-¡Alice no tanta salsa!-, gritó Bella, Alice rodeó los ojos y dejó el bote de salsa al lado del recipiente de las frituras, junto a los refrescos y otras guzgueras como bombones, fresas, lo que se les pudo ocurrir, Rosalie se rió mientras las tres se encontraban en el saloncito.
-Cuando vas a dejar de decir no Bella-, se quejó Alice, Bella se sentó al lado de Rosalie mientras la pequeña hermana de Edward se sentaba en el suelo lleno de cojines.
-No me gusta el picante-, replicó Bella mientras Rosalie negaba.
-Déjala Allie la verdad es que esta incompleta sin su engreído corazoncito, sino por que estamos teniendo una pijamada en vez de una verdadera despedida de soltera.
-Tenia un regalo para ustedes, pero gracias a sus comentarios se lo perderán-, murmuró Bella tomando un bombón.
-¿Sorpresa?-, preguntó Alice emocionada.
-Viniendo de ti, me disculpó y esperó que nos sorprendas-, se burló Rosalie, Bella le sacó la lengua pero se levantó y sacó de un bolsita negra que había dejado al lado de la televisión una película que había rentado en el video club ese mismo día después de convencer a Alice que la dichosa fiesta no estaba de acuerdo a su humor, ya eran dos días desde que Edward se había ido y regresaba hasta el día siguiente por la noche, algo que la tenia un poco decaída, decidió que merecía hacer que sus amigas se divirtieran, al fin y al cabo era una noche de chicas.
Le tendió la carpeta a Rosalie quién leyó el titulo y sin decir nada leyó la sinopsis, mientras abría los ojos.
-Dame eso-, pidió Alice
-¡Noches de pasión Bella!-, gritó Rosalie dejando fuera del alcance de Alice la película.
-El titulo tiene algo de cliché pero la sinopsis parece buena-, contestó Bella
-Es una película pornográfica-, exclamó Rosalie sorprendida, mirando a Bella y luego a Alice.
-Puedo verla-, replicó la mas pequeña de las mujeres emocionada.
-Alto las dos-, pidió Bella quitándole la película a Rosalie.
-Primero, Rosalie, no es una película pornográfica, es una película erótica, mucho mas cuidada y dirigida a un publico femenino, y segundo, enana, parece que te va a dar un paro cálmate-, dijo riendo.
-¿Entonces?-, preguntó Bella mirando a Rosalie
-Película erótica, bombones, comida chatarra, solo tráeme un cerveza y esta noche ha mejorado mucho-, bromeó la rubia, mientras Alice aplaudía…
Después de dos horas y casi todos los recipientes vacíos, Rosalie se levantó y apagó el televisor.
-Ya tengo una película favorita-, murmuró Alice.
-Espero Edward no se entere-, gimió Bella mientras todas reían.
-Pobre de mi bebe debe de estar extrañándome-, siguió Rosalie.
-¿Es así?-, preguntó Alice después de unos minutos.
-¿El que?-, preguntó Rosalie
-El tener sexo con tu pareja-, murmuró Alice sonrojada
-Eso no es sexo Alice…es mas que eso, tener un relación sexual con la persona que amas, envuelta en respeto y confianza, si se asemeja mucho-, respondió Bella.
-Hay Bella estoy a punto de ir a buscar a Em-, se quejo Rosalie teatralmente.
-No, si yo no puedo ir tu tampoco, además tenemos algunas preguntas que hacerle a la enana ¿no es cierto?-, le recordó Bella y la rubia asintió.
-¡Preguntas!-, Alice tembló mientras sus dos amigas reían.
-Bien Allie, cuéntanos…que ha pasado entre tu y mi extraño hermano-, inquirió Rosalie
-Eso es personal-, replicó ella
-Alice, solo queremos saber si estas bien-, cuestionó Bella.
-Si…decidimos esperar hasta la Universidad, puedo esperar, al fin y al cabo Jasper y yo estaremos juntos mucho mas que eso-, suspiró Alice, Rosalie sonrió mientras Bella levantaba sus pulgares.
-Además con “Heidi” merodeando, será muy difícil hacer algo bien en este pueblo-, continuó Alice.
-Esa chiquilla y su hermana deberían hacer algo mas que tratar de conseguir un hombre que las mantengan-, murmuró Rosalie
-¿Merodeando?-, preguntó Bella
-Si, desde que vio a Jasper ese día ha estado corriendo el rumor primero de su supuesta traición por toda la escuela y después de lo “buena novia” que soy, la verdad me tiene sin cuidado el año esta por acabar y casi nadie cree sus comentarios, pero a veces me gustaría darle su merecido, te imaginas ese pelo rubio contra el fango-, bromeó la mas chica de los Cullen.
-Controla tus instintos asesinos enana, se me esta ocurriendo una forma mejor y mas divertida de ponerlas en su lugar, al menos por un momento, además Lauren me debe una por querer seducir a Edward en mis narices-, replicó Bella mientras Rosalie la miraba.
-Definitivo, quiero tener mas pijamadas como esta-, bromeó mientras las tres reían.
Edward caminó hacia la entrada de la casa de Charlie Swan y se paró delante de su puerta, había llegado lo mas temprano posible para que no tuviera la mala suerte de no encontrarlo, así que inspiró fuerte a sabiendas que detrás de esa puerta se encontraba un hombre que no lo tenia en alta estima y tocó.
Después de unos segundos el sonido del cerrojo lo puso en alerta y Edward se acomodó el cuello de la camisa más nervioso de lo que imaginaba.
¡Contrólate Cullen, esto es por ella!, se reprendió mientras Charlie abría la puerta, lo miró por unos momentos antes de decir algo.
-¿Edward?-, preguntó el con el ceño fruncido.
-Buenos días señor Swan-, saludó, el padre de Bella seguía estático en la puerta, miró la invitación que Edward sostenía en sus manos y después a el.
-Creo que le deje en claro a tus padres cual era mi posición al respecto sobre esta locura, ya que no puedo interferir en la decisión de Bella, pero puedo abstenerme de participar en su error-, dijo Charlie, Edward cerró los puños pero trato de mantener la calma.
-Amo a su hija, como ya se lo dije antes y vengo a traerle la invitación a nuestra boda, ella lo necesita mas de lo que se imagina, siempre lo ha hecho, ¿por que se niega a conocerla?-, replicó Edward.
-Yo amaba a la madre de Bella y los dos nos hicimos suficiente daño, nuestra hija tuvo una infancia dura por precipitarnos justo como ustedes lo hacen-, insistió Charlie.
-Esto no se trata de ustedes, que no lo entiende, se trata de que su hija formó una familia y quiere que usted sea parte de ella, ¡Cuando dejara de ser tan egoísta!-, le gruñó Edward desesperado, Charlie enderezó los hombros y Edward suspiró levantando las manos.
-Mira señor, no me conoce y se que mi relación con su hija a sido muy rápida, pero podría culparme de no querer dejar escapar lo que encontré sin siquiera saber lo que buscaba, su hija es el regalo mas preciado que la vida me pudo mandar, ella y …nuestro bebe son mi vida, y estoy aquí por que usted forma parte de la de ella, una parte que ella siempre mantiene oculta, por que le duele demasiado-, terminó Edward mientras Charlie lo miraba con los ojos muy abiertos, ¡Genio!, no era forma de decirle sobre el bebe, Edward esperó gritos o una reacción parecida pero no hubo nada.
-¿Esta embarazada?-, preguntó en un susurro, la visión del padre de Bella era de un hombre decaído, triste, solo.
-Si y antes de que me lo cuestione el embarazo fue después de nuestro compromiso, se que no soy el mejor yerno que pudo desear, pero quiero lo mejor para Bella y quiero que mañana sea el día mas feliz para ella y para ello necesita saber que a usted le importa mucho mas que su corazón roto-, susurró Edward.
-Ya había tomado una decisión, no quiero ver a mi hija cuando sea infeliz-, murmuró Charlie, quiso cerrar la puerta pero Edward lo detuvo molesto.
-Entonces ¿por que llamó?, Renee no lo hizo, por eso vine aquí…usted llamó a mi madre, a usted le importa su hija…demuéstreselo a ella-, pidió Edward entre dientes.
-¿Tu amigo vendrá?-, preguntó Rosalie a Bella mientras se dirigían a Port Ángeles.
-Si…confía en mi nos encontrara en el centro comercial-, contestó ella.
-Ya llamé a Tanya, casi todos los viernes las dos brujas va a su tienda en busca de algunas prendas nuevas, nos avisara cuando estén ahí-, dijo Alice metiendo su celular en la mochila.
-¿Esme no necesitaba ayuda?-, preguntó Bella mordiéndose los labios, a un día de su boda y ella estaba en medio de un plan de venganza.
-No te preocupes esta feliz de que te mantengamos ocupada y así poder terminar de decorar la casa-, contestó Rosalie.
Después de unos minutos aparcaron en el centro comercial y bajaron del auto, entraron y caminaron hasta unas mesas fuera de un establecimiento de comida chica.
-Espero que de verdad tu enfermero misterioso logre una buena actuación-, murmuró Alice.
-De no gustarme tanto los hospitales seria actor-, contestó una voz a sus espaldas, las tres mujeres se giraron mientras Bella sonrió al reconocerlo.
-Hola chico rudo-, saludó ella
-Hola hermosa-, contestó James, rodeó la mesa y se sentó con ellas.
-¿Nos ayudaras?-, preguntó Bella
-Claro, por lo que me contaste ellas se lo merecen, además siempre me encanta ayudar a tres bellas mujeres-, sonrió y ellas asintieron.
-Bella me agradan tus amigos-, murmuró Rosalie mientras el la miraba.
-Y a mi las amigas de Bells-, saludó James
-Chico rudo, Emmett es mucho más celoso que su hermano Edward-, bromeó Bella y Rosalie le sacó la lengua mientras reían.
-Tanya me envió un texto, el plan empieza-, Alice aplaudió mientras Bella le daba a James una bolsa negra con su indumentaria.
Tanya puso en marcha la pequeña cámara de su teléfono mientras James hacia su aparición en la tienda.
-Necesito algo que me suba el ánimo-, se quejó Lauren
-Deberíamos irnos de este pueblucho-, murmuró Heidi a su hermana
-Si, estoy harta de lidiar con gente pueblerina, incluso los Cullen, mamá ya se encargó de decir a todo el pueblo que no nos invitaron a “la boda del año”-, murmuró Lauren
-No comprendo que tienen ellas-, siguió Heidi
-Somos más bonitas, y con más clase-, terminó, James rodeó los ojos al oírlas, parecían las hermanastras odiosas de Cenicienta, forzó su mejor sonrisa y las encaró.
-Buenas tardes…disculpen podría hablar con su agente-, preguntó el
-¿Agente?-, susurró Lauren con una ceja lazada
-Si, la persona responsable de su portafolio, soy fotógrafo y actualmente tengo una campaña sobre la mujer actual y ustedes son perfectas-, aseguró
Las miradas de ambas brillaron al comprender mientras Lauren sonreía de forma coqueta, según ella, pensó James.
-No somos modelos, pero podríamos ayudarte-, contestó.
-Genial, mi nombre es J. Mark, y son perfectas chicas, de verdad….únicas-, murmuró el mientras Heidi sonreía retorciendo un mechón de cabello en su dedo.
-¡De verdad lo crees!, murmuró ella emocionada.
-Claro que si, ¿Puedo tomarles una foto de prueba?-, preguntó el señalando la cámara profesional de su estuche
-Por supuesto-, posaron para varias fotografías con aire de suficiencia, mientras James cambia de posición una y otra vez
-Necesito su numero chicas, esto tiene mucho potencial-, murmuró el
-Puedes llamarme a este teléfono para concertar nuestra cita-, pidió Lauren entregándole una tarjeta con aire de estrella de cine.
-Claro…mi secretaria se comunicara con ustedes, el reportaje sobre las mujeres platicas saldrá en un mes, necesitó las fotografías al menos una semana antes-, explicó el, Heidi frunció el ceño mientras Lauren abría y cerraba la boca.
-¿Mujeres plásticas?-, preguntó al fin
-Si… el reportaje, sobre las mujeres de las que los hombres huyen-, dijo el sin mirarlas, estudiando a las otras compradoras.
-Esto es un insulto…como te atreves-, murmuró enojada.
-Lo siento si las ofendí no era mi intención, pero son perfectas en serio-, sonrió el, Lauren hizo el atisbo de darle una cachetada pero el la esquivó fácilmente, ella chilló y salió de la tienda, pero sin quitarse la chaqueta que se estaba probando, las alarmas sonaron mientras Tanya se acercaba.
-Lauren querida, la ropa por favor-, pidió ella con voz amable, Lauren le aventó la prenda y bufó, llamando a su hermana…
-Ahora el numero se llamara Mujeres plásticas y con mal carácter-, gritó James riendo mientras Heidi corría hacia su hermana.
-Eso fue estupendo-, murmuró Rosalie minutos después riendo al entrar a la tienda.
-¿Viste su cara?-, preguntó Alice.
-Ahora chico rudo…el video debe informar a Forks sobre las nuevas modelos, para eso crearon la red-, Bella explicó mientras Alice aplaudía.
-Se lo merecen, cada persona a la que han molestado agradecerá la broma-, murmuró ella.
-El video pequeña cómplice-, pidió James con una sonrisa, Tanya le entregó el teléfono haciéndole un guiñó de ojo y Bella negó sonriendo ante su coqueto enfermero…, la venganza es dulce.
Edward estaba sentado en la sala de espera pensando en lo estupido de su viaje, Bella no merecía a los humanos que tenia como padres, Charlie no había oído razones, ni siquiera sabia si había tomado la invitación después de que la dejara fuera de la puerta cuando estampo la estructura en sus narices.
Su teléfono sonó distrayéndolo, sonrío al ver el contacto y contestó.
-Hola Cullen-, escuchó la voz de Bella mientras sonreía
-Hola Swan-, murmuró el
-¿Dónde estas?-, preguntó el
-Vine a Port Ángeles con Rose y Alice pero ya volvemos a casa-, contó ella mientras Edward escuchaba el alboroto de las otras dos mujeres.
-Ya…esperó encontrar la casa de pie-, murmuró y Bella se rió.
-O tranquilo, los stripers se fueron hoy en al mañana y ya nos deshicimos de todas las botellas-, contestó ella
-Bien entonces no me preocupo mas, estaré llegando en la madrugada, mamá me pido que durmiera en la casa y así evitar romper el encanto y raptarme a la novia por unas horas, así que te veré hasta nuestra cita…¿Aun tienes la invitación cierto?-, preguntó Edward mientras ella contestaba.
-Si Cullen, no faltaría-, murmuró.
-Te amo Swan-, susurró el y Bella bebió las palabras.
-Y yo a ti…te veo mañana futuro señor Swan-, bromeó ella antes de colgar, Edward sostuvo el teléfono un poco mas mientras alguien se sentaba a su lado.
-No creí merecer el cariño de Bella después de estos años, la alejé sin que ella tuviera culpa, mi niña se ha criado sola todos estos años, pero la quiero mas que a mi vida, es mi única hija, lo único bueno que hecho en mi vida-, murmuró Charlie, Edward lo miró mientras el sostenía la invitación en sus manos.
-Gracias-, murmuró mientras el padre de Bella se aclaraba la garganta.
-No, gracias a ti, prométeme que siempre amaras a mi hija de la forma que lo haces-, pidió el
-Lo juro-, contestó Edward mientras por el altavoz la llamada para abordar inundaba el lugar.
|