MI ANGEL DESNUDO One Shots (+18)

Autor: ec07
Género: Romance
Fecha Creación: 20/04/2011
Fecha Actualización: 28/10/2013
Finalizado: SI
Votos: 53
Comentarios: 123
Visitas: 59941
Capítulos: 3

FIC RECOMENDADO POR LNM

POV EDWARD, BELLA Y EPÍLOGO.

Edward Cullen está obligado a un compromiso con Isabella Swan porque esta le salvó la vida a su hermana melliza, él no la conoce, pero el día anterior a comprometerse encuentra el amor, antes que a ella.

 

Es el primer One Shots que hago, espero no decepcionarlas y que les guste como me gustó a mí hacerlo.

 

Los personajes pertenecen a Stephanie Meyer, la historia a mí.

 

 

Dejo los enlaces de mis otros fics por si quieren pasar a leer.

 

CASAMIENTO POR INTERES (Finalizado) http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=1776

 

MI ANGEL DESNUDO One Shoot (Finalizado) http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=1946

 

NO PIENSO HACERTE MUJER (Finalizado) http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=2228

 

MENTIRAS, ENGAÑOS Y UN AMOR (En proceso) http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=2451

 

LIZZIE, EL ESPEJO DE TUS FANTASÍAS (En proceso) http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=2493

 

YO SOLO QUERÍA UNA TAZA DE AZÚCAR One Shoot (Finalizado) http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=2775

 

LADRÓN DE ALCOBAS (+18) One Shoot (Finalizado) http://lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=3734

 

QUERIDO SANTA… (+18) One Shoot (Ganador concurso Nav.13) http://lunanuevameyer.com/salacullen?id_relato=4084

 

 

Por favor no publicar en otros sitios sin autorización.

 

Gracias. Erika./ec07.

 

 

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Capítulo 2: Principio y Final POV Bella

 

Hola a todos, gracias por recomendarlo, no podía no decirlo.

A las que pidieron que siguiera el fic lamento decepcionarlas, pero creo, en lo personal, que al alargar la historia, lo que generó la noche en la cabaña y luego el encuentro en el compromiso perdería toda magia. Espero no haberla perdido en el punto de vista de Bella. Disfruten y comenten.

Gracias.

 

****************************

 

Bella POV

 

Estaba en la habitación de Edward hoy llegaría de su intercambio estudiantil, hacía ya un año y medio que estaba viviendo con su familia y me quedaba en su cuarto. No estaba de acuerdo con nada de lo estaba pasando, no quería que Edward estuviera obligado conmigo a pesar de saber que fue una promesa tonta, que hizo Carlisle en el lecho de muerte de mi papá, ni que Alice pensara que me debía algo o que me hicieran quedar en su cuarto habiendo tantos en la casa.

 

Esme su mamá, que ahora era la mía, me adoptó toda la familia y yo a ellos, decía que estaba remodelando y por eso el cuarto disponible era el de él, lo único que fue una remodelación muy larga porque está llegando de su viaje y todavía estoy acá.

 

No conocía a Edward, la última vez que lo vi teníamos 10 años y de seguro la gente cambia, tampoco había hablado con él, se que es muy raro, pero se extraviaron las fotos de la familia en esa remodelación cuando él se había ido, si llamaba y yo atendía por casualidad, él no hablaba, de seguro me odiaba por lo que estaba haciendo. Cada vez que hablaba con Alice del tema decía “face to face”, nada más.

 

En el instituto todos se enteraron de mi supuesta relación con Edward, por Alice y a pesar de estar molesta por decirlo, me gustó porque todos me respetaban y solo se acercaban los que querían una amistad verdadera, porque al parecer Edward era muy querido por todos, me gané algunos enemigos también, como Tania, ella decía que Edward era un espectacular dios griego y que le pertenecía. Sabía por Alice que fueron novios antes de que él se fuera pero que la dejó, porque no creía en las relaciones a distancia, una que tenía conmigo, de ahí el enojo de Tania.

 

Estaba al tanto de que cada vez que podía sacar el tema le pedía a Carlisle que desistiera del compromiso y este se negaba.

 

Cuando estaba perdida en mis pensamientos, entró Alice al cuarto sin golpear como era su costumbre.

 

-hermanita que estás esperando para ducharte, Edward llegará de un momento a otro.

 

-hola Alice ¿estas bien?- se lo dije con una sonrisa en el rostro.

 

-si, si, si, métete en la ducha que te busco la ropa. Ya!- cuando estaba así mejor no llevarle la contra.

 

-en media hora estoy lista.- ella solo asintió y se dirigió al armario para buscar la ropa que me pondría, siempre lo hacía, así que me metí en la ducha.

 

Ya en el agua recordé cuando me avisaron de todo, mi madre, mi padre, Alice...

 

Flash Back

 

Llegué a casa de estudiar, la puerta estaba abierta y en su interior había tres policías que hablaban con mi nana.

 

-Srta. Swan tenemos malas noticias.

 

-que pasó.- la voz salió en un susurro, el presentimiento de la tragedia era tan intensa.

 

-su mamá y su padrastro tuvieron un accidente, lamentablemente…-se me fue la conciencia, no lo soporté…

 

A la semana me encontraba rumbo a Forks para vivir con mi padre, desde los 10 años que no iba a verlo, él venía cuando su trabajo lo permitía.

 

Estuve con él solo seis meses, donde mi papá fue mi contención y apoyo tanto como lo fue Alice y su familia, no toda, Edward estaba de viaje…

 

Estaba acompañando a Alice que se encontraba muy mal, necesitaba un trasplante de corazón pero su sangre era muy rara y tenía que ser compatible, por ello solo teníamos que esperar un milagro, lo que no esperaba que el milagro fuera una pérdida para mí.

 

Entraron a la habitación Carlisle, Esme, Emmet y Rose su novia, estos últimos se quedaron con Alice porque Carlisle quería hablar conmigo, los seguí hasta el escritorio donde me dieron la noticia.

 

-hija, no se como decirte esto y no lo tomes tan mal, tu papá tuvo un encuentro con un ladrón y le dieron un disparo en la cabeza, por el momento está estable y conciente, pero no podemos operarlo y si la bala se mueve puede producir derrames y muerte cerebral- yo solo quedé en shock, no hablaba ni me movía.- niña siéntate- me llevó del brazo a una silla y me sentó.- hablé con tu papá y le prometí cuidarte y otras cosas que no vienen al caso, mañana estarán listos los papeles para que quedes a nuestro cargo por ser menor necesitas tutores, no te preocupes no estás sola… reacciona Bella, ¿quieres ir al hospital? el tiempo apremia. –asentí y me llevaron en silencio al hospital. Donde yo también hice unas cuantas promesas…

 

A la semana mi papá era un vegetal y mi amiga, casi hermana se debatía entre la vida y la muerte.

 

Fue una dura decisión, mi papá tenía sangre universal igual que Alice, eran compatibles, por lo que no dudé en hacer todos los trámites necesarios, con la ayuda de Carlisle, para que Alice recibiera su corazón.

 

Perdí a mi padre y gané a una familia, Carlisle me avisó de su promesa a mi padre y yo le dije que si, haría lo que él quisiera, solo me di cuenta de lo que prometí unos días después, no reaccioné en el momento que lo planteó, porque sentía mucho dolor.

 

Fin Flash Back

 

Salí del baño envuelta en una toalla, para encontrarme con Alice, Jasper, Emmet y Rose, me aferré más la toalla no quería que se cayera y miré todo, pero en ningún lado de la habitación había ropa.

 

-sucede algo.- todos estaban confabulados, se les notaba en la cara.

 

-hermanita- Emmet se acercó y me abrazó por los hombros- llegó el momento de la broma por tu despedida de soltera.

 

-¿Cómo?- no tenía ni idea que se traían entre manos, pero de seguro que no era nada bueno.

 

-por las buenas o por las malas.- esta vez habló Jasper, raro en él, pero como dije estaban confabulados. Se puso del otro lado de Emmet dejándome en el medio.

 

-yo que tu elegiría por la buenas- me dijo Rose.

 

-está bien, pero me puedo vestir.

 

-¡No!- dijo Alice.

 

Jasper y Emmet me tomaron del brazo y me llevaron rumbo a los autos, allí se sentó Jasper luego me hicieron pasar y Emmet entró después de hablar por celular, lo único que escuche fue, “hola Ed. Como…” y cuando entró en el auto “Besos, te quiero.” y cortó, Rose manejaba y Alice iba de acompañante.

 

Cuando estábamos cerca de la casa de la abuela de los Cullen, una cabaña en el medio del bosque, se detuvo el auto. En el camino, Rose me dijo que debía pasar la noche en la cabaña y que en la mañana muy temprano vendrían por mí, no entendí que broma sería dejarme pasar la noche fuera de la casa y sin ropa, hasta que me aclaró, nada de arrepentimientos, de explicaciones, de preguntas, de vergüenzas, de nombres- vendría alguien más- solo disfruta el momento Bella, por una vez en tu vida olvídate de todo y déjate llevar, porque mañana te comprometes y en dos meses te casas.

 

Bajó Rose del auto y me permitieron bajar a mí también, quedó mirándome de frente y le dijo a Jas y Emmet que se dieran la vuelta, cuando lo hicieron me sacó la toalla de un tirón y se subió al auto, arrancó y se fue muy rápido, dejándome desnuda en medio del bosque maldiciendo a mis hermanos y respectivos novios.

 

Luego de un rato de gritar incoherencias porque ya no me escuchaban, me tocaron el hombro, salté ante el contacto quedando de frente a un Ángel que tenía los ojos verdes más hermosos, penetrantes, cariñosos y tiernos que haya visto en mi vida, me perdí en ellos, por lo que pude ver él también lo hizo, parecía una conexión mágica, extraordinaria, nos estábamos esperando desde toda la vida, esa era la sensación que recorría mi piel.

 

En eso me di cuenta que estaba desnuda, ¡por dios!, me tapé con ambas manos y brazos mis partes íntimas, de seguro ya me había visto pero fue por instinto que lo hice, no podía dejar de preguntarme si Dios me mandó un Ángel para mí o si habían sido mis hermanos.

 

Comenzó a desabrocharse los botones de la camisa, sin apartar su mirada, ¿si no era un Ángel guardián sino uno diabólico?.

 

-por favor no me haga daño- quería escucharlo, conocer sus intenciones y saber si no era una ilusión, era tan perfecto.

 

-no, no pienso hacerte daño, solo quiero darte mi camisa, no llevas ropa.- solo con su voz supe que no estaba equivocada, era un Ángel que envió Dios para cuidarme, solo para mí.

 

-podrías darte la vuelta. –si seguía mirándome mientras se desvestía, se daría cuenta que me estremecía de pies a cabeza solo con su mirada, que me penetraba hasta el alma, sintiéndome más desnuda de lo que estaba.

 

-claro.- me dio la espalda mientras se desabrochaba la camisa, se notaba nervioso, pero no entendía porqué, yo era la que estaba expuesta ante él.

 

Me tendió la camisa, aún de espaldas hacia mí, no pude evitar pensar “escultural”, aunque creo que me salió en voz alta, el no pareció escuchar.

 

-gracias.- me la abroché lo más rápido que pude y le dije- listo.

 

-Ángel, ¿te robaron?- negué - ¿porque estás aquí y así?.- ¿yo le importaba?.

 

-¿Ángel?- wow si que estábamos conectados, hice un gesto de no importa, los dos pensábamos lo mismo- es una larga historia, pero solo te digo que es una broma de despedida de soltera, de mis dos hermanos.- se tensó, ¿porque lo haría?, le importaba que tuviera un compromiso, yo quería saber si él tenía dueña, ya que yo sería suya si lo pedía, ¿yo pensé eso?, las palabras de Rose ya estaban surtiendo efecto en mí, “déjate llevar”, piensa Bella, dejarse llevar no regalarse.

 

-mira, está oscureciendo y se que hay una cabaña por aquí cerca.-señaló en dirección de la casa de la abuela.

 

-si la cabaña de los Cullen, y se puede saber ¿que haces en el bosque?.- debía saber que hacía aquí y no hacer una pregunta fuera de lugar, si era un ángel podía desaparecer cuando quisiera.

 

-si de los Cullen, también una broma de mi hermano, me dejó sin gasolina.- señaló hacia la carretera, pienso que allí quedo su auto, lo que me gustó es que si conocía la existencia de la cabaña tenía que vivir cerca, necesitaba saber más de él, pero sabía que no debía hacer preguntas.

 

-bueno, ¿vamos? porque no solo está oscureciendo sino que está por llover, raro en Forks no.- le sonreí, le gustó porque contuvo el aliento por unos segundos, no había tensión entre nosotros a pesar de la situación en la que nos encontrábamos, estábamos muy cómodos en presencia del otro.

 

Comenzamos a caminar trataba de seguirle el paso, pero cada vez quería ir más rápido.

 

-apresúrate porque nos vamos a empapar.- que le pasa no se dio cuenta que no solo me dejaron desnuda sino que descalza también.

 

-es que estoy descalza y me pincho.- mejor aclararle.

 

-perdón no me di cuenta, si que te dejaron desnuda, un Ángel desnudo.- lo último lo dijo más en un susurro pero lo escuché.

 

-de verdad que te parezco un Ángel, porque es curioso, ya que tu también lo pareces.- todavía no se como le dije eso, me salía tan natural hablar con él.

 

-genial, porque hoy solo vamos a ser Ángeles, uno en compañía del otro.- en definitiva con esas palabras los responsables de que él estuviera aquí conmigo eran los dioses de mis hermanitos odiosos.

 

-me parece muy bien.- era el regalo de mis hermanos, antes de tener que cumplir una promesa.

 

Comenzó a llover muy fuerte y en unos segundos ya estábamos chorreando agua, su camisa se adhirió a mi cuerpo y ver su pecho mojado, me éxito, estaba tan sexy, corrimos bajo la lluvia para llegar a la cabaña, comenzó a refrescar, se sentía el frío en el cuerpo, temblábamos.

 

Me pinché el pie, apenas fue un rose pero se me escapó un “hay”, me pidió permiso para levantarme y lo hizo, el estremecimiento que sentí al estar en contacto con su piel quedó camuflado con los temblores por el frío.

 

Me dejó en la entrada, pasamos y se dirigió al baño, apareció con dos toallas y me dio una.

 

-debemos secarnos y sacarnos la ropa mojada.- lo dijo temblando y chasqueando los dientes, aún así era hermoso.

 

Nos secamos dándonos la espalda y nos quitamos toda la ropa, luego nos envolvimos en las toallas, mientras él fue a encender la estufa a leña y unas velas, escurrí su ropa y la colgué en una silla cerca del fuego para que se secara.

 

Puso el colchón cerca de la estufa, tomó la manta del estante, la pasó por su espalda, se sentó en el colchón y se recostó en la pared, me hizo señas para que me sentara entre sus piernas, vacile por un momento pero luego lo hice, me abrazo y nos envolvió en la manta, luego de un rato de temblores el ambiente se templó y me dormí en los brazos de mi ángel protector, donde me sentía en las nubes por ser su contacto suave, esponjoso, su piel blanca y hasta su aroma embriagaba haciéndote desear más, definitivamente era un ángel, perfectamente hermoso y solamente mío.

 

Comencé a soñar con Edward, no veía su rostro solo se acercaba a mi, me acariciaba el cabello, los hombros y mi espalda, me sentía desnuda ante él, de a poco me recostó en la cama quedando encima pero no sintiendo todo su peso, solo la presión suficiente para que nuestras pieles desnudas estuvieran en un contacto extraordinario, mágico, me rozó los labios y luego los lamió delicadamente y me tensé, cuando abrí los ojos el rostro de Edward era el de mi Ángel, sin dejar besar mis labios y de mirarme hipnotizándome, continuó pidiendo permiso con su lengua, lo dejé, dejé que me diera el primer beso de amor, sintiéndome en el cielo y perdiéndome en su cuerpo, su lengua ingresó en mi boca abrazando todo a su paso, me llené de su aroma y sabor, un elixir de los dioses hecho justo para mí, perfecto, tierno, sabroso, angelical y puro, definitivamente el primer beso que mis labios recibieron, fue mucho mejor de lo que había soñado.

 

No tardé en corresponderle con mi lengua y sentí que él se perdía junto conmigo, era suya, no se porque lo sentía así, pero le pertenecía antes de conocerlo y haría lo que me pidiera solo por AMOR.

 

Gemí cuando sentí que sus manos acariciaron mis senos, la piel se erizaba y miles de sensaciones nunca antes sentidas, que no podía describir, recorrían mi cuerpo, haciendo que un calor placentero emanara de mi piel. No tardó en besarlos, disfrutándolos, probándolos como un manjar para él.

 

Nuestros cuerpos se pertenecían, y no podía creer lo que pasaba a medida que sus besos avanzaban por mi piel, mi cuerpo le correspondía en movimientos certeros, como si supiera que hacer ante sus caricias, mis piernas se abrieron para que su lengua recorriera mis pliegues en mi centro, se notó el placer de sus ojos, porque no dejaba de mirarme, su piel tenía un color naranjo, ante el reflejo del fuego, igual al cielo cuando el sol se está ocultando en un crepúsculo, dando paso a la noche, donde dos amantes se camuflan bajo la luz de la luna, amándose completamente.

 

No dejaba de estremecerme entre sus brazos, sus caricias eran mi perdición, quería que un Ángel, no, quería que precisamente este Ángel, me corrompiera, mi hiciera pecar, llegar al cielo de sus manos, conocer el amor que su cuerpo pudiera proporcionar, lo deseaba, lo amaba, lo necesitaba, quería ser suya, seducir a “Mi Ángel Desnudo” para juntos tener que pagar el pecado vagando por la tierra, el mejor de los castigos, una eternidad en sus brazos, por siempre y para siempre juntos.

 

Solo el canto de los ángeles se escuchaba en la habitación, ninguno pronunció palabra alguna, no era necesario, el lenguaje de los cuerpos era suficiente, lo decía todo.

 

Ambos no aguantábamos más queríamos poseernos, amarnos, porque en sus ojos solo había amor, no se como lo detectaba, ya que no tenía experiencia pero lo sabía, no podía ser más que amor, tierno, sedoso, cálido, AMOR.

 

Tomó de su billetera un preservativo y se lo colocó, yo solo observaba sus movimientos, era perfecto, cada parte de su cuerpo, su piel parecía de porcelana, esculpida por “Dios”, abrió mis piernas muy lentamente y me sonrojé, podía ser posible que los Ángeles fueran tan perfectos, él lo era en este momento.

 

Se posicionó en mí, dándome un beso profundo que me dejó sin aliento, sin poder hablar, quería decirle que nunca… y justo en ese momento sentí que se introducía en mi interior de una sola vez, no pude evitar que de mis labios saliera un grito de dolor, por la sorpresa, lo que llevó a tensarme en forma automática.

 

-yo… yo, no…- pienso que quería explicarme algo, solo que yo no podía escucharlo, había pecado, me entregué en cuerpo y alma, sin preguntas, sin miedos, ni promesas, solo dejándome llevar, iría junto con él al cielo, al infierno o me quedaría en la tierra, donde fuera para estar a su lado. Era suya, completamente suya.

 

- relájate o dolerá mas.

 

Intenté relajarme con la respiración, lo logré luego de unos minutos, él solo permanecía en mi interior sin moverse solo para que me acostumbrara a él, me acariciaba el rostro sin desviar su mirada de mis ojos, haciéndome sentir segura, protegida, amada.

 

-Ángel, hazlo.- fue en un susurro, pero el lo escuchó, nos entregamos sin miedos, nuestros cuerpos danzaban como lo hacen las nubes con el viento en toda la extensión del cielo, sin límites, por completo, fusionados en uno solo.

 

Llegamos a tocar el paraíso juntos, cuando nuestras respiraciones se recuperaron se apartó quedando a mi lado.

 

-te amo, Mi Ángel Desnudo.- fueron las palabras justas que necesitaba saber, estaba en lo cierto, sus ojos no mentían, él me amaba tanto como yo.

 

-lo se.- hay Bella “lo se” no se te ocurrió otra palabra, como yo también, idem, lo mismo o te amo, no se, cualquier cosa pero “lo se”, solo esperaba que él se diera cuenta de mi amor, por mi entrega, ya que no podía hablar, solo me abrazó muy tierno e intenté dormir.

 

Me sentía tan protegida en sus brazos, sabía que junto a él podría enfrentar a todos y todo lo que se interpusiera entre nosotros.

 

Desperté muy temprano, el sol apenas asomaba por el horizonte, él continuaba aquí a mi lado, abrazando mi cintura sin dejarme escapar, en ese momento me di cuenta que yo también lo tenía en mis brazos por miedo a que desapareciera.

 

Tenía que irme, sabía que el encantamiento, igual que en cenicienta, duraba hasta la mañana, solamente hasta que el sol llegara a cubrir la cabaña y para eso faltaban algunas horas nada más, también sabía que si lo despertaba no iba a querer dejarlo y no estaba bien, tenía un compromiso que intentaría por todos los medios de romper, estar libre y buscarlo para ser felices juntos.

 

Pase por el baño donde siempre tenía un vaquero y una remera porque cada vez que venía a la cabaña me mojaba en el río o en la lluvia, me vestí y me puse unas botas de goma, estaba segura que si me veía Alice me mataba.

 

Le dejé una nota, no me llevé nada de él solo sus besos y el olor de su cuerpo que estaba impregnado en el mío.

 

Ángel.

Tengo un compromiso al cual no puedo renunciar, me gustaría solo por sentirme en tus brazos nuevamente. Gracias por dejar que descubriera el Amor.

Siempre tuya.

Tu Ángel Desnudo.

 

Desde la puerta miré su cuerpo desnudo, me perdí por un momento recordando lo que sucedió en la noche, estiré mi mano y lo acaricié en una caricia ficticia, ya que se encontraba lejos, no quería despertarlo, aunque moría por sentir sus manos en mi cuerpo nuevamente. Abrí la puerta y antes de cerrarla y volver a la realidad, besé mi mano y luego soplé el beso para que llegara hasta sus labios, cursi, pero muy romántico.

 

Caminé por media hora aproximadamente y llegué hasta la carretera, me sorprendió ver que Emmet venía en su auto rumbo a Forks, no tendría que venir a buscarme desde Forks, estaba molesta con él, así que le hice señas y paró para recogerme.

 

-hermanita, que sexi te ves, me encanta tu look, aunque no creo que Alice piense lo mismo.

 

-no quiero hablarte, trajiste mi celular.

 

-¿te fue mal?- lo miré con cara de odio- cuando estás así de terca mejor no hablar.

 

-mi celular.

 

-no.

 

-dame el tuyo.- me lo dio y arrancó el auto rumbo a casa.

 

Luego de dos tonos atendió.

 

-Carlisle, soy Bella, necesito hablar contigo es urgente.

 

-hija pasó algo, ¿porque no viniste a dormir en la noche?, estábamos muy preocupados.

 

-prometo que te cuento todo, nos vemos en mi casa en media hora.

 

-claro.

 

-Carlisle, trae mi celular y pide a Alice me mande la ropa para el compromiso, no voy a la casa hasta la hora de la recepción.

 

-como gustes, cuídate.

 

Corté el llamado y cuando le di el celular a Emmet me miró con su carita perrito mojado, al estilo Alice, por un momento me perdí en el color de su cabello, era igual al de mi Ángel, apenas lo había dejado y ya lo veía en los pequeños detalles de otras personas.

 

Emmet me sacó de mis pensamientos- entonces, ¿te llevo a tu casa?- asentí.- de verdad que tienes un brillo en los ojos muy particular, no creo que te haya ido mal, todo lo contrario.- me sonrojé, realmente era tan trasparente.

 

Ya en casa me duché, me vestí, recordando dejar una muda de ropa en la cabaña para otra ocasión, siempre iba a la cabaña para despejarme, descansar, de ahora en adelante lo haría para recordar, sabiendo que allí fue donde empezó la magia para mí, en cuanto al amor se refiere.

 

A la hora acordada llegó Carlisle, venía tapado con una cantidad de bolsas, como si hubiera salido recién de un centro comercial.

 

-¿que es todo esto?

 

-Alice- sonreímos juntos, la conocíamos.

 

Me explico que traía cada bolsa, el recado de Alice, donde pedía que la llamara si necesitaba algo y si no estaba molesta con ella.

 

Luego de solucionado todo, pasé a contarle lo ocurrido con todos los detalles, no ocultaba nada a Carlisle, era mucho más que mi padre, ya que con su generosidad yo no estaba sola.

 

Hizo las preguntas de Doctor y papá como siempre, si me obligó, si me trató bien, si no me lastimó y sobre todo si nos cuidamos, agradecía que mi Ángel si lo pensara en ese momento.

 

Como era de esperarse encontré su apoyo incondicional, quedamos de romper el compromiso en la fiesta, avisando que no estábamos preparados aún, lo menos que quería era lastimar a mi familia, por eso hable con él, daba gracias que Alice también se comprometía porque no teníamos que avisar a los invitados, abría celebración y lo más importante me ayudaría luego de que todo se encaminara a encontrar a mi Ángel.

 

Se fue contento porque yo era feliz, le iba a contar a Edward, no quería saber que pensaría él de mi, a lo mejor que era una loca bipolar, quería el compromiso y luego no. Antes de irse me di cuenta que el color de ojos de Carlisle era igual al de mi Ángel, o me volví loca o estaba tan enamorada que lo encontraba en todos los que amaba.

 

Seguí todas las recomendaciones que dejó Alice en una nota y a la hora del compromiso me encontraba enfundada en un vestido azul muy sexy, con todos los detalles del pelo, maquillaje y calzado que solicitó, debía complacerla ya que ahora no sería su cuñada, cosa que siempre la tuvo muy ilusionada.

 

Ya en la recepción, los primeros en venir a recibirme fueron mis hermanos, estaban los cuatro, pero no los dejé hablar.

 

-no quiero que me hablen hoy.- no estaba enojada con ellos y no lo estaría nunca, pero no se los haría fácil.

 

Alice habló igual- me puedes decir por lo menos porqué rompiste el compromiso con mi hermano. Sabes que Edw…- levanté la mano.

 

-shshsh- me di la vuelta y me fui, solo escuché que decían.

 

-te dije que tenía el mismo brillo en los ojos que tiene Edward después de…- lo único que me dejó tranquila fue que a lo mejor Edward no me odiaba, ya lo conocería en el correr de la noche.

 

Al rato de charlar y saludar a muchos amigos, me encontré con Jacob, como siempre me hacía reír, nos llevábamos muy bien.

 

-linda como te va.

 

-muy bien gracias Jacob y a ti como te va.

 

-bien, esperando que rompas tu compromiso y te fugues conmigo.- se sonrió y se acercó a besarme.

 

Siempre hacía el mismo juego, me tomaba de la cintura y cuando uno pensaba que me iba a besar en los labios me daba un beso en la mejilla, provocándome risa.

 

Cuando estaba a punto de soltarme escuché su voz.

 

-si tocas a mi Ángel otra vez, te corto los brazos.- Jacob me soltó y ambos nos dimos la vuelta, quedando frente a él. No podía creer lo que dijo y si la familia se daba cuenta, por el momento solo Carlisle sabía.

 

-hermano, tanto tiempo, no te acuerdas de mi, soy Jacob.

-Jacob- se abrazaron al parecer se conocían y mucho, que suerte la mía, buena y mala, sabía que lo encontraría y Jacob me ayudaría, con eso me di cuenta que Edward también lo conocería.

 

Tuve que intervenir, ponerlo sobre aviso de donde estábamos- Jacob nos permites un momento.

 

-claro linda, nos vemos.- Jacob cedió, que raro siempre me sobreprotegía, decía que era por Edward.

 

Lo tomé del brazo, sentir nuevamente su cuerpo tan cerca del mío, me estaba volviendo loca, pero me controlé, lo dirigí al patio trasero que estaba más despejado de gente, se notaba que quería besarme tanto como yo.

 

-Ángel aquí no por favor, están mis padres, mis hermanos y mi prometido.- no aparté la mirada de esos ojos verdes que tanto me hacían recordar al bosque donde nos conocimos.

 

-lo se, es que no puedo ver que alguien te toque, te necesito y ahora que te encontré, no te voy a dejar ir.- era lo más lindo que había escuchado, debía dejarle claro que yo también lo quería.

 

-piensas que voy a estar con alguien después de lo que paso anoche, tengo que terminar mi compromiso, pero por la buenas, no quiero hacer daño a otras personas.-mis palabras fueron sinceras y él se dio cuenta.

 

-está bien- sonrió y le correspondí, en ese momento la sonrisa de Alice y el color de piel de Esme vinieron a mi mente, pero no tuve tiempo de cuestionar nada, ni de preguntarle su nombre, porque disimuladamente se apartó de mi, dejando un vacío enorme ante su distancia.

 

Pronto comprendí que era Tania la causante de su alejamiento, sonreí aún más, no tendría que preocuparme por ella, antes de conocerla sale corriendo.

 

-Hola Isabella debes de estar muy emocionada, después de todo Edward está aquí para comprometerse contigo.- si ella supiera de seguro ya lo hubiera raptado, pero creo que Edward no merecía un castigo como ese.

 

-no se que decirte Tania, no he visto a Edward aún.- debía buscarlo por lo menos para presentarme.

 

-vamos Bella no me tomes el pelo, ¿te dijo que no quería verme?- mire a Tania extrañada, luego hacia mi Ángel que se encontraba hablando muy amenamente con Alice y Jasper.

 

Carlisle se encontraba en los escalones de la escalera principal de la sala, allí llamó la atención de todos y anunció la ruptura del compromiso con Edward, diciendo que lo aplazaríamos, sabía que solo era para las apariencias y para que no hubieran preguntas incómodas. Tania que se encontraba a mi lado comenzó a reír, era feliz por la nueva noticia.

 

Dirigí la mirada a la persona que más importaba en ese momento y estaba subiendo los escalones, cuando quedó junto a Carlisle habló interrumpiéndolo.

 

-disculpen, esas no fueron mis palabras papá- cuando dijo papá inconcientemente desvié la mirada hacia mis hermanos, los cuatro hicieron la misma cosa, se encogieron de hombros y sonrieron, culpables, no fue cosa del destino, ni intervención divina, fueron ellos, ahora entendía, primera impresión “face to face”- hola a todos –tomó aire- como Uds. saben estuve mucho tiempo lejos y a pesar de que con Isabella- me señaló y mi corazón se desbocó, estaba asombrada, él no solo era real sino que siempre fue mío, me acerqué lentamente, al pasar por al lado de Carlisle le hice señas con la boca “es él” sonrió, me entendió dejándome lugar frente a su hijo- nos mantenemos en contacto, no tuve la oportunidad de pedirle a mi Ángel- tomó mi mano, sacó un anillo del bolsillo del saco y preguntó- quieres casarte conmigo.-automáticamente me sonrojé, lo encontré y mi respuesta tenía el poder de mantenernos juntos.

 

-si.

 

Sonrió nuevamente con esa sonrisa que me era tan familiar y ahora entendía el porqué, deslizó el anillo en mi dedo y me besó, al sentir sus labios otra vez en el lugar donde pertenecen, junto a los míos, quería olvidar todo pero había algo que tenía que decirle, me separé lo suficiente para hablar.

 

-te amo mi Ángel- teníamos nuestras frentes pegadas y lo vi sonreír otra vez, se lo debía.

 

Tomó mi rostro en sus manos y sin apartar sus ojos de los míos me dijo.

 

-lo se.

 

FIN.

 

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¿Y? que les pareció, espero sus comentarios y votitos por favor.

Para las que preguntaron seguiré escribiendo, otros fics porque este ya se termino.

Hasta la próxima. Gracias.

 

Saludos.

ec07.

 

 

Capítulo 1: Principio y Final Capítulo 3: Epílogo.

 


 


 
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