Mi final feliz (Final alternativo a la historia de Rosalie)

Autor: MissRosalie
Género: Romance
Fecha Creación: 20/01/2010
Fecha Actualización: 20/01/2010
Finalizado: SI
Votos: 11
Comentarios: 19
Visitas: 44916
Capítulos: 15

Bueno hace mucho tiempo que me decían que publicara en LNM ya que es una de las páginas más concurridas... Y acá les dejo una de mis historias... Generalmente yo escribo de Rosalie & Emmett... Solo colgaré ésta historia acá... si ésta tiene éxito les dejo más :)

Espero lo disfruten... Un final alternativo a la historia de Rosalie... Sólo humanos!

MI FINAL FELIZ

 

 

 

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Capítulo 11: Cambios

Rosalie’s POV

Caminamos mucho, tanto que mis pies empezaron a dolerme. Estábamos casi en las afueras de Rochester, en los suburbios. Las casas empezaron a cambiar de estatus conforme nos alejábamos. Pero cada vez que las dudas me albergaban, miraba a Emmett, quien iba a mi lado con la frente en alto, agarrando mi mano firmemente, y así sabía que todo estaba bien. Mientras estuviéramos juntos, los problemas se convertían en un mal recuerdo.

-Aquí es donde vivo – Emmett se detuvo frente a una casa al lado de la calle. Me recordaba mucho al hogar de Vera. Era humilde pero acogedor. Tenía un piso y era de madera, pintada más que con el barniz.

-Pasemos – le sonreí. Emmett soltó nuestras manos para poder abrir la puerta.

Al entrar en su casa me sentí aliviada. No era un palacio ni una mansión pero al fin me sentía verdaderamente libre. Emmett cerró la puerta mientras yo veía cada detalle.

El living era simple. Un par de sillones de segunda pero muy bien cuidados. Sobre una mesa de centro había figuras de madera talladas a mano. Se podía ver el comedor también. Una mesa redonda para no más de tres personas. La casa olía bien aunque un poco a encierro. Quizás mi hombre salía a trabajar demasiado y no tenía tiempo para ventilar.

Unas grandes manos se posaron en mi cintura sacándome de mi “inspección”.

-Se que no es a lo que estás acostumbrada –

-Shh – lo callé con un simple y rápido beso. – Es perfecto.

Nos quedamos un buen rato allí en la mitad del living abrazados. Su aroma me embriagaba y su abrazo protector me hacía sentir más segura y feliz de lo que fui en toda mi vida.

Esa noche él me ofreció su cama por supuesto y él durmió en el living. Aunque parte de mí lo deseaba, sabía que era muy pronto.

Y así pasaron dos semanas…

-Te amo…- lo despedía mientras él se marchaba al trabajo como cada mañana. Se daba el lujo de volver a la hora de almuerzo para estar conmigo, y aunque no me lo decía, se que trabajaba un par de horas extras cada tantos días.

No niego que fue difícil el cambio. Pasar de vivir en una casa acomodada en donde me atendían en todo, a ser una dueña de casa, era un cambio muy drástico, pero Emmett me hacía volver a tener los pies sobre la tierra.

Tuve que comprarme trajes y vestidos no tan lujosos como los que solía usar, pero yo me las arreglaba para que se vieran hermosos. Mi familia me buscaba por supuesto. Pero alejados de la ciudad como estábamos, era muy difícil que me encontraran.

Esa mañana transcurrió lenta, como todos los momentos en que estaba sin mi amor. Decidí cocinar algo nuevo. Eso de hacer arroz todos los días nos estaba aburriendo, pero yo nunca aprendí a hacer nada que no fuera tomar un vaso de agua. Me sentía avergonzada por no darle un buen plato de comida a Emmett cuando llegaba del trabajo pero él siempre volvía con una sonrisa en su rostro que me hacía olvidar todo.

El mediodía llegó. Lo sabía por las campanas de una pequeña capilla que quedaba a unas cuadras. Faltaba poco para que Emmett llegara de su hora de almuerzo. Y para mi maravilla, la puerta se abrió.

-Amor… que bueno que….- pero otra persona reemplazaba a mi Emmett, alguien que nunca hubiera pensado ver en ese día. Una visita inesperada…

Capítulo 10: Agua y Aceite Capítulo 12: Una visita inesperada

 
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