Todo Gracias a mi Cuaderno de Historias (+18)

Autor: Lyhh_mt
Género: Romance
Fecha Creación: 21/04/2011
Fecha Actualización: 26/09/2012
Finalizado: SI
Votos: 16
Comentarios: 87
Visitas: 117106
Capítulos: 28

 

La vida de Bella Swan no es color de rosas. El hombre al que amaba ni la miraba. Al no poder transmitir sus sentimientos, plasmaba todas sus fantasías con ÉL en un cuaderno. Un día, ese cuaderno cambiará su vida para siempre... ¿cómo? averígualo aquí.

 

Amor… odio… dolor… felicidad… y sobre todo… suspenso… muuucho suspenso…

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Hola, me llamo Lyane y este es mi primer fanfic. Bueno, qué decirles… me gusta mucho escribir y espero la opinión de ustedes, las lectoras (yo también soy lectora, por eso sé la importancia de la opinión y críticas de ellas a las autoras). Me encantaría saber lo que piensan… claro, pondré todo de mi parte para que esta historia sea de su agrado… yyy con respecto a los mensajes que sé que envían en donde incluyen insultos y demás, pues solo los ignoraré… si es que en esos mensajes, e incluyen algo así como críticas constructivas, que me ayuden a mejorar, que es lo que me importa, entonces, los tomaré en cuenta; mas no aquellos que solo ofendan…

Bueno, espero que les guste la historia y espero sus opiniones…

Lyhaane.

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Capítulo 1: The begining

DISCLAIMER: Los personajes le pertenecen a la grandiosa Stephenie Meyer... la admiro tanto!... okz okz... yo solo plasmo las ocurrencias de mi mente y juego con sus personajes.


 

 

¿Por qué hay momentos en que quieres tranquilidad, silencio, PAZ, y por más que buscas y buscas un lugar donde conseguir eso, no lo encuentras? O más bien, ¿lo encuentras, pero viene “alguien” y te arruina el momento?

Eso es lo que me está sucediendo ahora mismo. ¿Es que es taaan difícil que por un momento, solo un momento, halle silencio y paz mental en la escuela? Bueno, tal vez en esta sí... digo, desde que me mudé a Forks y empecé a estudiar en la escuela secundaria, lo que no he encontrado es quietud. Tooodos aman hacer ruido, escándalo, llamar la atención; justamente lo que yo quiero evitar. En pocas palabras, NO ENCAJO AQUÍ, pero claro mis padres piensan que solo es producto del cambio de ambiente. Pues, saben algo, yo no lo creo. Simplemente, no pertenezco aquí. Nadie es como yo, ni siquiera se acerca a l que yo aspiro o lo que me gusta... eso es lo que llevo viendo desde que puse un pie en esta escuela. Y, por supuesto, es infaltable el hecho de que sea la RARA, la anormal... así me llaman aquí, lo he escuchado. Son tan descarados que no les importa si te están insultando y tú te encuentras a unos metros de distancia y claramente puedes escuchar lo que dicen de ti. Me ha pasado, y no lo recomiendo; en verdad, prefiero saber que dicen cosas horrendas de mí pero no comprobarlo.

Así que, bueno, aquí estoy en busca de ese lugar imposible lleno de calma. Ya llevo UNA HORA y no encuentro nada. A cada lugar que voy, hay grupos cantando, hablando de tonterías, escuchando música estruendosa, armando juergas; y lo peor, parejas haciendo “cosas” que nada tienen que ver con charlar, sino más bien con el contacto físico. Con tan solo pensar en eso, recuerdo la horrendo escena que hace una semana encontré por estos lares...

 

FLASHBACK

¡¡¡Al fin!!! encontré el lugar PERFECTO. Estoy segura que aquí NADIE me va a molestar. Qué bien se siente... escuchar el sonido de la naturaleza, no más ruidos perturbadores ni gritos por doquier.

Una vez que me instalé, al menos por hoy, comencé a hacer lo que más amo: LEER. Es una pasión que descubrí cuando tenía 8 años y desde ese momento, no he parado. Me encanta todo tipo de obras, claro siempre y cuando contengan una historia de amor; no importa si el historia principal o secundaria; me basta con que esté plasmada ahí en el libro. Algunas no terminan bien o en el transcurso suceden desgracias, pero igual me gustan. Y qué decir de las emociones, soy la persona más llorona que conozco. Claro, para los poquísimos amigos que tuve en Phoenix era “Bella Swan, la Miss llorona mundial”. Y tenían razón. Soy una persona muy muy sensible. Cuando era niña y hacía alguna pequeña travesura, mis padres me regañaban, nunca me pegaban, pero esa simple llamada de atención bastaba para que entrara en llanto desconsoladamente, como si me hubieran golpeado. Y ahora, soy el fruto de lo antes fui. Lloro de TODO, sea una película, un libro o cuando veo en las calles a gente pidiendo ayuda, desamparados.

Bueno, así soy, qué puedo hacer.

Estaba llegando a una parte interesante de mi libro, cuando...

-¡Ah!... Me gustas mucho... más que Él... ya te lo dije... fóllame ya!

Oh por Dios!!!... no es posible que se hallen en TODAS PARTES.

Justo detrás del arbusto donde me encontraba sentada, había una pareja en pleno acto sexual, o... bueno, así como van, terminarán en eso.

Miré de reojo y vi a Tanya Denali y James Harrison comiéndose vivos... pero... un momento... Tanya no es la novia de Edward Cullen? El hermoso, sexy, perfecto, pero patán, sin vergüenza, descarado y hueco Edward Cullen.

Bueno, lo que haga o no con su noviecita no es de mi incumbencia. Tal vez, él hace lo mismo, tal vez tienen una relación “abierta”. Como sea, prefiero largarme e irme a casa. Esto es insoportable. Me paré y recogí mis cosas, justo cuando Tanya empezaba a gritar debido a lo que yo suponía, era placer.

FIN FLASHBACK

 

Y recordar eso, me trae a la cabeza otra cosa... que nunca, NUNCA, he estado con una persona así como había estado Tanya cuando la vi con James. Cada vez que la imagen de ellos en esas circunstancias me vienen a la cabeza, me deja preguntándome qué se sentirá, pero claro, cómo voy a saber si ni siquiera he tenido novio alguna vez. Si no lo logré en Phoenix, aquí menos. Hasta ahora solo había conseguido una amiga, Alice Cullen... sí... hermana de Edward, pero no se parecen en nada... Bueno, los dos son bellos y todo eso, pero ella es inteligente, amable, alegre, madura... lo único malo es que es una adicta a la moda y quiere arrastrarme con ella, pero hasta ahora no lo consigue.

Cada vez que ella me pedía que la acompañara de compras, me negaba y lo hacía con más ímpetu cuando me decía que su hermano Edward nos llevaría. Solo lo conozco de vista, nunca he hablado con él, pero basta ver cómo actúa y cómo habla para saber cómo es. Él es mi misma edad. Alice es un año menor que yo, pero un día durante el almuerzo me invitó a su mesa y desde ese día no nos hemos separado.

Mientras pensaba en eso, di con el lugar correcto para estudiar... era un apartado hermoso, lleno de flores y muy pacífico. Solo espero que nadie lo estropee viniendo a mi encuentro, como siempre.

Pero, claro, como tengo taaaaan “buena suerte” (N/A: nótese el sarcasmo), después de una hora, escuché pasos aproximándose. Pasado un minuto, me di cuenta que eran Edward y Tanya. Oh, no!... vendrían a hacer lo que creo??... por favor, no!...

 

La pareja se detuvo a 5 metros al frente de mí y se sentaron, mientras yo intentaba prestar atención a mi lectura Después de unos minutos, me di cuenta que estaban charlando. Ok, esto era nuevo, pero gracias a Dios se les ocurrió no hacer otras cosas. Pensaba irme, pero mejor esperaré a que terminen su conversación y yo me quedaré leyendo más tiempo.

Ya me faltaban 10 páginas para terminar, cuando Tanya levantó la voz.

-Amor, créeme que yo te lo quería decir ates. Yo... no pensé que James sintiera algo por mí. Fui una tonta... y claro, como lo rechacé hace una semana, le dijo a todo el mundo que me acosté con él, pero, eso es mentira.- Ella estaba con los ojos aguados y con cara de borrego agonizando.

Tanya le estaba mintiendo a Edward... eso quiere decir que... él es víctima. Ellos no tienen una relación “abierta”. Él le es fiel, mientras que ella... ¡Qué zorra!!!

-Pero debiste decírmelo antes Tanya. Se supone que confías en mí. Si tú me hubieras dicho, esto no estaría pasando- le dijo él.

-Ed, por favor, créeme. En verdad, pensé decírtelo, pero tenía miedo de cómo reaccionarías. Sé que no te llevas bien con James...

-No es solo eso- la interrumpió- él es mi peor enemigo. Sabes que lo odio, Tanya.

-Perdóname, por favor.- le suplicó ella- Déjame explicarte. Yo no sé cuándo pasó. Nunca me imaginé que James quisiera algo íntimo conmigo. Pensé que solo lo hacía por molestarme, así que lo ignoraba. Siempre lo he ignorado, porque a quien amo es a ti Edward- lo tomó del rostro, con ambas manos, y lo miró fijamente- Nunca te dejaría. Eres mi todo, Ed. No hagas esto. Por favor, créeme.

Él no respondió y desvió la mirada.

Tanya lo soltó.

-Sabes qué? No importa si me crees o no... yo sé lo que digo, mi conciencia está limpia- sí, claro, pensé- Si no te dije antes lo de James fue porque no le di importancia. Él no es el que me tiene, sino tú. Pero... está bien, si no me crees ya no tengo nada qué hacer aquí.- Cogió su bolso y se estaba levantando cuando Edward la tomó del brazo.

-Te creo- le dijo él- sé que nunca me mentirías. Fui un tonto. Nunca más dudaré de ti- y la atrajo hacia él.

Después de eso, comenzaron a besarse. El ambiente se fue cargando y fue lo último que pude soportar. No podía creer cómo sabiendo que estoy a unos metros, podían hacer eso; pero claro, si son unos impúdicos, qué les iba a importar si tenían público. Cogí mis cosas como sea, me puse la capucha y me largué.

¿Cómo es posible que esa mujer pueda ser tan vil y falsa? ¿Cómo podía mentir tan descaradamente? ¿Y cómo Edward podía ser tan idiota para creerle todo ese cuento de que lo quiere y que por eso no le dijo nada?

O no quiere ver las cosas como son o en realidad él no es el hombre astuto y controlador que creo que es. Tal vez, es ingenuo y Tanya siempre le miente. Si es así, pues lástima por él. En fin, a mí no me importa.

-Bells! Qué bueno que te encuentro- Gritó Alice a unos metros de mí.

Dios! Olvidé a Alice. ¿Le digo o no cómo engañan a su hermano? Yo sé que a ella no le agrada Tanya, pero tal vez no me corresponde a mí decírselo.

-Bells??... estás ahí??... holaaa??

-Lo siento, Alice. Ya sabes, el ruido me aturde... y me pone de los nervios.

-... Entiendo. No te preocupes. Bueno, quería decirte algo... El fin de semana me quedaré sola en casa- me dijo... ¿alegre?

-Y eso es bueno?

-Pues claro. Mis padres irán de viaje a Hawaii y Edward se va a un campamento o algo así.

-Y...?

-Ay, Bells. No seas tontita. Pues, que la casa estará sola, por lo que podrás ir conmigo y haremos una pijamada!! No te parece genial?- Ay, no... aquí vamos de nuevo.

-Y qué te hace pensar que el hecho de que estés sola e casa me convencerá a mí de ir

-Bells, amiga, no soy estúpida. Sé que siempre te has negado porque mi hermano vive ahí y te lo podrías encontrar en cualquier momento- me dijo, como si fuera algo obvio para todos.

-¿Cómo? Creo que algo te afectó. Si ni siquiera hablo con... ¿cómo se llama?... Esteban?... Edison?- Tengo que librarme de esto ya!

-Voy a fingir como que no escuche nada de eso. Bells, entiendo muy bien que no quieras estar cerca de EDWARD, así se llama; él es de la clase de personas que tú alejas. Está bien, lo entiendo.

Ok, gracias a Dios no dijo nada sobre cuánto me deslumbra la belleza de Edward y lo problemitas que eso me causa.

-Ok. Perdón por subestimarte. Nunca lo volveré a hacer. Pero, bueno, después de todo, creo que la idea de ir a tu casa se me hace...

-Fantástica, lo sé- me interrumpió- ya verás que la vamos a pasar genial! Te espero el viernes a las 8 pm ok. Lo tendré TODO listo.

-Pero...

-Después me dices. Tengo clase de Historia. Bye.

Y se fue.

 

No es posible. Tengo que convencer a Alice de que no puedo ir. O sea, sé que no habrá nadie en su casa; Alice nunca me mentiría con eso, pero no lo sé. Siento algo raro cuando pienso que estaré en el lugar donde Edward come, ve TV, juega con el Xbox, duerme, se baña... Dios!.

 

Pensando en eso, me fui a mi odiosa clase de Gimnasia que, por cierto, compartía con Edward. No me pensaba matricular en esta materia, pero era la única que coincidía con mi horario. En fin, ya he pasado por esto muchas, muchas veces. Verlo jugando básquetbol, corriendo, flexionando sus músculos, transpirando, bebiendo agua de la manera más sexy... podría soportarlo... creo.

-Ok, clase. Hoy les entregaré sus pruebas teóricas.- dijo el entrenador Miller.

Fue llamando a los alumnos, hasta que llegó mi turno.

-Isabella Swan- tal vez, vi mal, pero cuando el entrenador me llamó, me pareció que Edward levantó la vista. ¡Qué raro!... en las 2 pruebas anteriores nunca lo había hecho. Hasta creía que él ni sabía que estaba en esa clase.- Felicidades, Swan. Obtuviste un 10.

-Gracias, entrenador.- fue lo único que dije.

-Claro, si es una porquería en los deportes, algo bueno tenía que hacer, no?- “susurró” Tanya a Lauren, mirándome a los ojos. Es definitivo. La odio!!

Mi infierno llegó a su fin y me dirigí a casa. Para variar, no encontré a Alice y no me contestaba el celular. Pero claro, cuando llegué a casa y estaba preparando la cena, me llegó un mensaje de texto suyo que decía: “Te espero mañana, no me falles. Sé que vendrás. Tú nunca me decepcionarías” Junto con eso, venía una foto de ella con esa mueca del gato de Shrek.

¿Por qué yo???... Podría fingir que estoy enferma, pero no soy buena mintiendo... Bueno, qué me queda. Después de todo, no creo que sea tan malo.

Estaba haciendo mis deberes, cuando sentí que me faltaba algo... será que olvidé una cosa en el gimnasio? El único lugar sería en el vestidor... Bueno, mañana le preguntaré a la señora de la limpieza si encontró algo.

 

Llegó Charlie, cenamos, le pedí permiso para la pijamada y al parecer Alice se me adelantó, como siempre, y no hubo mayor problema. Me acosté temprano y soñé con la horrenda escena de Edward y Tanya haciendo “eso”. Después de eso, ya no pude volver a dormir.

 

Cuando fui al instituto, tenía mucho sueño. Maldito sueño!!! Cuando llegó el almuerzo, parecía un zombi.

-Bells? Ya está todo listo. Mis padres se fueron hoy en la mañana. Edward acaba de irse. Sí, se salteó 2 clases por irse de campamento. En fin, es su vida... Bells, me estás oyendo verdad?

-Sí- creo que me estaba durmiendo.

-Ok. Mira, ya todo está preparado. Veremos películas, escogí las que sé que te gustan y obvio que a mí también. Luego, te haré la manicura y la pedicura. Acabo de crear un nuevo diseño para las uñas. Lo amarás. Tiene mucho brillo... hermoso!! Me dejarás embellecer tus uñas cierto?

-Sí

Gracias!! Eres la mejor!... Ok, después de eso, nos probaremos ropas que compré ayer, o más bien las enviaron a mi casa. Te regalaré unas cuantas. No hay problema verdad?

-No

-Lo prometes?

-Sí

-Hoy estás de buen humor, aunque no lo aparentes. Ok, luego hablaremos de chicos...- No escuché lo que seguía. Luego un rato, empecé a oír la voz de Alice-... eso es todo. Ah! Me olvidaba, no lleves pijama, tengo una especial para ti ok?

-Ok

-Genial! Nos vemos en la noche. Adiós.

 

3, 2, 1... reaccioné... ¿Qué diablos hice? ¿Qué me había dicho Alice todo este tiempo? Oh, no! Esto es grave.

-¡Alice, Alice!- fue en vano... ya se había ido. Tal vez si la llamo al celular... no, no me va a contestar. Estoy en problemas... pero, ¿qué me había dicho?... Rayos!!

Resignada, me dirigí a clases. Al finalizar la última, me fui rápidamente. Al pone un pie en mi habitación, me dormí.

No sé cuánto tiempo pasó, pero me desperté al escuchar a mi padre llamándome. Rayos! No preparé la cena!

-Charlie, lo siento. Ahora preparo algo rápido.- me paré rápidamente.

-No te preocupes, cariño. Pedí pizza. Cuando llegué te encontré dormida y no quise molestarte. Solo vine para decirte que ya llegó la hawaiana, así que vamos a comer. Luego sigues durmiendo; yo lavo los platos.

-Gracias, papá. Pero te recuerdo que en una hora me voy a la casa de Alice.

-Cierto! Lo había olvidado. Ok, comes, te preparas y te llevo.

-Pero, puedo ir en la pick up.

-No, está oscuro, nunca has ido a esa casa. Puedes perderte o chocar con un árbol. No. Yo te llevo.- Si seguía insistiendo, no conseguiría nada, así que acepté.

-Está bien.

Después de 50 minutos, Charlie estaba aparcando en la gran casa de los Cullen.

Waoo!! Sí que es muy hermosa.

-Ok, Bells. Alice me dijo que el domingo ella misma te regresaría a casa, asi que con eso no hay problema. Diviértete mucho cariño.- Claro, me divertiría demasiado, pensé.

-Sí, papá. Nos vemos. Adiós.

 

Alice ya me esperaba en la puerta.

-Amiga! Qué emoción!!!!. Empecemos con las películas. Pasa, pasa. Ponte cómoda. Ahora vuelvo. Voy por las pelis.

-Ok.

Me quedé observando la gran sala. Creo que ahí bien podía entrar el porche, la sala, el comedor y la cocina de mi casa. Y sobraba espacio.

-Aquí están. ¿Cuál prefieres “El Señor de los Anillos: el retorno del Rey” o “Resident Evil: Extinción”?

Sí!! Me encantaba Resident Evil. Algunos piensan que es muy sangriento y asqueroso, pero yo no. Me encanta la acción, el momento en que Milla Jovovich pelea con los zombis... Quizás me gustaba por que en el fondo deseaba tener las habilidades que ella posee. Así nadie se burlaría de mí.

-Voy por Resident.- dije con seguridad.

-Buena elección!

Así empezó la peli. La disfruté mucho. Luego, vimos “El Señor de los Anillos”. Cuando finalizó, Alice me arrastró a su habitación, la cual era muuuuuuuuuuuy grande, pero su clóset lo era aún más. Ay, Dios... ampárame!

 

-Mira, Bells………… mira toda esta preciosa ropa que tengo aquí… así que ahora nos probaremos todas y armaremos un desfile de modas en mi habitación…. No te parece emocionante??.... y habrán fotos.

¡Oh, no!

-Fotos?? No dijiste nada sobre eso. No estoy dispuesta a posar para ti ante una cámara.

-Ay, Bella, no seas aburrida. Vamos! Ten estas prendas y ve poniéndotelas en el cuarto de baño. Luego sales, y yo te tomo las fotografías. Este será un día inolvidable y quiero tener un recuerdo que pueda palpar, así que ahora lleva tu lindo trasero al baño y ponte lo que te di. Ok?- me dijo con brillo en sus ojos que me dio miedo. Dios! En dónde me había metido?

-Sí, Alice.

-Así me gusta.

Después de 5 minutos, me encontraba llevando un vestido que más parecía una blusa que se me adhería al cuerpo dejando a la vista absolutamente todas mis piernas.

-Alice, este vestido no me queda. Creo que no es mi talla. Tan solo mírame.

-Te ves súper bonita, Bells. Y esa sí es tu talla. Te queda perfecto. Ahora, posa para mí quieres?

-Pues no quiero.

-Bella Swan… quieres que me levante de mi puesto?

-Pero Alice… posaré para ti si me pongo otra ropa… algo más… decente que este retazo de tela.

-No! Quiero que poses ahora… Sonríe!

El flash me cegó por unos segundos.

-Vamos Bells, muéstrame qué tienes.

-Nunca he hecho eso Alice.

-Ay! Es que tengo que hacerlo todo yo?- se levantó de su lugar y se dirigió hacia mí. Me tomó de los brazos y colocó mis manos en mis caderas. Luego, tomó mis piernas y las posicionó de una manera extraña.

-Mañana amaneceré con dolor de cuerpo. Acaso crees que soy plastilina?- le dije sin ningún toque de humor.

-Te ves sexy así Bells. Quédate ahí. No te muevas… Ahora mira al lente de la cámara y sonríe como tú sabes.

Hice lo que me pidió. Si la obedecía en todo, este calvario terminaría más rápido.

-Muy bien, ahora seria y muérdete el labio inferior, como cuando estás nerviosa.

¿Qué?

-Alice…

-Solo hazlo Bella.

Y así siguió la sesión fotográfica. Luego del vestido, me coloqué un leggins ultra cadera (N/A: esto quiere decir que el tiro de los leggins le queda por debajo de las caderas) de color negro, que parecía una segunda piel, y un mini top que solo cubría mis senos; era blanco. A petición de Alice, me recosté en la pared, levantando una pierna hacia atrás y apoyando mi pie en la pared, a la vez que una de mis manos estaba en mis caderas y la otra en mi cabello, como si me lo estuviera arreglando… Después de todo, no era tan difícil.

Alice no mintió con lo del desfile… me probé innumerables prendas… y cuando hube terminado, fue el turno de Alice… ella sí que tenía talento para el modelaje, pero me había dejado claro que lo suyo era el diseño, que la carisma y la belleza que tenía era innata.

Después de la sesión de fotos, mi amiga me hizo la manicura y la pedicura y me decoró las uñas de las manos con todos los colores que me pude imaginar en mi vida y con un brillo que parecía de diamantes. Se suponía que así iría al instituto? ¿Qué me diría Charlie?... Ya qué importa. Después de todo, él fue el que me dio permiso de pasar el fin de semana en la casa de Alice. Es su culpa!

Por último, nos encontrábamos recostadas en la cama de la diablilla de mi amiga. Después de unos minutos, se puso de pie y trajo consigo dos batas.

-Ten Bells. Esta es tu pijama.- me tendió una bata muy pequeña de color perla con un escote no muy pronunciado, pero más de lo que me gusta mostrar, y unos shorts del mismo color, muy pequeñitos.

-Esto no parece una pijama Alice. Más bien parece eso que usan las strippers para realizar sus bailes exóticos y que luego se sacan delante de todo el mundo.

-Ay Bella, no seas anticuada. Además, tu bata está muy linda y sé que te quedará perfecto.

-No lo sé Alice…

-Vamos Bells. Ya no te hagas de rogar. Póntelo sí? Lo hice yo misma, con mucho mucho cariño para mi mejor amiga.- y por segunda vez, hizo la carita.

-¿Por qué haces eso Alice?... Está bien. Dámela.

-Te quiero, te quiero.

Me dirigí al cuarto de baño, me cambié y volví a la cama, donde estaba Alice ya con su bata, de color plateado, sobre las mantas.

-Ahora, lo mejor…

-¿Qué hay más?- la interrumpí de inmediato. Ya habíamos hecho de todo… y ahora qué faltaba? Que me corte el cabello? Que me depile?... ay no, no quiero ni pensar en eso.

-Es la parte más importante de toda pijamada… vamos a hablar de chicos.

Uh?

-Chicos?... esa es la mejor parte?... yo no le encuentro nada interesante.- traté de evadirla.

-Bells, hoy quiero hablar contigo de chicos, porque en verdad quiero contarte algo que no te había dicho antes y es muy importante para mí… además sé que tú también escondes algo… siempre lo has hecho… y sé que tiene que ver con un chico… no tiene nada de malo, Bells…hoy quiero sincerarme contigo y espero que tú también lo hagas, aunque si no quieres, no te voy a obligar, pero yo sí quiero decirte esto… quiero compartirlo contigo.

Podré hacerlo? Podré confesarle lo que siento? Digo, desde que entré a la escuela, me gustó su hermano, pero nunca se lo dije a nadie y traté de mantenerlo en secreto de por vida, pero veo que ella sí se está dando cuenta de que un chico me está afectando… bueno, al menos no sabe que se trata de  su hermano… pero qué pensará ella cuando le diga que todo el tiempo fue él?... se decepcionará de mí?... me creerá insuficiente para él?... me dirá que Edward es inalcanzable para mí?... pues bien, creo que solo hay una forma de averiguarlo… no más mentiras entre las dos.

-Está bien, Alice. Pues, tienes razón. Un chico de la escuela me gusta y sabes? Yo tampoco quiero más secretos entre las dos, así que te lo contaré absolutamente todo.

-Yo haré lo mismo Bells. Quiero que desde hoy, ambas seamos como hermanas de sangre. Nunca nos separaremos. Siempre unidas ok?- me dijo nostálgicamente.

-Ok… hermanas por siempre- escupí mi mano y se la ofrecí… ella escupió la suya y tomó la mía, haciendo un pacto con ello.

-Entonces…yo empiezo.

-Te escucho.

-Hace unos meses, mis padres tuvieron que asistir a una cena benéfica, ya sabes, esas que mi padre organiza todos los años. Nos dijeron a Edward y a mí que teníamos que acompañarlos. Yo acepté encantada y aunque Ed no quiso ir, al final se resignó. Cuando llegamos, empezamos a saludar a muchas personas y 30 minutos después de haber llegado, mi padre nos dijo que su colega de mayor confianza había llegado con su familia. Nos los presentó y ahí lo conocí Bells.

-Conociste a quién Alice?

-Al amor de mi vida. Su nombre es Jasper, Jasper Hale. No te parece el nombre más hermoso que hayas escuchado jamás?- No, el nombre más hermoso para mí, es Edward Cullen.

-Bueno, creo que el nombre de mi chico es el más hermoso… lo siento.

-Eso ya lo veremos… ok, cuando mi padre me lo presentó, él me miró fijamente a los ojos, tomo mi mano y la besó sin despegar su mirada de la mía. No sabes lo que sentí cuando hizo eso. Es como si estuviera naciendo de nuevo, como si él me hubiera dado una nueva vida. Nunca me había pasado eso… lo único que pude hacer en ese momento fue ruborizarme a más no poder y decirle “mucho gusto en conocerlo”. Estaba muy nerviosa. Luego de 20 minutos, estábamos todos cenando y me di cuenta que Jasper me miraba en todo momento y creo que Edward se dio cuenta de eso y me advirtió que tuviera cuidado, lo cual me enfureció porque se estaba metiendo en donde no lo llamaban, y yo nunca me meto en su vida…

-Pero tal vez él…-la interrumpí, pero me callé al instante.

-Él qué, Bells?

-No, nada… continúa.

-Ok. Entonces llegó el momento de bailar y en la segunda pieza, el me preguntó si aceptaría bailar con él. Acepté y fue lo más hermoso que me pudo pasar… hasta ese momento. Bailamos durante toda la velada. Cuando él se dio cuenta de que ya era hora de irnos a nuestras casas, me llevó a un costado de la pista y nos dirigimos hacia el pasillo por donde estaban los baños. No sé por qué me dejé llevar… había algo en mí que me hacía confiar en él sin titubear… entonces, pasó.

-Pasó, qué?... no me asustes… acaso tú y él… en el baño…

-Ay, no Bells… cómo puedes pensar eso de mí- me dijo ruborizada- pero no te negaré que estuvimos a punto.

-Cuéntame qué pasó Alice.- le ordené

-Ya, ya, calma. Me dijo tiernamente que yo era la mujer más hermosa que había conocido en su vida y que le había causado sensaciones extrañas y a la vez maravillosas en su ser. Yo estaba que no me lo podía creer. Quería decirle lo mismo, pero luego él me preguntó si podía besarme… no le contesté, sólo… lo besé. No sé cuánto tiempo nos la pasamos así, pero cuando me fijé, estábamos en un cuarto lleno de escobas y más utensilios de limpieza… yo sentada en una especie de repisa y él entre mis piernas… no sabes las ganas que tenía de que me haga el amor ahí, en ese momento, sin importarme lo que pasaría después, pero no pasó. Él se detuvo, y me dijo que así no es como solía comportarse, que él era un caballero y que no me podía ofender de tal manera. Yo, en ese momento, me sentí rechazada, no deseada, pero él lo percibió, o eso creo, porque de inmediato me aclaró que lo que más quería en ese momento era hacerme el amor como un animal, hasta el amanecer… y no sabes cuán colorada me puse… creo que bien se podía ver el arco iris en mi cara. Así que nos arreglamos y dijimos que empezaríamos una relación y veríamos si funciona y de acuerdo a ello, la haríamos más seria, pero iríamos despacio. Desde ese día, siempre me contacto con él por el celular o videollamadas. Estoy muy feliz. A cada minuto que pasa, siento que lo quiero más… hasta creo que no lo quiero… lo amo!... y quiero decírselo, gritárselo a todo el mundo… quisiera formalizar nuestra relación… poder vernos con libertad, sin escondernos de nadie, contarles a nuestros padres… por fin, sé lo que se siente estar enamorada y puedo decir que es lo más bello y puro que he sentido en mi vida Bells… Bueno, creo que eso es todo… Ahora, quiero que me cuentes sobre ese chico tuyo que te tiene encantada.

Ahora sí viene lo peor… solo espero que todo salga bien.

 

Alice se acomodó en su lugar y fijó su mirada en mí, muy atenta a cualquier signo de titubeo si planeaba mentirle… muy lista.

-Bueno Alice, desde que… lo que quiero decir es que…- y me desesperé-… te juro que no lo planeé… ni siquiera me di cuenta… solo pasó y no sé cómo… perdóname…

-A ver Bella, cálmate sí?... la verdad, no te entiendo nada… por qué tendría que perdonarte?- me tomó del rostro- mírame Bells, qué sucede?... Qué tiene que ver el chico que te gusta conmigo? No logro entenderlo… es que acaso… no, no lo creo… acaso tú…

-Sí, Alice… desde que entré al instituto, me sentí atraída por Edward… sé que eso no es algo fuera de lo común, todas están detrás de él, pero al pasar el tiempo, eso fue creciendo sin que yo me diera cuenta… ahora siento que no solo me gusta, no solo quiero pasar una noche con él… es más que eso, siento que… lo amo.- ok, ya está hecho.

-Pero, por qué…

-Sí, lo sé.- la interrumpí por segunda vez consecutiva- Ni yo misma me lo creo… además… sabes qué? Quizás lo que siento no es amor. Tal vez solo sea una ilusión y yo me esté confundiendo, porque nunca me había pasado antes… nunca me he enamorado y quizás esto sea una equivocación… Alice, me estás oyendo?

No me respondió.

-Entiendo que no me quieras hablar, que estés enojada conmigo, que pienses que no soy suficiente para Edward, que algo entre él y yo es imposible y que en este momento sientas lástima por mí, ya que seré infeliz por un laaargo tiempo. Lo entiendo…

-¿Qué dices, Bells?... justo ahora me estaba imaginando a ti y a Edward juntos… aaaayyy qué hermosa pareja forman!! Tenemos que planear algo para que Ed se fije en ti, pero YA!.

-Claro, yo… ¿CÓMO?!! Pero, yo pensé que tú creías que…

-Cómo puedes pensar que YO crea que eres insuficiente para mi hermano o que esté enojada porque estás enamorada de él? Al contrario, me encanta esa idea… tú eres lo que Edward necesita para que deje esa vida de vándalo que tiene… Esme se pondría muy alegre, Carlisle estaría sumamente orgulloso por su elección… aaayyy, todo sería FANTÁSTICO.

Me quedé muda en mi lugar, sin saber cómo reaccionar… Debería estar feliz porque mi amiga piensa que no es mala idea tener una relación con Edward? O debería estar triste porque sé que haga lo que haga, esté su familia o no a favor, él nunca se fijaría en mí?

-Bells? Qué pasa? Por qué te quedaste muda? Tenemos mucho que hacer…

-Para, Alice. Detente. Escucha, en verdad agradezco que pienses que Edward y yo nos veríamos bien… juntos, pero eso es imposible… es decir, solo mírame. No soy la clase de chica en la que él ponga los ojos. Así que no hay nada que hacer; no hay posibilidad de que él y yo seamos novios. Somos muy muy diferentes.

-Pues, déjame decirte mi querida Bella que los opuestos se atraen… es una ley física, por lo tanto no puedes refutarla… puedes?

-Bueno…

-Lo sabía, no puedes, así que no hay nada más que decir. Bella, estás ciega. Cualquiera que te viera pondría los ojos en ti…

-Pero Edward no es “cualquiera”- la interrumpí.

-Ay, amiga, eres mucho más de lo que él se merece. Eres mucho más hermosa que cualquier muchacha de la escuela… claro, excepto yo- reímos un poco ante esa broma- no te ves con claridad… si te lo propones, puedes hacer que TODOS los chicos babeen por ti, y sin necesidad de que te cargues el rostro con maquillaje o te hagas cirugías… Déjame demostrarte que eres todo esto que acabo de decir, y aún más.

-No estoy segura, Alice. Puede que en este momento esté dispuesta a ser lo que tú me dices, pero si no funciona? Si no es suficiente?... no quiero sufrir más Alice. Suficiente tengo con verlo con la Tanya esa y encima saber cómo ella lo enga…- upps… hablé de más

-Cómo ella… qué?

-Nada Alice…

-Bella!...- empezó con su voz de advertencia.

-En serio… no es…

-No digas que no es nada, porque hay algo y no me lo quieres contar… y si no me dices qué es, te juro que te torturaré todo el fin de semana… a MI manera.

Ay no… no tortura Alice… por favor!

-Me vas a decir o no?- me presionó.

-… Está bien. Tanya le… ella le es infiel a Edward.

-Lo sabía!!! Lo supe siempre!!! Esa zorra engaña a mi hermano… lo sabía!!!- dijo mi amiga con furia en la voz.

La dejé rabiar por unos minutos, hasta que se calmó.

-Y cómo te enteraste de eso, Bells?

Oh, Oh… esto es vergonzoso

-Bueno, fue hace una semana. Yo quería leer y cuando al fin encontré el lugar indicado, escuché a una mujer jadeando y cuando miré de reojo en la dirección de donde provenía la voz… vi a Tanya y… Tanya y…

-Tanya y quién, Bella?

-Tanya y James estaban devorándose mutuamente.

-James? Esa perra… de todos los chicos, tenía que escoger a James… Ella sabe que él y Edward se odian a muerte.

-Y me temo que eso no es todo, Al

-No me digas que te quedaste a ver cómo…

Me ruboricé.

-NOOO!! Cómo crees!!... no se trata de eso… Hace unos días, fui a leer nuevamente y minutos antes de que termine, llegaron hacia donde yo estaba Tanya y Edward. Ella le decía que nunca estuvo con James y que él decía mentiras, que no le dijo que él quería llevársela a la cama porque no quería poner en peligro a Edward, que tenía miedo y que al no aceptar la propuesta de James, él empezó a decir a toda la escuela que se acostó con ella, pero que no era cierto.

-Pero cómo puede mentir de tal manera??... es una víbora… pero bueno, al menos me tranquiliza que confío en que mi hermano es lo suficientemente inteligente como para no haber caído como un ingenuo.

-Esa es otra cosa que te quería decir… de hecho, él le creyó y le dijo que nunca debió desconfiar de ella… y ya sabes, no quise enterarme del resto de lo que harían para reconciliarse… así que me fui del lugar.- le dije un poco triste.

-No puedo creer que Edward sea tan estúpido… pero no te preocupes Bells. Después de hacer lo que tengo en mente, esa cualquiera desaparecerá del mapa para siempre… confía en mí… eso te lo aseguro.

Claro… ya veremos Alice. Pensé.

Así, fueron pasando los días, tranquilamente. Le pregunté a la señorita de la limpieza si había encontrado algo en los vestidores de damas, pero me dijo que no.

Alice estaba más pensativa que nunca, como si estuviera haciendo un plan maquiavélico… daba miedo. Me contó que había revelado nuestras fotos y las había colocado en su habitación. Había un brillo misterioso en sus ojos cuando me lo dijo, pero lo dejé pasar, digo, esta chica está loca por el tal Jasper. Tengo que irme acostumbrando a verla con esa cara de soñadora diariamente. También, me dijo que sus padres no volverían hasta dentro de dos semanas, por lo que la próxima haríamos otra pijamada.

Y bueno… Edward… en la última semana, me ha mirado más veces que en los casi doce meses que llevo aquí. De hecho, parecía que quería saludarme o algo cada vez que nuestros caminos se cruzaban, pero algo se lo impedía…… la pregunta es ¿por qué querer saludarme ahora si nunca lo había hecho antes?

Y si… oh Dios!... y si me reconoció la semana anterior cuando él y Tanya hablaban sobre su relación? ¿Si quería advertirme que no dijera nada o me podría humillar delante de toda la escuela? No… no creo que sea tan cruel. Tenía que dejar de pensar en estas cosas. El timbre sonando me logró sacarme eso de la cabeza… por el momento.

-Buenas tardes. Usted es la señorita Isabella Swan?- me preguntó el sujeto k tocó el timbre anteriormente.

Ya me estaba acostumbrando a recibir esta clase de paquetes.

-Sí, yo soy Isabella.

-Ok, tiene que firmar aquí- me señaló dónde y lo hice- bueno, eso es todo.

-Gracias.

Entre a mi casa con el paquete en manos y me fui a ver qué era lo que me había enviado Alice ahora. Sí, esto formaba parte de su plan. Ella me decía cómo vestirme de manera provocadora pero no vulgar, de manera más reservada, pero como ella dijo “mostrando mis atributos”, los que yo creo no son muchos, pero en fin. Si ella creía que esto funcionaría, esto haría. De todas formas, era mejor intentarlo que no hacer nada. Me dirigí a mi habitación y me probé las prendas que me mandó Alice. Cuando me puse el último juego que constaba de unos leggins  cafés que combinaban con mis ojos, una blusa blanca de manga 3/4 pegada con escote en “v” más pronunciado de lo que me gustaría y pedrería en el pecho. Era lindo. Pero eso no fue todo. También eligió la lencería. Eso me parecía tan ridículo. De qué servía si nadie lo vería al fin y al cabo. Bueno, en fin, el juego era de color café y era muy atrevido para mi gusto, pero igual me lo puse. Al principio creí que era incómodo, pero no fue así. Se sentía bien y tenía que admitir que el bra me levantaba los senos  los hacía ver más lindos en el escote (N/A: por si desean, el juego de lencería está en mi perfil). Y por último unos botines con tacón. Estaba aprendiendo a controlarlos… no era tan difícil, pero a veces perdía el equilibrio, en especial cuando la superficie iba en bajada. Iba a colocarme los zapatos cuando el sueño se apoderó de mí.

Debí imaginármelo. No he dormido más que 2 horas en los últimos 3 días y todo por un trabajo “grupal” en el cual solo yo hacía todo, porque mis “compañeros” no se dignaban a “malgastar” su tiempo haciendo cosas, según ellos, sin importancia. Tenía que presentar mañana el trabajo, así que tuve que sacrificar mi sueño por terminarlo. No pude más. Tenía que dormir un poco. Después de todo, Charlie no vendría hasta dentro de 2 días, ya que estaba haciendo una diligencia en Port Ángeles. Ya después pediría una pizza o cocinaría algo no tan elaborado. Pensando eso, me sumí en un profundo sueño.

Estaba en una cómoda cama con un chico encima de mí. No sabía de quién se trataba, pero sí que sabía besar. Nos comíamos mutuamente y yo además jadeaba por falta de aire. Pero eso no importaba, quería sentirlo aún más cerca.

-Bella, me vuelves loco- me susurró el chico con una voz ronca y excitante que me parecía… Edward?... No es posible.

-Edward, qué…?

-Shhhh, hemos esperado por estopor mucho tiempo… Eres mía, Bella, mía.

Me quitó el camisón y sus manos se dirigieron a mis pechos desnudos. Automáticamente, le saqué la camisa y lo empujé quedando encima de él… de dónde salió esa Bella?... no interesa, quería algo y lo tendría en ese momento… le desabroché los pantalones, mientras él lamía y succionaba mi pezón izquierdo y pellizcaba suavemente el derecho… se sentía tan bien. Ya estaba más que excitada y muy muy mojada. Solo faltaban sus bóxers, así que los retiré rápidamente y él prosiguió quitándome mis pants junto con mis bragas. Rodeé su miembro con mis manos lentamente…

-Ahh… Bella… no sabes lo que causas en mí…

-Ni lo que tú en mí, Ed… te quiero dentro ya…

-Tus deseos son órdenes… pero antes…- comenzó a acariciarme. Frotaba mi clítoris, mientras introducía un dedo en mí… ohh Dios… luego introdujo un dedo más y ya no pude resistir.

Quité su mano y la coloqué en mis caderas, al igual que su otra mano.

-Basta de juegos, Ed.- Tomé su miembro y lo introduje en mi cavidad en un solo movimiento

-Ahh… Edward…

 

Din don din don

Ayy no… un sueño?????........ ni siquiera lo terminé… maldito timbre.

Me coloqué los botines, ya que fue lo que más cerca tenía y me dirigí al primer piso.

Acaso seguía soñando?... No podía estar viendo a Edward parado en mi porche… imposible.

-Hola…- se quedó mirándome enterita… pues, sí, mira lo que te pierdes…- no sé si me conoces, pero de todas maneras, me presento. Soy Edward Cullen… Tú eres amiga de mi hermana Alice cierto?

No podía creer que fuera realidad… Vamos Bella… di algo, no actúes como una idiota… demuéstrale que no te afecta tanto… habla!!

-Hola, sí yo soy Bella Swan, amiga de Alice.

Después de eso, él no dijo nada… ya me estaba poniendo nerviosa.

-Y… dime… qué te trae por aquí? Alice te envió? Acaso le sucedió algo?- le dije

-No, ella está bien y no me envió… Yo… vine porque tenía que darte algo… Espera un momento, es que quería asegurarme de que estabas y dejé lo que te traje en mi auto.

No contesté nada, pero igual se fue hacia su auto.

¿Darme algo?... ¿Edward darme algo a MÍ?

Sacó un pequeño paquete, como un empaque de tela… pero qué podría ser eso???

-Bueno, quería darte esto antes, pero no sabía cómo acercarme… no quería asustarte.

-Ah?... oh, gracias, no debiste… molestarte…mmmm y qué es?

-No lo sabes? Pensé que lo estabas buscando… lo dejaste olvidado cuando leías cerca de donde… Tanya… y yo hablábamos.

¿Qué????? Pero qué se me pudo haber olvidado… si tengo todo conmigo… qué… ay no.

-Vi un objeto allí donde tú estabas, así que lo recogí y efectivamente tenía tu nombre, así que quise devolvértelo de inmediato, pero como te dije no sabía cómo acercarme… nunca hemos hablado antes.

No puede ser… cómo pude olvidar el cuaderno donde escribía historias y algunas basadas en él… ayy Dios!!... de hecho que lo leyó… ¡Qué vergüenza!... pero no creo que se haya dado cuenta que en la mayoría de historias hablo de él… como dijo, nunca nos habíamos hablado, así que pudo suponer que yo ni sabía de su existencia… sí, por favor que sea así…

-Oh, sí claro… pensé que… lo había olvidado en el gimnasio-  mentí- pero nadie encontró nada… Gracias- casi se lo arranché de las manos.

-No es nada… yo… así que… vas a estudiar Literatura?

-Ah?... Qué?... Acaso tú leíste…?

-Bueno, sí… lo siento pero es que me dio algo de curiosidad y… te sientes bien?

No puede ser… lo leyó toditito… ay no… lo sabe, lo sabe… me quiero morir… mi vista se fue nublando un poco…

-Creo que… no.

-Déjame ayudarte… puedo?

-Sí- casi no se escuchaba mi voz.

Me tomó de la cintura, me ayudó a entrar a mi casa y me sentó en el sofá.

-Te duele algo? Tienes pastillas o algo que te hagan sentir mejor?

-En mi habitación- dije a duras penas.

-Claro, no te preocupes… ahora vuelvo… quédate aquí.

Me dejó en la sala y subió las escaleras.

¿Subió las…? Oh por Dios!! Qué hice???... tengo que detenerlo… no puede entrar a mi cuarto…

Reaccioné rápidamente y fui detrás de él, pero ya era tarde… cuando llegué, él ya estaba dentro… oh, no… la ropa que Alice me mandó y… la lencería

¿Pero qué era… tenía un bra en sus manos?

Cuando me vio parada en la puerta, lo soltó rápidamente, y puedo jurar que se ruborizó un poco.

-Lo siento… yo no… encontré nada y… estaba buscando… lo siento.

No sabía qué decir. Quería que la tierra me tragara.

No sé qué fue lo que pasó, pero Edward se dirigió rápidamente hacia mí y me cogió… tal vez iba a caer… hubiera preferido estamparme contra el piso…

-Isabella… Isabella… Rayos!...- me levantó en brazos y escuché sonidos sordos… tal vez estaba retirando las prendas de mi cama- recuéstate un momento… Isabella… Dios… contéstame…

Abrí mis ojos y lo encontré demasiado cerca… la palma de su mano derecha estaba en mi mejilla. Yo alcé la mía y la coloqué en su mejilla también. Quería besarlo y que lo que no terminó en mis sueños, lo hiciera en la realidad. Decidida a ello, lo tomé de la nuca y lo acerqué a mí estampando mis labios en los suyos… No importa lo que piense… después me arrepentiré, ahora quería sentir.

Era el mejor beso de mi vida… bueno, en realidad, el único, pero estaba segura que sería el mejor. Pero quería más… más… lamí sus labios dándole a entender lo que quería y sin más abrió los suyos dándome entrada a su boca y dejándome saborearlo aún más. Nuestras lenguas se movían salvajemente y yo no podía sentirme mejor… al menos por ahora.

Él empezó a bajar su mano izquierda por mis costillas rozando mi pecho, lo que me hizo gemir. Siguió bajando hasta mi muslo y se quedó allí acariciando y apretando avariciosamente. Se acomodó mejor en la cama y colocó mi pierna en su cadera, donde la enganché al igual que la otra. Ahora su mano se metía en mi blusa e iba subiendo hasta mis senos… era el paraíso…

Yo no quise quedarme atrás, así que metí mis manos debajo de su polo y empecé a tocar delicadamente su torso bien formado… Él gruñó y acto seguido me arrancó la blusa y mi bra; yo hice lo mismo con su prenda. Froté sus pezones y rompí nuestro beso para lamer sus pectorales. Él jadeaba y acariciaba mis senos mientras yo me deleitaba con su sabor.

-Isabe…

-Bella… dime Bella- le dije con dificultad.

-Bella, me… estás volviendo loco…- se separó unos centímetros de mí y me tomó del rostro- si no nos detenemos ahora… no… no lo podré hacer luego…

-Pues no lo hagas… no te detengas…- y los besé con fuerza. Quería sentirlo dentro de mí con más ganas que en mi sueño y de pronto sentí que la fiera en mí daba signos de vida en mi interior.

Había algo que me daba seguridad y me empujaba a avanzar más rápido… a seducir… a volverlo loco… y darle placer…

Dirigí mis manos a su entrepierna y acaricié desde afuera su grande y duro miembro.

-Ahh… Bella- gimió, como en mi sueño. Eso me gustó, así que desabroché el botón, bajé el cierre de sus pantalones y me adentré en sus bóxers alcanzando mi objetivo que palpitaba en mis manos…- ohh… Dios!... no pares, no pares…- gemía descontrolado… si quería eso, se lo daría.

Bajé totalmente sus pantalones y sus bóxers y comencé a acariciar su pene…

-Así?... te gusta?- le ronroneé.

-Ahh… sí… sigue… ahh- lo sentía palpitar más y era la sensación más grandiosa que había vivido. De pronto, retiró mis manos, y cuando pensé que se había arrepentido de todo esto y se iba a ir… me arrancó los leggins y se quedó mirando mis bragas, si así se les podía llamar, y se lamió los labios de la manera más sexy.

Me retiré los leggins con los pies y levanté mis piernas colocándolas sobre sus hombros.

-Me quieres matar… quieres eso?... – me decía jadeando– pues déjame decirte que… yo puedo hacer… que pierdas la razón antes de que yo muera en tus brazos.

Me acerqué a sus oídos… no sé de dónde saqué tanta flexibilidad… y le susurré- Demuéstramelo-  y succioné su lóbulo haciéndolo gruñir.

Hizo pedazos mis “bragas” y las lanzó a Dios sabe dónde. Apretó mis pechos mientras él iba dejando besos húmedos en mi estómago. Dejó uno de mis senos y usando esa mano  colocó las mías por encima de mi cabeza. Siguió bajando con sus labios… no podía creerlo… Edward Cullen me la iba a… Dejé de pensar cuando su lengua pasó por toda la extensión de mi vagina humedeciéndola aún más. Gemí con fuerza y me solté como sea de su agarre para luego llevar mis manos a sus cabellos.

-Eres más exquisita de lo que imaginé- me dijo él. Edward Cullen se había imaginado masturbándome con su lengua?

Frotó su lengua contra mi clítoris haciéndome ver estrellas…

-Dios! Edward… más…

-Quieres más… dónde Bella?- me provocó

-Ahí…- estaba enloqueciendo… quería sentirlo nuevamente…

-Ahí dónde?- insistió…  y perdí la paciencia

-Solo fóllame con tu lengua… ya!... o te castigaré…- oh por Dios! Esa no soy yo… o sí?

-Eso suena bien, pero tal vez más rato haga algo que me haga merecedor de tu castigo.

Después de haber dicho eso, introdujo su lengua en mi cavidad y comenzó a embestirme con fuerza. Sus movimientos me llevaron al cielo, pasé al infierno, al purgatorio… una y otra vez.

Gritaba su nombre descontroladamente, hasta que, cuando estuve a punto de tener un grandioso orgasmo, se detuvo… se detuvo…  él quería que le rogara, pero él lo haría primero… si quiere jugar, eso tendrá.

Nos giré rápidamente y me senté en su regazo con mis piernas a sus costados.

-¿Qué tal si jugamos al caballito?- le susurré en el oído lo más seductoramente que pude.

-Caballito?- gimió- oh, sí me encanta el caballito.

-Pero… hay un problema… es que no se montar… me enseñas?... aprendo rápido- le ronroneé.

-S… sí yo te enseñaré- jadeó

-Solo dime qué hacer… yo me encargo de lo demás…

Me tomó de las caderas, pero al parecer recordó algo importante porque me tomó delicadamente y se inclinó para coger sus pantalones, sacó su billetera y de ahí sacó un paquetito plateado… oh, protección.

Sin decir nada, abrió el paquete, pero hasta ahí llegó. Se lo quité y se lo coloqué yo misma muy lentamente haciéndole gemir.

Entonces, me tomó nuevamente de las caderas y comenzó a “darme las clases”.

-Solo… tienes que…

-Sí, ya entendí… me acerco más… así- apreté mis senos en su pecho-  me posiciono… así- me coloqué encima de su excitado pene, pero sin tocarlo- y luego… te dirijo… así- tomé su miembro y lo conduje a mi húmeda cavidad. Solo coloqué la punta en mi entrada- lo estoy haciendo bien??- no sé de dónde me salían tantas fuerzas para hablar con claridad.

-Sí… sí… eres… u-una buena-a… alumna… con-continúa- creo que a él ya lo abandonaron las fuerzas.

Sin esperar más, lo adentré en mí en un solo movimiento… hasta el fondo. Gemimos ambos a la vez y yo me quedé quieta un momento, esperando que el dolor desapareciera.

-Bella… tú eras…- se dio cuenta.

-Shh…- lo interrumpí- tú lo dijiste… era… ya no.

-Pero…

-Solo quiero sentir… no pienses… yo no lo hago…- y empecé a moverme.

Lo hacía lentamente viendo su rostro, asegurándome de que lo esté disfrutando. Apretó fuertemente mis caderas, mientras lamía mis senos, queriendo acelerar mis movimientos, pero no… tenía otros planes para él.

Me agarré de sus hombros y empecé a salir de él lentamente y me quedé ahí quieta. Luego, rocé su punta tentándolo… ruégame, Edward… pídeme que no pare.

-Bella… estoy enloqueciendo… por favor…

-¿Qué quieres Edward? Dímelo y te lo daré.

-Quiero… entrar en ti… quiero follarte… duro- oh, sí… esto se pone mejor.

-Duro?- y dejé entrar solo la punta de su pene para luego retirarme nuevamente.

-Por favor… por favor Bella… te lo suplico… déjame…- pero no lo dejé terminar… lo adentré nuevamente y me empecé a mover con desesperación.

-Así?- pregunté con voz ronca.

-Sí… no pares…- jadeó- pero…- ¿pero?-… ahora es mi turno.

Y nos volteó quedando él encima de mí y adentrándose con más profundidad por el rápido movimiento que hizo, por lo cual gemí fuertemente.

-Eres una chica mala, Bella… pero te lo pasaré… solo por esta vez.

Y comenzó a embestirme profundo.

-Edward… ahh… dijiste… que… me follarías… duro…-dije a duras penas.

-Eso quieres?

-Rayos… sí… dame duro Edward- y apreté sus caderas con mis piernas acercándolo más.

Y así fue… empezó a arremeter con fuerza… era mucho mejor que su masturbación con su grandiosa lengua… nada se comparaba con esto. Sentía que ya me faltaba poco para llegar a mi orgasmo… y no podía evitar que esa fiera en mí quisiera más… más…

-Ahh… más… Edward… más duro…- gemí en su oído.

Él gruñó como una bestia y me obedeció. Sus embestidas aumentaron su fuerza… tanto que lo sentía en la garganta… eso era lo que quería… ahora sí me sentía completa

-Me sientes, Bella?... sientes… cómo te lleno?- gruñó en mi oído.

No podía hablar… era demasiado… no encontraba mi voz.

-Respóndeme… si no…- y sus movimientos bajaron su intensidad. No, no te detengas

-Sí… te siento hasta el fondo… no te detengas…- reanudó sus movimientos y nuevamente me sentí completa… como hace unos momentos- ya casi… Edward…ahh- gemí, o más bien, grité.

-Bella… córrete… hazlo para mí… y luego llévame… contigo- mis caderas se movieron con fuerza para encontrarse con las suyas en cada embestida.

Pronto sentí cómo yo empezaba a temblar y su miembro pulsaba dentro de mí. Ya estaba muy muy cer…

-Edward!- grité cuando sentí a mi orgasmo llegar. Dos embestidas después, llegó él.

-Ahh… Bella- terminó.

Ambos sudábamos y temblábamos por la intensidad de las sensaciones del momento. Nuestras respiraciones agitadas eran el único sonido en la habitación, además de nuestros corazones acelerados. Él enterró su cara en mi cuello tratando de calmarse y yo hice lo mismo… solo que en el proceso, me di cuenta que ya todo había terminado… ahora estaría en la lista de “las chicas que se acostaron con Edward Cullen”… pues como lo dije en un comienzo, ya después me arrepentiría… pero no, no me arrepentía… solo me dolía que fuera una más y no la única como me hubiera gustado. Tenía que terminar con esto ya… antes de que él hable… para darle a entender que para mí significaba lo mismo.

-Edward… Ed…- pero no pude seguir… sus labios me besaron tiernamente, impidiéndome hablar. Así que solo me dejé llevar nuevamente. Le respondí el beso y mis manos fueron a sus cabellos. Sin pedir permiso, nuestras lenguas se encontraron y comenzaron un movimiento sensual. No podía dejar que continuara o no pararía y eso me haría sufrir más cuando se vaya.- Edward… detente…

-No Bella… no quiero… no, ahora que te he encontrado… no te dejaré ir…- estoy alucinando cierto?

-Pero…

-Shh… Bella, escúchame… por favor… Cuando encontré tu cuaderno, tuve una curiosidad por saber a quién pertenecía, así que lo abrí. Al ver tu nombre, me di cuenta de que en realidad no sabía quién era esa persona, que nunca me había percatado de que estudiaba en el mismo instituto que yo, y en mi mismo año. Entonces, le pregunté a Alice si había oído hablar de ti…- Alice lo sabía y no me dijo nada… m las vas a pagar, duendecilla del demonio- Bella, pasa algo?

-No… continúa.

-Fue entonces que ella me dijo que de hecho las dos eran amigas y luego me mostró las fotografías…- oh Dios! Alice le mostró las fotos que me tomó en su pijamada… la mataré-… las fotografías  más hermosas que había visto en mi vida.- Qué dijo?- No podía creer cómo no me había dado cuenta de la existencia de un ángel tan bello como tú, es decir, nunca te vi. Fue así que supe que en todo este tiempo, lo único que me había importado había sido yo mismo. Además, me di cuenta de que no era la primera vez que no miraba alrededor y de repente se me presentaba una linda mujer que decía ser estudiante de la misma escuela que yo y quería que fuéramos “amigos”- hizo ademán con las manos enmarcando la palabra con comillas imaginarias-. Luego, salíamos y descubría que lo único que ella quería era mi dinero o se interesaba en mi físico. Eso me hacía tener menos interés en las mujeres… pensé que todas siempre querían lo mismo… pero al verte en las fotografías, me pregunté ¿cómo era que tú fueras la única que nunca se acercó a mí, como las demás? Eso me dio curiosidad de saber más de ti… tal vez tú eras diferente, tenía esa esperanza y no me equivoqué. Al querer conocerte más, algo que no le revelé a Alice, le dije que yo mismo te entregaría el cuaderno, pero no lo hice. Pensé  que podría saber cómo eras si leía tus apuntes, al menos por la forma de tu letra… bueno, eso era lo que dicen los especialistas. Entonces, me di cuenta de que no era un cuaderno de apuntes, sino, una especia de recopilación de historias claramente creadas por ti. En ese momento, me decidí a leerlos sin dudar y cuando descubrí todos esos sentimientos tan profundos impregnados en cada una de esas historias, y todas dirigidas a un hombre…- ay no, que no se haya dado cuenta… por favor…

-… Con respecto a eso…- pero, no pude seguir… me había colocado dos dedos sobre los labios.

-Déjame terminar… por favor- asentí hechizada por su penetrante mirada y él continuó- Cuando descubrí que siempre te dirigías al mismo hombre, no sabes… no te imaginas la envidia que sentí- ¿envidia?

Tal vez vio mi confusión, porque me explicó el por qué de ese sentimiento

-Sí, Bella, envidia, porque nunca, NUNCA, nadie había sentido eso por mí, nunca me había sentido amado tan profundamente por una mujer. Así que lo envidié, y desde ese momento, no pude dejar de… desear con todas mis fuerzas ser él… me… imaginaba que se trataba de mí… imaginaba que era a mí a quien profesabas tu amor y me hacía ilusiones que cada día se intensificaban más. Me gustó tanto esa sensación que pensé en quedarme con tu cuaderno o sacar una copia- sonrió y yo lo seguí sin poder evitarlo.

Nuestras miradas se encontraron y pude ver un brillo en los suyos que me daba una alegría que nunca había sentido… pero ¿por qué?

-Obviamente, no pude hacer ninguna de esas cosas, porque fue así cómo empecé a verte realmente. Y siempre quería acercarme, pero no sabía cómo… siempre me ponía nervioso, me sudaban las manos o simplemente no sabía cómo decirte un “hola”. Nunca me había pasado eso y me sentía extraño. Para eso ya había terminado de leer el cuaderno y decidí conocerte aún más. Quise saber cómo una persona podía albergar tantos sentimientos y cómo podía dirigir estos a una persona, una afortunada persona, la que yo ansiaba ser.

-Edward… tú eres…

-Quiero decirte que no… no me arrepiento de lo que sucedió hoy y que no… estoy dispuesto a enfrentarme a quien sea para tenerte. Quiero demostrarte que no soy la persona que crees que soy; que no soy un cretino o un patán. Yo solo me muestro así, porque desde que mi mejor amigo me traicionó, no quise ser engañado por nadie más. Me encerré en mí mismo y eso me hizo egoísta, pero no más… quiero abrirme a ti Bella… déjame entrar en tu vida… déjame demostrarte que yo también…

Pero no lo dejé seguir. Lo besé con emoción. Nadie me había dicho algo así en mi vida y estaba flotando en las nubes al ver que el que me había dicho todo eso era nada más y nada menos que el amor de mi vida. Rompí el beso por falta de aire, pero tomé su rostro con ambas manos.

-Hablas mucho… lo que quería decirte hace un momento… es que… ese hombre…- pero, claro, me tuvo que interrumpir

-Sé que puede ser que él sea el amor de tu vida, pero por favor, Bella, yo… tú…

-Edward, por favor… escúchame sí? Lo que quería decirte es que el hombre de quien hablo todo el tiempo en ese cuaderno… ese hombre… eres tú.

-¿Yo?... pero… cómo…?... es decir, tú me… amas?- llegó el momento de enfrentar la realidad.

-Sí, Edward… la verdad es que siempre te he amado y… me dolía que nunca te hayas fijado en mí… y claro, quién lo haría… sé que no soy suficiente para ti y…- vi que me quería interrumpir, pero puse mi mano en su boca para que no hablara- no quiero que confundas lo que sientes. Tal vez, lo que quieres es sentirte querido y por eso quieres estar conmigo, pero no soy la única en el mundo… tal vez… puedas encontrar… a alguien que te quiera tanto y que tú ames también…- no pude evitar que mis lágrimas salieran. Él las cogió con sus manos y las limpió. Cogió la mano que cubría sus labios y habló.

-No entiendes Bella… yo no quiero otra… te quiero a ti… no voy a decir que te amo… porque sería una mentira… y yo no quiero mentirte. Pero me gustas mucho y quiero formar una relación seria contigo. Sé… tengo la seguridad, créeme, de que llegaré a amarte aún más de lo que tú me amas ahora.

-¿cómo puedes estar tan seguro de eso?... yo no quiero salir lastimada… me basta con lo que he llevado sufriendo este tiempo al ver que tú nunca te fijarías en mí…

-Pero eso sucedió porque nunca supe de ti… porque no quise ver a ninguna mujer… estaba cansado de ellas; todas se mostraban iguales. Además, estoy seguro de que tú no eras tan sociable que digamos. Es decir, nunca escuché a nadie hablando de ti, por lo que supongo que te gusta pasar desapercibida; además, eso es lo que expresas en tus historias. ¿Me equivoco?

-No… en realidad, no me gusta llamar la atención.

-¿Ves?... pero ahora que te conozco, en verdad estoy interesado en ti. Quiero saberlo todo, quiero compartir cosas contigo… y por si piensas que me interesas por las fotos que vi, pues quiero decirte que no me importa si usas un costal o esas ropas que más bien sirven para esconder tu apariencia; no vas a dejar de gustarme… y la verdad me gusta más verte sin prenda alguna, bueno, a no ser que te pongas uno de esos conjuntos de lencería…

-Edward… yaa- y se carcajeó… y por supuesto yo lo acompañé. Pero luego me puse seria. Aún faltaba algo.

-¿Y qué me puedes decir de Tanya? Sé bien que es tu novia. Si dices estar tan interesado en mí, por qué estás con las dos?- le pregunté rápidamente, antes de que me interrumpa.

-Ella no es nada… solo estaba con Tanya para obtener información de James, porque según sé, él quiere destruirme, no hablo de matarme, sino de quererme humillar, tomarme por sorpresa y hacerme quedar mal delante de todo el instituto y yo no iba a permitir eso. Sabía que Tanya se acostaba con él, pero aún así me hice el desentendido me hice su novio. Sin embargo, cuando James publicó ante todos que se acostaba con ella y me tomaron como el imbécil, al idiota que lo engañaba, decidí acabar con esto. El día que tú nos escuchaste, pensé que podía soportar un poco más y por eso le dije que confiaba en ella y que le creía, pero después de 3 días, no aguanté más, así que terminé con ella… le dije que… estaba interesado en otra muchacha, y en eso no mentí. Por lo tanto, ahora no estoy con nadie, pero claro si fuera por ti, estaría con alguien ahora.

-¿Por mí?

-Exacto… Bella, ¿quieres ser mi novia?- no… no… NO PUEDE SER… me pidió que sea su… ahhh!!

Ya respóndele!!

-Yo… sí… quiero ser tu novia.

Apenas le respondí, me besó y yo no pude más que disfrutar del momento. Después de separarnos, cogió su celular que andaba tirado por ahí, y se fijó la hora.

-Dios! Ya es tarde… si tu padre me encuentra aquí…

-Shh… tranquilo, él no vendrá. No está en Forks. No te preocupes… ahora, quiero dormir; tú no?

-Pero… cómo… quieres que me quede a dormir contigo?

-Sí… hay algún problema?

-Bueno, yo encantado, pero si me quedo, los vecinos lo sabrán y por consiguiente tu padre. Digo, no creo que mi auto pase desapercibido.

Ayy maldito auto!

-Mmmm…  tienes razón- le dije con tristeza… ya me había ilusionado.

-Pero, puedo irme a casa, dejo el auto y tomo un taxi hasta acá. Así me puedo quedar y nadie tiene por qué enterarse.

-¿Harías eso por mí?

-Eso y más. Entonces, nos vemos en unos minutos… exactamente 40 minutos… cuéntalos, verás que estaré aquí en ese tiempo… no quiero estar alejado tanto tiempo de ti.

-Pues más te vale, porque si te tardas más, te castigaré.

-Mmm… creo que me tardaré más…

-Edward…- le dije lanzándole una almohada.

-Está bien, está bien… ya regreso.- se acercó y me dio un tierno beso. Acto seguido, se fue.

Me levanté de la cama y vi cómo su auto se alejaba. No podía creer que mi vida fuera a cambiar en tan poco tiempo y tan rápido. Sé que no todo será color de rosas, pero estoy dispuesta a pasar lo que sea estando a su lado. A partir de hoy, empieza mi nueva vida con Edward Cullen. Y todo gracias a mi cuaderno de historias.


Holaaa... qué tal? les gustó? estuvo bien?? siii, sé que escribo muuuuucho, pero es que no puedo evitarlo... les comento que tengo los caps avanzaditos...yyy pz toodos son larguitos, aunque no taaaanto como este... este cap salió así, porque al inicio solo pensé en hacer un oneshoot, pero luego se convirtió en fic... espero que les haya gustado, en serio.... nos leemos en el próximo.. byeee

Lyhaane.

 

 

Capítulo 2: CHAPTER 2

 
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