BELLA
Cuando sentí calor en mi espada me di cuenta que ya había amanecido así que me moví y sentí u peso en mi pierna era la suya lo mire y sonreí era tan lindo pero luego recordé que para el esto no significaba nada, me levante de la cama y sentí una punzada en medio de mis piernas escuche que tocaban la puerta y abrir
- bella – dijo ros
- hola – dije mirándola
- como estas- dijo mirándome
- bien – dije sonriente
- tu papa me dijo que los quiere abajo temprano que puede que se hayan casado anoche pero que quiere que ensayen lo de la coronación y que quiere pasar un rato contigo antes de irse a masen
_ gracias-dije mirandola
_ te traje el agua para que se bañen
_ gracias _ dije sonriendole y abrazandola
Entre de nuevo para llenar la tina y empecé a buscar el vestido que me iba a poner uno verde que a mi papa le encantaba
Cuando lo sentí en mi espalda abrazándome
- buenos días – dijo besándome el cuello
- buenos días- dije sin mirarlo él se pegó a mí y sentí de nuevo su erección – mi papa nos quiere en el trono en 5 minutos- dije zafándome de sus brazos
- que pasa- dijo mirándome confundido
- nada – dije mirándolo
Llene la tina del baño para que él se bañara
- ya puedes entrar a bañarte
- quiero bañarme contigo – dijo mirándome
- no tengo tiempo – dije mirándolo
- ven – dijo tomándome de la mano y acercándome a él quitándome delicadamente la bata que me había puesto, tomo la otra taza de agua y la metió y me abrazo besándome el cuello
- Edward no podemos – dije mirándolo molesta
- no vamos hacer nada solo quiero bañarme con mi esposa-dijo sentándome en medio de sus piernas y besándome la espalda con un infinito amor
Cuando estuvimos listos me coloque mi vestido y Edward apretó mi corset
- espera- dijo mirándome
- que – dije molesta
- porque estas así conmigo
- ya me acosté contigo no – dije molesta saliendo de la habitación al trono donde estaba mi papa esperándonos – papi – dije lanzándome a sus brazos
- hija – dijo besándome la frente
- cuando te vas
- mañana luego de la coronación – dijo sonriente
Ensayamos todo el dia hasta que llegó la hora de la comida, hoy si tenía que sentarme en la mesa al lado de mi esposo esme y Carlisle habían venido y yo no podía dejar de pensar en que Edward me estaba mirando más de la cuenta pero era mi esposo que más podía esperar
- bella – dijo ros cuando ya todos se habían ido – que vas hacer hoy-. dijo mirándome
- quiero bajar al pueblo a comprar algunas cosas
- no pero – dijo
- por favor – dijo asentí y ella me abrazo
Tome mi abrigo y salimos a las caballerizas
- princesa-dijo un hombre en el establo
- si – dije mirando a mi yegua
- el príncipe Edward dejo claro que no puede salir al pueblo
- cómo?- dije mirándolo
- no puedes salir – dijo Edward
- pero qué demonios – dije molesta
- puedes dejarnos solos Sam – dijo Edward mirando al peón
- si su alteza con permiso – dijo
- rosalie – dijo Edward mirando a mi amiga
- ella no se va-dije molesta
- me estas desafiando
- piensa lo que quieras- dije molesta
- isabella no me desafíes - dijo molesto
- déjame en paz- dije montándome en mi yegua –rosalie
- no vas a salir – dijo
- me importa muy poco lo que tú digas mi papa jamás me prohibió nada no me vas a obligar a quedarme
- ahora eres mi esposa y haces lo que yo diga- dijo tomando las riendas pero yo fui más inteligente y le pegue a mi yegua haciendo que empezara a galopar corriendo hacia los campos Edward bufo y se fue detrás de mi
Corrí muy rápido hasta llegar de nuevo al rio, camine a la orilla y empecé a desnudarme
- que crees que haces- dijo mirándome
- lo que ves- dije quitándome mi vestido quedando desnuda y lanzándome al rio el me miró fijamente todo el tiempo cuando me lance se quedó en la orilla mirándome y yo nadando no era como tenerlo aquí pero no quería irme al castillo de nuevo
Estaba tan concentrada que no sentí cuando algo me toco la cadera
- que haces
- nadando – dijo mirándome
- Edward vete- dije molesta
- no – dijo tomándome de la nuca y besándome me tense en sus brazos pero lo abrace a mí y lo bese con la misma intensidad de lo que hacía me alzo y enrolle mis piernas en sus caderas y me llevo a una roca que había cerca me beso fuertemente y acaricio mis pechos yo solo gemía y apretaba su espalda a mí para que no me soltara me beso y tomo mis caderas penetrándome esta vez no me dolió como la primera pero si sentí una pequeña presión Edward me penetraba fuertemente y yo gemía su nombre hasta que después de tres estocadas más me vine, el me beso y movía más dentro de mí y cerró los ojos emitiendo un gemido muy sexy y ronco nos quedamos en el césped un rato hasta que después me compuse y me levante
- a dónde vas- dijo
- al castillo
- buena chica – dijo besándome – nos vemos en la noche – dijo acariciándome el cabello
- como que en la noche – dije mirándolo
- mi hermano se va mañana para Londres y quiero ir a celebrar con el esta noche
- Edward pero que – dije después de un rato de pensar se me ocurrió una idea y sonreí – bien – dije besándolo – que te diviertas
- gracias – dijo el confundido me coloque mi vestido y me monte en el caballo dolía pero tenía que ir rápido para iniciar mi plan
Cuando llegue al castillo corrí a mi habitación donde estaba rosalie
- donde estabas – dijo mirándome
- estábamos en el rio – dije mirándola
- que paso – dijo
- nada que como todo buen hombre descarga sus frustraciones teniendo sexo – dije molesta
- te obligo – dijo molesta
- no fue necesario de que me obligara cada vez que él me toca me derrito
- bella – dijo ella dolida
- tengo una idea y quiero que me ayudes- dije mirándola
- que vamos hacer- dijo mirándome
- ellos van a salir esta noche y quiero ver que hacen así que había pensado vestirme como una campesina para salir y no me reconozca – dije
- bella no sería bueno que tal y si te reconoce- dijo mirándome
- no lo ara – dije – tráeme el baúl de los disfraces- dije mirándola me lo paso y me coloque una peluca negra con una trenza larga rosalie me presto uno de sus vestidos y uno de sus largos abrigos
- lista- dijo mirándome
- bien – dije ella
Salimos en su caballo para dejar el mío cuando llegamos al pueblo caminamos por las calles nadie me reconocía y rosalie sonreía, cuando llegamos a la taberna me tense
- estas lista- dijo
- no – dije mirándola ella me tomo de la mano y entramos no habían muchos hombres y en una esquina lo vi su hermano estaba a su lado solo sin nadie mirándolo y tratando de levantarlo
- Edward vámonos
- no quiero – dijo molesto había tomado suficiente
- Edward no deberías estar aquí tienes que estar en el castillo con tu esposa
- no – dijo molesto
Emmet negaba, muchas mujeres se le acercaban pero el negaba
- pareces marica- dijo
- yo si me enamore Edward- dijo emmet- y sabes que pienso sobre ser infiel
- vamos emmet para eso sirven las mujeres- dijo eso me dolió y ros se dio cuenta
- Edward no digas eso – dijo emmet
- que es la verdad ellas están para complacernos – dijo eso seguía doliendo
- no te has enamorado – dijo
- que va- dijo molesto – ella solamente sirve en la cama – dijo rosalie me miro y me abrazo
- Edward no digas idioteces
- tú no estás enamorado sino encaprichado cuando tengas a esa rubia en tu cama te olvidaras de ella
- tú crees que si lo único que hubiera querido de rosalie no la hubiera tomado ya así fuera a la fuerza- dijo molesto – ella me gusta
- pobre de ti hermanito el amor es basura
- no sé qué te pasa Edward- dijo emmet- mis papas se aman
Cuando emmet dijo eso ros sonrió y lo miro fijamente y él se quedó mirándonos
- ya vengo – dijo
- ros – dijo emmet
- hola – dijo ella sonriéndole
- que haces aquí – dijo el mirándola
- vine con mi prima que viene de covac – dijo ella
- hola- dijo emmet
- hola- dije mirándolo si no hubiera querido a Edward y emmet no estuviera enamorado de mi mejor amiga lo hubiera aceptado sin chistar
- quieres ir conmigo – dijo mirándolo – al rio o algún lado
- no puedo – dijo ella mirándolo
- ve por mí no hay problema – dije con la voz baja – iré a la posada a dormir
- gracias be- dijo ella – Belinda
Cuando se fue con emmet me quede sola en la barra llorando pero no lloraría más por el me gire y lo que vi me desarmo sobre la mesa de la cantina había una mujer que me di cuenta que era tanya y Edward la besaba y acariciaba los pechos y ella le quitaba la camisa la alzo de las caderas y la llevo arriba
Salí de la cantina llorando y montándome en la yegua de ros corriendo al castillo
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