Bella POV
Me levanté un poco mas tarde, incapaz de estar cómoda. Mientras me revolvía y me daba vueltas me di cuenta de que Edward se había ido. Me senté en la cama y le llamé suavemente "¿Edward?"
Un segundo después la puerta de su habitación se abrió. Se estaba riendo de algo cuando llegó a mi lado. "Lo siento Bella, ¿Te hemos despertado?"
"No. No puedo acomodarme con este estúpido vientre y ahora estoy desvelada. ¿Que es lo gracioso?" me incliné hacia adelante mientras trataba de estirar mi espalda.
"Nada, te lo contaré en la mañana, vuelve a dormir." escuché risas provenientes de abajo. Ahora me había picado la curiosidad y ya no estaba cansada.
"Puedes decírmelo, no puedo dormirme ahora." comencé a salir de la cama y me dirigía hacia la puerta.
Edward me tomó la mano "Emmett esta teniendo mas de sus 'antojos' eso es todo. Sacó aquel pedazo de pan de ajo de la bolsa de basura hace una hora. Ahora insiste en que necesita mantequilla de maní pero como nadie come comida y no tiene auto para manejar. Vamos a ver que esta tramando."
Mientras bajábamos las escaleras, pude ver a Jasper y a Alice riendo mientras Emmett trataba de convencer a alguien para ir a la tienda con el en busca de mantequilla de maní. Rosalie me miró y rodó sus ojos. "¡Ha perdido su pequeña mente!" entonces se volvió a Emmett "Mira lo que hiciste, despertaste a Bella con tanto alboroto."
"Bella, tu sabes como hacer compras en una tienda y tienes auto. ¿Me irías a buscar mantequilla de maní, por favor?" Edward le interrumpió "Bella no va a ir a ningún lado a las dos de la madrugada Emmett ¿estas loco?"
"Pero necesito mantequilla de maní..."
Repentinamente, de la nada, tuve un antojo. "¿Edward? ¿Sabes suena bien ahora para tu pobre y no realmente embarazada novia? ¡Donas, donas rellenas!" comencé a saltar de solo pensar en ellas. "¿Cuanto me amas?" le pregunté mientras le miraba cariñosamente.
"No lo dices en serio ¿verdad?" ¿Donde voy a encontrar donas? ¡Es la mitad de la noche!" lanzó sus manos al aire en frustración.
"Tiene que haber alguna cafetería abierta, oh, oh hay un Seven Eleven al lado de la gasolinera. Apuesto a que ahí tienen donas. Y si llevas a Emmett, podría conseguirse mantequilla de maní. oh ¿por favor Edward? No es por mi...el pequeño Eddie quiere donas. ¿Lo harías por nuestro bebe imaginario?" Estaba colgada del cuello de su camisa, rogándole. Emmett tomó las llaves de Edward. "Estaré en el auto Edward."
"Nunca dije que iba a ir."
"Cederás. Harías cualquier cosa por Bella y lo sabes." Sonriendo de oreja a oreja corrió hacia el garaje.
Rodando sus ojos, Edward se volteó hacia mí y preguntó "¿Que es exactamente lo que tengo que traer?"
"Donas. Donas rellenas, si hay. Si no hay supongo que cualquiera con azúcar servirá, a menos que veas otro local abierto y puedas fijarte si allí tienen donas rellenas también... ¿Ya te dije que te amo?" el puso su mano sobre mi boca.
"Te traeré las donas rellenas ¿esta bien? Solo siéntate y trata de descansar, ¿por favor?" por mi...y el pequeño Eddie." me besó en la frente y se dirigió hacia el garaje con Emmett.
Rosalie se reía sobre mi fijación por las donas, mientras que Alice y Jasper estaban acurrucados alrededor de la computadora, sin duda mirando las apuestas de Ebay. Alice me miró y sonrió. "Bella, toma esto." Me alcanzo su teléfono celular y repentinamente grité. "¡Aderezo de manzana!"
Tomé el teléfono y comencé a llamar a Edward.
Me contestó un enfadado Edward. "Hola Alice ¿Que pasa ahora?"
"No soy Alice, soy yo."
El suspiró. "Hola Bella, dime que ya no quieres las donas."
"No, aun quiero las donas. Esperaba que pudieras buscarme algo mas..."
El enfadado Edward estaba de vuelta. "¿Ahora que? Emmett detente. Quiere que le llevemos algo mas...No lo se, no me lo ha dicho. Quédate en silencio para que pueda oír. Lo siento Bella, ¿Que puedo traerte?"
"Aderezo de manzana. Simple aderezo de manzana, sin canela, sin pulpa, solo simple aderezo de manzana. De Mott's si encuentras...si no de lo que sea." Me sorprendía cuan excitada me comportaba al pensar en el aderezo de manzana y cuan rápido estaba hablando.
Esta vez Edward estaba confundido "¿Y podré encontrar ese aderezo en Seven Eleven?"
"Eso espero..."
Edward paciente "¿Hay algo mas que quieras?"
"Nop, ¡eso es todo! ¡Gracias!" cerré el teléfono y miré a Alice quien trataba de no reírse.
"Quizás quieras quedarte con el Bella..."
Me senté en el sofá y comencé a cambiar los canales. Nada más que informeciales a las 2 a.m. Entonces lo vi, la demostración del asador de George Foreman y estaban haciendo las hamburguesas más jugosas que jamás había visto. Tenían queso, cebolla y tomate. Con el teléfono aun en mi mano marque el numero y Jasper se rió. "Esto será interesante..."
"¡Hola Bella! Soy Emmett. Edward me lanzó el teléfono en cuanto sonó. ¿Que quieres ahora?"
"¡Una hamburguesa con queso! con tomate y cebolla. ¿No suena bien?" Le alcé los pulgares a Rosalie mientras me miraba al teléfono. Ella sacudió su cabeza y volvió a su revista.
"Edward, quiere una hamburguesa con queso...Hey no me grites a mi. ¡Es tu novia!...No se, se lo preguntaré. Bella, déjame citar a Edward para esto, quiere saber '¿donde, en el nombre de Dios vamos a conseguir hamburguesa con queso a esta hora?"
"¿Esta realmente enojado Emmett?"
"Enojado no, súper enfadado es probablemente mas correcto."
Sin advertencia, rompí en llanto. Pudo haber sido la falta de sueño, pudieron haber sido las imaginarias hormonas del embarazo, pero comencé a llorar, y mucho.
Alice corrió hacia mí y tomó el teléfono. "¿Emmett? ¿Que le dijo Edward? ¡Esta llorando! ¡No me importa! ponlo al teléfono. Edward Cullen, hiciste llorar a Bella. ¿Ahora te sientes bien? Todo lo que pidió fueron unas donas, aderezo de manzana y ahora una hamburguesa con queso. ¿Es tan difícil para ti? No, no puedes hablar con ella. ¿Por que no? El estrés no es bueno para el pequeño Eddie...bien, se lo preguntare." Ella me limpió las lágrimas y dijo "Edward quiere hablar contigo."
Aun llorisqueando, tomé el teléfono "¿Hola?"
"Bella, lamento haberte echo llorar. ¿Estas bien? No estoy enojado contigo. Quiero matar a Emmett, pero no estoy enojado contigo ¿esta bien?" Podía notar la preocupación en su voz.
"Ok." murmuré.
"Estaré pronto en casa. Acabamos de llegar al Seven Eleven. Veré su puedo cazar esa hamburguesa de queso también. Emmett ¿cuanta mantequilla de maní necesitas? ¡Devuelve todo eso! Te amo Bella."
"¡Yo también te amo! Apúrate, el pequeño Eddie tiene mucha hambre." Jasper hizo todo lo posible por calmar mis emociones cuando colgué el teléfono.
Volví a mirar los infomerciales, Alice y Jasper continuaron con su monitoreo de Ebay y Rosalie ojeaba su revista mientras esperaba a que volvieran de la tienda. Diez minutos después vi a Rosalie correr hacia la puerta, y supe que ya habían vuelto. Salté del sofá y los encontré en la puerta.
Emmett entró primero con una bolsa marrón de papel llena de las compras y fue hacia la cocina. Dejó la bolsa sobre la mesada y la revolvió hasta que encontró la mantequilla de maní. La abrió y la dejó sobre la encimera y casi enterró su nariz en el pote.
Rosalie gritó "No te pongas eso Emmett, ¡olerás a maní todo el día! ¿Que te sucede? ¿Acaso esos ganchos te están cortando el oxigeno de tu cerebro?" Ahora estaba revolviendo la mantequilla de maní con una cuchara para liberar el aroma. "Es que huele tan bien Rose... ¿No quieres olerlo?"
"Puedo olerlo desde aquí. ¡Esta apestando toda la cocina! ¿Que mas compraste? ¿Bananas? ¿Azúcar impalpable? ¿Y que es esto? ¡Atún!" Rosalie miraba en la bolsa, asqueada. Emmett comenzó a abrir las cosas y a respirar profundamente.
A parte de todo eso, fui golpeada por el aroma más delicioso...una caliente y grasosa hamburguesa de queso. Me volteé para ver de donde provenía aquel delicioso aroma y vi a Edward, sonriendo, sosteniendo una pequeña caja en su mano y en la otra una pequeña bolsa marrón. Corrí hacia él y cubrí su rostro con besos.
"¡Gracias Edward! ¡Eres el mejor padre de mi falso bebe!" Robé la hamburguesa de su mano.
El me miró como si estuviera un tanto chiflada. "Ahora nos sentimos mejor ¿verdad?"
"¡Si! ¿Encontraste las donas rellenas?" le saque la bolsa de la mano y encontré una caja de 12 donas rellenas, y dos tarros grandes de simple aderezo de manzana de Mott's. "Eres el mejor Edward." comencé a comer la hamburguesa y estaba deliciosa, el queso estaba caliente, y tenia la cantidad justa de grasa. Una hamburguesa, 3 donas y un bol de aderezo de ensalada después, me levante de la mesada de la cocina y camine pesadamente hacia el sofá.
"¡No sabia que alguien tan pequeño podía comer tanto! ¿Te sientes bien?" Edward me preguntaba mientras se acercaba al sofá.
"Mal no, solo tengo sueño. Y yo no me lo comí, fue el pequeño Eddie...creo que tenia mucha hambre." Cuando bostecé, Edward me alzó en sus brazos. "Saluda a todos."
Murmuré "Buenas noches a todos." un coro de buenas noches vino de diferentes direcciones.
Edward me trajo arriba y me dejó en la cama. Traté por mucho tiempo de acomodarme, pero era imposible. Traté con almohadas extras, de espalda, nada funcionaba. Entonces recordé que el único lugar en el que había estado cómoda en todo el día había sido en el sofá cuando Edward me sostuvo. Me senté y tiré de su mano. "¿Volverías a acomodarme en el sofá? Ahí dormí bien antes." Sin una palabra, se levantó y se sentó en el sofá, extendió sus brazos y me dejó acurrucar en su regazo y ponerme cómoda.
"Lamento ser tan molesta Edward. ¿Estarás terriblemente incomodo conmigo, en el sofá toda la noche?" Mi cabeza estaba apoyada en su hombro y mis ojos se cerraban lentamente.
"Bella, no hay lugar en el mundo en que prefiera estar. Duérmete pequeña mama. Te despertaré en la mañana." Le sentí besarme y entonces me dormí.
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