Edward Cullen
.
.
“Solo si puedo disculparme yo primero.”Dije con una pequeña sonrisa triste. Sentí que los cojines a mi lado se hundían mientras ella se sentaba. Estaba bastante cerca, podía sentir el calor emanar de su cuerpo.
“¿Por qué tienes que pedir perdón? Fui yo quien te ofendió.”Dijo con tristeza y un poco confundida.
“He sido así toda mi vida. Debería de estar acostumbrado. Tu no sabias nada. He sido un idiota y por eso te pido perdón.”
“Acepto tus disculpas con una condición.”Su voz cambió haciéndose más suave y más dulce.
“¿Cual?”Incliné mi cabeza a un lado, más cerca de ella.
“Si tu aceptas las mías.”Rió un poco. Sonreí por el sonido.
“Sí, desde luego. A propósito, soy Edward.”Extendí mi mano para que pudiese cogerla si quisiese. Ella no lo sabía, pero esto me decía mucho más que las palabras. Se podía aprender mucho de las manos de alguien.
Su pequeña y fría mano se deslizó en la mía. La sujetó con fuerza sin demostrar signos de timidez o nerviosismo. Llevé mi otra mano para que descansase sobre la de ella. La arrastré con un cuidado excesivo sobre la suya, bajando hasta las puntas de sus dedos. Eran largos y delgados. Sus uñas eran bastante cortas y no estaban pulidas. Debía de mordérselas.
“Soy Bella.”Dijo, inclinándose un poco hacia mí. Su respiración rozó mi cara y sonreí involuntariamente.
“Es un placer conocerte, Bella.”Dije un poco formalmente. Su mano seguía descansando en mi palma. Era un tipo extraño de calor entre nosotros.
“También me alegro de conocerte.”Dijo sobre la música.”¿No eres de aquí verdad?”
“¿No es obvio?”Reí, despacio quité mi mano para que reposase sobre mi pierna.
“Bueno, no tienes acento sureño. Y no pareces formar parte de ningún grupo.”Dijo y podía decir que parecía sorprendida por ello. Aunque, no parecía que fuese a alejarse. Era una buena señal.
“Soy de Chicago. Tu tampoco eres de aquí ¿verdad?”Pregunté suavemente. Volví mi cara hacia ella así podía escucharla mejor.
“No, soy de…”
“Espera… déjame adivinar.”Mordí mi labio durante un minuto, arrugué la nariz bromeando que pensaba.”Tienes un leve acento del sur. No tanto como mi compañero de habitación que es de Texas. Tienes algo de influencia española. Veamos ¿Nuevo México?”
Rió.”Cerca, Arizona. Muy bien.”Acarició mi rodilla. La sentí relajarse contra el respaldo del sofá. Me permití hacerlo también.
“¿Qué carrera estás haciendo?”Preguntó educadamente. Su voz todavía era suave y disfruté escuchándola. Me di patadas mentalmente por haber sido grosero con ella antes.
“Música. Toco el piano. Quiero hacerlo de forma profesional algún día.”Me encogí de hombros, un movimiento que vino de forma natural.”Disfruto con ello. Además no hay mucho que pueda hacer.”
“¡No digas eso! Estoy segura de que puedes hacer más cosas de las que crees. Pienso, que puedes hacer lo que quieras.”Dijo con tanta convicción que casi la creí.
Me volví a encoger y retomé nuestro tema principal.”¿Y tú qué haces?”
“Ingles. Quiero ser escritora.”Dijo y parecía que estaba avergonzada por ello.
“Me gusta leer.”Dije distraídamente.
“¿De verdad?”
Reí.”Ya sabes, puedo leer. Leo mucho en realidad. Braille, libros de audio, y todo eso. No me gusta mucho la televisión, me suena como…”
“Ruido.”Terminó la frase por mí. Sonreí asintiendo con la cabeza, esperando que ella lo viese.
“¿Y quién te arrastró a esta pequeña reunión?”Dije con un poco de sarcasmo. Soltó una risita y esto calentó mi corazón.
“Bien, vivo aquí. Me trasladé la semana pasada. Esto es cosa de Alice ¿Y tú?”
“Jasper me lo pidió por orden de Alice. Es mi compañero de habitación. También me trasladé la semana pasada. “
“Parecemos tener mucho en común.”
“Eso parece.”Sonreí suavemente.”No sé porque, pero me ruboricé. Noté el calor recorrer mis mejillas.”¿Quieres algo de beber?”Le pregunté ¿En qué diablos estaba pensando? Me pregunté. No podía conseguir una bebida para ella. Habría tropezado con alguien o algo, o lo más probable es que la derramase sobre ella.
“Claro. Oye ¿porqué no voy a buscarla y luego salimos al porche? Todo esto se está volviendo demasiado ruidoso para mí.”Tocó mi rodilla.”¿Qué quieres?”
“Me gustaría agua, por favor.”Respondí, tratando con mucha fuerza, de no mover mi pierna. Su toque envió una corriente eléctrica a través de mi cuerpo.
“Bien, enseguida vuelvo. No vayas a ningún lado.”Utilizó la mano que tenia sobre mi rodilla para levantarse. Sentí un cosquilleo y un ardor en los lugares donde sus dedos presionaron. Cuando no pude escuchar sus pasos pasé la palma de mi mando sobre la zona. ¿Qué diablos estaba haciendo?
.
.
Bella Swan
El segundo en que su mano tocó la mía pareció que hubiese estallado en llamas. Tragué con fuerza y me ruboricé con varias tonalidades de rojo me alegró que no lo viese. No podía apartarme y él tampoco lo hizo durante mucho tiempo. Casi parecía que estaba haciendo algo indecente con mi mano, por la forma en la que me tocaba. Era extraño y me gustaba.
Su cara y su lenguaje corporal eran muy distintos esta noche. Había estado muy orgullosa de mí misma por no haber dado muestras de debilidad cuando le vi sentado en el sofá. Quería que supiese que sentía lo de antes. Me sorprendió que se disculpase él antes. No me lo esperaba.
Me precipité a la cocina. Había tres neveras en distintas posiciones. Saqué un spirit zero (N/T: Es una bebida gaseosa con sabor a lima-limón baja en calorías) y un botellín de agua para él, apartando el resto del agua y el hielo de en medio… lo encontré más rápido de lo que imaginaba. Necesité un minuto para enfriar mis nervios.
“¿Estás bien?”Alice tomó mi brazo sorprendiéndome.
“Sí. Solo estoy… No sé. Nerviosa, creo.”Parecía más una pregunta que una afirmación.
“Bueno, vi que estabas sentada con Edward. ¡Está increíblemente bueno!”Saltaba arriba y abajo, riendo como una loca.
“Sí. Precisamente, él es el tío bueno con el que hice el imbécil antes.”Me quejé.
“¡Oh! ¡Eso tiene sentido! ¡Ve a por él tigre¡”Me dio un manotazo en el trasero mientras se alejaba. Me reí, asombrada por lo que había hecho. Me pregunté cuanto habría bebido esta noche. No le presté mucha atención, ella tendría que limpiar por la mañana.
Me debatí entre darle la bebida directamente o advertirle primero. Me detuve frente a él un segundo, sopesando mis opciones.
“¿Bella, necesitas ayuda o algo?”Dijo riendo ligeramente. Me sobresalté.
“¿Cómo has hecho es?”Pregunté cerrando la boca.
“Todas las personas hacen un sonido diferente cuando caminan. Además sé como hueles.”
“Caramba ¿Tanto necesito una ducha?”Mascullé. Coloqué la botella contra la palma de su mano y la aferró. Despacio desenroscó el tapón, meditando algo.
“No. Hueles a fresas y un poco como a libros. Creo que es encantador.”
Mi cara ardió por sus palabras. ¿Solo me estaba haciendo un cumplido? ¿Estaba ligando? Probablemente solo era mi activa imaginación. Lenta y cuidadosamente tomé su mano.”Venga, vamos al porche. ¿A no ser que prefieras que vaya sola?”
“No. Aquí hace demasiado calor para mí.”Se levantó y sacó su bastón de metal plegado de su bolsillo trasero. Su rostro estaba a escasos centímetros del mío. Y era bastante más alto que yo y esa diferencia me hizo sentir como una niña mirando a un adulto. Era magnifico y mi respiración se quedó atrapada en mi garganta. Él notó gran parte de mi vergüenza.”¿Estás bien?”
“Sí. Tienes razón. Hace demasiado calor.”Con cuidado tomé su mano y le conduje por el pequeño mar de gente. Abrí la puerta del patio trasero y me lo encontré completamente vacío. Encendí la luz entonces me giré hacia Edward.”Cuidado hay un pequeño escalón. ¿Te llevaré hasta la silla, de acuerdo?”
Me apretó la mano con más fuerza mientras bajaba el escalón. De una manera extraña parecía completamente lleno de gracia.”Está bien.”Cuando la parte de atrás de sus rodillas tocó la silla se sentó. Me detuve chocando contra él. Me di cuenta de lo que estaba haciendo y que todavía sostenía su mano. Torpemente me eché hacia atrás e intenté arreglarlo, cayendo directamente sobre Edward con un ruido sordo. El agua de su botella abierta salpicó y me mojó la cara y el pecho, empapándole también a él.
“Lo siento mucho.”Murmuré tratando de levantarme, solo para darme cuenta de que sus manos estaban pegadas a mi espalda.
“¿Estás bien?”Preguntó con tono preocupado, sus manos todavía estaban sobre mí. Me resultaban cálidas y agradables. Me encantaba.
“Deberías de tener más cuidado. No quiero que te hagas daño.”Dijo con una pequeña sonrisa. Sus manos se alejaron lentamente de mi espalda y las eché de menos al instante. Con cuidado me puse en pie, limpiándome la cara con mis manos. Recogí mi refresco sin abrir que ahora estaba en el suelo.
.
.
Edward Cullen
Me impresionó cuando cayó en mi regazo. Soltó tan de repente mi mano que creo que es por esto por lo que se cayó. Me pregunté por qué se había apartado de forma tan brusca, aunque no estaba en contra de que estuviese en mi regazo. Automáticamente mis manos la sujetaron, impidiendo que se cayese de nuevo.
“¿Estás bien?”Le pregunté después de que se disculpase. Espero que no viese cuanto disfrutaba teniéndola contra mí.
“Soy torpe. Tiendo a caerme mucho.”Su voz era suave, avergonzada.
“Deberías de tener más cuidado. No quiero que te hagas daño.”Dije sinceramente. Despacio, dejé que mis manos resbalasen por su espalda hasta mis rodillas. Había perdido mi agua en algún momento a lo largo del camino. Bella se levantó. Eché de menos ese agradable peso, pero no iba a decirlo en voz alta.
La oí gemir y tirar algo. Hubo un bajo siseo y, a continuación, el crujido de un plástico rompiéndose. Bella suspiró y se puso sobre algún tipo de mesa cercana.
“Si esto te hace sentir mejor, también me caigo mucho.”Bromeé.
Soltó una risita durante un minuto antes de parar.”Sí, pero estoy segura de que lo mío es peor.”
“¿Estás segura de eso?”Sonreí burlonamente, relajándome en mi asiento.
La puerta se abrió detrás de nosotros con un ruidoso crujido.
“Oye Edward, tengo algunas cosas que hacer por lo que me marcho ¿Quieres dar un paseo?”Preguntó Jasper desde la puerta.
Suspiré y lentamente asentí. Me levanté, sacando mi bastón doblado del bolsillo trasero.”Fue agradable hablar contigo, Bella.”
“Fue agradable.”Dijo suavemente. No podía entender el tono de su voz y eso me molestó.
“Adiós Bella.”Dije su nombre de nuevo deseando poder descifrar lo que estaba pensando.
“Adiós. Tal vez podamos volver a vernos de nuevo.”Dijo muy deprisa, como si tuviese que arrancarse una tirita y de esa forma doliese menos.
“Solo hay que hablarlo. Sí, a mí también me gustaría volver a verte, de nuevo.”Bromeé y de nuevo escuché una risita. Sonreí en dirección a su voz antes de dirigirme a la puerta. Jasper agarró mi brazo.
Fuimos en silencio hasta que me ayudó a subir a su camioneta. A poyé la cabeza contra la ventanilla y suspiré.
“¿Estás bien?”
“Estoy bien.”Dije suspirando.
“¿Vas a pedirle una cita a Bella?”La camioneta avanzó lentamente, estábamos a poca distancia de nuestro dormitorio.
“No sé. Probablemente no ¿Por qué?”Pregunté confuso. Aparté la cabeza del cristal y la giré hacia su voz.
“Bueno, tú no eres capaz de ver la mirada de su rostro, pero yo sí. Le gustas.”Dijo riendo un poco.
Me sorprendió que pudiese hablar con tanta facilidad de mi discapacidad, incluso que bromeara sobre ello. Esto era un cambio agradable de lo políticamente correcto.
Resoplé, sonriendo por lo que había dicho.”¿En serio?”
“Sí ¿Te gusta?”
“Sí.”Pensé en ella un segundo antes de responder.
“Entonces le pedirás una cita.”Dijo como si fuese la cosa más evidente del mundo.
“Es más fácil decirlo que hacerlo.”Contesté con bastante rapidez, desechando la idea de atrapar a alguien con mi discapacidad para ser un hombre completo. Cualquier mujer que me quisiese se merecía más.
“Y ¿porqué lo dices?”El coche se detuvo y oí las llaves agitarse por el cambio repentino, pero parecía que Jasper no se movió.
“Es solo que no creo…”
Me cortó, poniendo una mano sobre mi hombro.”Amigo ¿De verdad? Por lo que veo es una gran chica. Es inteligente y capaz de mantener una conversación. Además, está buena.”
“A eso me refiero.”Reí por lo que había dicho, pensando en la última parte.”¿Está buena?”
“Ah ¿Eh?”
“Quizá le pida una cita. No sé.”Me encogí de hombros. Sentí que el asiento a mi lado se movía y luego una risa llenó la cabina.”¿Qué?
“Ya sabes, para ser ciego todavía eres bastante superficial.”Rió con satisfacción.
“Cállate.”Me reí con él. Froté mi mano contra mi boca antes de ajustarme las gafas.”Honestamente eso no hace ninguna diferencia.”
“Sí, excepto porque todavía estás entusiasmado desde que te dije que estaba buena.”Abrió la puerta y seguí su ejemplo. Bajé con cuidado. La mano de Jasper descansó sobre mi hombro, guiándome hacia el dormitorio.”No te preocupes, eso solo significa que eres normal.”
“Si solo lo fuese.”
|