Amor Oculto +18 (Terminada)

Autor: CatRussell
Género: Drama
Fecha Creación: 11/12/2010
Fecha Actualización: 08/03/2011
Finalizado: SI
Votos: 12
Comentarios: 40
Visitas: 118748
Capítulos: 32

Bella y Edward han sido los mejores amigos desde que ambos tienen memoria. Cuando ambos regresan de Vacaciones creen que será el año perfecto pero eso no será posible cuando seis chicos entran a la cafetería y uno de ellos cautiva el corazón de Bella, ¿Que pasara cuando por fin Edward se dé cuenta de que está enamorado de su mejor amiga? o ¿Que harán cuando todos se enteren de que Bella es maltratada por su novio? -Seré tu ángel guardián por siempre, te amo.

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Capítulo 12: Sábado Con Novio.

Bella

 

Hoy era sábado y estaba completamente deprimida y no podía con la culpa, parecía como si estuviera cargando un costal de piedras detrás de mi espalda. Estaba desecha, habia traicionado a mi mejor amigo por un chico, era repugnante, ¿Qué clase de amiga soy? Era la pregunta que mas me hacía en estos momentos, diablos era espantosa. Eran las doce del día y estaba en mi cama recostada y escuchando aquel CD que me habia regalado Edward en mi cumpleaños pasado, mis padres se habían ido a trabajar mientras yo me quedaba sola en la casa, si que divertido, pero no podía hacer nada, Edward no me dirigía la palabra y me evitaba para cualquier cosa y por lo contrario Steve se me acercaba cada día más y yo me alejaba para ya no saber nada de él, pero parece que el no entendía porque aun que decía “Aléjate” “No quiero Verte” el siempre estaba ahí haciéndome la vida imposible y es ahí cuando me doy cuenta que extraño a mi mejor amigo y que sin el estoy total y perdidamente aburrida.

Como dije era medio día y decidí levantarme para poder comer algo más que dulces, chocolates para ser exactos. Baje las escaleras aun con mi pijama y con mis pantuflas, y camine con paso lento y tonto hacia la concina. En tiempo estaba frio como de costumbre pero al menos no llovía y eso señoras y señores era nuevo en este pueblo. Busque algo en la alacena y nada, al parecer a mi madre se le habia olvidado hacer las compras. Hice una mueca y seguí buscando hasta que encontré al final de la nevera, dos botes de helado, uno era de fresas (Mi favorito) y el otro era de Vainilla. Tome e bote más grande de Fresa y comencé a comerlo mientras me sentaba en el sillón y prendía la televisión para poner una película pero como siempre, no habia nada en la tele y maldecía no tener cable.  Estaba tan concentrada en mi bote de helado que cuando pude sacar la cabeza de este, escuche un sonidito que procedía de la cocina. Me asome por el pasillo aun con mi bote en la mano y seguí aquel sonidito hasta que lo encontré, dentro del refrigerador esta mi celular que sonaba como loco. Tuve la loca idea de que debía de ser Edward pero cuando me percate de que el no gastaría para llamarme porque simplemente puede venir a buscarme, levante la tapa y me lo lleve a oreja contestando un “Hola” sin ánimos.

-Bella, buenas tarde Bella-Era Steve.

-Steve cuantas veces quieres que te diga que no quiero que me busques eres un Idiota, te confié algo y tu lo divulgaste. Así que ahora no quiero ni verte, Adiós-iba a colgar cuando escuche del otro lado como gritaba mi nombre y me lleve de nuevo el celular a la oreja.

-Bella lo siento tanto de verdad que lo siento-dijo y lo escuche muy sincero-Mira de verdad que me duele que no me hables, estoy algo así como desubicado, siento que me falta algo y más ahora que no me hablas-comí otra cucharada de helado mientras me recargaba en la mesa-Bella lo siento de verdad, que dices si me perdonas ¿Si?

Lo pensé durante un momento, tal vez su intensión no era divulgar las cosas, tal vez solo lo hizo porque estaba enojado, pero aun así… al demonio todo, sabía que Steve no podía ser tan malo, no podía tener el corazón de hielo y ademas me gustaba. Sonreí y suspire.

-De acuerdo Steve, te perdono, pero no lo vuelvas hacer-dije y camine de nuevo hacia la sala cuando hizo una pregunta.

-¿Qué estás haciendo ahora? ¿Dónde estás?-rodé los ojos, tontamente pensé que era Edward el que me preguntaba todo eso, ya que siempre lo hace.

-En mi casa y no estoy haciendo nada más que comer Helado, si se que se escucha raro mas viviendo en Forks peor me gusta mucho el helado.

-Huy Helado, yo también soy fan del helado-se escucho como reía-¿Me invitas?-pregunto de repente.

-¿Eh? Este…si claro, pero a qué hora llegas entonces.

-No Bella, camina hacia la puerta y ábrela, por favor.

Me quede como idiota y sentí como los ojos se me salía. Después de que reaccione y no me di cuenta de cuánto tiempo estuve así, pero después hice lo que me dijo, camine hacia la puerta no muy segura de hacerlo y la abrí conteniendo el aire y viéndolo ahí parado, recargado sobre el marco con su chaqueta negra abierta y con sus ojos oscuros observándome, me derritió. Después de unos minutos así que me volví a perder, observe como me miraba de arriba abajo y me sonroje al darme cuenta que estaba todavía con la pijama y que ademas traía el cabello recogido en una coleta sin contar que el bote semi vacio estaba todavía sobre mis brazos.

-Estas encantadora con esa ropa, te queda muy bien, por cierto, te quedo un poco de Helado aquí-señalo mi mejilla e inmediatamente acerco su dedo y quito lo que dijo para llevarlo a su boca y saborearlo.

Lo invite a pasar y camine hacia la cocina sintiendo como alguien me seguía, gire el rostro para encontrarme con Steve jugando con una cuchara y esperando a que le sirviera un poco de helado, eso lo hacia un mas encantador. Le di un plato y juntos nos fuimos a la sala a ver lo que pudiéramos en la televisión, cuando terminamos, lo invite a comer y el con mucho gusto acepto, prepare lo primero que encontré y juntos lavamos los platos, el los lavaba y yo los secaba hasta que camine hacia la alacena y resbale con un poco de agua que habia caído y Steve me ayudo a levantar. Pero entonces nuestros rostros quedaron muy cerca y me volvió a besar.

Así nos quedamos, intercambiando saliva y jugando con nuestras lenguas hasta que una voz muy familiar me sorprendió eh hizo que me alejara de Steve.

-¡Bella perdón por entrar así pero use la llave que me diste!-grito Edward desde el otro lado-¡He traído películas y te he traído un regalo! ¡¿Bella donde estas?!

Y cuando Edward entro en la cocina se paró en seco y observo que tan cerca estábamos Steve y yo, dejo las películas en la mesa y salió de ahí. Mire a Steve que se encogió de hombros y después camine detrás de Edward pero Steve me detuvo.

-Bella lo mejor será que dejes que se calme, no le gusta que este contigo pero deja que se calme y veras que regresara.

Y Steve rodeo mi cadera haciendo que me pusiera nerviosa, hice lo que me dijo y después comencé a ponerme más nerviosa al ver que pasaban las horas y que Edward no regresaba y que no me llamaba. Era un tonta, definitivamente era Bella la tonta Swan, habia herido de nuevo a mi mejor amigo y no dejaba de molestarlo. Diablos. Como dije las horas pasaban hasta que Steve se impaciento y decidió irse, después de eso, tome una chamarra, me puse unos tenis y salí rumbo a su casa, sabía que esta no estaría sola y aun que Edward no estuviera, estaría Nana que por cierto le pediría que hiciera galletas para mí. Cuando llegue a su puerta, Nana me abrió y me miro con brillo en los ojos.

-Mi niña Bella, pasa, pasa-se hizo a un lado y entre en la gran mansión de los Cullen. Prácticamente mi casa se veía miserable a lado de esta otra.

-Nana, ¿Cómo has estado?

-Bien hija gracias-la observe y seguí su mirada cuando Edward bajaba las escaleras-Por hay alguien más que no está feliz.

Seguí mirando a Edward que caminaba hacia mi lugar y le decía a Nana que nos dejara solos, después me tomo de la cintura y me ayudo a subir por la escalera para que llegáramos a su habitacion. Como siempre esta olía exquisita, Edward siempre la mantenía limpia y con un olor refrescante que me encantaba. Me senté en la orilla de su cama y Edward se recargo sobre la puerta. No sabía cómo empezar, ni siquiera sabía si pedirle perdón o correr abrazarlo y decirle empezar a llorar. Entonces me mordí el labio buscando las palabras adecuadas y cuando iba hablar, Edward sonrío de lado.

-¿Qué es tan gracioso?

-Tu-dijo y sonreí-deberías de ver la cara que tienes Bella.

-Edward ya hablando enserio, necesito pedirte perdón por lo que dijo Steve, fui tan tonta y le conté, perdón.

Se me quedo viendo, después de unos minutos, los cuales me parecieron horas, camino hacia mí y me abrazo, me beso la mejilla y sentí un acogedor calor dentro de mí, ¿Qué era? No tengo idea pero me hacía sentir tranquila y extraña también, después de que nos separáramos, tuve el impulso de querer besarlo y entonces me levante de la cama como bala y él me miro extrañado.

-¿Sucede algo?-pregunto alzando una ceja.

-No es solo que…-me mordí el labio-me tengo que ir.

-Bella tengo que decirte algo antes de que te vayas.

Lo mire aun cerca de la puerta. Tal vez se habia dado cuenta de lo que tenía planeado, tal vez estaba aun molesto por todo y solo me abrazo para que fuera el último, me dejaría y me diría que ya seremos amigos. Sin que me diera cuenta, las lágrimas cayeron y Edward volvió abrazarme.

-Bella, ¿Por qué lloras?

-Es que me vas a dejar-seguí llorando.

-¿Dejarte? No Bella, no te dejare, nunca me alejare de ti-suspiro-es solo que tengo que decirte algo que me está pasando, no te dejare.

-¿Lo prometes?

-Claro, mira para que hablemos mejor, vamos a jugar bolos en Port Angels.

Me separe de él y sonreí.

-¡Claro! Solo que me voy a cambiar y pasas por mí en unos quince minutos.

-Mejor voy contigo y te espero.

Bajamos juntos las escaleras hasta que Nana le pidió a Edward que le ayudara con algunas cosas en la cocina, Edward acepto con mucho gusto y cuando estaba a punto de salir el doctor Carlisle entro y me miro con asco. Lo salude como toda una persona educada pero la única respuesta que recibí a cambio fue un movimiento con la cabeza y paso a mi lado sin decir nada mas, era extraño el doctor Carlisle jamás se comportaba de esa forma conmigo, siempre era amable y otras veces solo me sonreía y me decía que estaba en mi casa, ¿acaso hice algo mal? Me quede en la puerta pensando hasta que vi una extraña figura sentada en la puerta de mi casa. Camine no muy segura de mi misma y cuando vi bien de quien se trataba sonreí y seguí caminando.

-¿Qué haces aquí?

-Bella, necesito hablar contigo-Steve me asusto su tono de voz era seria.

-Bueno entonces pasa-trate de abrir la puerta pero él me lo impidió.

-No Bella, de verdad necesito decirte algo y ya no puedo esperar-lo mire a los ojos-Bella me gustaste desde el primer momento en que te vi.

Contuve el aliento y me sentí de repente mareada.

-Si Bella tal vez estés extrañada pero es cierto-tomo mis manos y las mira unidas-Bella tengo que hacerte una pregunta-suspiro- ¿quieres ser mi novia?

Y mis ojos se me salieron y juro que casi salen rodando por el suelo. Las palabras no salían de mi boca y aun que yo quería decir que si, no podía estaba demasiado feliz, en este momento solo existíamos Steve y yo. Para no parecer más estúpida de lo que era, solo asentí con la cabeza y lo último que recuerdo fueron sus labios sobre los míos y que el piso desapareció bajo mis pies. Cuando nos separamos la lluvia empezó a caer y recordé que hoy iba a salir con Edward, le dije a Steve y aun que se enojo, me dijo que hablara con él, cuando iba a dar media vuelta, observe como Edward nos miraba y caminaba hacia su casa. ¿Es que acaso no te cansas de lastimar a Edward, Bella? Me regaño mi subconsciente.


Capítulo 11: Aun Que Me Traiciones, Se Que Aun Te Quiero. Capítulo 13: Corazón Lastimado Pero Recuperado.

 
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