Solo Humanos (+18)

Autor: nylevecullen
Género: + 18
Fecha Creación: 22/02/2010
Fecha Actualización: 04/05/2011
Finalizado: SI
Votos: 41
Comentarios: 123
Visitas: 175361
Capítulos: 36

Terminada

Un deseo envía a Bella de regreso en el tiempo al Chicago de 1918, y hacia un Edward humano. ¿Que pasara en este nuevo encuentro ?

 

 

Hola chicas, pues aqui está  una de mis historias favoritas, esta historia fue escrita por Amethyst Jackson, y Tatarata la tradujo.

 

Todo los personajes son de Stephenie Meyer

 

Espero que le guste como a mi jejejeje q la difrusteCool

aqui les dejo mi nuevo blog:http://nylevecullentwiling.blogspot.com/

cuenta en fanfition donde podra en contrar mi dos nueves historias :

http://www.fanfiction.net/u/2424336/Nyleve_Cullen

 

 

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Capítulo 2: el primer encuentro

Algo... estaba muy mal.
Un momento, estaba soplando mis velas de cumpleaños. El siguiente, abrí mis ojos en un mundo completamente diferente.
Estaba en una ajetreada calle…en algún lado. No podía identificar el lugar. Pero lo que era más raro eran las personas. Todas las mujeres usaban largos vestidos hasta el tobillo con mangas largas, y todos los hombres usaban trajes y camisas elegantes, algunos con chaquetas, algunos con tirantes… se veían como… como de los tempranos 1900s. También los edificios, se veían como reliquias del pasado –construcciones de ladrillo, ninguna más alta que cuarto pisos más o menos… bajando por la calle había casas de estilo victoriano. Pero este no podía ser el pasado… ¿cierto?
“Discúlpeme, señorita,” dijo una voz, una voz desgarradoramente familiar, pero no podía ubicarla. Me giré para mirar a la cara que acompañaba la voz, y me paré en seco.
A penas pude contener mi jadeo. Era Edward, pero Edward como nunca antes lo había visto. Lo miré de arriba hacia abajo. Su cabello era el mismo… su cara no. Ruborizada por el viento que soplaba alrededor nuestro, su piel era más oscura de lo que jamás la había visto, y su cara era más redonda, aparentando ser más joven, suave, y sus ojos. Bailaban en la luz, de un desconcertante verde. Tal vez su deslumbramiento no tenía nada que ver con sus habilidades vampíricas después de todo…
Y entonces comprendí. Este Edward no era un vampiro. Era humano. Y este... este era el pasado. El pasado de Edward.
“¿Señorita? ¿Está usted bien?”
Su voz me espabiló de mi aturdimiento. Se veía incómodo, y me di cuanta que yo había estado contemplándolo. Pensé rápidamente. Si de alguna manera había vuelto en el tiempo, entonces podría necesitar alguna ayuda para cuidarme aquí. No tenía lugar donde quedarme, ropas, dinero, comida –una situación bastante precaria. Y si alguien iba a ayudarme, bien podría ser Edward -¿De todos modos, por qué habría yo de estar en este época y lugar si no era para verlo?
“De hecho,” dije cuidadosamente, “estoy un poquito perdida.”
“¿A dónde va? Tal vez pueda ayudarla a encontrar su camino.”
“Um… tal vez perdida no fue la palabra correcta. No tengo ningún lugar a donde ir.”
Vi rastros de una sonrisa en las esquinas de su boca. “¿No vive en Chicago?”
“No,” respondí, decidiendo quedarme tan cerca a la vedad como fuera posible, de modo que sería menos probable el confundirme sola. “Soy de Washington.”
Frunció el cejo en esa forma de reproche tan típica de él. “¿Y está aquí sóla? ¿No tiene a nadie para que cuide de usted?”
Comencé a enfadarme por la suposición de que yo necesitaría a alguien para que me cuidara, pero se me ocurrió que eso era exactamente lo que necesitaba en el momento. Discutir no ayudaría en mi caso.
“Realmente no fui mi intención venir aquí,” dije, evitando los detalles que seguramente me mandarían a parar al asilo. “Pero tampoco tengo a donde más ir.”
“¿Edward?” Una voz femenina llamó a través de la calle. Levanté mi mirada para ver a una hermosa mujer con el cabello y los ojos de Edward acercándose a nosotros, ojeando entre Edward y yo con confusión, sin duda perpleja por mi ropa y mi cabello suelto. “¿Hay algún problema?”
“Sólo le estaba preguntando a esta joven dama si necesitaba asistencia,” respondió Edward. “Parece que no tiene a donde ir.”
“¿Y te has presentado?” Preguntó su madre, portando la misma sonrisa traviesa que yo había visto tantas veces en la cara de Edward.
Edward se ruborizó –color realmente inundó su cara, tan fácilmente como lo hacía en mí. Luche por esconder mi sorpresa. ¿Cómo podría habérmelas arreglado con ver a este Edward humano?.
“No había llegado a esa parte aún,” masculló antes de girarse hacia me. “Discúlpeme. Mi nombre es Edward Masen y esta es mi madre.”
“¿Qué tal?”, dije formalmente con un educado asentimiento de mi cabeza. “Soy Bella Swan.”
“¿Bella, dices?” Dijo la Sra. Masen. “¿Es ese su nombre completo?”
“Um, no,” respondí. “Es la abreviatura para Isabella.”
“Bueno, es un nombre muy lindo de hecho. ¿Le gustaría acompañarnos a casa para el té? Tal vez podamos ser de alguna ayuda para usted”
“Gracias,” suspiré un poco abrumada con alivio. “Ustedes son muy amables.”
“Bueno, todos necesitamos un poco de amabilidad de vez en cuando, ¿no es cierto?” Dijo con una gentil sonrisa, tomando el brazo de Edward. “Es simplemente lo correcto por hacer.”
Vacilando tomé el otro brazo de Edward, el cual me ofreció, y sonreí de regreso.
“Aún así, ustedes son mucho más amables que la mayoría.” Dudé que mucha gente estuviera dispuesta a seguirle la corriente a una chica raramente vestida y virtualmente sin casa en el medio de Chicago, no importa en qué década.
Edward y su madre me guiaron bajo varias cuadras de la ciudad y a la vuelta de una esquina, sólo para ir tres cuadras más después de eso. La caminata fue bastante silenciosa, y me sentí incómoda, pero usé el tiempo para pensar sobre lo que les diría. Ya había dicho que era de Washington. Necesitaba darles una razón de porqué estaba aquí ahora y porqué no tenía una casa a donde ir. Tal vez podría decir que era huérfana, desde que era cierto que no tenía padres –aún no existían en esta época. La historia cayó fácilmente en su lugar desde ahí. Había quedado huérfana hacía tres años. Mis padres venían de pequeñas familias y no tenía parientes vivos de los que supiera. Por causa de mi edad, no había sido enviada al orfanato. Había encontrado un trabajo con una viuda costurera, que me pagaba con techo y comida, pero ella había fallecido recientemente y yo había venido al este, buscando un nuevo empleo.
Para cuando giramos dentro de un pequeño sendero hacia su casa, me estaba sintiendo bastante complacida con la historia que me había tramado.
La casa de los Masen era hermosa, una construcción de ladrillo con adornos blancos. La Sra. Masen se adelantó y Edward me dirigió hacia el salón. Me encontré a mi misma sentándome sobre un sofá verde claro mientras Edward tomaba un sillón cercano. Sus ojos me miraban cuidadosamente, con curiosidad, y tuve que apartar mi mirada de su escrutinio. Era desconcertante, por decir poco, verlo de esta manera, e increíblemente incómodo conocerlo y estar igualmente conciente de que él no sabía nada sobre mí.
La Sra. Masen regresó un momento después con una bandeja cargada con todas las cosas necesarias para el té. “Su casa es hermosa,” dije mientras ella me servía una taza.
“Gracias,” respondió, llenando las otras dos copas. “Fue construida justo después del gran incendio.”
Me tragué mi sorpresa. “Qué fascinante.”
Ella me preguntó como me gustaba mi té, y después de agregarle crema y azúcar, se sentó bien para mirarme, y su mirada era tan penetrante como la de su hijo. “¿Por qué no nos cuenta como ha llegado hasta acá, Srta. Swan?”
Tomé un fortificante sorbo de té y me lancé en mi historia. Era duro mantener contacto visual con ellos, difícil engañarlos, ¿pero qué otra opción tenía?
“Lamento escuchar lo de sus padres,” dijo la Sra. Masen cuando terminé. “Discúlpame, ¿pero puedo preguntar en cuanto a la manera de su vestido?”
“Oh, bueno, es más fácil viajar de este forma,” mentí. “Menos gente te molesta cuando estás vestida como un hombre.”
La Sra. Masen asintió en comprensión. “Debe ser difícil para una joven dama el viajar sola estos días.”
“En ocasiones,” dije vagamente. “Me las he arreglado lo bastante bien.”
“Bueno,” dijo la Sra. Masen, “estaremos felices de ofrecerte un lugar para quedarte hasta que encuentres un nuevo empleo.”
“Gracias,” dije, infundiéndole a mi voz tanta gratitud como fue posible. “No puedo comenzar a pagarles por su amabilidad.”
“Tonterías,” respondió moviendo su mano. Me miró de manera contemplativa. “No tienes pertenencias contigo, así que supongo que no tienes nada adecuado para usar durante tu estancia.”
“No, no tengo, lo siento.”
“No hay necesidad de disculparse. Creo que tengo algo adecuado para ti. Ven arriba conmigo. Edward, ¿te ocuparías del dormitorio de huéspedes?”
“Por supuesto,” respondió él. Su voz me sorprendió de nuevo.
La seguí de subida por la escalera principal hasta el interior de un cuarto que asumí era el suyo. Ella fue hacia el guardarropa y sacó un largo vestido azul, el cual sostuvo en alto para mí.
“Este irá lindo, ¿no crees? El color le queda perfecto a tu complexión. Te lo puedes probar luego. Intentaré encontrar unas pocas cosas más para ti, para dormir y eso.”
“Gracias,” dije de nuevo, incapaz de encontrar otra forma de expresarme. Ella sólomente sonrió.
“Entonces déjame mostrarme tu cuarto. Sígueme.”

Capítulo 1: El deseo de cumpleaños Capítulo 3: Que hacer ante esto?¡¡

 


Capítulos

Capitulo 1: El deseo de cumpleaños Capitulo 2: el primer encuentro Capitulo 3: Que hacer ante esto?¡¡ Capitulo 4: Que hacer ante esto?¡¡ II Capitulo 5: Empezaron las pregunta y la mentiras Capitulo 6: Carlisle Capitulo 7: Mis recuerdos Capitulo 8: Nuevos dia, Nuevas cosas Capitulo 9: La fiesta I Capitulo 10: La fiesta II Capitulo 11: La charla y reencuetros Capitulo 12: Mis dudas y miedos Capitulo 13: Los cosejo de Carlisle y un pequeño incoveniente Capitulo 14: Ella todavia me ama ¡¡¡ Capitulo 15: Ven a nadar conmigo ¡¡¡¡ Capitulo 16: cambio el pasado y con el mi futuro? Capitulo 17: Celo de mi yo humano pero xq si son mis recuerdos ¡¡¡¡ Capitulo 18: Mi nuevo trabajo ¡¡¡ agg Capitulo 19: Una persona no muy grata Capitulo 20: Pregunta, preguntas y mas pregunta sin repuestas Capitulo 21: Empezado lo que se suponia que llegaria Capitulo 22: Tu eres mi fuerza Capitulo 23: Yo fui hecha para ser lo que sea que tu necesites Capitulo 24: No puedo perderla a ella tambien Capitulo 25: Lo siento. Juré que te haría mi esposa primero Capitulo 26: ¿Por qué tuve que venir aquí? ¿Por qué tenía que ver a estas personas de las que me había encariñado enfermarse e irse apagando? ¿Por qué tenía que verlo sufrir a él? Capitulo 27: se acerca el gran cambio Capitulo 28: ??No pienses,? ?sólo siente. Concéntrate en el aquí y ahora.? Capitulo 29: Tan impotente, incapaz de proteger a la única persona que más importaba Capitulo 30: él era casi invencible. Pero el chico en la cama era frágil, humano, y tan, pero tan?rompible Capitulo 31: ¡Usted debe! Usted debe hacer todo lo que esté en su poder. Lo que otros no pueden hacer, eso es lo que usted debe hacer por mi Edward¡ Capitulo 32: "¿E-estoy? muriendo?" No," dije rápidamente. "No, sólo cambiando. El dolor se irá, y estarás bien." Capitulo 33: Deseo poder regresar mi tiempo. Deseo poder regresar mi vida. Capitulo 34: "Invitacion" Capitulo 35: "Me siento? confundido y ambivalente. Agradecido. Celoso, Asustado." Capitulo 36: El comiezo de para toda la eternida (Epilogo)

 


 
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