Edward Cullen

“No hay manera.”Murmuré para mí. Sabía que en ese momento nadie me estaba escuchando. Alice, Jasper, Emmett y Rosalie decidieron que querían hacer una fiesta de disfraces de Halloween en el patio trasero. Y aunque Bella y yo protestamos no hubo manera.

“Bien, Jasper se encargará de la bebida, Rosalie y yo de la decoración, Bella y Edward de la música.”Proclamó Alice feliz. Gemí y oculté la cara en el cabello de Bella.

“¿Qué se supone que tengo que hacer yo?”Preguntó Emmett emocionado, como un niño pequeño en una tienda de golosinas.

“Llevar las cosas pesadas.”Dijo Jasper y prácticamente pude oír la sonrisa satisfecha sobre su cara.

“¿Qué? ¿Por qué siempre tengo que encargarme de las cosas pesadas?”Puso mala cara.

“Porque, eres tan grande y tan fuerte.”Ronroneó Rosalie. Bella soltó una risita y la abracé con fuerza.

“Gracias.”Susurró en mi oído.

“¿Por qué?”

“Por ser tan sexy e inteligente.”

Me reí y la abracé más fuerte.”Hey ¿Os estáis burlando de mi por ahí?”

“Sip. Es lo que estamos haciendo.”Dijo Bella con orgullo.

Algo que parecía un cojín, voló en nuestra dirección y me golpeó en el hombro. Bella se rió más fuerte y lo devolvió, golpeando a alguien con un ruido sordo.

“Niños, por favor. Vayamos al grano. Ahora ¿De qué vamos a vestirnos?”Dijo Alice con su alta voz cantarina.

“Oh, esto es tan maduro.”Murmuró Bella entre dientes.

Alice la ignoró y siguió.”Rosalie, empieza tú. Siempre tienes las mejores ideas.”

“Voy a ir de animadora y Em de quarterback.”

“¿Por qué tengo la sensación de que ya tienen los trajes?”Dijo Bella con una risita en mi oreja. Otro cojín voló hacia nosotros.

“Bien, si tanta necesidad tienes de inmiscuirte en esta conversación ¿Cuáles serán vuestros disfraces?”Dijo Alice como si fuese una profesora y acabase de pillarnos haciendo algo malo.

“No lo sé.”Sentí a Bella encogerse de hombros.

“¡Oh! ¡Bella tu puedes ir de bruja y Edward de vampiro!”Añadió Emmett.

“No voy air de vampiro.”Resoplé.

“¿Por qué no? Eso sería muy atractivo.”Dijo Alice, su voz se acercó. Agarró mi brazo y luché por alejarlo.

“¿Qué está haciendo?”Le pregunté a Bella.

“Creo que trata de evaluarte.”

“No voy a ir de vampiro.”Repetí.

“¿Por qué no?”Pegó una patada en el suelo.

“No quiero ser una criatura de la noche. Estoy arto de la oscuridad. ¿Por qué simplemente no puedo ir del afortunado bastardo ciego que sale con la chica más sexy de la fiesta?”Acerqué a Bella más a mi cuerpo.

“Nos está haciendo quedar mal de nuevo.”Le dijo Jasper a Emmett.

“Realmente serias… sexy si te disfrazaras de vampiro.”Dijo Bella con voz suave. Se retorció en mis brazos y presionó sus labios directamente en mi oído.”Si quisieras podrías… morderme.”

“¿Es que ahora no me dejas hacerlo?”Le pregunté mientras se alejaba. Me dio un golpe juguetón en el pecho y sonreí con inocencia en su dirección.”¿Por qué no vas de súcubo y yo sigo siendo el tío afortunado con el que sales?”

“¡Podríamos hacer eso! ¡Solo habría que cubrir a Ed con sangre y listo! Victima instantánea.”

“Tu forma de pensar me asusta un poco.”Le dijo Jasper a Alice con una breve risa.

“¡Oh! ¡Podremos disfrazar a Bella de ramera!”Exclamó Rosalie.

“Y una mierda.”Protestó Bella.

“¡Pero, venga!”Alice volvió a dar un pisotón en el suelo.

“Dejad que Bella escoja su propio traje. Independientemente del que elija estará bien, estoy seguro.”La defendí. Alice suspiró con frustración.

“Gracias.”Susurró en mi oído por segunda vez esa noche.

Bella Swan

En realidad Edward era bueno en todo esto. Él no quería, no le veía sentido. Pero, sacó varios CD´s para nuestros amigos con buena música para bailar y canciones apropiadas para Halloween.

Miré mi reflejo en el espejo y me avergoncé. Pantalones de cuero negro y un corsé de seda negro. Desde luego Alice y Rosalie me pudieron, incluso con la ayuda de Edward. Eran más astutos que yo. Incluso me peinaron de forma salvaje, rizándomelo completamente. Una cinta negra y una cruz de plata alrededor de mi cuello eran mis accesorios, junto con mi anillo y la pulsera de los que nunca me separaba. Rodeé mis ojos con maquillaje negro y me pinté las uñas. Me parecía a esa famosa minoría. Me ajusté el incomodo corsé. Me alegraba que Edward no me pudiese ver aun que trataría de verme.

Cogí el maquillaje rojo de la encimera del lavabo, junto con el blanco y el negro.

Edward esperaba pacientemente en mi cama, ya se había quitado las gafas. Vestía unos vaqueros negros y una camiseta blanca de algodón junto con un par de converse negras. Era muy sencillo pero a él le quedaba muy sexy. Incluso intentó peinarse por mí, se peinó cuidadosamente para que el pelo no le cayese sobre los ojos. Sonreí por sus esfuerzos.

“Muy bien, quédate quieto.”Le dije mientras comenzaba a maquillarle utilizando el blanco en primer lugar, haciendo que su piel ya clara pareciese blanco líquido.

“Oh que divertido. Conseguir parecerme a un cadáver.”Dijo secamente.

“El mejor cadáver de la casa.”Dije untando su frente.

“Claro, lo que tu digas.”Hizo un suave puchero.”Esta cosa es asquerosa.”

“Lo sé. Solo será esta noche.”Terminé de untarle con cuidado el contorno de sus ojos. Siguió muy quieto, con los ojos fuertemente cerrados. Suavemente añadí algo de negro bajo estos y dos pequeños puntos en la base del cuello. Utilicé el rojo para dar la impresión de que goteaba sangre. Me eché hacia atrás para ver mi trabajo.”Hmm…”

“¿Qué?”

“Falta algo. Sin embargo creo que ya se lo que es.”Dije con una pequeña sonrisa. Me incliné y apreté mis labios negros en su cuello, dejando un gran beso justo sobre las marcas del mordisco. Sonrió y me acercó.

“Oh ¿Me estas marcando como de tu propiedad?”Preguntó, alzando una de sus cejas perfectas.

“Sí ¿Algún problema?”Pregunté juguetonamente.

“No. Creo que necesito más. Justo aquí.”Comenzó a señalar sitios de su cuello y cara. Me reí y su sonrisa creció.

Besé sus labios con suavidad y con cuidado de ni dejar demasiado maquillaje. De repente su cara se puso seria.”¿Qué pasa?”

“Bella ¿Has hablado con tu madre últimamente?”

“No, no desde que dijo… bueno ya lo sabes.”Murmuré, alejándome de él.”¿Por qué?”

“Ha pasado un mes. No quiero arruinar tu relación con tu madre.”

“Ya se encargó ella sola de hacerlo.”En ese momento le di sus gafas y su bastón. Los cogió sin decir nada. Se encogió de hombros y se puso en pie.

“Piensa en ello ¿vale? Por mi.”Se inclinó, poniendo la mano en mi cara. Llevó sus labios hasta mi cuello y lo besó con suavidad.

“Lo consideraré.”

“Es todo lo que te pido. Bien, acabemos con esto mi pequeña y hermosa fiera.”

“Oh y ¿Cómo sabes que estoy hermosa?”Le pedí a la ligera. Se detuvo y me tomó en sus brazos. Deslizó las manos por mis hombros desnudos y bajó por la que estaba cubierta de cuero.

“Por favor. Voy a tener que pegar con un palo a todos los tíos.”Dijo con una pequeña sonrisa de satisfacción.

“Menos mal que ya tienes uno en la mano.”

Rió, echando su cabeza hacia atrás.”Vamos. Quiero bailar con mi preciosa novia.”

Edward Cullen

Últimamente había estado pensando mucho sobre la relación entre Bella y su madre. No hablaba mucho de ella pero podría decir que estaba enfadada. Sabía lo importante que era mi familia para mí y quería que ella también tuviese una buena relación.

La música que había escogido resonó fuerte por fuera de la casa. Alguien golpeó mi hombro y gritó en mi oído.”Buena música, Ed.”Dijo Emmett. Podría decir que había bebido un poco.

“Hey caperucita roja.”Se oyó a todo volumen. Bella meció las caderas dejando que rozasen mi cuerpo. Coloqué mis manos sobre ellas y las guié. Rió y apoyó la cabeza en mi hombro. Empecé a cantar la letra en su oído.”Hey Caperucita Roja eres consciente de que estas buena, eres todo lo que un Gran Lobo Feroz podría querer.”

Rió más fuerte. Tomó mis manos de sus caderas y las puso alrededor de su cintura.”Tienes muy bueno gusto en música.”Se dio la vuelta de forma que quedamos frente a frente.”Voy a por algo de beber ¿quieres algo?”

“No, gracias.”Dije con una pequeña sonrisa.

Oí que me llamaban y giré la cara hacia el sonido."¿Lo estas pasando bien?"

"Bueno, no hemos estado mucho por aquí. Pero, sí, está bien. ¿Y tú, Jazz?"

"Está bien. Hay más gente de la que me gustaría pero, ya sabes, si hace feliz a Alice."

"Vives para ella."

"Igual que tu."Se defendió.

"Afortunadamente así es."

"A propósito, Bella esta genial esta noche."Añadió cuidosamente. Sabía que estaba tratando de no ofenderme o algo así. Solo quería informar.

"Lo sé."Dije con una pequeña sonrisa.

Empezó a sonar otra canción, que comenzaba con las palabras."Estaba bailando con una picante rubia de Texas.”Oí el chillido de Alice por algún sitio del patio.”Creo que me llaman.”Dijo riendo y me palmeó el hombro.

Pude oír la voz de Bella pero no iba dirigida a mí.”No, gracias. De verdad.”

“Oh, venga. Dame un nombre al menos.”Siguió una voz de hombre que no pude reconocer.

“Preferiría no hacerlo.”

“Por favor.”Suplicó de forma patética.

“He dicho que no. Déjame en paz.”Su voz sonaba cercana, casi lo bastante para extender la mano y poder agarrarla.

“¿Vestida de esa forma esperas que te deje en paz?”

“Quítame las manos de encima.”Chilló Bella a mi derecha. Mi mano voló y pude sujetarla. Ella se apoyó contra mi pecho.

“Ha dicho que la dejes en paz.”Gruñí.

“¿Y qué vas a hacer?”

Era una buena pregunta. En realidad ya sabía la respuesta desde el principio.

Bella Swan

Todo lo que quería era un poco de agua y entonces comenzó a seguirme un baboso idiota. No tenía ni idea de quién era pero se trataba de alguien muy testarudo y ni pillaba las indirectas.

Cuando salí de la casa y fui hacia Edward esperaba que por fin lo pillase.

“Oh, venga. Dame un nombre al menos.”

“Preferiría no hacerlo.”Dije sin girar la cabeza para mirarlo. Fijé mis ojos en Edward. Su cara estaba girada en mi dirección y sabía que podía oír lo que estaba pasando.

“Por favor.”

“Dije que no. ¡Déjame en paz!”Casi grité.

Agarró mi muñeca derecha y tiró de mi.”¿Vestida de esa forma esperas que te deje en paz?”

Me harté de este idiota borracho.”Quítame las manos de encima.”Grité en su cara.”Antes de que pudiese hacer nada Edward agarró mi muñeca izquierda y tiró de mí. Di un paso y me apreté completamente contra su duro pecho.

“Ha dicho que la dejes en paz.”No tuve que mirarle a la cara para saber lo amenazador que parecía.

“¿Y qué vas a hacer?”

Me llevó un momento comprender lo que pasaba. Edward movió su bastón de modo que golpeó el pie del tipo. Luego comprendí lo que estaba sucediendo y lo golpeó en el estómago. El hombre se inclinó hacia delante. Edward dio un paso y le agarró de la camisa con una mano y le golpeó en la cara con la otra. El tipo cayó a la tierra como un peso muerto.

De repente Jasper y Emmett estaban a nuestro lado. Jasper tiraba de Edward hacia atrás y Emmett se llevaba al borracho fuera.”Bien chico, creo que es hora de que te vayas.”

Una vez que el idiota se perdió de vista Jasper soltó a Edward. Acorté la distancia que nos separaba rápidamente y envolví su cuello con mis brazos.”Gracias, muchas gracias.”

Enterró la cara en mi cuello y supe que estaba llorando. Casi jadeó las palabras.”Bella, sé que no necesitas que nadie te proteja pero quiero hacerlo. Ahora sé que puedo y quiero tener la oportunidad de demostrárselo a tu madre o a cualquiera que piense que no soy capaz. La llamaremos mañana y trataré de convencerla.”

Asentí abrazándole. No estaba completamente segura de si estaba de acuerdo pero ahora mismo le diría que si a cualquier cosa. El maquillaje estaba completamente estropeado por las lágrimas. Me di cuenta de que estaba llorando y reí suavemente por la vergüenza. Pasé mis dedos por las mejillas intentando quitarme todo lo blanco. Sujetó mi cara y me besó de manera violenta. Cerré los ojos y me hundí en el apasionado abrazo.

“Jesús Edward, has sacudido a ese tipo asqueroso.”Dijo Emmett a nuestro lado pero no le hicimos caso. Sus manos fueron a mis caderas y me levantó.

“En medio de toda esta gente, chicos.”Dijo Jasper después de aclararse la garganta.

“No te están escuchando.”Intervino Alice.”Buscaos una habitación.”

Despacio Edward me posó sobre mis pies. Su cara estaba cubierta de maquillaje negro.”Oh, que buen aspecto.”Rió Rosalie junto a Emmett.

Me sonrojé y oculté la cara en su pecho.

“Venga ¿Por qué no vamos a limpiarnos?”Susurró en mi oído. Asentí de nuevo. Recogí su bastón y lo doblé. Se lo di y lo conduje a casa.

Edward Cullen

La oleada de poder que sentía era… asombrosa, por no decir más. Una vez que estuvimos solos, encerrados en el cuarto de baño, cogí a Bella y la puse sobre la encimera del lavabo. Rodeé su cintura con mis brazos y la besé con furia.

“Tenemos que limpiarnos.”Respiró, echando su cabeza hacia atrás para dejarme un mejor acceso a su cuello.

“Bella, quiero que entiendas algo.”Dije entre besos. Besé la base de su cuello, los lazos de seda provocaron cosquillas en mis labios.”Nunca me había sentido como si pudiese protegerte.”

“No necesito protección.”Respiró, rodeando mi cintura con las piernas.

“Lo entiendo. Eso no disminuye el hecho de que quiera poder hacerlo.”La besé más abajo mientras hablaba. Su piel se volvió más caliente y me alegré poder tener este efecto en ella. Entendía porqué el tipo estaba interesado en ella. Esa cosa que ella llamaba corsé apenas contenía sus llenos pechos. Mordí la parte superior de su busto. Ella gimió, pero tiró de mi cara para acercarla a la suya.

“Edward, me das muchas cosas. Protección no tiene porque ser una de ellas.”Apartó mi pelo de la cara.

“Isabella, escúchame. Lo sé. Pero ahora sé que puedo, si es necesario, puedo.”

“Nunca dudé de eso.”Dijo con tanta confianza que tuve que besarla otra vez.

“Te amo tanto, Bella.”Suspiré su nombre.

Me sentía como si estuviese a punto de estallar en llamas. Quería hacérselo sobre la encimera en medio de esta estúpida fiesta. Lo habría hecho sino hubiesen dado un fuerte golpe a la puerta. Gruñí, deseando que se marchasen. Bella suspiró y bajo de la encimera. Escuché el tintineo de lago junto a mí.”Venga, vayámonos a la cama de mi habitación y quitémonos todas estas cosas.”

“Es la mejor idea que he oído en todo el día.”Respondí.

“Me refería al maquillaje.”Murmuró pero podría decir sin verla que estaba sonrojada. Sabía que la idea le gustaba tanto como a mí.

“Eso es lo que dices ahora…”Bromeé. Ella golpeó mi hombro y me empujó, haciéndome caer sobre la cama. Me reí, cruzando los brazos debajo de mi cabeza.

Bella se sentó a horcajadas sobre mi cintura y me quitó las gafas. Nunca había estado tan cómodo con mis ojos antes. Incluso con mis padres me mantenía con las gafas puestas. Con la única que no lo hacía era con Bella. Era única de muchas maneras.

Con cuidado comenzó a mover un paño suave y húmedo por mi cara. Era tan dulce, me trataba como si fuese una frágil pieza de cristal que pudiese romperse. Creo que normalmente me ofendería pero sabía que ella lo hacía por amor, no por lastima.

“Bella, mañana después de que todo esto haya terminado y llamemos a tu madre ¿harías algo por mi?”Pregunté lentamente.

“Depende.”Dijo cautelosamente.

“Si te dijese que es tanto para mí como para ti ¿Aceptarías?”

“Quizá.”

“Bella, quiero enseñarte lo que es ser como yo. Quiero que mañana estemos completamente solos, sin interrupciones. ¿Por qué no pedimos una habitación de hotel?”Moví las manos de sus muslos a sus caderas.

“¿Qué quieres decir con eso de ser como tú?”Preguntó, la confusión se notaba en su hermoso tono de voz.

“¿Confías en mi?”

“Con todo mi corazón.”Dijo con tanta pasión que el impulso de hacerla mía en aquel lugar volvió de nuevo. Tragué y suspiré profundamente.

“Entonces te lo enseñaré mañana.”