Oscura Obsesión +18

Autor: psicodElii
Género: Tragedia
Fecha Creación: 19/11/2014
Fecha Actualización: 08/02/2015
Finalizado: NO
Votos: 5
Comentarios: 10
Visitas: 7872
Capítulos: 6

 Isabella es una chica pobre, con pocos recursos, maltratada por la vida y muchos problemas en su joven camino, pero nada de todo lo malo que ha vivido le impide sonreír. ÉL... el hombre mas guapo y doctor exitoso, se ha fijado en ella. Con un gran trabajo, mucho dinero y una vida prometedora, hará todo lo posible y también lo imposible por tenerla a sus pies, despues de todo, él solo la quiere para jugar, luego podrá desecharla como a las demas.

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Holaaaaaaaa mis hermosas lectoras, he vuelto con una nueva historia, creo que esta será una de mis historias mas notables, esta vez he decidido irme un poco mas a lo oscuro, no si se muchas se han dado cuenta que tengo una mente oscuramente retorcida, espero sea de su agrado y que la disfruten a lo largo del camino.

Espero que difruten tanto leyendola como yo escribiendola.

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Esta historia tiene contenido explicito y lenguaje vulgar, será leido bajo la responsabilidad del lector

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Los personajes le pertenecen a S. Meyer. La historia es completamente original.

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Capítulo 3: Segundo encuentro

 

Llegué a la clinica y me fui directo a RRHH, tenia que hablar primero con la señorita Hale, pero cuando pregunté por ella me dijeron que ya se habia ido, era una lastima, pero, quizas está con su sobrina, le prometí ir a verla.

Tomando la poca valentia que me quedaba del dia de hoy me encaminé al cuarto piso, sabia que era una imprudencia ir yo sola, la niña no es mi familiar pero le prometí visitarla, y ahora que recuerdo, deje mi cartera en su habitacion, podria ser una excusa convincente.

Llegué a la habitacion 302 en cuestion de minutos, me sentia nerviosa, no sabia si los padres de la pequeña estaban ahí, podrian pensar mal de mi, quizas y hasta me despidan por intrusa, pero tenia que buscar mi cartera tambien. Toqué la puerta dos veces y escuché a la pequeña.

-Adelante. - Dijo carlie con voz suave, entré y la vi acostadita como en la mañana pero ahora estaba viendo la tele. - Bella! - exclamó al verme.

-Hola, princesa. Como sigues? - pregunté acercandome a su cama.

-Bien - contestó feliz. - viniste - dijo Alegremente.

-te prometí que vendria y aqui estoy. Yo nunca rompo una promesa - Le dije mientras acariciaba su cabellito. - y tambien vine porque deje mi cartera aqui esta mañana.

-yo la vi. Está en el armario. Mi papá la guardó ahí. - me señaló el armario y caminé hasta él.

-y cuando viene tu papá, princesa? - pregunté tomando mi cartera.

-Ya esta aqui, fue por comida ya viene - contestó, me acerqué a ella y me senté a su lado.

-cielito, te traje ensalada de frutas y.... - me tensé al escuchar la voz de un hombre, sabia que estaba en problemas, no deberia estar aqui - quien eres? - preguntó molesto, yo aun estaba de espaldas a la puerta viendo a carlie.

-Papi, ella es Bella, mi nueva amiga, te conté de ella - Dijo Carlie sonriente.

-Creo que es algo tarde para visitas - comentó el hombre bastante serio.

-Lo siento, le prometi a Carlie venir en la tarde y, habia dejado mi cartera en la mañana, vine a buscarla. Siento haber molestado - contesté levantandome y dandome vuelta para hablarle pero estaba tan apenada que no levanté la cara. Él no dijo nada y me preocupe, cuando alcé la mirada me sorprendi y él igual.

-Isabella? - preguntó asombrado, no crei que volveria a ver a ese amistoso y encantador hombre.

-Edward - susurré apenada y el rubor volvio a mi. - hola.

-Hola... Como estas? - preguntó con esa pequeña sonrisa ladina mientras me miraba de arriba a abajo.

-pues, ahora estoy bastante bien. Trabajaré aqui a partir de mañana. - Dije bastante feliz.

-Se nota, tu sonrisa es mas natural y feliz que la primera vez que te vi. - comentó sonriente.

-bueno, la vida me ha sonreido un poco. Eres el papá de Carlie? - Pregunté por inercia.

-Si, es mi pequeña consentida. - contestó acercandose a ella, puso una bandeja en la mesa que estaba a su lado y se giró hacia mi. - pero, no vivias en Portangeles? - preguntó confundido.

-Si, bueno, no se como llegó mi curriculum aqui pero me dieron una gran oportunidad de trabajo y me vine con mi hermana. - Le contesté parandome a los pies de la camilla.

-Me alegro. Le gustó la guitarra a tu hermana? - preguntó poniendole la bandeja de frutas a Carlie en el regazo

-Le encantó, no la suelta ni para dormir - él rió suavemente y despues de darle una cuchara a Carlie para que comiera me miró - pensé que tambien vivias en Portangeles - le dije recordando la tienda de musica.

-No, vivo aqui en Seeatle, mas especificamente aqui en esta habitacion con Carlie. - Contestó haciendo una mueca - ese dia en la tienda, fui a visitar a un amigo, él habia salido a comprar unas cosas y me dejó a cargo por un rato.

-Entiendo. Eso explica porque no te volvi a ver - murmuré y él me miró confundido. Creo que dije demasiado, Dios! Quizas pensará que lo acoso. - Hemmm... Creo que... Hamm... Yo, mejor me voy - dije apenada, él sonrió de lado y me miró un momento.

-Bien, Isabella. Pasa buenas noches - Edward caminó hacia mi y me dió un beso en la mejilla que me dejó sin habla y estatica por un par de segundos.

-hasta mañana, Bella - Dijo Carlie, salí de mi ensoñacion y caminé a ella, le di un beso en la mejilla y acaricié su cabello.

-Hasta mañana, princesa. - miré a Edward que estaba atento a mis movimientos - buenas noches, Edward. - Dije rapidamente y salì de la habitacion con la respiracion agitada y mi corazon golpeando a mil por segundo.

Tome el bus hasta la residencia y al llegar al apartamento me encerré bajo llave, pasé a ver a Anabella que estaba profundamente dormida mientras abrazaba su guitarra y despues de una muy deliciosa ducha caliente, me metí bajo las mantas de la cama, me sentia feliz y realizada, era la primera vez que me duchaba con agua tibia.

A la mañana siguiente me levanté temprano, preparé el desayuno para Ana y para mi, luego pasé a mi rutina, sacarla de la cama, bañarla, vestirla y darle de comer. Cuando vi la hora ya eran las siete, tenia que estar en la clinica a las ocho.

Me senté a comer mientras Ana veia caricaturas en la tele, nunca habiamos tenido o visto una tele asi que estaba mas que envelezada, cuando estaba terminando mi comida el timbre sonó, era raro, nadie sabia que vivia aqui, solo Emett, quizas es él.

-Que desea? - pregunté al abrir la puerta y encontrarme con una mujer, quizas de unos 40 años, vestia un mono verde agua y una camisa blanca, era de porte grande pero se veia adorable con su sonrisa.

-Soy Sue Clearwater, me ha mandado la señorita Hale de RRHH, se supone que seré la enfermera personal de su hermana. - dijo la mujer amablemente.

-Ho, pase - abrí la puerta completamente dejandola pasar, la guié a la sala y enseguida vió a Anabella. - ella es mi hermana Anabella, puede acercarse y saludarla, si es que le presta atencion, las caricaturas la tienen envelezada.

-Bien - Sue se acercó a Ana y esta enseguida le miró - hola, Anabella. Soy Sue, tu nueva amiga - dijo esta dulcemente, Ana la estrechó en sus brazos y sonrió.

-Sue, amiga Ana - Sue se levantó y se acercó a mi.

-Cual es su rutina? - preguntó amablemente.

-Pues, no hace mucho en realidad. Tiene que hacer sus ejercicios motrices y mantener la agilidad de los musculos, le gusta tocar la guitarra como ejercicio, bañarla cuando se ensucie, darle de comer y meterla a la cama a la hora de dormir.

-y sus medicinas? - preguntó confundida.

-No tiene, nunca tuve para un medico, la trataban en un hospital comunitario y le daban una reducida cantidad de medicinas, ahora aqui veré si puedo mandarle a hacer nuevos estudios. Mientras tanto es solo mantenerla vigilada.

-Bien, yo estaré al pendiente - la miré algo desconfiada, jamas habia dejado a Ana con alguien desconocido para mi - tu tranquila, ella estará bien, confia en mi.

-Ok. Trataré de volver temprano. - tomé mi bolso, le di un beso a Ana y me fui a buscar un bus para ir a la clinica. Faltaban quince para las ocho cuando estaba entrando por la puerta, me fui directo a RRHH a que la señorita Hale me diera instrucciones.

-Isabella, llegaste temprano! - me giré y vi a la despampanante rubia detras de mi, hoy vestia igual de ejecutiva e impecable pero esta vez tenia una falda blanca de tubo y una blusa manga larga roja con tacones rojos.

-Buen dia, señorita Hale. Me gusta ser puntual - Murmuré apenada por mi atuendo, tenia un jean oscuro, zapatos deportivos negros algo gastados y una blusa de mangas cortas negra. No tenia mucha ropa en realidad.

-Eso es excelente. Bien. Reportate en el estar de enfermeria de emergencia, ahí tienen tu bata, la llave de tu locker y tu horario de esta semana, por ser nueva estaras en el turno diurno pero ahí definiran bien tu horario.

-Muchisimas gracias por todo lo que ha hecho por mi, señorita Hale. La residencia, todo lo que hay en ella, el viaje a Portangeles a buscar a mi hermana, en fin. Por esta oportunidad que me ha dado.

-Te dije que no me lo agradezcas. Ahora ve, empiezas a trabajar en 5 minutos - me sonrió amablemente y cuando me iba me llamó - Isabella! - me di vuelta y la miré - fuiste a ver a Carlie ayer en la tarde? - preguntó sonriente.

-si, se lo habia prometido. Y no rompo una promesa - contesté recordando a la dulce niña y a su hermoso padre, la señorita Hale me miró un momento pero no dijo nada mas.

-Bien, ve a trabajar - dijo luego de unos segundos de silencio. Solté el aire contenido, no se porque pero me intimidaba un poco esa rubia, me fui al estar de enfermeria y una chica con acento portugues me habló.

-Tu debes ser Isabella - Dijo amablemente, yo solo asentí - yo soy Zafrina, jefa de enfermeria. Aqui esta la llave de tu locker y tu horario - me tendió una hoja y una llave con un cordon. Miré el horario detenidamente.

-hoy es martes no? - pregunté y Zafrina asintió - entonces trabajo desde hoy hasta el viernes en el turno diurno, sabado y domingo de noche, y tengo el lunes libre - empecé a susurrar mientras veia el horario.

-Exactamente, tu jefe de turno será el doctor Cullen, tienes que ser muy eficiente, es practicamente el dueño de la clinica. - Dijo seriamente.

-ya me estas asustando - Contesté abriendo un poco mas los ojos.

-tranquila, es una buena persona, te llevaras bien con él. Ahora ve a tu locker y busca tu bata, ya tengo algunos expedientes para ti.

-ok, ya vuelvo - tomé la llave, el horario y me fui a los vestidores donde estan los lockers, busqué el numero 16 y al abrirlo vi la bata blanca que rezaba en letras azules "Dr. Isabella Swan" debajo de las palabras "Clinica San Antonio" - el sueño de mi vida.

-Eres la nueva, no? - me giré rapidamente y vi a una chica - soy Angela Weber, ginecologa.

-Mucho gusto, Isabella Swan, general - Contesté tendiendole la mano, me puse mi bata y metí mis pocas pertenencias al casillero.

-Bienvenida, Isabella. Te gustará este lugar. - Dijo mientras se quitaba la bata y guardaba sus cosas. - que tengas lindo dia, Isabella - dijo despidiendose, creo que habia terminado su turno.

-Igualmente, Angela - no tenia ni una hora y ya habia conocido a alguien amistoso. Cerré el locker y me devolvi al estar de enfermeria. - aqui estoy Zafrina.

-Bien, este es tu primer caso. Tomate tu tiempo. Somos una clinica y tenemos un trato mas... Especial con los pacientes.

-entendido. - tome la tabla y me dirigi al cubiculo 3 donde estaba mi primer paciente, leí la tabla donde estaba su nombre "Christian Wood, 21 años, sin alergias a medicamentos" abrí la cortina y miré al chico en la cama con una mujer a su lado, quizas su madre. - hola, Christian, soy la doctora Swan - saludé casualmente.

-Doctora, mi hijo tiene un dolor en el estomago desde hace dos dias que no se le quita. - Dijo la mujer angustiada.

-del 1 al 10, Christian, que tan fuerte es tu dolor? - pregunté atentamente, él miró los dibujos de dolor en la pared y suspiró.

-un ocho y medio - Dijo respirando con dificultad.

-bien, dejame revisarte - le levanté la camisa y empecé a palpar su estomago. - te duele aca? - él negó - y aqui? - volvió a negar, cuando iba a tocar la parte izquierda gritó.

-DUELE! DUELE! - Gritó apartando mi mano.

-Que es, doctora? - preguntó la mujer asustada.

-Es su apendice, está inflamado. Hay que extraerlo antes de que se vuelva una peritonitis. - Contesté seriamente.

-y se puede hacer ahora mismo? - preguntó ella

-Si, pero debe firmar unas formas, a parte de firmar unas clausulas y el papeleo que conlleva a una operacion, es una operacion ambulatoria asi que no hay mucho riesgo.

-Bien, quiero que le saquen eso ya - dijo asustada la mujer. Hice un informe rapido en la planilla y la hice seguirme a admision. La deje firmando papeles y me fui de nuevo con el chico.

-me va a doler? - preguntó algo asustado, le sonreí dulcemente y tomé su mano.

-Tranquilo, Christian, estaras sedado todo el tiempo, es una operacion rapida, vas a estar bien y sanaras rapido. - le contesté con voz suave como si le hablara a mi pequeña hermana. - Ademas, que tengas una operacion es algo bueno.

-Por que? - preguntó confundido.

-A las chicas les gustan las cicatrices - él me miró sorpendido.

-En serio?

-Si, hace ver a los chicos como rebeldes y debes saber que a la mayoria de las chicas nos gustan los chicos malos - le dije mas que sonriente, vi que el miedo desapareció de su mirada y me sentí satisfecha.

-Gracias, doctora - Dijo tratando de sonreir a causa del dolor.

-Es un placer ayudarte, Christian. Ya vuelvo - le dije sonriente, pero cuando iba a salir vi a un doctor parado detras de mi de brazos cruzados y una sonrisa cariñosa.

-Tu debes ser Isabella Swan, verdad? - preguntó el hermoso doctor con una sonrisa ladina y enarcando sus cejas claras.

-Si, señor. - contesté timidamente bajando la mirada.

-No tengas pena, Isabella. - Dijo tranquilamente, me tendio la mano y sonrió - soy el doctor Cullen, Carlisle Cullen.

-Ho, Doctor Cullen. Un placer conocerle - dije rapidamente - Zafrina me dijo que usted es mi jefe de guardia y casi dueño de la clinica - él frunció el ceño confundido.

-Imagino que no vez las noticias - comentó con cierto tono burlon, yo baje la mirada y negué.

-Ni siquiera tenia una tele para ver, doctor. Pero me informo bien sobre la medicina actual - comentè apenada, a estas alturas de la vida todo se sabia a travez de la television y yo nunca tuve una.

-Esta bien, eso es importante. Y por lo de la tele no te preocupes, a mi ni me da tiempo de verla. - contestó encogiendose de hombros - he visto como trabajas, te he vigilado desde que entraste acá. Eres muy dedicada y sabes hacer bien tu trabajo.

-Gracias, Doctor Cullen - susurré bajando la mirada, los ojos me empezaron a arder en lagrimas pero intenté con mucha dificultad contenerlas, nadie me habia dicho jamas que habia hecho un buen trabajo.

-no hay que dar las gracias, me he dado cuenta de tu vocacion, tu dedicacion y del amor que le tienes a tu carrera. - contestó solemnemente.

-Como sabe todo eso? - susurré mirandole un poco.

-Por que vi tu mirada. Y es la misma mirada que tiene mi hijo, y la misma mirada que tengo yo al estar aqui. Dedicandote a salvar y servir - se acercó un poco y pasó su pulgar por mi mejilla. - no llores, todo esta bien.

-Lo se. Es que jamas me habian dicho que he hecho algo bien - susurré sin mirarlo.

-Doctora Swan? - me llamó, subi la mirada lentamente y lo vi serio pero tranquilo. - Todo lo que ha hecho está bien, y quien le haya dicho lo contrario es por que está celoso de su trabajo.

-De verdad? - pregunté sorprendida.

-Isabella, la verdad es que todos en esta vida de una forma u otra van a lastimarte, solo tienes que encontrar por quien vale la pena sufrir. - Dijo de manera paternal, sonreí por inercia y asentí.

Liam me decia que nadie debia hacerme sufrir, Sofia me decia que jamas le preste atencion a la gente que algun dia se cansaran de dañarme, René decia que todos en esta vida me usaran a su antojo y sere una perra toda mi vida, pero el Doctor Cullen es diferente, sus palabras son refrescantes.

Sonreí mas ampliamente quitando todo rastro de tristeza, el doctor Cullen me dijo que estaria al pendiente de mi trabajo para ver como me desenvuelvo y ver a que piso me pueden ascender al salir de la medicina general.

Atendí al rededor de seis pacientes mas y a las 12 el doctor Cullen me dijo que podia irme al comedor, la comida era gratis para el personal asi que no tenia de que preocuparme por los momentos, entré a un enorme comedor en el primer sotano y tome una bandeja con un sandwich, un café, una manzana y agua.

Jamas habia comido una manzana, era demasiado costosa para comprar una, en realidad una sola ves compré una pequeña y era para Anabella, habia visto a una niña en la calle con una y quise complacerla, claro! Ese dia nisiquiera cene para darle la manzana a ella.

Caminé entre las mesas donde se encontraban doctores, enfermeras y paramedicos comiendo y hablando amenamente, aun no conocia a nadie y no era buena haciendo amigos, caminé hasta una mesa al final de la cafeteria que estaba completamente sola y me senté.

Empecé a pensar en Anabella, como estará ahora mismo con la enfermera Sue pero se que ahora con un televisor y caricaturas ella ni se percatará de mi ausencia, pensé tambien en como habia cambiado mi entorno en menos de 24 horas, y en todo lo que tenia y podia aspirar a tener, una nueva vida con Ana y...

-Hola, Isabella - Levanté la mirada perdiendo en hilo de mis pensamientos y me sorprendi al verlo - lo siento, interrumpi un pensamiento - Dijo algo apenado.

-No, esta bien - le dije suavemente - Hola, Edward. Gustas sentarte? - pregunte sonriendole, se veia bastante bien hoy, bueno, siempre se veia bien. Tenia una camisa azul claro manga larga, un pantalon de vestir negro y una corbata, su cabello estaba alborotado y me sonreia amablemente.

-Claro, gracias - contesto poniendo su bandeja en la mesa y se sento frente a mi. A diferencia de mi, el tenia una crema de esparragos, avena, una manzana y una botella de agua.

-Como sigue Carlie? - pregunte mientras empezaba a comer, el tomo una cuchara de sopa y sonrio.

-esta bastante mejor, me sorprende lo rapido que se ha recuperado. - contesto con esa mirada paternal tan linda que casualmente se me hacia algo conocida.

-Es una preciosa niña - susurre mordiendo la manzana "Dios,esto si es delicioso" pense mintras hacia un ruido de satisfaccion con la garganta mientras saboreaba, no me percate que habia cerrado los ojos. Cuando los abri, note que Edward me miraba con el ceño levemente fruncido, sus ojos estaban un poco oscurecidos, los labios entreabiertos y veia directamente a mis labios, "dios que pena, me oyó gemir al saborear" pense sintiendo el rubor en mis mejillas.

-Lo siento, es que... nunca habia comido una manzana y me acabo de dar cuenta de que es deliciosa - comente totalmente apenada.

-espera! Nunca habias comido una manzana? - preguntó sorprendido y algo serio.

-No, una vez le compre una a mi hermana pero, no la probé. No se si te diste cuenta pero nunca fui una persona de recursos, apenas tenia para alimentar a mi hermana - conteste encogiendome de hombros, nuna se me habia dado por ocultar mi realidad, soy pobre y tengo una hermana enferma, mientras sea honrada puedo vivir en paz.

-Isabella, yo...

-Doctora Swan. El doctor Carlisle Cullen la solicita en emergencia rapido! - dijo la voz de un chico interumpiendo a Edward, suspire pesadamente, queria seguir hablando con él y tambien terminar mi comida, pero habia olvidado que en emergencias nunca se descansa.

-Lo siento, Edward debo irme - dije algo triste - hablamos luego, me saludas a Carlie? - pregunte timidamente, tampoco queria abusar.

-claro que si, Isabella. Le dare tus saludos a Carlie, ve a salvar vidas - comento sonriente, solo pude corresponderle la sonrisa, no se por que ese hombre tiene la capacidad de ponerme nerviosa y quitarme el habla.

Caminé por el pasillo y subi las escaleras corriendo al ver que el ascensor tardaba demasiado, corri hasta emergencias y vi un alboroto de gente, esquive la mayor gente que pude y vi al Doctor Cullen con la bata blanca manchada de sangre.

-Doctor Cullen, aqui estoy - Dije rapidamente, él se giró y me miró.

-Bien, han llegado mas de 18 heridos, un accidente de avion, muchos no han sobrevivido, necesito que atiendas los cubiculos tres, cuatro, cinco y nueve lo mas rapido posible.

-Si Doctor - corri al estar de enfermeria y Zafrina con agilidad asombrosa por atender a un centenar de personas me paso las cuatro carpetas, las revisé rapido y me di cuenta que el del cubiculo nueve necesita mas ayuda ahora.

Entré sin siquiera saludar, estabamos en estado critico, gente corriendo, pacientes gritando, familiares llorando, enfermeras y paramedicos corriendo de alla para aca con camillas y mas heridos, sin siquiera notar a la gente a su alrededor me acerqué al hombre moribundo.

-Signos vitales - dije para que la enfermera me hablara.

-estan entre los limites, doctora; pero bajan constantemente ha perdido mucha sangre - empecé a revisarlo y me di cuenta de la situacion.

-tiene el pulmon perforado y un derrame interno. Ponle un respirador y mandalo a quirofano, llama a un interno y que le saque liquido del pulmon antes de que entre en paro.

-enseguida, doctora. - contestó y se fue corriendo. Sali de ese cubiculo y me fui a travez del caos hasta el cubilo cinco habia una mujer con una pierna destrozada, una placa me afirmaba que habia que amputarle la pierna, tambien la mandé a quirofano.

-Isabella! - me giré al escuchar mi nombre, estaba corriendo al cubiculo tres, al parecer el paciente habia entrado en paro y solo habia una enfermera.

-Edward, que pasa? - pregunté mientras seguia caminando.

-Espera! Isabella! - Decia mientras me seguia.

-no puedo, un paciente entro en paro - terminé de correr y al entrar ya tenian el desfribilador, tome el gel y aplique - carguen a 200 - dije rapido, cargaron a 200 - Despejen! - puse el desfribilador y el cuerpo salto.

-Nada - dijo la enfermera.

-carguen a 250 - dije nuevamente y cargaron.- Despejen! - toque el cuerpo, volvio a saltar pero no habia signos.

-Nada! - exclamo la enfermera.

-carguen 350 - la mujer cargo el desfribilador y se apartó - Despejen! - exclamé molesta.

-Nada - susurró la mujer. -Basta, Isabella. No hay nada que hacer - escuché la voz de Edward pero no podia parar, no podia morir.

-Carga 400 - Dije nuevamente, la enfermera cargo y toque el cuerpo.

-Nada - murmuró ella nuevamente.

-Isabella, no sigas - Dijo Edward en tono de orden.

-No, no puede morir. - dije cargandolo yo misma.

-Isabella, para. - Volvió a decir Edward.

-Isabella! - aparté la mirada y vi a Carlisle - hora de muerte... - lo miré con los ojos bañados en lagrimas - Hora de muerte, Isabella - negaba lentamente mientras las lagrimas caian por mis mejillas - Hola, de, muerte... Isabella - ordenó el doctor Cullen.

-Dos cuarenta y tres - susurré con la voz entrecortada y sali corriendo de ahí.

-Isabella! - Escuché el grito de Edward llamandome pero no podia parar, no podia revivir esto, no ella, no esa pequeña... Mi pequeña no podia morir nuevamente.

 

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HOLA HOLAAAAAAA

He vueltooooo, una nueva historia, se que aun no termino la segunda parte de un mes para el amor pero no podia esperar mas, tenia que empezar a publicar, estoy demasiado emocionada con esta historia.

Espero les guste y sea de su agrado, me gustaria que la siguieran.

En fin... Nos leemos pronto y espero comentarios y votos....

besoooos. abrazooos

Nos leemos pronto

@PsicodElii

Capítulo 2: un nuevo comienzo Capítulo 4: Lo siento :(

 


 


 
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