Todos los personajes de esta historia no me pertenecen, son de mi musa y escritora favorita S. M. Solo Steve es mío como la Historia
Prefacio
La sangre me hervía en las venas y corría velozmente por todo mi cuerpo, mi corazón latía con fuerza y no dejaba terminar un latido para empezar con otro, mis pulmones estaban agotados ya que me suplicaban que dejara de utilízalos para provocar un grito, pero no podía, mis gritos no salían porque tenía su asquerosa mano en mi boca, impidiéndome que gritara y pidiera ayuda.
Como pude ser tan tonta para no darme cuenta que me utilizaba, para no ver que lo único que quería era hacerme suya y que no le importara hacerme daño. Mi lagrimas inundaron mi rostro cuando recordé las palabras de mi mejor amigo, las únicas palabras que debí de escuchar, si tan solo le hubiera hecho caso, si tan solo no me hubiera peleado con el por la piquería que tenia encima, estaría bien, estaría en su casa o en la mía jugando y siendo abrazada por él, pero fui tan estúpida para caer en su trampa, claro el sabía que era demasiado ingenua y testaruda para dejarme llevar y como no hacerlo si por fin un chico se fijaba en mi.
Sus gigantescas manos tocaron mis piernas aun cubiertas por el pantalón y me besaba el cuello con brusquedad mientras yo me movía debajo de él, tratando de zafarme, tratando de quitármelo de encima pero nada funcionaba, nada de lo que hiciera lo podía alejar ya que con cada movimiento lo excitaba más y hacia que fuera más busco conmigo. Mientras me tocaba y trataba de quitarme la ropa, algo me lo quito de encima y provoco que respirara.
Me moví haciéndome a un lado y enrede mis piernas con la manos, no sabía que habia pasado o quien me habia salvado, pero estaba agradecida con aquella persona, entonces escuche los gritos de mi agresor cuando alguien le pego.
-Bella, todo está bien-dijo alguien a quien no pude identificar-Bella soy yo-volvía a decir-no tengas miedo, ya nada malo te pasara, ya estoy aquí.
Me abrazo y no pude evitar que mis lagrimas salieran de nuevo y ahí fue cuando me sentí muy cansada y caí pensando que me golpearía la cabeza con el suelo, pero alguien lo impido porque me acuno en su pecho.
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