Blind (+18) (Completo)

Autor: VictoriaMarie
Género: + 18
Fecha Creación: 20/01/2010
Fecha Actualización: 26/07/2010
Finalizado: SI
Votos: 59
Comentarios: 58
Visitas: 357929
Capítulos: 49

 Minusvalía no significa que no seas capaz. Edward puede superar su discapacidad y encontrar la felicidad con alguien que se preocupe intensamente por él. ¿Hará cualquier cosa para convertirse en todo para ella?



Esta historia pertenece a Jayeliwood,  su traducción esta hecha por Isu (http://www.fanfiction.net/s/4667969/1/Blind) yo solo soy una mera intermediaria para que conozcais esta fantastica historia sobre Edward y Bella, y la  superación de cualquier obstáculo.

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Capítulo 11: Capitulo 11

Edward Cullen

Casi habían pasado tres semanas desde su cumpleaños e intentábamos pasar cada segundo que podíamos juntos. Disfruté cada minuto. Si yo no podía ir, ella venia a verme.

Lamentaba no poder pasar más tiempo a solas con ella aunque esto era en raras veces. Ni Jasper, ni Alice ni Emmett parecían estar alrededor. Realmente tuvimos nuestros momentos agradables, e incluso divertidos, aunque privados.

Dormitábamos sobre mi cama tras una larga tarde de viernes. La cabeza de Bella descansaba en mi pecho mientras caía en un sueño profundo. Permanecí despierto para escuchar su respiración suave y lenta. Comenzó a retorcerse en mis brazos, poniéndose más cerca.”Mi trasero esta frio.”Murmuró. No estaba seguro si de verdad estaba dormida. Tenía tendencia a hablar en sueños, pero nunca había dicho nada parecido.

Deslicé la mano por su espalda hasta llegar a su trasero. Realmente estaba frio y descubrí por qué. No podía parar de reírme.”Eso es porque tu culo está apretado contra la nevera de Jasper.”

“Ah, bien eso tiene sentido.”Murmuró y esta vez estaba seguro de que dormía. Me reí más fuerte y la puse completamente sobre mí. Comencé a masajear su trasero para hacerla entrar en calor.

“¿Estas mejor? ¿Estás un poco más caliente?”

“Mmmm…”

“Tomaré eso como un sí.”Le susurré mientras ella se acurrucaba en una posición más cómoda. Arreglé las mantas y las sábanas para que nos cubriesen completamente, incluso sus pies. Su nariz presionó mi pecho y su cálido aliento se extendió. Sus dedos se doblaron y desdoblaron provocando pequeñas descargas en mi cuerpo cuando me tocaban.

“¡Hola Ed! ¿Puedo pasar?”Gritó Emmett tras la puerta.

“No te lo aconsejo. Tal vez veas algo que no te gustaría. ¿Qué quieres?”

La risa de Emmett retumbó en la puerta y por alguna razón me hizo reir.”Bueno, mañana Rose, Jasper, Alice y yo vamos a ir a esa cosa llamada Red River Revel. Es una cosa de arte pero también hay buena comida y música. Es muy divertido. A las chicas les encanta ¿Vendréis?”(N/T:el Red River Revel es un festival donde, como ha dicho Emmett, hay cosas de arte, cultura, comida y música. Se hace todos los años en el mes de Octubre.)

Lo pensé durante un minuto. Bajé mis labios al oído de Bella.”¿Quieres que salgamos con nuestros amigos mañana y escuchar música?”

“Claro, claro.”Murmuró. Le preguntaría otra vez cuando despertarse para asegurarme, pero por ahora ya tenía una respuesta.

“Sí, iremos ¿A qué hora?”Acaricié el cabello de Bella distraído, me gustaba como se sentían sus sedosos mechones contra la punta de mis dedos.

“11:30. Cogeremos algo para almorzar y hay un par de grupos que queremos escuchar. Sé que las chicas querrán ir de compras. Durará todo el día.”

“Suena genial ¿Nos encontramos aquí antes de marcharnos?”

“¡Estupendo! ¡Nos veremos mañana!”Dijo antes de escucharle cerrar la puerta. No es como si no hubiese podido escucharlo si lo gritase desde su cama.

Dormí con Bella en mis brazos. Era la sensación más maravillosa del mundo. Quería quedarme así para siempre. No quería despertar. Era el sueño perfecto.

“Edward.”Canturreó mi ángel contra mi percho.”Edward, tenemos que movernos. Es tarde.”

“No quiero que te vayas.”Mascullé, acercándola más.

“Tengo que hacerlo. Antes de que cierren los dormitorios. No quiero meterte en problemas.”

Me quejé y la abracé más fuerte. Enterré mi cara en su hermoso cabello. Inhalé profundamente, consiguiendo el maravilloso aroma. Sus manos fueron hasta mis mejillas y me dio un profundo beso.”Vamos a ir a aquella cosa mañana. Necesitamos dormir un poco.”

“Ya he dormido. También estuve cómodo. Vuelve aquí.”La busqué a tientas mientras ella escapaba.

“Estaré aquí mañana sobre las 11 ¿Vale?”Besó mi frente una vez. Puse mala cara pero sabía que no me haría caso.

Bella Swan

Odiaba cuando hacia pucheros porque siempre conseguía lo que quería. Odiaba que supiese esto y que lo utilizase con frecuencia cuando sentía que yo le iba a dar problemas.
Le di un pico en los labios una vez más y me marché. Jasper pasaba por el hall.

“Nos vemos mañana, Bella.”Me dio una palmadita en el hombro mientras pasaba.

Me alegré de que Edward y yo tuviésemos tan buenos amigos. Estábamos empezando a congeniar poco a poco. Algo que ninguno de nosotros se imaginaba cuando llegamos aquí. Me gustaba. Por primera vez en mucho tiempo me sentía como si perteneciese a algún sitio.

Cuando llegué a casa Alice estaba sobre el sofá mirando la televisión.”Hey, tu madre llamó, dijo que la llamases en cuanto llegases a casa.”

“Vale, gracias.”

Francamente no tenía ganas de telefonear a mi madre pero me sentía culpable por no hacerlo más a menudo. Marqué su número rápidamente.

“¿Hola?”

“Hola mamá ¿Qué pasa?”Pregunté casualmente, con la esperanza de que no ocurriese nada. Pero, por lo general, mi madre siempre tenía algún tipo de drama.

“Ah, nada. Solo que no hemos hablado en mucho tiempo ¿Qué has estado haciendo?”Conocía aquella voz. Ocultaba algo. Parecía que estaba tratando de curiosear. Siempre estaba haciendo algo así.

“Estudiar. Mañana voy a ir a ese festival de arte con mis amigos. Aunque no estoy segura de si Edward lo disfrutará mucho.”Contesté con sinceridad. No es como si tuviese algo que ocultar.

“Oh ¿A Edward no le gusta el arte?”Dijo su nombre como si fuese venenoso y si lo dijese durante demasiado tiempo su lengua se fuese a hinchar.

“En realidad a él le gustan algunas clases de arte. Pero, ya sabes, al ser ciego no estoy segura de que se entretenga demasiado con todo eso.”

“¿A qué te refieres con eso de, ciego?”Preguntó mi madre confundida.

“Pues a eso, a que el no puede ver nada.”

“Nunca mencionaste eso.”Dijo mi madre con la voz inundada de horror.

“No sabía que tenía que hacerlo.”Dije reponiéndome.

“¿Por qué sales con alguien que es ciego? Él no puede cuidarte.”

“¿Disculpa?”Gruñí.

“Cariño, vamos a ser honestas. Cada mujer necesita un hombre que la apoye y que pueda darle una buena vida. No deberías perder tu valioso tiempo con alguien que no puede darte nada de eso.”Dijo como si fuese la cosa más natural del mundo.

“Madre, tú necesitas una niñera a todas horas pero yo no. Edward me importa muchísimo. Somos iguales.”

“Oh, no te pongas así. Sabes que tengo razón Bella.”

“Por favor, no me llames durante bastante tiempo. Tampoco esperes ningún correo electrónico. Me niego a tener algún vinculo con alguien tan cerrado de mente.”Aparté el teléfono de mi oído.

“¡Isabella Marie Swan! No te atrevas a utilizar ese tono conmigo…”Fue todo lo que escuché antes de cerrar el teléfono.

Quité las lágrimas de mis ojos y aspiré profundamente. Fui a la sala de estar donde todavía estaba Alice sentada con las piernas cruzadas.

“Hey ¿Todo va bien?”

”Hazme un favor, si alguna vez ves en el identificador de llamadas el numero de mi madre ignóralo.”Dije entre dientes mientras me sentaba a su lado.

“¿Qué hizo?”Me tranquilizó, dejó que su cabeza descansase en mi hombro.

“Dijo que salir con Edward era una pérdida de tiempo porque no podía cuidar de mi.”Nuevas lágrimas fluían por mis mejillas.
Utilicé mi manga para limpiármelas.

“Bella, te diré algo que tienes que prometer no contárselo a mi madre. ¿Vale?”

Realmente esperó hasta que asentí. Se sentó completamente recta y se aclaró la garganta como si estuviese a punto de decir un asombroso discurso.”Que la jodan, a ella y a su jodida madre. De donde demonios saca el valor para decir algo tan… tan… ¡¡GRR!! Eso es una locura. Personas como estas de mente cerrada son las que nos dan a los demás mala fama. Ella es la razón de que a los extraterrestres no les guste visitar nuestro planeta.”

La miré confusa y luego volví mi cara hacia la televisión.

Estaba viendo alguna película de ciencia ficción. Comencé a reírme, aunque todavía lloraba. Puse mi cabeza en su regazo.”Gracias.”

“¿Por qué?”Miró hacia abajo confundida.

“Por dejarme saber que puedes ser una loca sin hablar enserio.”

“¿Me estas llamando loca?”

“¿Estás diciendo que no lo estás?”La miré con una gran sonrisa. Ella echó la cabeza hacia atrás riendo y agarró un cojín. Me pegó con él varias veces en la cara.

“Será mejor que no haya ni un moco en mi sofá.”Despeinó mi cabello.

“Deberías estar más preocupada de tenerlo en la pierna.”Bromeé. Ella arrugó la nariz por el asco, y me provocó otro ataque de risa. Me golpeó con el cojín de nuevo con una pequeña sonrisa en su cara.

“¿Sabes qué? Limítate a ver la maldita película.”Volvió a acariciar mi pelo.

Dejé mi cabeza sobre su regazo el resto de la película. No le presté atención la mayor parte del tiempo, estaba demasiado perdida en mi mundo. Un mundo nuevo. Un mundo que no implicaba a mi madre o a mi padre, ni siquiera mi vida pasada. Tenía una vida nueva con nuevos amigos. Me gustaba explorar ese nuevo mundo. Estaba más que cómoda en él, era feliz.

Cuando la película terminó, me arrastré dentro de la cama, deseando que Edward fuese mi almohada. Si Jasper no estuviese viviendo con él me habría quedado toda la noche. Siempre dormía mejor con a su lado.

Edward Cullen

Las once no llegaban lo suficientemente rápido para mí. Me desperté temprano y me preparé, afeitándome y vistiéndome. Para entretenerme comencé a tocar el piano, trabajando en una nueva pieza.

La música fluyó fácilmente desde las puntas de mis dedos, algo que no había tocado antes. En lo único en lo que podía pensar era en Bella. Su belleza, su aroma, su bondad. La canción trataba de cómo hacia que me sintiese.

No oí abrirse la puerta, o a Jasper moverse a mi alrededor.

“Es muy bonita.”Dijo la voz tan familiar, tan dulce desde la puerta.

“Es lo que siento cuando pienso en ti.”Le dije a Bella con una sonrisa.

Sentí que la cama se hundía un poco cuando se sentó a mi lado. Se inclinó junto a mí y me besó en el cuello.”Eres un hombre asombroso, Edward Cullen.”

“Eres una mujer asombrosa…”Deslicé la nariz a lo largo de su mandíbula. Suspiró, con las puntas de sus dedos me acarició el rostro.

“Si habéis acabado de besuquearos la cara nos pondremos en marcha.”Bromeó Emmett desde la puerta. Gemí y él se rió de mi expresión malhumorada.

“No sé cómo llegar.”Dijo más bien entre dientes. Odiaba no saber ir a los sitios todavía.

“Podemos ir todos en mi coche si no hay problema en que alguno vaya sobre el regazo de alguien.”Intervino Rosalie.

“Creo que es una idea fantástica.”Abracé fuerte a Bella. Rió tontamente, apoyando su cabeza en mi hombro.

El vehículo de Rosalie era un convertible y era agradable sentir el viento de mediados de octubre. Si estuviésemos en Chicago todos llevaríamos abrigos y estaríamos temblando. En Luisiana llevaríamos camisas finas de manga larga para disfrutar de la calidez del sol.

Después de un corto paseo y el pago para entrar, un bombardeo de música y aromas inundaron mis sentidos. Bella siguió sujetando mi mano, agarrándola fuerte. Podía decir que el lugar estaba lleno de gente simplemente por el sonido.

“Bien, en primer lugar tenemos que comprar unos cuantos cupones y, a continuación, conseguir algo para comer. Trout fishing (N/T:pesca de truchas.) comienza en treinta minutos.”

“¿Trout fishing?”Bella hizo la misma pregunta que yo estaba pensando.

“Oh, una banda local. Son realmente geniales. He ido a verles tres años seguidos.”Jasper palmeó mi hombro.

Cuando entramos en la zona de la comida los olores se hicieron un tanto más fuertes. Dulce y picante. Mi estomago comenzó a gruñir por haberme negado a desayunar.”¿Qué vas a comer?"

“No estoy segura, hay tanto donde escoger.”Dijo Bella directamente en mi oído.

Bella literalmente chilló el precio de los cupones, la ignoré. Compré el valor de treinta dólares y la arrastré más cerca de los maravillosos olores.”Dime todo lo que hay. Quiero hacer una buena elección.”

Honestamente, solo quería que volviese a hablar junto a mi oído. Quería sentir su aliento cálido contra mi piel, el roce de sus labios. Quería oír su dulce voz resonar en mi oído, incluso si solo hablaba de comida.

Caminamos lentamente por el patio en cuestión, Bella explicando todo lo que contenían los puestos. Parecía haber media milla de comida deliciosa. Todo desde el banklava hasta langosta con jambalaya, aunque nada parecía demasiado sano.”¿Qué vas a querer?”Presionó sus labios contra mi oreja, esta vez me provocó un escalofrío que recorrió toda mi columna vertebral.(N/T: el bankabla es un pastel distribuido en pasta filo y bañado en almíbar y la jambalaya es una especie de paella con langostinos, jamón, arroz, etc.)

“¡Yo quiero una brocheta de caimán!”Intervino Alice.

“Ew.”Murmuré, poniendo una cara.

“Es mejor que el pollo. Enserio, está bueno.”Se defendió Alice.

“¿Qué? No tienes suficiente con necesitarlos para tus artículos de moda, por lo que ¿ahora vas a comerte uno?”Se burló Bella.

Alguien la empujó golpeándome a mí. La sujeté por la cintura, impidiendo que se cayese. Su cuerpo entero se sacudía por la risa. Podía oír como el resto del grupo también se reía. Sonreí a mis amigos.

Bella y yo nos repartimos una gran variedad de cosas. Patatas fritas rizadas, algo llamado tiger burger, que estaba cinco veces más sazonada de lo que esperaba, y algo llamado revel dog para el postre. Cuando Bella me dijo que era una especie de helado con forma de perrito caliente no me emocionó demasiado, pero ya que ella insistió y parecía bueno lo compre.

Ella pasó más tiempo tratando de explicarme lo que era y, por último, me obligó a dar un bocado. El sándwich helado, con dos pedazos de bizcocho y en medio alguna especie de salsa de chocolate y crema batida. Estaba realmente muy bueno.

Nos sentamos para comer, esperando que la banda comenzase. Parecían estar ajustando sus instrumentos. Una guitarra, un bajo, incluso un banjo, creo.

La música que tocaban era muy diferente a cualquiera de la que hubiese oído antes. Tocaban una variedad de cosas extrañas sumamente serias tratándose de música para jóvenes.

“Aw…”Oí que Bella y otra chica arrullaban a mi lado.

“¿Qué?”Pregunté, poniéndome más cerca de ella.

“Hay algunas parejas y unos niños bailando. Es encantador.”Susurró en mi oído y podría decir que sonreía.

“¡Oh! ¡Quiero bailar!”Sonreí, tirando de ella para ponerla en pie.

“No, no. No puedo bailar. Soy una bailarina horrible.”Trató de volver a sentarse pero yo era más fuerte que ella.

“¡Yo también quiero bailar!”Escuché a Alice soltar una risita.”Venga, todos a bailar.”

“Por favor.”Hice un puchero y supe que había ganado cuando dio un pisotón en el suelo. Ella me arrastró a algún sitio y me rodeó el cuello con sus brazos.

Tomé una de las manos que estaba en mi cuello y la agarré con la mía. La canción era un poco rápida, pero se me hizo fácil seguir el ritmo. Mi madre me había hecho tomar clases de baile cuando era pequeño para mejorar mi equilibrio. Entonces lo odiaba, pero pareció funcionar. Hice girar a Bella y rió cuando volvió a mí. Oí los chillidos alegres de Rosalie a nuestro lado y estuve seguro de que todos se lo estaban pasando bien.

La canción cambió a otra más lenta. Devolví la mano de Bella a mi cuello y comencé a balancearme. Oculté la cara en su cabello, recogiendo su dulce aroma mientras escuchaba la letra de la canción.

“Si las montañas nunca se cubren y si los ríos no se secan. Si los océanos siguen meciéndose y el sol permanece en el cielo. Si las manzanas continúan cayéndose y dos y tres son cinco. Seguiré siendo tu amante cueste lo que cueste. Si el mundo sigue su curso y la nieve cae siempre blanca. Si el fuego continúa quemando y la luz del día sigue a cada noche. Si las flores florecen cada primavera y los pájaros aprenden a volar. Todavía se que te amaré cueste lo que cueste. Cueste lo que cueste, seguiré amándote. Y cuando las parejas luchen contra sus problemas, uniendo sus corazones, cuando los buenos royos se distancien. Seguiré amándote cueste lo que cueste. Cuando todo esto termine y nuestro embarcación se vuelva velero. Siempre seguirás siendo mi amor, seguirás siendo mi amiga…”

Era tan suave, casi lo había echado de menos. Estaba tan absorto en la canción y en su dulce aroma que por poco me pierdo las más hermosas palabras que había escuchado jamás.”Te amo, Edward.”

Me alejé de ella y puse las manos sobre su cara. Pasé mis pulgares por sus mejillas, labios y parpados. Pequeñas lágrimas rodaban por sus suaves mejillas. Atraje sus labios a los míos y la besé profundamente, pero con suavidad. Apreté su cara contra la mía, aspirando todo su dulzor.

Bella Swan

No sé porqué lo dije en voz alta. Lo había estado pensando durante toda la semana. La canción hizo que lo dijese. Pensé en mi madre pero no fui capaz de enfadarme. Mientras estaba en los brazos de Edward me sentía a salvo y me encantaba. Le amaba. Las palabras simplemente salieron de forma tan involuntaria como las lagrimas de mis ojos.

Edward se apartó, su expresión era ilegible. Sus grandes manos calientes fueron a mi cara. Pude ver la preocupación en su rostro cuando sintió el mío resbaladizo por la humedad de las lágrimas. Se suavizó poco a poco y acercó su cara a la mía. Nuestros labios presionaron y tuve que impedirme llorar más fuerte.

“Isabella, te amo. Mucho, mucho, mucho.”Susurró mientras se retiraba. Tenía la sonrisa más maravillosa sobre sus labios. Besó mis lágrimas con sus suaves labios. Me sentí tan bendecida en ese momento y no había nada en el mundo que pudiese hacerme más feliz.

La canción llegó a su fin, al igual que la banda en concreto. Todos aplaudimos y les aclamamos a lo grande. Edward insistió en comprarse el CD.

“¡Vámonos de compras!”Aplaudió Alice.

Había muchos, muchos puestos distintos de arte, joyas, ropa e incluso de alimentos. Fue divertido verlos. Uno de los primeros lugares en los que nos detuvimos se llamaba “Vuestra tienda de lana vieja” tenían los ositos de peluche más suaves. Sujeté la mano de Edward y lo pasé sobre ellos con cuidado.

“Es agradable ¿qué es?”

“Un osito de peluche.”Dije con una pequeña sonrisa. Lo cogí y lo abracé contra mi pecho.

“¿Lo quieres?”Preguntó sonriendo ligeramente.

Miré la tarjeta del precio y casi grité.”No y no me comprarás un osito de peluche por ochenta dólares."

Su sonrisa creció.”Bien, no te compraré un osito de peluche por ochenta dólares. Pero te compraré algo. No pienses siquiera en discutir conmigo.”

“Oh ¿Me prestas a tu hombre?”Dijo Alice con una gran sonrisa. Envolvió sus brazos alrededor de Edward.

“Me deja por el primer hombre que está dispuesto a gastar dinero en ella. Ya veo como es. Edward, tío, haces que parezcamos malos.”Dijo Jasper sarcásticamente, poniendo los ojos en blanco.

La sonrisa de Edward creció petulante y nos abrazó tanto a Alice como a mí.”No me importa cómo te haga parecer.”

“Rosalie, por favor, dime que tú no eres mezquina.”Le pidió Emmett a su novia bastante alto, ella puso los ojos en blanco por la pregunta.

“Vosotras dos necesitareis repartíroslo.”

“Está bien, está bien. Dejad de pelearos por MI hombre. Es mío, mío, mío.”Eché a Alice, pisando su pie. Ella se quejó juguetonamente, saltando de nuevo a los brazos de Jasper. Mi hombre, que me amaba. Era un pensamiento maravilloso. No podía dejar de sonreír.

Rosalie se detuvo en un puesto de joyas. Vi como las dos chicas se comían con los ojos las cosas caras y brillantes. Descansé cómodamente en los brazos de Edward disfrutando simplemente de mirar a la multitud.

“Hey, bella, ven aquí. ¡Tienes que ver esto!”Me llamó Alice, agitándome. Me aparté lentamente de mi amor para mirar.

Se trataba de un precioso anillo de plata con un pequeño cuadrado de piedra azul en medio de dos diamantes, diamantes por lo menos como piedras. El propietario del anillo lo sacó para mostrármelo. Alice lo cogió y lo deslizó en mi mano. Se ajustaba perfectamente. Lo examiné, volviendo mi mano de un lado a otro. Me lo quité con una pequeña sonrisa, devolviéndolo.”Gracias. Es muy bonito.”

“¿Qué es?”Preguntó Edward tras de mí. Su barbilla se apoyaba sobre mi hombro.

“Le estaba mostrando a tu novia este magnífico anillo.”Intervino Rosalie.

“¿Te gusta?”Preguntó. No podía mentirle. Asentí despacio, sabiendo que él podría notar mi movimiento.”Nos quedamos el anillo.”

“¡Oh! No, no me compres esto ¡Es más caro que el osito de peluche!”Protesté en voz alta. Me ignoró, sacando su cartera.
“Bella, quiero comprarte un anillo.”Dijo con una gran sonrisa, mientras le pasaba al señor la tarjeta de crédito.

No sé porque, pero la forma en que lo dijo hizo saltar mi corazón. Sabía que no era un anillo de compromiso, solo se trataba de un regalo. Pero por primera vez en mi vida, no me preocupó llevar un anillo en la mano izquierda. Aunque las cosas estaban cambiando con mucha rapidez, era un pensamiento agradable para más adelante.

Capítulo 10: Capitulo 10 Capítulo 12: Capitulo 12

 
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