Capitulo 13. Florecilla Golpeadora.

Bella POV.

-¡¿Qué tu que? -pregunte asombrada al ver a Edward parado en mi puerta diciendo que él, precisamente, era mi tutor de Calculo- debes estar bromeando, Edward.

-¿Qué tiene de malo que yo sea tu tutor, Bella? –pregunto divertido recargado en mi puerta y en las manos sostenía un gran libro de Calculo diferencial.

-No, no tiene nada de malo –pensé en una respuesta coherente pero no encontré ninguna en mi escaso cerebro- pero no quiero estudiar ahora, estoy un poco cansada.

-Y como no estarlo, Bella –contesto haciendo una hermosa sonrisa que dejaba al descubierto sus hermosos dientes blancos, esa sonrisa podría derretir la Antártida, y en mi caso me hacia temblar las piernas, ¿pero que me pasaba? ¿Por qué Edward tiene ese poder sobre mí? ¿Me estaré... enamorando? ¡NO! No me puedo enamorar de nadie, mucho menos de Edward Cullen-si te peleaste en medio de la cafetería con Tanya.

-Si, se lo merecía tu noviecita –dije mirando el piso con enojo y rabia.

-Ya no es mi novia -¿había escuchado bien? Creo que si, Edward decía que ya no era novia de la estúpida esa, ¿y por que me alegraba? ¿A mi que mas me daba si tronaban o no? Creo que esta Academia te esta volviendo paranoica, Bella. Lo mejor es que descanses –corte con ella justo antes de que las llevaran a la Dirección, por cierto, ¿me invitas a pasar?

Lo mire sorprendida. Yo, con un chico, solos, en mi habitación, sin ninguna interrupción. Vamos Bella, cálmate, tu ya te estas yendo por otro lado. Dale el pase.

-Claro, adelante –conteste haciéndome a un lado, dejándolo pasar.

Llevaba una playera azul rey que hacia resaltar sus hermosos ojos verdes, un pantalón azul deslavado con pequeñas roturas en las rodillas, y unos zapatos casuales, elegante e informal a la vez. Tomo asiento en el único lugar donde cualquiera se podría sentar: en la esquina de mi cama. Yo por mi parte, cansada y demás me tire en la cama.

-Y bien, ¿me contaras que les dijo la Directora? –pregunto rompiendo el tranquilo silencio que nos envolvía.

-Pues… con respecto a Toña, digo Tanya, le prohibió salir este fin de semana, y a mí… a mí me impuso un tutor de Cálculo y le marco a Phil.- conteste en un suspiro.

-Entonces no te fue tan mal –dijo Edward mirándome.

-No, la verdad es que no –lo medite un momento- la verdad creo que hasta le gusto el que me haya peleado con Tanya –me reí. Claro que a la Srita Bethany le había gustado, tanto como a mí.

-¿De que te ríes? –pregunto un Edward curioso.

-De nada en especial, es solo que me acorde de que le arranque un mechos de cabellos a Tanya y le quedo un hueco –me reí mas fuerte y Edward junto a mi.

Platicamos de todo un poco. Edward seguía insistiendo en conocerme, así que me preguntaba cosas sin importancia, como ¿Cuál es mi color favorito? ¿Mi flor preferida? Entre otras mas, lo mas duro fue cuando me pregunto cuantos novios había tenido.

-No te quise hacer sentir mal –dijo Edward viendo como por mi mejilla rodaba una pequeña lagrima que se me había escapado al recordar- perdóname, por favor.

-No te preocupes, Edward –me limpie el rastro que había dejado esa lagrima y sonreí- ya lo supere, así que eso no es importante, algún día te platicare esa historia.

El me miro fijamente, después sonrió y asintió con la cabeza.

Rápidamente cambio de tema, me pregunto por la canción que me gustaría cantar y yo respondí que aun no sabía cual exactamente, así que lo dejo a mi decisión.

Seguimos platicando de cómo conocía a Emmett y a Jasper y yo me aventure a sacarle información.

-¿Entonces Jasper y Emmett ya no andan con Jessica y Laurent? – dije fingiendo asombro.

-No – negó con la cabeza- el día que… que nos besamos en el bar de Lunna, terminaron con ellas.

Sentí mis mejillas arder, me había sonrojado.

-Ah, Ok –no supe que mas decirle.

-Bella, tu crees… tu crees que tu y yo… podam…

-¡OPERATIVO ALFA ROJO 9!

Pegamos un salto desde la cama. La puerta la habían abierto de golpe y por ella entraban tres militares fuertemente armados, cada uno se disperso por mi habitación. Edward y yo no sabíamos que pasaba.

-¡Intruso en el perímetro, intruso en el perímetro! –Grito un militar- ¡Florecilla golpeadora no esta sola, repito, florecilla golpeadora no esta sola, cambio!

-¡Procedan soldados, es una orden! –escuche como mi padrino Phil les daba una orden por la radio.

Uno de los militares me aparto de Edward, los otros dos se lanzaron contra él, tirándolo al piso pecho a tierra.

-¡¿Qué...que pasa? –Gritaba Edward- ¡Bella, ¿Qué sucede?

-¡SILENCIO CIVIL! –Contesto un soldado haciendo callar a Edward- ¡NO TIENE PERMISO DEL COMANDANTE PARA HABLAR!

-¡Déjenlo! Es mi amigo –gritaba desde atrás del soldado que me tomo para "protegerme" del intruso en mi habitación.

-¡DESPEJADO, COMANDANTE! –Hablo por la radio el militar que estaba libre- ¡florecilla golpeadora esta a salvo y tenemos al intruso custodiado!

De pronto mi padrino entro por la puerta y sonriendo cálidamente como si nada hubiera pasado.

-¡Phil, ¿Qué te pasa? ¿Por que haces esto? –pregunte desde atrás del el soldado, quise arrimarme a mi padrino pero él mismo me lo impidió.

-Tranquila, Bella, solo me aseguro de que estés bien y que no haya intrusos en tu cuarto.

-Pero…

-¡Shhht! – me mando callar enseguida- ¡cabo Smith, levante al intruso!

El soldado levanto a Edward del suelo y lo puso frente a Phil.

-¡Identifíquese, civil!

-Yo… ehh… me llamo... Edward Cullen, Señor –agrego tragando saliva auditivamente.

-¡NO LO ESCUCHE, CIVIL! –grito mas fuerte Phil, ahora veía su aire de autoridad, con razón era uno de los mejores militares del país.

-¡Mi nombre es Edward Cullen, Señor! –contesto Edward fuerte y claro.

-¡¿Qué hacia en la habitación de la Florecilla golpeadora? – pregunto Phil, la clave que me dio no me gusto nada- ¡conteste!, ¡le eh hecho una pregunta!

-¡Soy el tutor de Bella, Señor! –Edward estaba asustado y como no estarlo, si hasta a mi me estaba dando miedo mi padrino- ¡la Srita. Bethany me asigno de su tutor de Cálculo diferencial, por que ha estado baja en esa materia, Señor!

-¿Eso es cierto, Bella?

-¡Pues claro! –Grite exasperada- ¿Qué no ves los libros tirados en el suelo? ¡Ahí cayeron por el susto que nos metiste con tus operativos antiterroristas!

-¡Descansen soldados! –Dijo después de unos segundos mi padrino- ¡emprendan retirada!

Los militares salieron por la puerta sin mirar atrás, soltaron a Edward pero mi padrino seguía mirándolo extraño.

-¿A que has venido, Phil? – pregunte acercándome a él.

No me contesto, miraba intensamente a Edward que se frotaba los brazos por el agarre que le habían hecho.

-Bella… después seguimos con las clases, ¿si? –aun que ni clases habíamos tenido, nos la pasamos platicando hasta antes de esto.

-Claro, Edward –conteste viéndolo a los ojos- y disculpa todo esto.

-Si, no te preocupes – me contesto y sonrió aun que después se puso serio al ver la expresión de Phil- te veo en clases –me dio un beso en la mejilla y salió de mi habitación.

-Ahora si, -dije mirando a mi padrino con enojo- ¿Qué haces aquí y por que montas este numerito en mi cuarto?

-Vengo a hablar contigo sobre la pelea –dijo acomodándose en mi cama, yo seguía de pie con las manos en la cintura en señal de enojo.

-¡Pero no tenias que armar este alboroto! –le grite- ¿ahora con que cara mirare a Edward? ¡Lo asustaste!

-¡bueno ya, Bella! – Me miro con firmeza- viene por otros asuntos, no a discutir la forma en que hago las cosas, ahora siéntate y cuéntame que paso.

Me tuve que comer todo mi enojo y contarle a detalle cada cosa que había pasado. Su rostro pasaba de la sorpresa al enojo, la desaprobación y la risa, todo a la vez, pero me sirvió platicar con él, me desahogue un poco.

-Bella, habíamos quedado que te comportarías –me recrimino- se lo prometiste a Charlie, ¿Qué hubiera pasado si te expulsaban eh? ¿Quieres ir enserio a la militarizada? Esa es mi forma de vida y me encanta, pero la verdad no quisiera verte metida ahí.

-Lo se Phil, yo tampoco quiero estar en ese lugar, pero pues tu me conoces y ella se la pasa molestándome a mi y a mis amigas, no me pude aguantar, y Dios sabe que lo intente, pero simplemente ella me irrita.

-Comprendo mi Bella –dijo abrazándome- y sabes que nos encanta que no te dejes de nadie y defiendas a tus amigos de quien sea, así te lo hemos inculcado Charlie y yo, junto con los cuidados de René -suspiro- aunque no se que paso con aquella niña dulce que eras, no me lo tomes a mal cariño, aun lo eres, solo que diferente, cuando Charlie me dijo que te habían expulsado de tu antigua escuela no daba crédito de que me hablara de mi ahijada Bella, la niña siempre responsable y tranquila, claro, salvo cuando la provocaban, cambiaste totalmente amor.

Phil ignoraba, al igual que mis padres, lo que había pasado y por que el motivo de mi cambio y así seguirían por ahora.

Me aferre fuertemente a Phil gracias a los recuerdos desagradables que vinieron a mi mente, él solo me acaricio la espalda. A veces veía a Phil mas como mi padre que como mi padrino, su manera de comportarse conmigo era única, René me conto una vez, que Phil es muy bueno conmigo por que él nunca se caso y por ende jamos tuvo familia, y a mi me veía como su hija, por eso me cuidaba tanto.

-Entonces, ¿Cómo se llama a la pobre que golpeaste? –Hablo rompiendo mi burbuja de relajación, lo mire extrañada- si, ¿Cómo se llama? Por que de "plástica", "estúpida" y "Barbie" no la bajabas –se rio un poco.

-Ah, se llama Tanya Denali –dije con desdén- es una de esas niñas fresas que se creen la octava maravilla del planeta.

-Ahora entiendo por que la pelea –comento Phil riendo otra vez.

-Si, ¡arggg! –Gruñí- ¡la odio! Su sola presencia me causa malestar estomacal.

-Ya cariño, no te amargues la existencia –dijo Phil acariciando mi nariz con su dedo índice cual niña de cinco años, eso me hizo sonreír- hoy es viernes por que vas al bar de Lunna, me han contado que se pone bien, los cabos van seguido, además me entere de que entraste al concurso de guerra de bandas.

-¡¿Cómo lo supiste? – pregunte separándome un poco de Phil, estaba totalmente avergonzada y sorprendida a la vez.

-Lunna me lo dijo –contesto sonriendo naturalmente.

-Jett – fue lo único que dije al saber su respuesta. Mis ojos se entrecerraron y mi mano se cerró en un puño involuntario.

-Relájate corazón, sabes que ganaras y si quieres me encargo de desaparecer a los demás concursantes.

Me reía ante su propuesta, era muy tentadora, por que si desaparecían los demás concursantes ganaríamos sin tener que cantar, pero no, se vería muy sospechoso.

-No, gracias por la oferta, prefiero cantar y torturar a las personas con mi voz –solté la carcajada.

-Eso nunca, cielo, tu cantas precioso –me sonrió- quisiera quedarme platicando contigo toda la tarde, pero tengo que poner en orden el cuartel, esos cabos se vuelven locos sin supervisión.

-Esta bien, pero solo una cosa antes, ¿si?

-¿Cuál, mi bella Isabella?

-No volverás a armar un operativo cada vez que vengas a visitarme, ¿si? –dije con tono serio.

-Esta bien, la próxima vez llegare de forma convencional, ¿te parece bien?

-Mas que bien, Phil –le di un beso en la mejilla- te quiero mucho padrino.

-Y yo a ti, mi ahijada preferida – me despeino un poco.

-¿Pues cuantas tienes? -pregunte jugando

-Pues solo tu tontita- me dio un coscorrón.

-¡Auch! –solté al sentir el coscorrón propinado por mi padrino- y eso ya lo sabia.

-Entonces, ¿para que pregunta jovencita?

-Para corroborar información, Señor – me reí haciendo el típico saludo militar

-Esta bien –rio por lo bajo pero enseguida opto por una posición mas seria, había pasado de ser Phil mi padrino a Phil el comandante- ¡descanse soldado, y tiene permiso del comando superior para salir esta noche a divertirse, sin custodia impuesta!

-¡Gracias, Señor!- baje mi brazo y sonreí- tratare de comportarme lo mejor posible, lo prometo.

-Te creo, Bella- me abrazo por ultima vez- te cuidas, volveré a visitarte cuando pueda, ¿esta bien?

-Ok, hasta luego.

Phil salió de mi habitación y yo le envié un msj a Rose y a Alice preguntándoles que si íbamos un rato al bar, cuando me contestaron nos quedamos de ver para alistarnos a las 7:30 de la noche, según Alice lo justo para quedar espectaculares, apenas eran las 4:15 de la tarde, así que podría dormirme un poco antes de alistarme para salir al bar. Esta noche seria ¡"SOLO DE CHICAS"!.

Phil POV

Listo, nadie se metía con mi ahijada, y si en mi poder estaba el poder "ayudar" un poco en que ya no tuviera problemas, así lo haría.

-¿copiaron el nombre del objetivo? –pregunte por el micrófono que tenia el mi oreja

-Afirmativo comandante –respondió el soldado al instante- "Tanya Denali" a sido localizada.

-Dame la información completa, cabo – seguía caminando, hacia la salida.

-Tanya Denali, hija única del matrimonio Denali; su padre es Eleazar Denali dueño del aserradero que se encuentra en el kilometro 67, en dirección sur poniente camino hacia Port Ángeles, Comandante, su madre es Carmen Denali, ama de casa, estudia en la Academia Williams, su cuarto es el 275-A, no representa un gran obstáculo Comandante.

-Copiado, soldado, descanse.

-A la orden mi Comandante.

-Y soldado recuerde, esta misión jamás se llevo acabo.

-Copiado, comandante- respondió mi soldado- cambio y fuera.

Ya encontraría la forma de cobrarme todo lo que le hiciera a Bella.

Edward POV

El Comandante Phil me había propinado un buen susto. Era imponente, grande se daba a respetar, y a decir verdad nunca llegue a conocerlo en persona, era de mis personas a admirar, la militar siempre me a gustado, nunca me hubiera imaginado que Bella lo conocía.

Aunque me encanto el poder conocerlo, me arruino la oportunidad de pedirle a Bella una cita, pero… ¿y si piensa que es muy pronto? Creo que lo mejor fue que el Comandante Phil llegara y me interrumpiera.

Era viernes y estaba aburrido. Después del susto, me fui a despejarme y relajarme a mi cuarto, pero eso me duro poco.

-¡Eddie, Eddie, Eddie!- repetía Emmett cual niño chiquito y cantando- ¡que grite todo el mundo, que grite sin cesar, hoy es viernes, hoy es viernes la pachanga va a iniciar…

-Cállate, Emmett, pareces tonto –dijo Jasper detrás de él.

-¡Uy!, que aguafiestas son ustedes dos.

-Haber, ¿Qué es lo que quieren ustedes dos? –los interrumpí antes de que se pusieran a pelear como dos bebes por la misma paleta.

-Vamos al bar, ¿si? –contesto Jasper tirándose en mi cama ya que yo me encontraba en el sofá.

-¡Si, Eddie!, vamos al bar, será un noche "SOLO PARA HOMBRES" –dijo con orgullo Emmett.

-Numero uno: no me digas "Eddie" sabes que lo detesto y numero dos: ¿Por qué "solo para hombres"?

-Pues para festejar que somos libres de esas tres arpías y conquistar a nuestros amores, Edward –afirmo Jasper.

-¿Nuestros? – Pregunte levantando una ceja- serán SUS amores.

-No, Edward, no te equivoques –dijo Emmett parado frente a mi de brazos cruzados- son NUESTROS amores, por que a ti te fascina Bella Swan.

-¡Eso es mentira!... creo.

-Bueno, de todos modos nos vas a acompañar –dijo Jasper poniéndose de pie- necesitas salir, ve nomas Emmett, arece que vio a un muerto, estas todo paliducho.

Si supieran lo que acabo de vivir.

-Esta bien, los acompañare, ahora déjeme descansar, a las 9:30 nos vemos en el pórtico, ¿Ok?

-Esta bien Edward, hasta la noche –salió Jasper despidiéndose.

-Hasta el rato, Eddie. –salió corriendo Emmett azotando la puerta para que no le atinara en la cabezota el libro que ahora había chocado contra la misma.

¿En verdad me gustaba Bella Swan? Bueno a esa pregunta ya sabia la respuesta, claro que me gustaba, pero tanto para ser "mi amor", eso aun no lo sabía. Debería descubrirlo pronto.