te voy a dar calabazas

Autor: princcesaaa
Género: Romance
Fecha Creación: 14/04/2010
Fecha Actualización: 01/05/2010
Finalizado: SI
Votos: 12
Comentarios: 12
Visitas: 112309
Capítulos: 32

Nueva historia.....nueva autora. A todos nuestros visitantes les quiero presentar a Patricia o como la conocen por ahí Patty Massen, ella es de Perú y es la autora de varios fanfic's, su redacción es genial y las tramas de sus historias buenisimas.yo solo la estoy bajando.  k  kede todo claro.
La primera de las historias que disfrutaremos de ella es distinta a varias que conocemos......Bella y Edward se ven obligados a casarse para poder acceder a una herencia pero deben convivir un año entero. Que pasará con ellos, ambos son muy obstinados y parecen odiarse. ¿Podrá surgir el amor en pleno campo de batalla?
Dificil la verdad.....vamos a ver que pasa  en esta divertida historia con mucho humor y romance.
Link de la autora:

 

 

 http://www.fanfiction.net/u/1802610/PATTYMASSEN

 

 

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Capítulo 12: La resbalosa

 

Me desperté temprano, con la misma ropa que había usado el día anterior, tenía frío porque había dormido sobre los cobertores. En mi cara el rastro de lágrimas me hicieron recordad lo ocurrido la noche anterior. Ya no estaba enojada pero si avergonzada. Quizás lo había echado todo a perder. Recordé lo que me dijo en la playa Me gustas Bella más de lo que puedo expresar con palabras. Yo… te quiero”

¿Cómo es que habíamos acabado así? Nuevamente peleando. Mi impaciencia, mis hormonas todo se había confabulado y me habían jugado una mala pasada. La próxima vez no le echaré a perder. Si es que hay próxima vez.

Escuche pasos cerca de mi puerta, aún no eran las 6 de la mañana.

Alguien entró al baño. Me apresuré en levantarme y escoger mi ropa, necesitaba un baño urgente y desayunar. Hoy sería mi primer día en el instituto y todos mis amigos creían que me casé porque estaba embarazada. Me preguntaba que inventar ahora para evitar las incómodas preguntas. Si decía que lo había perdido todos me verían con lástima. Si les salía con que me había equivocado y fue una falsa alarma creerían que lo hice a propósito para obligar a Edward a casarse conmigo. De una u otra manera estaba acorralada. Ahora todos pensaban que era una mujer con experiencia y no la niña que aún soy. Evitaría que Jessica o Lauren me acorralaran para que les dé detalles morbosos a cerca de mi guapo marido. Evitar a Tyler, Mike e incluso a Eric iba a ser más difícil ya que siempre he sabido que una chica es más interesante para ellos cuando mientras más experiencia tenga. Al menos se mantendrían a raya si me veían constantemente con Edward. Pero tal y como estaban las cosas dudo que él quisiera estar a mi lado todo el tiempo, además tenía sus deberes de profesor auxiliar y yo no llevaba esa materia porque no soy buena coordinando ni mis pies ni nada que tenga ritmo.

Cuando oí que salían del baño salí de mi habitación y miré a todos los lados. Entré veloz al baño y me fui muy rápida. Me cambié también a una velocidad increíble para mí. Quería llegar a la cocina sin ser detectada, tomar mi mochila y salir en mi auto.

- Buenos días- oí su voz suave y perfecta. Estaba sentado comiendo. A su lado había otro plato de huevos revueltos y un vaso de leche.

- Hola- dije con muy pocas ganas de hablarle.

- Siéntate a desayunar. Es tu primer día, no quiero que te desmayes por allí.

- No hay problema, todos pensarán que son sólo síntomas- dije sentándome lentamente.

- De veras siento haber hecho eso- dijo avergonzado.

No hablamos más mientras comimos.

Tomé mi mochila y salí con prisa.

- Bella- oí decir mientras salía a la calle.

Me giré al oír su voz, venía corriendo hacia mí.

-Por favor, déjame llevarte hoy a la escuela.

No le respondí sólo asentí, me dirigí hacia su auto pero él llegó antes y me abrió la puerta del copiloto. Me agradó ese gesto, me hacía sentir bien.

Cuando ya estaba frente al volante, se giró a verme.

- Perdóname, soy un idiota. Bella, lamento haber dicho tantas tonterías anoche, yo, sólo me asusté- dijo mirándome con profundo arrepentimiento.

- No hay problema Edward, yo también lamento haberme comportado como una loca-le dije mirando al piso del auto

Levantó mi barbilla con un dedo para hacer que nuestros ojos se encontraran. Me miraba con tanto cariño que me ruboricé.

- ¿Podemos ir más lento? Quisiera conocerte mejor, saber todo de ti. Tener la certeza de que esto es real. No quisiera que lo echáramos a perder haciendo algo de lo que después podemos arrepentirnos.

Sólo le sonreí y asentí. Mi vergüenza empezaba a disminuir. Él sonrió pícaramente y de pronto me besó, casi de la misma forma en que yo lo hice la noche anterior. Me quedé atónita, sin aliento y sin sabe que hacer. Parecía querer quitarme el poco aire que tenía en mis pulmones. De pronto se detuvo y me miró.

- Sólo quería que te sintieras como yo me sentí anoche. Estamos a mano.

Y cuando iba a replicarle oímos un sonido en la ventana. Era mi hermano, bajé la luna del auto para ver que quería.

- Vaya ustedes si que se toman en serio eso de fingir que están casados. Holas hermanita, ¿me dejan pasar? – Y diciendo esto abrió la puerta trasera y se subió al carro.

- ¿Qué haces Emmet?- Pregunté desconcertada.

- Quiero un aventón para ir al instituto, traigo zapatillas nuevas y no planeo caminar. Hola Edward amigo- Dijo saludándolo.

- Hola Emmet, un gusto poder llevarte- dijo Edward.

- Ya vez brujis tu consorte no me mira feo, es buen amigo.

- ¿Y vamos a llevarte todos los días?- Pregunté

- Sólo hasta que tenga un auto, moto o patineta. Antes no te quejabas por ir a pie conmigo. No se porque ahora pones esa cara por llevarme. Si quieres me das tu coche y asunto arreglado- dijo haciendo caritas.

- Ni lo sueñes hermanito, ese auto es mío, pero a partir de mañana si quieres puedes ir y venir con Edward. Yo usaré mi auto- Sentí que Edward arrancó el auto algo molesto por mi comentario. Condujo en silencio y muy rápido hasta llegar al instituto. Emmet bajó tan rápido como había subido y se perdió entre la multitud de estudiantes que estaban llegando.

- Bella, me gustaría poder traerte todos los días-dijo aun molesto.

- No creo que sea buena idea Edward. Los profesores y los alumnos no tienen los mismos horarios. Deben de irse más tarde algunas veces y no me gustaría quedarme esperando mucho rato. Además planeo buscar un empleo por las tardes y necesitaré mi propio auto para movilizarme

- ¿Para qué quieres trabajar? No Bella, si es por dinero, déjame hacerlo a mi. Dedícate a estudiar y a subir tus calificaciones. A lo mejor consigues una beca.

- No quiero que seas tu quien pague todos mis gastos y mi comida. Necesito también ganar mi propio dinero.

- Bueno lo discutiremos luego, ya es tarde. Lamento haberte besado así hace rato, no pude contenerme. ¿Todo va bien entre nosotros?

- ¿Te refieres al matrimonio, a la amistad, a las peleas o a los repentinos arranques de lujuria que parecemos tener?- pregunté sarcásticamente.

- Bella eres complicada. Yo sólo quiero estar contigo. ¿Podrías bajar la guardia y darnos una oportunidad? Te propongo una tregua por hoy. Estoy algo nervioso, no quisiera bajar peleado o molesto contigo.

- Está bien, sólo lamento lo del bebé- le dije y salí del auto.

Me alcanzó cuando casi entraba al edificio.

- ¿De qué estas hablando?- me dijo al oído.

- Del bebé que esperábamos. Una lamentable falsa alarma. No creas que voy a permitir que piensen que estoy embarazada, ya me quitaste la inocencia ante todos. No quiero andar dando detalles. Espero que corrobores mi historia.

- Bueno, ¿podría añadir que no me importa? Y que de todas formas no me casé contigo por el bebé. Y perdón por quitarte la inocencia.

Sonreí ante sus palabras, parecía sincero e interesado en dar una buena coartada.

- Bien, estamos en tregua. Ya veremos que pasa hoy. Nos vemos al salir. Y me puse de puntilla para darle un beso en la mejilla.

Llegué a la dirección y le pedí a la secretaria mi horario de clase.

Tenía Biología como primera clase, entré al aula pero no vi a Alice por ningún lado. Para ser mi mejor amiga, ya me había dejado muy descuidada.

El pesado de Mike entró entonces, seguido por Eric. Esto no iba bien y yo sin mi escudera que siempre me quitaba estos bichos de encima.

- Hola Bella, cuanto gusto- me dijo Mike acercándose con recelo.

- Que hay Mike.

- ¿Puedo sentarme a tu lado?

- ¿Qué no tienes compañero de asiento?- pregunté algo fastidiada.

- No, aún no. Aunque tu amiga Alice ya consiguió uno.

- ¿Se sienta con Jasper?- pregunté, aunque ya sabía la respuesta.

- ¿Conoces a ese idiota? -Dijo Mike.

- Ese idiota es mi primo ahora Mike.

- Lo siento Bella, no me acordaba. ¿Ahora eres Cullen cierto?

- Si, aunque según veo mis papeles, aún figuro como Swan pero ya lo arreglarán claro.

- ¿Y cómo va lo de bebé? ¿Para cuando lo esperan?

- No esperamos nada Mike. No estoy embarazada. Fue una falsa alarma.

- Eso es genial. Digo, podrás terminar el instituto. Aunque dudo que ese tonto te permita ir a la universidad

- Edward, Mike, su nombre es Edward. Y claro que iré a la universidad, mi esposo es un encanto de hombre.

- No entiendo como es que te casaste tan pronto Bella. Afortunadamente existe el divorcio.

- Bella- ví a mi amiga entrar corriendo y venir a abrazarme. –Te he extrañado mucho- y sentí su fuerte abrazo. -Sacúdete Newton, nos quitas el aire- dijo dirigiéndose a Mike que seguía allí mirándonos

- Pues este es mi lugar Brandon- dijo Mike torciendo el gesto.

- Entonces ve a sentarte don Jasper, pero Bella se sienta conmigo- sentenció mi amiga. Ví como Mike caminaba hasta sentarse en un asiento cercano.

- Hola prima ¿Qué tal el viaje?- dijo Jasper.

- Divertido, casi muero de inanición- dije sin querer.

- Ay Bella que exagerada, le conté a Jasper lo del incidente con la puerta de su habitación- dijo guiñándome un ojo.

- Edward y tu hacen una bonita pareja- dijo Jazz dando unos pasos y sentándose al lado de Mike.

Cuando ya estábamos solas atraje la atención de mi amiga.

- Así que Jazz, verdad Alice. Espero que tengas mucho cuidado con las cosas que le dices. Sabes muy bien de quien es hijo- le reclamé en susurros.

- Pues el no tiene la culpa de tener un papá tan malvado y calculador. Y no te preocupes, sé cuales son mis límites. Él me gusta mucho, pero tus eres mi mejor amiga, no te traicionaría Bella. Ahora cuéntame como te va con el tonto de tu marido. ¿Ya lo has golpeado, se siguen fastidiando mutuamente?

- A decir verdad, ahora estamos tomando la costumbre de besarnos.

- ¡¿Qué?!- gritó Alice.

- Silencio. Es una larga historia que espero pueda contarte hoy si tu Jazz no está presente.

- Yo también tengo tanto que contarte Bella. Estaré por la tarde en tu casa.

Pero no pudimos seguir hablando ya que el profesor entró al salón.

Al terminar la clase me dirigí al los vestidores ya que tenía gimnasia y Alice Historia con su querido Jasper.

- ¿Puedes hacer ejercicio en tu estado?- oí la voz nasal de Jessica.

- Claro que si Jessica, no estoy embarazada- le dije sin entusiasmo.

- Pero si es Bella, quien hubiera pensado que la que nunca tuvo novio fuera la primera en casarse y embarazada- dijo Lauren entrando al vestidor.

- No espero un hijo Lauren- le dije a través de la puerta. Y salí al gimnasio.

- Bella ten cuidado con resbalar o caer, yo estaré pendiente todo el tiempo para cuidarte- dijo Tyler acercándose a mi.

- Hola Tyler. No te molestes, estaré bien. No estoy embarazada- Le dije y ya me estaba cansando de repetirlo, afortunadamente Jessica ya lo sabía, entonces en la próximas horas ya lo sabría todo el mundo y me evitaría dar explicaciones.

- Entonces no debiste haberte casado Bella. Ese chico es muy pedante. Seguro que no dejaba de acosarte- dijo Tyler y se alejó pensando. Yo sonreí al oír sus palabras Tyler hablando de acosar….

Hicimos parejas para tenis. ME tocó hacer equipo con Erik, pudo ser peor él era muy miedoso y se alejaba cuando yo contestaba. Perdimos todos los sets. No había remedio, éramos la pero pareja de la clase.

- Lo siento Bella- me dijo al final. –Me dijo Mike que no esperas un hijo, pues que bueno, quiero decir bien por ti. Nos vemos después- Y se alejó.

En el almuerzo las cosas no mejoraron mucho, oía susurros por donde iba. Esperaba que sólo fuera por ese día y después se cansaran de murmurar.

Estaba sentada en una mesa sola. Todavía no llegaban los demás alumnos. Ángela se me acercó.

- Hola Bella, te extrañé la semana pasada- y yo sabía que era cierto, ella era muy tímida y siempre me buscaba.

Los demás llegaron y ocuparon sus asientos.

- Cuéntanos Bella, ¿a donde viajaste?- dijo Jessica.

- No seas morbosa Jessica no pretenderás que nos diga como le fue en su luna de miel- Mike habló con rabia.

- Sólo quería saber a dónde había ido- dijo Jessica haciendo puchero.

- Que pasa Mike, ¿no podrías soportar si Bella dice algo?- Lauren entro a escena tan acida como siempre.

Yo seguía sentada en mi asiento, cuando de pronto todos dejaron de hablar y miraban detrás de mí. Me giré para ver que les llamaba tanto la atención. Y allí estaba Tanya, de cabellos rubios cenizos, 1.80 mts, impactante figura y una ropa de infarto. Mi autoestima me abandonó. ¿Por qué Edward habría preferido casarse conmigo pudiendo hacerlo con ella?

- Hola primita. Quiero hablar contigo. A solas- me dijo

Me levanté decidida y la encaré porque no quería que sintiera mi rubor o mi miedo. Bella Swan… hora Cullen no le tiene miedo a nadie.

- Hola Tanya. Tendrás que esperar a que termine de comer o sentarte con nosotros- le dije con una sonrisa.

- Si ya casi has terminado, además no puedo entender como te comes eso. Tiene tanta grasa, aquí no hay nada dietético.

- Lo siento- le dije poniendo cara de culpable. –Tengo muchísima hambre. El ejercicio me desgasta- le dije con segundas intenciones esperando que capte mi indirecta y se vaya a pasear.

- Aquí te espero- dijo manteniéndose en su lugar.

Si quería esperar era su problema. Me tomé mi tiempo mientras conversaba con Ángela. Al cabo de 15 minutos ví que seguía alli mirándome, todos los demás estaban intimidados por su presencia. Decidí que era tiempo de encararla.

- Esta bien, dime de que quieres hablarme- le dije dirigiéndome a ella.

- Solo tenemos algo en común y sabes que es- me dijo

- ¿El apellido?- le dije sarcásticamente. –Aunque creo que tu te apellidas Denali ¿cierto?, entonces no entiendo de qué quieres hablarme.

- Edward. Sabes perfectamente que es por él. Yo haría lo que sea por él.

- Creo que no te entiendo. Mi esposo es tu primo, me alegra que lo quieras tanto pero comparte tu afecto con los demás.

- Yo debí haberme casado con él. No una niña como tu- dijo increpándome.

- Pues creo que tenemos la misma edad Tanya. Y eso deberías reclamárselo a él. Yo no le propuse matrimonio después de todo- aunque sabía que prácticamente si lo había hecho. –Y ya no hay nada que hacer al respecto, ahora soy su esposa.

- A mi no me engañas, sus padres sabían que él necesitaba casarse para heredar y que conveniente que se casaran tan rápido- empezó a sospechar.

- Pues me case porque si no mi padre le daba un tiro en la cabeza a tu querido primo. Nos encontró en una situación comprometedora- le mentí, después de todo esa era la versión de Edward sobre los hechos.

- Pues no creo ni una palabra de lo que dices, ni esas tontas habladurías de que estás embarazada- dijo subiendo el tono de su voz.

- No estoy embarazada. ¿Aunque como saberlo?, no tome precauciones la semana pasada bien podría estarlo. Ahora si me permites, no quiero perderme el postre, tuve una larga y extenuante noche y debo recuperar fuerzas o me desmayaré en clases- le dije sonriendo maliciosamente. Me estaba volviendo experta en mentir. Pero valía la pena ver la cara de Tanya. Se marchó como alma que lleva el diablo.

- ¿No me dirás que el malcriado y tu…?- era la voz de Alice.

- Ay Alice tengo tanto que contarte. Pero Eso aún no pasa- dije desconsoladamente.

Nos fuimos a nuestra siguiente clase. No podía creer que en este curso estábamos todos juntos. Alice, Jasper, Emmet, Rosalie, Tanya y yo. Lindo grupo el que hacíamos. Naturalmente nos sentamos Alice y yo, detrás de nosotras Jasper y Emmet que parecían llevarse bastante bien. Y en una carpeta al lado de la nuestra las dos rubias insípidas. Eran tan altaneras las dos que parecían hermanas.

- Y aún no tengo auto- oí decir a Emmet. –Pero si voy a hacer mal tercio prefiero venir caminando- Terminó.

- ¿Porque dices eso Emmet? Bella es tu hermana y Edward y tu son amigos, no creo que les moleste- le respondió Jasper

- Ya creo que si. Hoy temprano me acerqué al auto nuevo que tienen para que me trajeran al instituto y no te imaginarías lo que vieron mis castos ojos.

- Emmet, son recién casados- le contestaba Jasper. –Es natural que estén demostrándose su cariño.

- Yo entiendo el cariño Jazz, pero parecía que mi amigo quería comerse a mi hermana. Si no fuera su esposo le habría partido la cara. Me gustaba más cuando se llevaban mal- dijo peligrosamente. Me giré a verlos, Rosalie y Tanya también estaban prestando atención.

- ¿Edward y Bella se llevaban mal?- les interrumpió Tanya.

- Ni te imaginas, yo pensé que acabarían matándose- dijo él sin pensar ya que su mirada estaba concentrada en la otra rubia de esa carpeta.

- Exageras Emmet, es sólo que tuvimos un mal comienzo. Pero ahora nos llevamos muy bien- dije volteándome por completo y pisándole uno de sus enormes pies.

- Ah si claro- dijo él. Sonriéndole a Rosalie quien para mi sorpresa le devolvió la sonrisa.

La clase terminó. Me demoré un poco quedando con Alice sobre lo que haríamos por la tarde a parte de conversar, quedamos en que me llevaría las clases atrasadas para copiar sus apuntes. Oí entonces la voz melosa de Tanya.

- Eddie, viniste, sabía que estabas por aquí pero no pude encontrar tu aula a la hora del almuerzo.

- ¿Hola Tanya, estaba Bella en esta clase?

- No la he visto, que dices si salimos a conocer el pueblo, es bastante pequeño para mi gusto pero debe haber una heladería decente por algún lugar.

- Lo siento Tanya estoy buscando a mi esposa- dijo él algo preocupado.

- Te acompaño a buscarla- dijo ella. Me levanté como un resorte de mi asiento y salí hasta la puerta. Ella trataba de colgarse de su brazo.

- Edward- le dije gritando y me arrojé en sus brazos. Él me recibió y me abrazó con fuerza, se agachó para darme un beso y aproveche para estamparle uno mucho más pasional del que él pensaba darme.

- ¿Qué tal tu primer día de clases?- dijo cuando lo solté.

- Estuvo bien. ¿Ya nos vamos?- le dije tirando de él.

- Si claro, veo que tienes prisa- dijo sonriéndome. Miré la cara de espanto de Tanya antes de irme. Eso se merecía por ser tan resbalosa con Edward.

- Estás muy efusiva hoy- me dijo cuando llegamos al estacionamiento.

- Estamos efusivos- le corregí.

–Si claro- sonrió recordando lo de la mañana. –Debemos hablar Bella, antes de que las cosas se nos vayan de las manos. Verás tengo una reunión con el Director sobre nuestra situación. No sé que me diga ni lo que pase pero no te preocupes. Por eso venía a buscarte. Llévate el auto, yo puedo irme caminando cuando salga de la reunión.

- No, claro que no. Ya sé quédate y yo pasaré a buscarte cuando termine tu reunión- le dije.

- ¿De verdad? ¿No te molesta?

- Para nada, sólo me llamas. Una cosa más- le dije acercándome más a él ya que ví a Tanya y a Rosalie avanzar hacia un auto rojo precioso muy cerca de nosotros.

- Dime preciosa- me dijo también acercándose a mi.

- Espera a que tus primas se hayan marchado antes de entrar al colegio otra vez. No quiero que Tanya de pronto decida quedarse- le dije sonriendo.

- Pero que celosa estamos hoy cariño- dijo él soltando una carcajada

Capítulo 11: Locamente hormonal Capítulo 13: Mas problemas en el paraiso

 
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