El duque de Tanner,que había vivido medio siglo,era considerablemente más joven de espíritu que su difunto marido.

—Echo de menos a mi mujer—dijo el duque mientras caminaban por el jardín,

él con las manos a la espalda, Bella con las suyas cruzadas sobre el regazo.

—Ella no querría que le guardara luto eternamente,excelencia—respondió la condesa amable.

La melodía que habían bailado juntos había resultado ser la favorita de su esposa y había terminado por entristecerlo.Bella no lo culpaba.La difunta era una mujer extraordinariamente bondadosa.

—Cuando me casé con ella,no tenía intención de enamorarme—añadió él con voz bronca—.Sólo quería que me diera un heredero y que cada uno siguiéramos nuestro camino—aclaró con una risa discreta—.Un matrimonio de conveniencia.

Las farolas de gas que iluminaban el jardín arrojaban resplandor a su alrededor y en torno a algunas otras parejas que habían salido a tomar el aire y algo más.Bella intentó ignorar los besos robados que veía aquí o allá.La mayoría eran castos,un leve roce de labios,nada que ver con los que Edward le había dado a ella.El solo recuerdo de aquellos besos seguía provocándole un intenso acaloramiento.

—¿Qué tal usted con ese nuevo conde de Forks?—preguntó Tanner.

Se le hizo un nudo en el estómago ante la posibilidad de que sus pensamientos se hubieran traslucido.

—¿Qué pasa con nosotros?

—Vamos,vamos,muchacha.Ya ha tenido un marido viejo.Ahora debería tener uno joven.

—Forks necesita un heredero,excelencia.

—Un pequeño inconveniente.

—A mi juicio,él y lady Bree hacen muy buena pareja.

—Mi hija está más interesada en la aventura que en el matrimonio.

—Tiene casi veinte años,excelencia.Es hora de que encuentre marido.

—No la obligaré a que se case—dijo él deteniéndose al final del camino para mirarla a la cara—.¿Y usted qué busca?

—Quiero que el conde sea feliz.Que tenga en su matrimonio lo que usted tuvo en el suyo.

—¿Piensa que Bree es la adecuada?

—Muy posiblemente.

—Pero la temporada social está terminando.No la obligaré a tomar una decisión precipitada,ni le influiré en modo alguno.Si el conde desea casarse con ella,tendrá que convencerla él mismo.Y no es fácil convencerla de nada.En eso es como su madre.

—Parece que la única solución es que el conde y su hija estén más tiempo juntos.Quizá les gustaría pasar unos días con nosotros en Foks Hall.

—Lo pensaré—contestó él ladeando la cabeza pensativo—.Pero dígame la verdad:¿es el conde el único al que está buscando consorte?

—No,no únicamente—respondió ella con su sonrisa más cautivadora.

La sonora carcajada del duque retumbó por todo el jardín.

—Hace mucho que no practico el juego del cortejo.Casi he olvidado cómo se hace.

—Lamento molestar.

Al reconocer la voz de Edward,a Bella la recorrió un escalofrío.Se volvió inmediatamente tratando de ocultar su nerviosismo.No podría haber llegado en peor momento.¿Por qué demonios no estaba cortejando a lady Bree?

—Forks,¿vienes a asegurarte de que no me aprovecho de esta preciosa viuda?—dijo Tanner.

—En realidad,Bella me estaba ayudando a localizar a mis parejas de baile.No recuerdo cuál es la siguiente.

—Entonces os dejo que lo averigüéis juntos.—El duque tomó la mano de Bella,le guiñó un ojo y le plantó un beso en los dedos enguantados—.Tendré presente su propuesta—añadió mientras se alejaba.

—Estaba haciendo grandes progresos—le susurró enfadada a Edward cuando el duque ya no podía oírla.

—Era bastante obvio para todos.

—¿Qué insinúas?

—Parecíais dos tortolitos mientras bailabais.

—No es cierto.

—Sí lo es.

—Me gusta,Edward.Me gusta mucho.Es muy amable y su difunta esposa lo adoraba.

—Pensé que el amor no existía entre los aristócratas.

—A veces existe—replicó ella con un suspiro de hastío ante tan absurda conversación—.Lady Krystie Giles, lady Sara Cooper-Smythe, lady Shelly Nonvood.

—¿Cómo dices?

—Son tus tres próximas parejas.Convendría que memorizaras los nombres.

—Probablemente ya he perdido la oportunidad de bailar con lady Krystie.Le enviaré flores con una disculpa mañana.

Parecía tan derrotado que a Bella le dio lástima.

—No importa.Es sólo un baile.

—Creía que todo importaba en estos acontecimientos.

—En cierto modo sí,pero se trata de tu primera temporada social.Te lo perdonarán;yo me encargaré de ello.

—Tu influencia es asombrosa.

—No tanto como quisiera—dijo ella mientras le retocaba el corbatín y le daba una palmadita en las solapas de la chaqueta—.Más vale que volvamos dentro antes de que el duque piense que tramamos algo y decida que no eres un buen partido para su hija.

—¿Era de eso de lo que hablabais?¿De su hija y de mí?

—Los he invitado a Forks Hall—aclaró levantando la mirada hacia él—.Hablaremos de ello más tarde.No hagas esperar a lady Sara Cooper-Smythe.

Intentó enfatizar sus palabras cuando en realidad le daba igual si las hacía esperar a todas.¿Cómo iba a encontrarle una esposa adecuada si no ponía empeño en la tarea?

Bella empezó a caminar y Edward se situó a su lado.

—No he visto al duque y a la duquesa de Vulturi por aquí—dijo el conde.

—Salieron ayer de viaje de novios.A Italia.Le comenté a Alec que había oído decir que los climas cálidos favorecen la fertilidad.

—¿De dónde te has sacado eso?—le preguntó él estupefacto.

—En su momento hice mis pesquisas—admitió.Había preguntado a médicos y comadronas y a todo el que se le había ocurrido si existía algún modo de que ella pudiera tener un hijo—.Estaba desesperada.Incluso me reunía con mujeres embarazadas porque me dijeron que eso aumentaría mis posibilidades de quedarme embarazada también.—Lo miró y se preguntó por qué estaba dispuesta a contarle a él lo que nunca le había contado a nadie más—.Hasta guardaba una perla bajo la almohada.

—¿Para qué?

—Un remedio casero para aumentar la fertilidad—explicó encogiéndose de hombros.

—No veo de qué puede servir una perla…

—Ten presente que yo estaba desesperada por tener un hijo y dispuesta a hacer lo que fuera.Me habría colgado cabeza abajo si alguien me hubiera dicho que eso iba a servir para algo.

—Pero no te funcionó.

—A mí no—contestó ella mirándolo—.Pero a otras por lo visto sí.

—Quizá te angustiaste demasiado con quedarte embarazada.

—No creo que mi angustia tuviera nada que ver.

—En mi época de estudiante,cuando preparaba un examen,cuanto más me preocupaba,por mucho que estudiara,peor me salía.Sin embargo,cuando no me empeñaba en hacerlo bien,de algún modo lo conseguía:me salía mejor.Es como si,al preocuparme en exceso,luchara contra mí mismo y provocara precisamente el resultado que tanto temía.

—No veo qué relación puede tener tu caso con el mío.¡La mente no puede controlar el cuerpo!Si te haces un corte en la mano y te angustias porque la herida no vaya a sanar, eso no hace que jamás sane.

—Supongo que no.

—Ya me he resignado a no tener hijos—añadió sonriente—.Pero podría estar a punto de conseguir a mi duque.

Él la sorprendió tomándole la mano y besándosela.Ella se preguntó cómo era posible que el calor de sus labios atravesara el guante hasta su piel cuando el beso del duque no le había producido ese efecto.

—Quiero que seas feliz,Bella.

—Yo te deseo lo mismo.

—Entonces estamos de acuerdo—dijo él con una sonrisa—.Creo que lady Sara Cooper-Smythe es la siguiente de mi lista.

—Exacto.Buena memoria.

Su sonrisa se disipó y se oscureció su mirada.

—También recuerdo que mi último baile es contigo.No voy a renunciar a él,esta noche menos que ninguna.Así que no se te ocurra ofrecérselo a tu duque porque no me retiraré.

El conde soltó la mano de Bella y entró en el salón de baile.Ella sólo podía pensar en que,por una noche,no quería que se retirara.