Viviendo Felices, Comiendo Perdices (+18)- Continuación de Acuerdo Perfecto

Autor: Cintia_pattinson
Género: Romance
Fecha Creación: 20/11/2009
Fecha Actualización: 10/12/2011
Finalizado: SI
Votos: 63
Comentarios: 80
Visitas: 317220
Capítulos: 20

Secuela de Acuerdo Perfecto. Edward y Bella se enamoraron de una forma poco convencional ahora tendrán que lidiar con los preparativos de una boda, unos adolescentes precoces, un secreto que saldrá a la luz sobre su relación y los cuidados de un embarazo.

Propiedad de Jazzy W.

 

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Capítulo 16: Viaje De Última Hora

-Entiendo su postura Licenciada Kudrock pero comprenda que para nosotros es imposible sustentar esos precios, su producto esta en el auge del diseño interior, si nos permite comercializarlo podríamos ganar amabas empresas…esta bien…esperare su propuesta,…muchas gracias-, Bella colgó el teléfono y se llevó las manos al rostro recargándose en el escritorio, “Relájate, solo son las hormonas”.

-Peque…este contrato me va a volver loca-, murmuró Bella en tono bajito sonriendo al acariciar su vientre que poco a poco comenzaba a notarse.

-¡Nuestro bebe va a nacer preocupado por tener una mama loca, Swan!-, murmuró Edward en la entrada de su oficina y ella rodeó los ojos sacándole la lengua al verlo, sin embargo no pudo reprimir la sonrisa que se formó en su rostro al oírlo decir “nuestro bebe”, era como si lo que ella sentía… el solo lo estuviera corroborando, había pasado una semana desde que habían derrumbado la ultima barrera entre ellos, y ahora Bella ya no era mas Isabella Swan, era parte de Edward, del el y de su hijo, muchas veces deseo poder cambiar sus acciones, poder haber hecho las cosas diferentes cuando encontró a Mark y a Renee juntos, ahora entendía que no podía cambiarlas, ahora tenia la oportunidad de disfrutar de su príncipe…burlón y extremadamente gruñón por las mañanas pero era suyo…para siempre.

-¿Qué pasa Cullen?-, preguntó ella mientras el seguía en el marco de la puerta, Edward sonrió y bebió la imagen de su futura esposa, antes de dar el paso mas delicado, decirle que se iba de viaje… ¡A días de la boda!

-Te traigo algo-, contestó entrando por fin a la oficina y dejando frente a ella la invitación para su boda.

Bella miró la inmaculada tarjeta envuelta en celofán, quedándose sorprendida de lo rápido que se acercaba el día en que por fin seria la esposa de Edward, les había dado carta blanca a Esme, Alice y Rosalie, librándose casi de todos los enredosos preparativos, tan solo hace unos días había desistido de la visita a la florería.

Por supuesto que quería que su boda fuera hermosa, pero no dudaba que ellas se encargarían de eso, así que las dejo elegir las flores mientras ella y Edward iban a su segunda ecografía.

Carlisle le había hecho un chequeo completo y le había dicho que todo iba sobre ruedas, le recetó una dieta para fortalecer el peso del bebe y por fin pudieron verlo por completo.

Jamás podría describir la sensación que sintió al mirar su pequeño cuerpecito en la pantalla, mientras Carlisle les iba describiendo las partes que veían, Edward había tomado sus manos y besado su cabello,…su pequeño Edward, un trocito de ella.

Ahora estaba segura que se trataba de El, un niño,bueno 96 % segura…palabras textuales de su futuro suegro…

No había dejado de preguntarse que nombre escogería Edward para el bebe, ahora se arrepentía de ese absurdo trato que había hecho con el.

-¿Quieren conocer el sexo del bebe?-, había preguntado Carlisle

-Si-, contestó ella

-No-, le siguió Edward.

-¿Por qué no Cullen?-, le preguntó confundida.

-Será una bonita sorpresa saberlo cuando lo tengamos con nosotros-, había contestado el.

-No…debemos ahorrarnos el quedarnos con ropita rosa o azul-, contestó ella

-O podrías comprar blanca o amarilla…colores neutrales-, murmuró el haciendo un ademán en señal de inteligencia

-Edward por favor-, pidió ella mientras el rodeaba los ojos, la miró con una sonrisa formándose en su rostro. Bella conocía esa sonrisa, algo se le había ocurrido.

-Esta bien…con una condición-, pidió el.

-¿Cuál?-, preguntó Bella.

-Me dejaras escoger el nombre-, se encogió de hombros mientras ella abría la boca y la cerraba de nuevo.

-Pero…-, Edward se rió y acarició su nariz.

-Tómalo o déjalo Swan-, susurró, Bella miró a Carlisle que aun seguía esperando, riéndose un poco del absurdo alegato.

-Ok… ¿Es niño?-, le preguntó Bella al papa de Edward, el la miró algo sorprendido y asintió.

-Si, todo indica que es un varón…mi primer nieto-, sonrió de forma genuina mientras Edward apretaba la mano de Bella.

-¿Qué nombre le podrás?-, murmuró ella ya estando solos

-Esa si será una sorpresa-, le contestó el antes de besarla…

-Anda ábrela-, pidió Edward volviéndola al presente, Bella sacó la invitación y comenzó a leer mientras reía

-¿Es una broma?-, murmuró ella, sus nombres estaban escritos, invitándolos a su propia boda.

-No…yo mismo le pedí a Esme que preparar una así-, replicó el sentándose en una silla frente a ella.

-¿Desde cuando es normal invitar a los novios a su propia boda?-, preguntó Bella

-Nunca hemos sido normales Swan, además es solo para evitar que vayas a planear algún otro compromiso ese día-, bromeó Edward.

-Muy gracioso Cullen-, susurró ella, se levantó a archivar un expediente y lo miró mientras el seguía sentado observándola.

-¿Por qué se que hay algo mas?-, preguntó ella.

-Por que lo hay-, murmuró el sin mirarla, Bella frunció el ceño y fue hasta el sentándose en su piernas.

-Cullen-, llamó, el la miró y sonrió.

-No es nada…solo tengo que viajar a San Diego para firmar el contrato con la Firma de Arquitectos, al fin llegamos a un acuerdo-, sonrió ante la palabra y ella le respondió de igual forma.

-¿Cuándo te vas?-, preguntó Bella

-Mañana…estaré de regreso a mas tardar el viernes-, murmuró el mientras Bella asentía.

-Un día antes de la boda-, susurró ella comprendiendo

-Hay algunos pendientes que aun debo tratar…pero estaré aquí a tiempo…te lo prometo, no me lo perdería por nada del mundo-, aseguró Edward, odiaba mentirle, aunque técnicamente no lo estaba haciendo, si iba a viajar a San Diego para la firma de un contrato que les permitirá tener la posibilidad de diseñar los interiores que la Firma de Arquitectos con la cual se asociarían construyera a partir de ese momento.

Lo que estaba “omitiendo”, es que eso solo estaría en esa ciudad por dos días, después tenía planeada llevar la invitación de su boda personalmente a Charlie Swan, con todo lo que aquello acarreaba.

-Mas te vale, mira que la invitación es para los dos y no se vería bien que llegara sola a un evento tan importante-, murmuró ella.

-Y yo creí que darías de gritos-, bromeó Edward, Bella rodeó los ojos y abrió la boca dispuesta a contestar pero el sujetó con una mano su nuca y la atrajo hacia si dándole un lento beso, sus labios se amoldaron y ella enredó las manos en su cabello rasgándole tenuemente el cuero cabelludo.

-Papa y yo creemos que seria conveniente que te quedaras con ellos estos días-, susurró Edward aun con el rostro cerca del de ella.

-No es necesario, además no quiero molestar-, replicó Bella.

-Estas siendo ridícula Swan, no vas a estar sola…-, insistió el, Bella se mordió el labio mientras pensaba en una forma de no dejar su casa abandonada, ya iba a ser demasiado difícil separase de Edward por unos días, al menos quería estar en donde pudiera recordarlo y sentirse cerca de el.

-Tengo una mejor idea…no estaré sola…haré de la casa un campamento de chicas-, propuso

-Suena escalofriante-, contestó el

-Alice y Rosalie puede quedarse a acompañarme por las noches, en el día estaré aquí o en la casa de tus papas no hay problema-, murmuró ella, Edward lo pensó un poco antes de asentir de otra forma no lograría quedarse tranquilo.

-Esta bien-, murmuró mientras Bella sonreía y se levantaba.

-Iré a contarle a Esme para que le diga a la enana que tendremos mi fiesta de despedida de soltera-, anunció Bella, Edward la miró enarqueando una ceja.

-¿Despedida de soltera?-, murmuró el cruzándose de brazos.

-Obvio Cullen no podría haber boda sin ella-, bromeó y salió de la oficina.

Odiaba tener que viajar y mas a días de la boda pero era necesario, quería poner las cartas sobre la mesa, si el padre de Bella alguna vez esperaba ser parte de la vida de su hija este era el momento.

-Hola Bella-, saludó Rosalie a través del teléfono mientras Bella se preparaba un emparedado, había salido con Esme de la oficina y esta la había llevado a su casa, había hecho algo de limpieza y se había duchado, Edward se había quedado a revisar algunos pendientes antes de su viaje.

-Hola rubia, ¿Qué pasa?-, preguntó llegando hacia el saloncito.

-Me entere gracias a los pulmones de Alice sobre tu fiesta de despedida-, Bella gimió bajito mientras se sentaba en el sofá y prendía la televisión.

-Creo que tengo que aprender a controlar mi boca, ahora tengo el ligero presentimiento que si habrá fiesta, lo ultimo que me apetece, Edward tiene que salir por unos días, solo quería pedirles que vinieran a acompañarme-, explicó Bella

-Si Esme me contó, no te preocupes, estaremos ahí mañana por la tarde, el único que esta con un puchero es Emmett, ya que según parece no se admitirá testosterona-, bromeó Rosalie.

-No….solo chicas-, siguió Bella.

-Oh, esta bien el sexo de reencuentro siempre es sensacional-, se burló la rubia

-Ey chica caliente estoy comiendo-, se quejó Bella

-“El comal le dijo a la olla”, en serio, no te preocupes Bells los días pasaran rápido-, murmuró Rosalie

-Eso espero, lo voy a extrañar-, concluyó Bella con voz apenas audible…

Edward escuchó a Bella y esperó mirándola desde el pasillo hasta que ella colgó, dio otro paso antes de hablar.

-¿Así que me vas a extrañar?-, preguntó con una sonrisa, ella se giró de prisa.

-Acabas de espantarme-, murmuró ella, el se rió y se quedo parado frente a ella, tomó el emparedado y le dio una mordida.

-Eso es mío Cullen-, murmuró ella tratando de sonar molesta

¿Y no se supone que próximamente vamos entrar en la política de “lo mío es tuyo”?, bromeó mientras ella rodeaba los ojos.

-Como sea no has contestado mi pregunta-, murmuró el tomando el mando del televisor y apagando el aparato.

-No dije que lo haría, además no deberías escuchar conversaciones ajenas-, murmuró ella, Edward volvió a morder el emparedado y ella estiró la mano.

-Dame eso-, pidió mientras el se inclinaba ofreciéndole una mordida, ella acercó la boca y el cambió la comida por sus labios, a Bella no pareció importarle mucho, el se inclino aun delante de ella haciendo que Bella recargara la espalda en el sofá.

-Yo si te voy a extrañar…cada segundo…voy añorar verte y tocarte-, murmuró el contra sus labios, Bella gimió bajito y lo acercó anclando sus manos en el cuello de Edward.

-Voy a extrañar tu voz, la forma en que sigues mis bromas, tu olor, tus labios, tu cuerpo junto al mío en la cama-, siguió Edward contra su cuello se había inclinado por completo sobre ella sosteniendo su peso en sus manos que estaban en el respaldo del sofá.

Le quito los lentes y echó hacia atrás su cabello aun húmedo, se arrodilló frente a ella y levantó su playera, mientras sus manos rozaban sus pechos, besó su estomago, mientras la prenda subía, Bella echó la cabeza hacia atrás al tiempo que el continuaba besando su piel.

-Si…-, murmuró ella

-¿Si que amor?-, preguntó el llevándose uno de sus pezones a la boca.

-Si, te voy a extrañar con cada latido de mi corazón-, respondió ella, el sonrió sin que ella lo mirara y bajó llevándose consigo su pantalón de chándal, besó su vientre y cerró los ojos imaginándose a su hijo.

-Cuando este solo, recordaré el sabor de tu piel, su olor, y tu voz mientras gimes mi nombre-, confesó mientras Bella acariciaba su cabello, Edward la jaló a la orilla del sofá separando sus piernas, dejándola expuesta ante el.

Cuando Bella sintió el aliento de Edward sobre sus muslos, una escalofrío la recorrió entera.

Edward besó su entrada y su lengua jugueteó hasta encontrar su clítoris, ella no pudo reprimir el gemido que se escapo de sus labios, comenzó a acariciar su entrada con sus dedos mientras ella jadeaba y alzaba sus caderas.

-Córrete para mi amor, grita mi nombre para recordarlo hasta que regrese y te reclame como mía-, murmuró Edward jugando con sus dedos, acariciando con su lengua su punto mas sensible.

-Ya lo soy tonto-, gimió ella mientras el sonreía.

-Si ya lo eres-, susurro antes que sus dedos se adentraran en Bella llevándola al límite.

Capítulo 15: Crecer Capítulo 17: Vendetta y Verdad

 
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