfundé en un albornoz… Pensé que podía haber sido Edward, pero al abrir la puerta no había nadie… Y el no entraba a mi cuarto, sin embargo, mi mente me jugó una mala pasada… Y percibí, casi de forma inexistente, el aroma característico de esa cara loción que siempre llevaba consigo ¡Patrañas! Yo y mi mente retorcida…

- ¿Por qué no me dijiste que querías trabajar?.- preguntó Jane cuando mencioné la entrevista de más tarde.- Hubiera hablado con Dem. De seguro él te hubiera buscado algo.- asentí y desvié la mirada

- No se me ocurrió.- musite, sin querer mencionarle a Jane lo de su hermano y el no haber sabido más de él.- En todo caso ya estoy con Chris

- Pero con Demetri podríamos haber conseguido algo juntas.- siguió insistiendo ella.- ¡Hey! Mira, hablando del rey de roma

Di un rápido vistazo a la cafetería y justo en mi campo de visión apareció él. Venía con su caminar despreocupado, riendo con otro chico de igual aspecto que él. Centré mi atención en mi comida, esperaba que pasara de largo como todas las otras veces. Pero ésta vez no fue así, sentí cada vez más cerca su voz y por el rabillo de mi ojo lo pude observar de pié en el borde de la mesa en la que nos encontrábamos.

- Hola Bella.- saludó y tuve que obligarme a ser educada

- Hola.- contesté

- Dem. Bella necesita trabajar y yo creí qu-

- Gracias, pero Christian ya ha encontrado algo para mí. De hecho es tarde y tengo que irme. Adiós. Nos vemos mañana Jane

- Pero…

Tomé mis cosas y me alejé rápidamente de allí. En el reflejo de la pared de vidrio, vi a Jane y su hermano pendientes de mi huída… Justo al salir choqué de frente con Chris y nos fuimos de inmediato al local en el que postularía al trabajo. Era un Resto- Bar, y necesitaban una persona para los días sábado y domingo, que era cuando más clientela tenía.

- Te dije que sería fácil.- rió abiertamente mi amigo cuando salimos del local

- Porque dijiste que había trabajado haciendo lo mismo en un local de Forks que ni siquiera existe.- me reí negando con mi cabeza

- El fin, justifica los medios. Además tendrás a este galán siempre a tu lado

- Gracias Chris.- me paré y lo abracé

- De nada Bella, pero tengo que aclararte que te adoro, pero como amiga. Así que no te pases rollos conmigo.- bromeó golpeando mi hombro con el de él

- ¡Claro! Tendré que guardarme mi amor por ti para mis sueños solamente.- le seguí la corriente

- O para el ogro de tu casa.- pronunció como distraído, pero me dejó parada en la calle por su mención

- Estás loco. Las cosas que dices.- intenté sonar despreocupada, pero él me quedó mirando fijo y su sonrisa ya no estaba allí.- ¿Qué pasa?

- Cuando me tendrás la confianza suficiente para decirme que el ogro ha logrado entrar allí.- indicó el lugar donde se encontraba mi corazón. Iba a protestar, pero el prosiguió.- Y no me mientas. Soy perceptivo

- Entonces deberías estudiar Psicología.- obvié el otro comentario

- ¿Y?.- cuestioné una vez en el auto

- ¿Y qué? Creo que estás viendo cosas donde no las hay. Estoy muy agradecida de Edward, ha cambiado y todo bien entre nosotros. Pero no del modo que tu lo ves.- intenté zafarme

- Si, lo que digas.- no insistió más.- Pero si sientes algo por él, creo es tiempo que empieces a hacer cosas. Eres una persona valiosa y él tiene que aprender a valorarlo.

No dije más sobre el tema. En vez de eso seguimos conversando del trabajo, pero inconcientemente sus palabras aun me daban vuelta. Toqué con mi mano libre la pañoleta que llevaba amarrada a mi cuello… Cada detalle que él tenía para mí me hacía creer que podría haber una mínima esperanza, pero luego Tanya se situaba en mi mente y todo aquel vestigio de emoción, se esfumaba así como llegaba…

Era día Jueves y nos encontrábamos en casa de Alice y Jasper por invitación de ellos a cenar. Estaba entretenida jugando con Amy y Montse, mientras Edward tenía una conversación privada con su hermana y Jasper se encargaba de la mesa. Me había ofrecido para ayudarlo, pero su negativa había sido rotunda. Mientras lo observaba cantar y decorar la mesa, no podía mas que pensar en lo afortunada que era Alice, esperaba algún día tener una suerte así.

Y justo cuando pensaba en eso, apareció ante mí él. Reía despreocupado junto a su hermana. Me alegraba que las cosas entre ellos estuvieran nuevamente bien… Sacudí mi cabeza cuando pensé en la casualidad de pensar en un posible esposo y el ingreso de Edward a la sala… Al parecer mi imaginación llegaba lejos…

- No le habíamos contado. Mañana llega mi hermana.- comentó Jasper con una gran sonrisa

- ¿Rose? ¿De visita?.- preguntó Edward, quien mantenía a su ahijada en brazos mientras comíamos

- Eso pensamos.- contestó Alice.- Pero mi suegro me ha comentado que ha pedido cambio de Universidad. Irá a la misma tuya Bella.- me indicó.- Así que le ofrecimos hospedarse con nosotros

- ¿Ella estudia Derecho?.- no lo recordaba del todo

- Sí. Está recién empezando como tú.- Jasper derrochaba alegría al hablar de su hermana

- Así que queríamos pedirte si podrías orientarla durante los primeros días.

- No hay problema.- contesté sonriendo

- Creo que deberás buscar una buena arma Jazz.- comentó Edward.- Tendrás a cada candidato en tu puerta desde el primer día

- Y tu deberás cerrar la tuya con candado.- objeto Jasper divertido. No entendía a qué se referían, hasta que Alice explicó

- Rose ha quedado loquita desde el primer día que ha visto a Edward.- sentí una punzada en mi cuerpo

- ¡Oh!.- fue lo único que pronuncié

- Bueno. Quiero proponer un brindis.- expuso Jasper, por su mirada me decía que tenía que ver con la conversación reciente que teníamos.- Bella ha encontrado un trabajo

- ¿Un trabajo?.- exclamaron Alice y Edward al mismo tiempo. No les había comentado a ellos

- Si. Es en un Resto- Bar. Un compañero de Universidad me lo ha conseguido

- ¿Y no interferirá en tus estudios Bella?.- consultó preocupada Alice

- No. Es sólo los viernes y sábados

- ¿Viernes?.- indagó Edward y se miraron extrañamente con su hermana

- Eh, sí.- respondí un tanto avergonzada.- Empiezo mañana

- ¿Mañana?.- volvió a preguntar Edward, asentí sin saber que más decir

La comida prosiguió con el anunciado brindis y conversaciones triviales. Edward volvió a conversar en privado con Alice nuevamente al terminar la cena y luego de eso nos devolvimos a casa… Noté silencioso a Edward, quizás mi nuevo trabajo y el hecho que llegara esos días de madrugada sería una molestia para él, y recién en ese momento me dí cuenta que debía haberlo consultado con él en primera instancia. Llegamos a casa y antes que cada uno se dirigiera a su habitación, preferí ahondar de inmediato en el tema

- Edward.- se volteó hacia mí.- Siento no haberte informado antes de mi trabajo. Te prometo que no haré ningún ruido cada noche cuando llegue que vaya a desvelarte

- Bella, no estoy molesto o preocupado por eso.- me rebatió.- Es sólo que la ciudad es peligrosa de noche y bueno… Mañana tenía una cena de la empresa, había pensado en que me acompañaras

Mi corazón comenzó a bombear como un demente. Y sentí un calor abrazador por cada partícula que componía mi cuerpo… Ese calorcito que comenzaba a ser mi compañero fiel, cada vez que Edward tenía un hermoso detalle conmigo…como ahora…

- Yo…- intenté decir algo

- No te preocupes Bella. He hablado con Alice y me ha propuesto que lleve a la hermana de Jasper.- mi corazón calló en picada.- Sólo voy a pedirte que te cuides y que cualquier cosa, no dudes en llamarme

- Gracias.- dije simplemente. El hecho que fuese a ir con la hermana de Jasper, me ponía en un estado extraño

- Nené y Charlie me matarían y repartirían las partes de mi cuerpo si llegara a pasarle algo a su regalona.- sonrió y la correspondí forzadamente

Era eso, simplemente sus detalles correspondían a la responsabilidad que tenía con mis padres y los suyos por cuidarme. Me revolví en la cama y planté la almohada sobre mi cabeza para ahogar las malditas lágrimas que amenazaban con aparecer ¡Celos! ¡Rabia! ¡Impotencia! ¡Frustración! Ciento de emociones agolpaban mi ser…

- Bella. Te presento a Rose, la hermana de Jasper.- presentó Edward a la hermosa mujer delante de mí

- Hola.- saludé, sintiendo que un hoyo se habría bajo mis pies

- Hola Bella. Jasper me ha hablado mucho de ti y me ha contado que serás mi guía en la Universidad. Muchas gracias por la molestia

- No es ninguna molestia.- forcé una mueca con ánimo de ser sonrisa

- Bien ¿Nos vamos?.- Edward tan galante como siempre, le ofreció su brazo a ella, que lo aceptó sin oposición

- Por supuesto.- miré a otro lado cuando ví la intensidad de la mirada que ella le propinaba

- Bella. Ya sabes. Cualquier cosa, no dudes en llamarme.- pidió nuevamente Edward

- Claro.- musité, y me quedé prendada de ellos al salir

Me dejé caer en el sofá. Y me reía de mi estupidez… Había estado pidiendo al cielo para que Tanya no fuera más la piedra de tope para la felicidad de Edward, pero al parecer allá arriba me entendieron mal. Y para mi mayor desgracia, habían enviado uno de sus ángeles más seductores para aliviar a mi favorecido… Bufé incrédula por mi mala suerte, pero ¿Qué era lo que esperaba?

Anoche había entendido que solamente le preocupaba mi bienestar por mi familia, pero había pensado en mí para esta fiesta… Pero no era yo la que iba de su brazo… ¡Gracias estúpido cupido! Pensé amargamente… El timbre sonó y tomé mis cosas del buró, era hora de trabajar y dejar mi mente concentrada solamente en ese detalle…

- ¡Hey! ¿Esa era la mujer fatal que tiene al ogro de cabeza? ¿Volvió.- fue la primera pregunta de Chris

- No.- casi gruñí.- Es otra

- ¡Wow! No envidio tu suerte. Cuando desaparece una bruja, aparece su hermana gemela. Aunque con esta, yo me casaría.- comentó soñador

- Me alegro ¿O te vienes o te dejo?.- increpé abriendo la puerta del auto

- Tranquila nena. El que se quiere casar con ella soy yo. Y yo me llamo Christian, no Edward.- le envié mi mejor mirada envenenada.- Ok, me callo.- sentenció y lo agradecí

El local era realmente bastante concurrido, y no tuve un solo minuto de tranquilidad hasta las 4 de la madrugada, que era la hora de cierre. Seguí lavando los utensilios usados y agradecí que mi amigo se ofreciera a ayudarme. Nos reímos bastante, cuando una de las chicas con las que tenía que trabajar, comentó que se rumoreaba que él y yo éramos pareja, y que ya me había ganado unas cuantas enemigas en mi primera noche.

Cuando estábamos por salir, llamó mi atención un auto aparcado frente al local. Agudicé mejor mi vista y casi me vuelvo a encerrar en el lugar, de no ser porque ya estaban las puertas cerradas con llave… Mi alegre amiga Jane me esperaba afirmada en su auto, junto a un indiscutible Demetri… Christian corrió a saludarla, y yo me quedé atrás despidiendo a Kim, mi nueva compañera de trabajo.

- ¡Hey! He venido a brindar por el nuevo trabajo de mi amiga.- estaba bastante entrada en copas

- Muchas gracias, pero tendré que declinar la oferta.- me eximí de inmediato

- ¡Oh. No Bella! No seas aguafiestas.- lloriqueó

Demetri me miraba de forma extraña, no de la misma manera que lo había hecho tiempo atrás… Lo que me hacía sentir más incómoda aún. Christian tomó arte y parte inmediatamente y comenzó a beber de una botella que había aparecido mágicamente…

- Yo me voy ¿Te vas conmigo o te quedas?.- apremié a mi alegre amigo

- ¡Vamos Bella! Aun es temprano.- volvió a implorar Jane

- Bella.- llamó Demetri y sentí la sangre agolparse en mi cara

- Dime.- crucé mis brazos sobre mi estómago en defensa al recordar lo pasado

- ¿Podemos hablar?.- pidió amable

- Es tarde y tengo que volver a casa.- me excusé y comencé a caminar a mi auto. Su brazo apresó el mío y me detuvo

- Sólo serán unos minutos. Necesito que hablemos de lo que pasó la otra noche

- No hay nada que hablar. Eres el hermano de mi amiga y compañera y eso es todo. No tengo malos recuerdos tuyos y prefiero dejarlo allí

- Yo tampoco tengo malos recuerdos tuyos.- se apresuró a decir

- No fue lo que me pareció.- solté sin más y me arrepentí.- Olvídalo. Está todo bien

- No, no está. Me asusté.- habló de prisa. Me quedé inmóvil.- Eres una mujer preciosa que cualquier hombre quisiera para él

- Menos tú.- terminé la frase por él

- Incluso yo.- me corrigió.- Pero me imagino que tu vida no ha sido fácil y yo no me siento merecedor de ti

- No eres tú, soy yo. Ese discurso me lo conozco de memoria Demetri.- bufé y traté de soltarme de su agarre, más no lo permitió

- Soy un maldito Don Juan, y todo el mundo me conoce por eso.- proclamó con enfado.- Creí poder hacer lo mismo contigo. Una noche de pasión y sexo y después no lo recuerdo.- lo miré destilando rabia.- Pero…me arrepentí… Tú no eres para eso… Eres para mucho más

- Muchas gracias por tu consejo y apoyo.- escupí.- Esperaré por alguien que sea tal cual lo haz descrito

- No quiero eso…- murmuró.- Lo que quiero es otra oportunidad.- terminó mirándome fijamente

- ¿Me estás tomando el pelo?.- no pude evitar que la rabia se filtrara por mis voz

- Lo hacía esa noche… Te seduje como a… las otras mujeres.- explicó avergonzado.- Quiero empezar de nuevo…

Miré detrás de él para obligar a Christian a subirse de una buena vez en mi auto, pero la escena allí me dejó estupefacta. Prácticamente mis dos amigos se estaban comiendo mutuamente uno encima del otro.. ¡El alcohol afecta! Pensé y tomé nota mental de jamás hacerlo… Volví mi vista a Demetri, ajeno a todo lo que pasaba con su hermana, me observaba esperando una respuesta de mi parte, pero lo dejé allí sin decir nada…

No sabía que decir y no quería que mi verborrea se desatara de la peor forma. Me subí al auto y manejé sin mirar atrás…

Me desperté con una sed horrible. Me abrigué con un chaleco y bajé a la cocina… Miré todo a mi alrededor y ubiqué unas bolsas que no había advertido a las horas que llegué. Recordé que antes de despertarme bien había sentido ruido, pero lo atribuí a Edward… ¡Edward! Silenciosamente había dirigido mis pasos a su habitación a la hora de regreso. Mi corazón saltaba como un colibrí a la antelación de lo que podría encontrarme allí…

Sabía de antemano que Rosalie suspiraba por Edward desde la primera vez que lo había visto, y no me sería ilógico que Edward sintiera igual… De sólo haber pensado en eso, el acercarme a su habitación, me llenaba de pánico… Pero para bien y mal, al mismo tiempo… Él no había llegado, sin embargo, lo malo era que seguía con ella…

Sentí el ruido de un auto estacionarse y me acerqué a la ventana. La persona que vi, hizo que el estómago me diera un vuelco total, amenazando con expulsar incluso sólo el agua que había ingerido… Tiré el vaso sobre el fregadero e intenté correr a mi habitación… Sin embargo, unas risas provenientes del segundo piso frenaron mi escapatoria en seco… Me acerqué a la puerta despacio y si la imagen reciente me había hecho querer correr… Esta otra, me hacía querer arrancar mi corazón de cuajo…

- Ha sido una noche genial.- decía Rose, enfundada en una corta camisola casi transparente

- La verdad es que sí. No lo puedo negar.- contestó Edward, que sólo llevaba su pijama puesto

No quise intentar relacionar las cosas, pero el que bajaran juntos con sólo sus pijamas… Me dejó claro que la cama de Edward ya tenía reemplazante… Se pararon a mitad de escalera por algo que ella había dicho, y que no logré captar por las horrendas imágenes que me atormentaban… Y de un momento a otro mi mundo se detuvo…

Rose tomó a Edward del brazo y lo jaló hacia ella, en sólo un segundo sus labios se unieron y formaron uno sólo… Ese mismo que muchas noches se presentaba en mis sueños, en la única parte donde Edward era para mí y yo de él… Solo en sueños.

- ¡Edward!.- gritó la persona que hasta ese momento había olvidado

Ellos se separaron de forma inmediata. La mirada de Edward no expresaba ningún sentimiento, en cambio Rose sonreía en forma altiva… Yo sólo seguía allí, cual ratón escondido de los gatos…

- Hola Tanya.- saludó alegre la rubia compañía de él. Mientras esta avanzaba hacia ellos

Tanya estiró su brazo hacia atrás y estampó su palma en la mejilla de Edward. Tapé mi boca con mis manos por al impresión y justo en ese momento unos ojos verdes quedaron fijos en mi… Sentí humedad en mi mano y me noté llorando sin darme cuenta… Los ojos de Edward seguían traspasándome, pero su mirada intentaba transmitir algo… Más no quise saberlo y corrí hacia el otro lado…

Me senté en la escalerilla que tantas veces había compartido con Edward… Sentí la puerta principal cerrarse y me figuré que era Tanya por los tacones que resonaron en el pavimento… Seguí allí, planeando la forma de volver a mi cuarto y encerrarme sin tener que ver a Edward y su…su nueva pareja… Dolía pensar en eso ¿Cómo no había notado la grandeza de mi sentimiento? ¿Por qué no lo había evitado? ¡Dios! Dolía como un demonio pensar en él con ella…

- Bella.- me tensé al oír su voz a mis espaldas. Limpié con la manga de mi chaleco mi cara.- ¿Por qué… lloras?.- preguntó en un susurro triste y compungido…

Me congelé…

...

Continuará...

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Waaaaa chikas no es por nada pero esto se esta poniendoooo kada vez mas emozionanteeee!!! no sabenn lo q pasaraa mas adelante estoi seguraa q les enkantaraaa!! uhmm.. ¿q es lo q tenia Bella? ¿Seran akzo Zeloz? jajaja uhmmm jajaja

YA SABEN COMENTEN Y VOTEN!!! MIENTRAS MAS VOTOS I COMENTARIOS AIA MAS RAPIDO AKTUALIZO JEJEJE ESPEROOO Q LES GUSTEEE BYEEE! *Si les gusta el fick Rekomiendelo! =)

Capítulo 13: Capítulo 15:

 
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