Edward miró entrar a su padre que ya llevaba el pantalón y la camisa del traje sastre, Esme los había traído desde muy temprano alistando los últimos detalles, la boda seria al medio día y todos los hombres se había quedado en la casa de sus padres mientras su mamá se reunía con Rosalie y Alice para arreglar a su novia.
De ser por el, ayer hubiera llegado directo a su casa y abría abrazado y besado a Bella hasta que se cansara, ¡Que importaba que hubieran llegado algo tarde a su boda!
Pero por primera vez quería hacer algo bien y eso incluía no ver a su futura esposa antes de la boda.
-Tu mamá me llamó y me dijo que me entregaras el celular-, murmuró Carlisle con una sonrisa comprensiva.
-Bella a estado marcando, quiere saber cuando hablaremos con ustedes, si al menos me dejaran hablar con ella-, contestó Edward poniéndose la camisa.
-No te preocupes tu mamá se encargara-, le contestó su padre
-Eso espero, Bella es una mujer de convicciones, ella quería hablar con ustedes, no se rendirá hasta conseguirlo-, murmuró Edward mientras su padre le tocaba el brazo y lo miraba a través del espejo frente al cual estaba parado en la que fue su antigua habitación.
-Si, otra de las cualidades de tu futura esposa-, concordó mientras Edward sonreía…
Esme sonrió al entrar a la habitación de Edward y Bella y ver a la novia de su hijo sentada en la cama, con una bata puesta y los brazos cruzados, Alice y Rosalie había terminado de peinarla hace poco, su cabello estaba ahora ondulado sostenido con orquídeas blancas formando una hermosa cascada que caía hasta por debajo de sus hombros, Esme sabia por que Bella se empeñaba en hablar con Edward pero los novios no podían verse o hablar antes de la boda…¡Era la tradición!, además ya era hora de hablar en privado con esa peculiar mujer.
-Pareces una niña de cinco años encaprichada-, bromeó al entrar cerrando la puerta
-Solo quiero hablar con Edward un minuto-, pidió Bella.
-Lo veras en poco tiempo-, contestó Esme.
-No…Esme mira no es eso…es solo-, Bella trató de explicar, no podía casarse con mas mentiras u…omisiones, no quería temer que después los padres de Edward se enteraran de otra forma sobre aquella mentira de la novia de “toda” la Universidad.
-Teníamos que decirles algo…antes-, murmuró al fin, Esme se sentó a su lado a la orilla de la cama y tomó su mano.
-Si te refieres al hecho de que no llevas mas que solo poco tiempo con Edward eso ya lo sabemos-, susurró Esme mientras Bella la miraba sorprendida y también un poco enojada, Edward le había prometido que hablarían juntos con ellos.
-No me lo dijo el-, admitió Esme bajito, parte mentira, parte verdad
-En serio Bella creíste que como madre podría creerme el cuento de que mi hijo tenia una novia de la que no mencionaba el nombre y jamás parecía extrañarla o incluso importarle-, siguió Esme con una sonrisa calida.
-Lo siento-, contestó Bella, -No quise mentirte, el no quería defraudarlos y después…bueno me enamoré-, contestó Bella
-Lo se hija y agradezco todos los días que el destino te haya puesto en su camino-, dijo Esme apretando el agarre de su mano.
-No entiendo, yo soy la que he ganado, lo gane a el, a mi bebe, a ustedes, jamás tuve una…familia tan unida y ustedes me recibieron…como puedes decir que eres tu la agradecida-, murmuró Bella con las cejas fruncidas, Esme sonrió ante su expresión.
-Bella eres una persona única y algo extraña a veces-, admitió Esme mientras Bella reía
-No estoy diciendo nada que no sea verdad, me devolviste a mi hijo, aun cuando su relación haya continuado después de la Universidad pudiste haber decidido no vivir en este …pueblo y aun así ambos regresaron, no estas con el solo buscando mantenerte…”como muchas otras” lo intentaron, te he visto trabajar, esforzarte, haz sido la confidente de mi hija y el apoyo en el matrimonio de mi otro hijo….y si para que veas que una madre esta en todo…-, admitió Esme mientras Bella se quedaba sin palabras sorprendida.
-Así que si me preguntas hija, no tienes por que disculparte…de haber tenido un molde para la mujer de Edward esa hubieras sido tu-, terminó Esme mientras Bella luchaba por mantener las lagrimas, levantó la vista para mirar a la madre de Edward limpiándose los ojos, gimió bajito y Esme la abrazó.
-Esta es tu familia hija…desde siempre-, le murmuró al oído, después de un momento Bella miró como Esme se giraba hacia su elegante bolso y sacaba un sobre cerrado.
-Esto llego ayer a la casa-, le dijo tendiéndole le sobre, Bella miró el remitente y tragó el nudo que se formó en su garganta al leer el nombre de su madre.
-Te doy algo de privacidad-, murmuró Esme un segundo antes de que Bella tomara su mano.
-No, por favor…quédate-, pidió casi sin voz, Esme asintió y miró como ella abría el sobre y desdoblaba una carta escrita a mano.
Bella contuvo el aire mientras reconocía la letra de Renee, no sabia que esperar.
Bella
Espero que puedas leer esta carta antes de tu boda, me enteré por Esme de la fecha, la madre de Edward trató de comunicarse conmigo para invitarme…convencerme de asistir.
Pero no puedo hija, y es por que no tengo cara para verte a los ojos, cuando nos presentaste a Edward vi lo que no había visto en años, el te ama, se le notaba en cada mirada y cada gesto y tu lo amas igual.
Sentí envidia y rabia…¿Qué clase de madre siente eso por su hija?
Se que te hecho mucho daño y quizás no fui la mejor compañía por años, por eso necesito perdonarme y sanar antes de estar a tu lado…si aun me aceptas.
Charlie y yo nos amamos mucho…alguna vez y la prueba de ese amor eres tu Bella, única e irrepetible.
Te deseo la mayor felicidad del mundo y se que la tendrás no por que yo lo diga o lo desee, sino por que te lo mereces y trabajaras todos los días por ello.
Se feliz, te llevo siempre en mi corazón y te pido perdón por todo.
Renee
Bella estrujó el papel mientras las lágrimas salían, dejo que el sentimiento saliera y se limpió los ojos, mirando a Esme.
-¿Estas bien cariño?-, murmuró ella con la voz llena de tensión.
Bella miró de nuevo la carta y por primera vez sintió que su mama había pensado en ella, en su hija antes de que ella misma, la carta debio de constarle mucho y eso era suficiente para Bella.
-Si…es una felicitación-, murmuró mientras Esme asentía.
-Bien… ¿Ahora si te pondrás el vestido?-, preguntó tratando de aligerar las cosas y Bella sonrió.
-Solo estaba haciendo tiempo… ¡Es tradición que la novia llegue tarde!-, bromeó mientras Esme reía
Edward vio llegar a su hermana junto con Rosalie, ambas le sonrieron mientras el se estrujaba las manos.
-Eddie parece que temieras que Bella te dejara plateado-, bromeó Emmett mirándolo ir de un lado para otro, se encontraban en el jardín de la casa de los Cullen, había dos grupos de sillas formando un pequeño pasillo en el centro hasta llegar a donde ellos se encontraban, Jasper sonrió mirándolo desde una de las sillas.
-Hoy no Emmett-, gruñó Edward.
-Cálmate Edward, Esme y Carlisle no tardan en llegar, los invitados comienzan a llegar-, siguió su hermano.
-Los nervios en un novio son normales-, murmuró Charlie, Edward lo miró y volvió a caminar, Emmett saludó al padre de Bella con un asentimiento de cabeza mientras Alice y Rosalie se les unía.
-Usted debe ser el papa de Bella-, saludó Alice sentándose al lado de Jasper
-Si…un gusto-, contestó el.
-Será mejor que vaya a esconderse si desean que sea sorpresa, están a punto de llegar-, pidió Rosalie, Charlie miró a Edward y le sonrió.
-Gracias por todo-, le susurró antes de irse.
-¡Edward estas mareándome!-, gritó Rosalie
-Estoy nervioso-, contestó Edward exasperado.
-Ya lo habíamos notado-, murmuró Jasper entre sarcástico y divertido, Alice le dio un codazo a su novio mientras ella se levantaba e iba hasta su hermano.
-Tranquilo se acabaran en cuanto la veas-, le susurró mientras el sonreía.
-Te quiero hermanita-, contestó.
-Y yo a ti suertudo…mas por haber traído a Bella a nuestras vidas…-, contestó ella sonriente.
Bella recorrió la casa de los padres de Edward y se quedo en la puerta que daba hacia el jardín, la ceremonia era intima los pocos invitados estaban ya sentados en sus sillas, la decoración y las flores le daban un toque mágico al lugar, Esme le besó la mejilla antes de salir, Bella se tocó la cara, todas le había repetido lo hermosa que estaba, pero ahora mismo quisiera un espejo…¡Cuando se había vuelto tan egocéntrica!
Cerró los ojos y sintió la mano de Carlisle en su brazo.
-Bienvenida a la familia-, le murmuró el mientras ella sonreía.
-Gracias por acompañarme-, contestó ella
-Estaba alagado de hacerlo, pero hay alguien que desea ese honor-, replicó, Bella lo miró confusa mientras su padre entraba a la cocina.
-¿Me permitirás acompañarte hija?-, preguntó el
Bella no encontraba su voz, Carlisle sonrió y besó su frente antes de salir.
-¿Cómo…pensé…?-, susurró ella sorprendida.
-Tu novio es una persona muy insistente-, contestó Charlie
Bella se giró para mirar a Edward, el la estaba viendo desde el final del pasillo, una lagrima recorrió su mejilla y la secó con miedo de arruinar el maquillaje.
-Es tu elección hija, solo quería que supieras que me gustaría mucho acompañarte, este día y en adelante-, comenzó Charlie evitando su mirada, Bella sonrió y se giró para abrazarlo.
-Muchos años espere oírte decir eso-, murmuró a su oído, Charlie rodeó su cuerpo y titubeo al sentir su pequeño vientre
-En tu vida y en la de tu hijo-, completó su papá.
-Lo voy a matar por haberme mentido-, replicó Bella mirando a Edward mientras su padre reía.
-Después de que lo "una" a mi para la eternidad claro esta-, terminó mientras Charlie sonreía y le tendía su brazo.
Edward miró a Bella del brazo de su padre salir hacia el jardín…Alice tenia razón, de pronto los nervios se fueron y el tiempo pareció detenerse, escuchaba los latidos de su corazón y solo la miraba a ella, su vestido era perfecto y enmarcaba tenuemente su vientre, por un momento esperó despertarse y maldecir por haber perdido un hermoso sueño pero el miedo pasó dejando solo algo…amor.
-¿Viaje de Negocios?-, murmuró Bella mientras su padre unía su mano con la de Edward, el sonrió mientras la acercaba.
-Fue mi regalo de bodas-, murmuró mientras Bella enmarcaba el rostro de el con sus manos, jamás se imaginó que una loca idea como la de pedirle al playboy mas popular de la Universidad que se acostara con ella, la llevaría a conocer el amor, la pasión, la felicidad, pero lo había hecho… ¡La vida era extraña…y hermosa!
-Te amo-, contestó ella sin otras palabras que englobaran lo que sentía.
-Lo se-, bromeó Edward ella le sacó la lengua y se olvidaron de la ceremonia que estaba por comenzar, el la besó lentamente mientras Bella acariciaba su cabello con la mano libre.
-Como yo a ti-, musitó el contra sus labios, se giraron hacia el reverendo con una sonrisa.
-Lo siento…solemos ser un poco desordenados-, murmuró Edward ganándose un puntapié de su novia.
Se unieron con palabras y acciones… lo que ya estaba fundido en sus corazones.
-Señoras y señores, el Sr. y la Sra. Cullen-, terminó el pastor mientras los invitados aplaudían.
-Un acuerdo para toda la vida-, murmuró Edward al oído de Bella y ella asintió.
-Para toda la vida-, concordó ella.
Bella se sorprendió al comprobar que prácticamente toda la planta baja de la casa estaba dispuesta para la fiesta, recordó al Sr. Garret, quien los felicitó alegremente, estaban también James acompañado por Tanya, lo que Bella suponía era una “reciente relación”, algunos vecinos de Forks que había llegado a conocer al pasar el tiempo y su familia, miró como su padre charlaba con el Sr. Garret y Carlisle, parecía mas alegre de lo que lo había visto en años.
-No puedo creer que este aquí-, murmuró mientras Edward la abrazaba.
-Le costo mucho darse cuenta lo valiosa que eres-, contestó el…ella lo besó tenuemente mientras el se separaba con una sonrisa.
-¿Ahora que Cullen?-, murmuró ella en tono fingido de molestia.
-Faltan unos invitados que llegaron justo después de la ceremonia y a los que debes recibir personalmente-, murmuró el girándola despacio.
-Hola señorita….-, murmuró Jessica mientras Bella corría a abrazarla.
-Jess, ¿Qué haces aquí?, no logré localizarte-, murmuró Bella.
-Esa fue idea mía, la sorpresa seria mas grande-, contestó Mike detrás de su esposa.
-No puedo creer que estén aquí-, siguió con al voz entrecortada
-Siempre juntas ¿recuerdas?-, respondió Jessica.
-Gracias por venir-, murmuró Edward uniéndose al cuadro.
-El habernos invitados a sumado puntos a tu favor-, bromeó Mike mientras Edward sonreía.
Un estruendoso golpeteo de copas sonó atrayendo la atención de todos.
-¡Emmett!-, se escuchó susurrar a Rosalie mientras el se aclaraba la garganta.
-Gracias por su atención, como padrino de mi querido Eddie diré unas palabras-, murmuró el más grande de los hermanos Cullen
-Esto no suena bien-, bromeó Edward rodando la cintura de Bella.
-Ustedes son únicos chicos…créeme Bella que eres la primera que entiende por completo al extraño de mi hermano, y sabes que tu nos caes mucho mejor, los felicito, y espero que sean muy felices….ahora como será interesante ver a conejos bailar, Jasper, Alice, mi querida esposa y yo elegimos una canción que es idónea para esta ocasión, los queremos hermanos-, terminó mientras Bella rodeaba los ojos.
-Jamás se olvidará de esa palabra-, murmuró ella mientras Edward reía
-No cuando le dijiste aburrido sexual-, le contestó Edward al oido.
Caminaron hacia la pequeña pista en el centro de las mesas donde se encontraban los invitados y la música empezó a sonar mientras Edward la acercaba a su cuerpo.
-Mas que conejo voy a parecer pato…tengo dos pies izquierdos-, susurró Bella.
-Déjamelo a mi-, pidió Edward mientras ella sonreía recargando la cabeza contra su hombro.
Como un cuchillo
en la mantequilla
entraste a mi vida
cuando me moría
Como la luna
por la rendija
asi te metiste
entre mis pupilas
Edward sonrió y miró a Bella, mientras la letra de la canción los envolvía ambos, los recuerdos llenaron sus mentes y sus corazones
“-¿Te equivocaste?-, dijo el en tono burlón sin mover un solo pelo.
-No de hecho no-, contesto Bella cerrando la puerta, Edward frunció el ceño y se enderezo, no es como si ella pareciera una loca o una psicópata pero debía asegurarse.
-Bien si no, en que te puedo ayudar-, dijo el poniéndose la playera.
- …Tengo una proposición que hacerle-, Bella se golpeo mentalmente, estaba tan nerviosa que le había hablado de usted, definitivamente adiós empezar con una buena impresión.
-¿Hacerle?-, pregunto Edward sentado en la orilla de la cama
-Eso podría herir a alguien sabias…ahora quisieras decirme ¿Qué proposición?...hablándome de tu…si no le molesta señora-, se burlo mientras ella torcía los ojos, la miro por un rato tratando de adivinar quien era, no recordaba haberla visto o haberla conocido, tal vez era una de las muchas chiquillas recién ingresadas que había oído todos los rumores sobre el, ahora venia una propuesta de amor o una invitación a salir.”
y así te fui queriendo a diario
sin una ley, sin un horario
y asi me fuiste despertando
de cada sueño, donde estabas tu
“Tu mama me dijo sobre la cena de mañana-, murmuró sin mirarlo.
-Vas a ir conmigo cierto-, inquirió el mientras ella sonreía.
-Bueno Cullen según yo siendo tu “novia” eso es obvio-, dijo ella con tono soso, el negó con su mejor sonrisa y la parteo mas.
-No por eso…quiero que vayas por que si…por que iras conmigo-, le susurró en tono bajo.
-Olvida el acuerdo-, murmuró a su oído mientras besaba su cuello, Edward no pudo detenerse, sabia que ella quizás consideraría una locura que el quisiera seguir con esto, sin ponerle fecha, sin seguir su trato pero no la iba a dejar.”
Y nadie lo buscaba
y nadie lo planeo asi
en el destino estaba
que fueras para mi
y nadie le apostaba
que yo fuera tan feliz
pero cupido se apiado de mi..
............se apiado de mi.....
............se apiado de mi.....
-Me gusta la canción-, murmuró Bella y Edward asintió
-Y a mi-, concordó antes de besarla sin dejar de bailar
Como la lluvia
en pleno desierto
mojaste de fe mi corazón
ahogaste mis miedos
Como una dulce voz
en el silencio
asi nos llego el amor
amor del bueno
“-¿Qué te pasa Cullen?-, murmuró Bella
-Tengo miedo de salir algún día de tu vida, que te enamores de otra persona, que te des cuenta que podrías tener a cualquier hombre y no a mi...-, susurró mientras Bella lo miraba confusa.
-Te das cuenta que debes estar enfermo para decir tanta tontería-, contestó Bella mientras el se reía
-No son tonterías…tu preguntas, yo respondo-, murmuró el.
-Bien…que te hace pensar eso, no te ha quedado claro que con el único hombre que quiero estar es contigo, que te amo, que te deseo hasta casi querer rasgarte la ropa… hoy escuchamos a nuestro bebe latir Edward-, Bella comenzó a llorar sin poder evitarlo… ¡Estupidas hormonas!
-No me refiero a eso…se que me amas, tanto como yo a ti pero eso no quiere decir que no pueda temer perderte-, Edward se acercó poco a poco hasta rodearla con su brazos Bella lo abrazó y lloró en su hombro.
-Y eliges alejarte…-, replicó Bella, lo miró a los ojos tomando su rostro entre las manos.
-¿Y yo no tengo miedo…temo perderte…tus padres no tiene miedo, Alice, Emmett?, cada persona que conoces teme, que seria de nosotros si nos limitamos de lo único que el miedo no nos puede quitar: sentir, respirar, vivir-, reclamó Bella con voz ronca, Edward la miró con un dolor en el pecho.
-¿Estoy siendo idiota?-, preguntó Edward, sus ojos eran cristalinos y Bella lo miró sonriendo.
-Estoy aquí Edward y tu lo estas, lo demás no importa-, murmuró Bella antes de besar sus labios suavemente, Edward llevó sus manos a sus mejillas y limpió las lagrimas, la acercó y la besó con todos los sentimientos explotando en su cuerpo, Bella llevó sus manos a su cabello jalándolo de a poco mientras el recorría el contorno de su cuerpo y subía un poco el vestido, respiraron boca con boca mientras sus frentes se unían.
-Tranquilo amor…piensa en algo lindo-, citó Bella las mismas palabras que el le había dicho, Edward solo sonrió y la volvió a besar demandante exigente y excitante.”
-Quería que fuera el día más feliz de tu vida-, le murmuró Edward a su esposa al oído
-Lo lograste Cullen, por que tuve lo más importante… A ti-, respondió Bella antes de besarlo.
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