EDWARD
Verla dormir a mi lado con mi hijo era el sueño más loco que había tenido en mi vida era lo más hermoso que tenía y no pensaba perderlo nunca, me quede dormido tomándola de la cadera
A la mañana siguiente sentí que se levantaba con Anthony en brazos porque no quería ir al colegio pero ella le dijo que si se portaba bien iríamos a dar una vuelta mi hijo pregunto que si conmigo y ella dijo que si eso me hizo sonreír luego seguí que se metía a la ducha y me levante de la cama para seguirla a la ducha me desnude mientras avanzaba al baño cuando la vi lavándose el cabello en la ducha tenía su cabeza para atrás dejando que el agua cayera y me pegue a su espalda
- Edward- dijo ella saltando al sentirme detrás de ella
- Hola – dije acariciándole el cabello ella trato de girarse pero no la deje
- Que haces- dijo ella recargando su cabeza en mi pecho mientras acariciaba su espalda
- Mm solo quería darme un baño – dije besándole el cuello ella gimió – pero creo que es más interesante esto - dije acariciándole la curva de su espalda
- Edward no – dijo ella
- Porque no – dije sonriente y acariciando sus glúteos –
- Porque – dijo ella gimiendo cuando pase una mano por sus pechos – porque – dijo
- Porque – dije riéndome de ella besando su oreja y mordiéndola
- Porque tengo – dijo ella – tengo que irme a trabajar
- Y yo también – dije besándole
- Por favor – dijo ella pegándose ahora más a mi sonreí
- Por favor que – dije – que te suelte – dije alejándome y ella gruño – o que te bese- dije lamiendo su cuello
- Edward deja de jugar- dijo ella girándose y acorralándome contra la pared besándome sonreí besándola y ella paso sus manos por mi pecho gemí y la atraje más a mi ahora yo la gire dejándola debajo de mi besando su cuello y bajando mi cabeza a sus pechos ella gimió aferrándose a mi espalda y gimiendo mientras me apretaba el cabello chupe lamí y mordí sus pechos como si mi vida dependiera de ello y era así mi vida dependía de hacerla feliz ella me miro a los ojos y sonrío besándome y mordiendo mis labios
- Te amo – dije ella se tensó y se alejó de mi
- Que pasa- dije mirándola – bella
- Yo – dijo mirándome
- No – dije mirándola – ahora no me dirás que no me amas
Ella sonrío y me beso de nuevo
- Yo también te amo – dijo mirándome sonreí suspirando – pero – dijo mirándome negué – no tomo pastillas - dijo sonriéndome y suspire- y dudo mucho que tengas condones- dijo riéndose
- No me molestaría tener otro hijo – dije siguiéndola mientras veía como salía de la ducha
- Lo sé – dijo colocándose una toalla y mirandome sonreí cruzándome despreocupado como si no me importara mi desnudes- pero no creo que sea el momento de otro bebe tengo mucho trabajo
- Tienes razón – dije mirándola y besándola- lo siento no sé qué me paso
- Si cariño lo sé- dijo sonriéndome – pensaste con otra cosa- dijo mirandome negué riéndome
La seguí a la habitación y vi cómo se vestía
- Bella – dije mirándola – lo que te dije ayer de mi mama – dije
- Cuando quieres que la veamos – dijo sonriéndome y aplicándose crema – podemos darle el regalo que le compramos
- De verdad- dije mirándola
- Si – dijo ella sonriéndome era un tonto ni le había pedido que fuera mi novia
- Perdón - dije mirándola ella me miro confundida mientras se colocaba la camisa – no te he pedido que fueras mi novia- dije riéndome ella negó sonriente y me empecé a vestir cuando sentí algo en mi bolsillo y al tocarlo me di cuenta que era el corazón sonreí sacándolo
- De donde sacaste eso – dijo mirándome
- Lo compre hace unos meses – dije mirándola – pero bueno digamos que no era el momento – dije sacándolo ella me sonrío y me dio la espalda mientras se lo ponía – te ves hermosa
- Gracias novio mío – dijo riéndose termine de vestirme
- Tengo que ir a mi casa por mi uniforme- dije – pero no traje mi coche
- Quieres que te lleve- dijo colocándose la falda negra
- Me encantaría que me lleves- dije sonriendole ella termino de vestirse y bajamos
- Buenos días- dijo bella a María
- Buenos días señora swan- dijo mirándola y mirandome a mí – señor cullen
- María – dije sonriendole mientras le corría la silla a bella para que se sentara y me sentaba a su lado ella me sonrío y empezamos a comer
- María me puedes hacer un favor – dijo bella mirándola
- Si señora – dijo mirándola
- Puedes decirle a royer que cuando Anthony llegue a casa lo lleve a mi oficina- dijo bella terminando de comer
- Si señora- dijo María mirándola
- Vamos – dijo mirándome no podía quitarle la mirada de encima de verdad se veía sexy y profesional muy tentadora- Edward – se veía tan linda con esa ropa las piernas se le veían de infarto con esa falda blanca, tenía un esqueleto blanco y una chaqueta color salmón con un cinturón blanco – Edward- dijo llamándome de nuevo
- Lo siento – dije levantándome María y bella solo se reían – adiós- dije
Cuando nos montamos en su carro ahora si no lo pude evitar era demasiado verla con ese uniforme y tras un volante aunque me hubiera gustado más verla de policía
- En que piensas- dijo mirandome
- Ya no piensas ser policía – dijo mirándome
- No gracias tengo 31 años Edward- dijo mirándome
- Pero no eres vieja – dije mirándola – yo tengo 33
- Si pero llevas años en la policía – dijo sonriéndome – no Edward ya estoy bien con lo que tengo y la gente ama mi trabajo – dijo mirándome
- Eres muy buena en lo que haces – dije sonriendole
- Gracias – dijo sin mirarme ella tomo la palanca de mando y algo dentro de mí se despertó mierda un calor que se alojó en mi queridísimo amigo fiel
- Dios bella – dije besándola ella freno y yo me pegue más a ella
- Edward estoy manejando – dijo alejándose
- Lo se lo siento – dije sonriendole ella negó y me dejo en mi casa-
- Ahora, se un buen sheriff y ve atrapar a los malos
- Si señora- dije haciendo salido militar ella me tomo de la solapa de la camisa cuando me agache en la ventanilla del carro y me beso
Sonreí mirando cómo se relajaba y entre a mi casa más feliz que antes era el momento de ser felices.
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