CONFIANDO EN TI
Hace ya dos meses que Damon me lleva y trae de la escuela, desde que conocí a Nessa, la ahora novia de mi mejor amigo, la cual me prohibió rotundamente llamar a Jacob cada 5 min (aunque obviamente jamás eh hecho eso) me dijo que tendría que esperar a que el escribiera o llamara, porque ya no podíamos continuar igual que antes las cosas estaban cambiando y yo respetaría eso, si así Jake sería feliz.
Debo decir que luego de estos dos meses, menos contacto con Jacob, mas cercanía con Jasper puesto que me había encontrado infraganti en uno de esos días en los que me deprimo hasta más no poder y simplemente la mas minina palabra me hiere y pues estuvo allí, le conté todo lo que ocurría y me agradaba porque no me mentía con estupideces como que todo estaba bien y así, el simplemente me escuchaba y eso era mejor que opinar o hacer el que comprende.
Volviendo a Damon, me ha estado invitando a salir hace al menos dos semanas y yo simplemente no eh decidido si es o no el momento, el ha sido tan jodidamente lindo conmigo estos dos meses, se ah convertido en el amigo perfecto, está allí para mí siempre, me cuida, me cela, al parecer me quiere y me mensajea todo el día.
Rose ah estado fastidiando con que le dé una oportunidad y hablando de ella, está saliendo con el oso, luego de una lujuriosa noche de pasión (Según lo que me dijo Rosalie, juro que nadie necesita detalles) Bueno simplemente ocurrió se declararon y como dice Rosalie ahora follaran felices por siempre.
Estamos a solo dos días del viaje ese a no sé donde carajos sea, pero si estaba un tanto emocionada ya que serian tres días bastante digamos productivos y relajantes.
Heme aquí sentada en el patio de mi casa esperando al chico mas bipolar del universo para que me ayude con mi clase de historia, ya que para eso le sirve y yo, bueno yo no tanto.
Recibí un mensaje de texto que decía “Estoy a fuera” Negué levemente con la cabeza en vez de solo tocar la puerta, me levante de la manta que había extendido sobre el césped para sentarme y que la ligera humedad que siempre estaba presente no molestara. Los libros se encontraban sobre el sofá al menos los míos, Damon imagino traería los suyos.
Llegue hasta la puerta y allí se encontraba mi egocéntrico favorito.
-Hola Lille* –beso mi mejilla y paso como perro por su casa, como hacia siempre desde hace unas semanas, yo reí.
-Hola cara bonita – el fue a la cocina, tomo un vaso de jugo y mis libros camino al patio -¿Cómo sabes que estaremos allí?
-Fácil, te gusta leer y estudiar al aire libre. Oh vamos cariño, dame un poco de crédito estoy aprendiendo a conocerte bien.
-Y debo admitir que eso me asusta pequeño acosador –dije mientras le sacaba la lengua en un gesto infantil.
-Deberías sentirte halagada –dijo mientras salía al patio, yo tome unas sodas y unos sándwiches que guarde en el microondas para cuando el llegara y finalmente salí a su encuentro.
El estaba sentado con las piernas cruzadas mientras leía algo en uno de los libros, estaba totalmente concentrado
, esa era una de las cosas que más me gustaba hacer cuando estaba en compañía de Damon, simplemente detallarlo, mirar como sus labios se fruncen, y sus cejas se juntan ligeramente o cuando repentinamente arruga levemente la nariz.
-Una foto durara mas Lille –el sonrío torcidamente y yo me acerque a la manta dejando a un lado lo que llevaba en las manos para colocarme detrás de él y pasar mis brazos por sus hombros y enlazando mis manos en su pecho.
-Es más divertido en vivo y en directo, aunque una foto tendría sus ventajas – dije divertida- La foto no se quejaría porque la viera –el tomo mis manos haciendo que mi pecho quedara pegado a su espalda.
-No es una queja Isabella, solo me agrada molestarte –beso una de mis manos y yo me mordí el labio, me sentía demasiado extraña cuando tenía este tipo de cercanía con Damon, simplemente me ponía muy nerviosa y me preocupaba, se supone que no debería estar pensando en chicos si no en arreglar mis problemas emocionales. Pero era difícil cuando mi mama estaba siempre, allí para recordarme que no valgo la pena y ahora no tengo a Jake y Jasper solo está disponible muy pocas veces y no tengo ningún derecho de exigir más que eso. -¿Estás bien?
-Oh, sí –le di un sonoro beso justo en el oído, para luego soltarlo y él se quejo por el ligero pero ensordecedor dolor que le causo eso
-Eres una pequeña malvada –dijo divertido aun con su mano apretando su oído
-Soy adorable –le saque la lengua y tome mi libro de historia –Vamos, no seas niña y mejor ayúdame a memorizar esto – Me miro con los ojos entrecerrado y suspiro.
-Te estaré vigilando Swan. Bien ¿tu examen es sobre la segunda guerra mundial no?
-Sí, niño lindo, pero, eso ya lo sabías. –le sonreí
-Lille, estoy tratando de enseñarte –me despeino con la mano y yo reí
-Pues sigue -le di un pequeño codazo en un costado-
-Bien, como te decía –dijo divertido- solo memoriza primero las fechas, lee y haz un resumen de las fechas más importantes junto a los sucesos y listo.
-suena muy fácil, pero ¿Realmente es así? –lo mire frunciendo los labios.
-Ven yo te ayudo –
Él se pego totalmente a mi costado y tomo un resaltador e iba leyendo y subrayando las cosas que resaltaban de ese suceso y me las iba comentando según ocurrían, pero yo estaba muy ocupada pensando en su cercanía como para preocuparme por Hitler, las guerras y todo lo demás.
El teléfono se escuchaba a lo lejos, estábamos lo suficientemente cerca como para saberlo, jamás había tenido menos ganas de contestarlo, primero porque no quería levantarme, segundo lo que menos quería era que resultara ser mi mama y tocara otro drama, pero me preocupaba que fuera una emergencia.
Aun así, decidí ignorarlo, me comí un sándwich mientras bebía una soda
Damon me paso el libro yo me dedique a leer lo que él había subrayado y a mi parecer era algo fácil de memorizar a pesar de las sopotocientas* fechas que había.
-Lille, está sonando tu teléfono –trague en seco y tome el teléfono de sus manos, mire el identificador y suspire – ¿No contestaras?
Lo mire con los ojos como platos, pero debía contestar, me iría mal si no lo hacía.
-Hola mama.
-¿Qué te eh dicho sobre contestarme el asqueroso teléfono Isabella? –y ahí estaba, mi madre, siendo tan adorable como solo ella sabe serlo.
-Lo siento mama, estaba fuera, no escuche –mentí hablando lo más suave posible, como siempre.
-Por supuesto, siempre tienes una buena excusa mocosa –y ahí estaba también, la hermosa hostilidad que emite cuando habla conmigo.
-No quiero tener que colgar como la otra vez mama –susurre enojada por sus actitudes conmigo.
-Ah, aparte de todo te pondrás grosera –grito al otro lado de la línea- Yo no te eduque así, compórtate –respire profundo y mis ojos como siempre se nublaron por las lagrimas.
-Oh, vamos mama, no me vengas con ese tipo de cosas, ambas sabemos muy bien que no me educaste de ninguna manera, te fuiste, me dejaste aquí y eso es todo –dije con la voz ronca y conteniendo el llanto y evitando a la vez no comenzar a gritarle.
-¿Hasta cuándo vas a reprocharme eso? ¿Crees que fue fácil para mi niña estúpida? Primero crece, cuando seas madre te daré el derecho de si quiera mencionar el tema.
-Sera completamente diferente, yo no te reprocho nada, nunca lo eh hecho, aunque tengo derecho a hacerlo, jamás eh comprendido porque todo tu odio hacia mí, él porque eres siempre tan hostil y mala, y porque no quieres que hable con Daniel, ¿Tan mala soy? ¿Como para que no quieras que mi hermano se relacione conmigo? – En este momento mi voz se rompía en la mayoría de las palabras y muchas lágrimas salían una tras otra corriendo por mis mejillas.
-Odio, hostilidad, maldad, egoísmo, crueldad –dijo como enumerando –Algo más que quieras agregar a esa lista Isabella, soy tu madre, todo lo que eh hecho ah sido por nuestro bien, por mi bien –dijo, sonaba como si tuviera los dientes apretados.
-Exacto, por ti, por tu bien, siempre es por ti –dije hipando y casi en un susurro –En fin… ¿Para qué llamaste?
-Primero no seas débil Isabella, deja de llorar como estúpida y segundo, quería que me hicieras el favor de pedirle a Charlie el acta de divorcio, necesito copias para un papeleo que estoy haciendo y también que los mandaras –dijo como si se estuviera aburriendo.
-¿Solo llamaste para pedirme un favor? – Esto era el colmo- como sea, mama, siempre llamas cuando necesitas algo ¿No es así? Porque me sorprendo –colgué y tire el teléfono a un lado mientras respiraba hondo.
De pronto sentí dos grandes y fuertes brazos ceñirse a mi alrededor, levante la mirada y allí estaban mis ojos favoritos en todo el mundo mirándome con preocupación. Me arrastro hasta su regazo y allí me eché a llorar como niña pequeña apoyando la cabeza en el hueco entre su mandíbula y su hombro.
-¿Estás bien? –levante la mirada y lo mire sin poder evitar reírme con ganas.
-¿De veras estas preguntándome eso? –me limpie las lagrimas y seguí riendo aunque las lagrimas no pararan.
-Fue una pregunta estúpida ¿Cierto? –el tenia una hermosa sonrisa y yo simplemente lo abrace, era tan injusto tenía unas inmensas ganas de besarla, pero no lo haría -¿Quieres hablar? No comprendo nada.
Me aparte un poco de él y fruncí levemente lo labios pensando si contarle era algo bueno o no.
-Puedes confiar en mi lille, eso es lo que eh tratado que hagas todo el tiempo.
Suspire y comencé a decirle todo.
El como mi mama simplemente se había ido cuando tenía dos años, el hecho de que cuando tenía 7 fui a vivir con ella y como Phil su nuevo esposo me maltrato y golpeo, cada vez que hacia alguna travesura, le conté sobre los golpes con el cinturón y la hebilla del mismo, así como los cables y la vez que me tiro esperma de una vela una vez, le conté de mis hermanos y de que no me permitían verlos casi nunca y de cómo jamás podía hablar con mi hermanito pequeño Daniel y de que él es mi adoración, le dije de Edward y su engaño y Jacob y su comprensión, le conté de Alice y los chicos y de cómo todos hacen una extensa cadena que me hala constantemente hacia arriba evitando que caiga o en su defecto que me derrumbe completamente, le conté de cómo me sentía a diario, todo mientras lloraba levemente el solo escuchaba atentamente y apretaba mis manos de manera que supiera que él me apoyaba.
Volví a suspirar y simplemente deje de hablar.
-No la tienes nada fácil lille, pero ¿sabes? –el me miro mientras acariciaba mi rostro.
-¿Qué cosa? –lo mire con ambas cejas levantadas.
-Eso me hace quererte mas, hace que me gustes mas, eres tan fuerte y frágil a la vez, simplemente pasaste por todo esto y sigues apreciando a tu mama aun cuando permitió que todo eso ocurriera, sigues pensando que hay motivos para estar en pie, sigue buscando excusas para sonreír y ser feliz, piensas que toda esa mierda te trae algo bueno o que el algún momento te servirá de algo. Eso, lille, es algo de lo que yo no sería capaz de hacer. –acaricio mi mejilla, yo solo ladee un poco mi cabeza para apoyar mi mejilla en su mano.
-No quiero que veas eso, eso es ver cosas demás Damon, no soy todo eso que dices, solo intento vivir un día a la vez y quiero pensar que esto no pasa porque sea mala persona, sino porque para que vengan cosas buenas se deben de vivir millones de cosas malas. –susurre cerrando los ojos y respirando profundo-
-No te ves a ti misma con suficiente claridad, cariño –solo podía pensar en sus palabras, en la mano que situaba en mi cintura y en la mano en mi rostro y otra vez en las ganas que tenia de besarlo mordí mi labio inferior nerviosa y ansiosa –No hagas eso, me desconcentro, estoy tratando de subir tu autoestima primero –dijo frunciendo el ceño, yo reí y bese su mejilla.
-Iré a lavarme la cara, ya vuelvo, ¿Quieres algo? –pregunte alejándome poco a poco, el me miro a los ojos.
-Hay algo que quiero, pero, ya llegara el momento –sonrío pícaramente, no pude evitar sonrojarme, simplemente me levante y me lave la cara en el fregadero de la cocina, eran apenas las 4 pm.
Me sentía ansiosa por estar a solas con Damon más cuando él es tan lindo y bueno conmigo, todos mejor cuando me trata como su mejor amigo… No quería admitirlo, pero si, este chico me encanta y lo quiero muchísimo, aun no se que tanto lo quiero, pero sé que siento algo.
-¿En qué piensas? –voltee y allí estaba perfecto, vestido de negro y confundiéndome. Con el hombro apoyado en la puerta de la cocina.
-Mmm, en muchas cosas, primero en que debo agradecerte, primero por ayudarme en historia y segundo por escucharme, no tenias que hacerlo, de veras gracias –lo mire y sonreí de lado sin poder evitarlo.
-No agradezcas, cuentas conmigo Lille, ya te lo dije eso es lo que más quiero que confíes en mi.
-Tal vez lo haga, quizás –rio por lo bajo y él se acerca poco a poco cuando esta justo frente a mí, coloca un mechón de cabello detrás de mi oreja y me mira fijamente a los ojos, suspire, fue acercando su rostro al mío y cuando me decidí a que quería esto, pufff.
Sonó su teléfono, el se alejo y lo miro frunciendo los labios, yo sabía bien quién era y me enojaba, aunque no tenía derecho a decir nada.
-Es Elena, necesita ayuda en unas cosas, debo ir –yo asentí y me aleje de él,
Fui al patio tomando mi teléfono y sus libros. Los coloque sobre el sofá y volví a fuera por los míos y la manta la cual deje tirada en la puerta que daba al patio.
El me miro sin decir nada, esto siempre ocurría, siempre estaba Elena necesitando favores y el dejándome pidiendo disculpas, pero como dije no tengo derecho alguno de quejarme.
Le entregue sus libros y le sonreí de manera forzada.
-Suerte con lo que sea que necesita Elena, espero que no sea nada grave. –Yo sabía que en realidad no era nada. Eran unos celos enfermizos los cuales tenía desde que Damon comenzó a pasar tiempo conmigo, a veces me pregunto, ¿Stefan no lo notara? O simplemente prefiere hacer como que no importa o realmente no le importa yo que sé.
-Lille… -el me miro con suplica-
-Ya lo sé lo sientes, no te preocupes, ve ella te necesita. –me encogí de hombro el suspiro y dio media vuelta para subir a su auto, yo cerré la puerta y subí a mi habitación era mejor ponerme a estudiar, el examen de historia seria mañana, tome la manta la metí a un pequeño armario que se encuentra al final de las escaleras y me fui con mi libro de historia a estudiar y a olvidarme de todo lo que ocurrió hoy, por mi bien, al menos por un rato.
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