-Dijiste Biblioteca-, murmuró Bella mientras Edward reía y aparcaba cerca del acantilado en el que ya habían estado aquella vez.
-Bueno por aquí tan bien hay recuerdos ¿no?-, le hablo al oído y ella gimió bajito, Edward se rió mientas le encantaba ver a su novia así, era algo egocéntrico si, pero que ella se deshiciera con un simple toque lo hacia sentirse el dueño del mundo.
-No empieces algo que no quieras terminar Cullen-, susurró Bella contra sus labios
-No en unas cuantas horas…-, concordó el antes de besarla, Bella terminó el beso sonriendo y se acomodó los lentes
-Exacto y me has dejado preocupada por la casa-, suspiró y el sonrió, bajo y ella lo siguió, Bella se sentó sobre el auto burlándose de la mirada agónica de su prometido hacia su adorado Volvo.
-¿Quieres que me baje?-, preguntó ella mientras abría un poco las piernas. Edward se colocó entre ella y la besó.
-A veces me asusta que podrías hacer conmigo-, murmuró el mientras ella sonreía, lo abrazó y miró hacia el panorama que tenían frente a ellos.
-¿Qué les vamos a decir?-, preguntó Bella de repente, Edward se alejó un poco y la miró, sabia a lo que se refería y sinceramente no tenia la respuesta.
-Si quieres no les decimos nada-, respondió al fin.
-No, no quiero secretos, ni mentiras, esto es demasiado increíble para que este oculto así-, Edward acarició su mejilla.
-Les diremos la única verdad, que nos enamoramos sin buscarlo, que yo había sido todo menos el hijo perfecto que ellos esperaban hasta que te conocí-, Bella lo miró y se mordió el labio desviando la mirada.
-Swan…-, llamó el y ella lo miró antes de cerrar lo ojos.
-¿Y si no lo aceptan…y si Emmett fue solo un atisbo de lo que se nos viene…y si tus padres piensan que no te convengo, que casi no me conoces…si se llegan a enterar de lo que te pedí…de?-, Edward puso sus pulgares sobre sus labios y sus manos rodearon su nuca.
-Nuestro acuerdo es privado y solo nuestro…yo jamás me arrepentiré de el…y mis padres te quieren, todos…no por se mi novia o mi futura esposa, te quieren por ser tu…por Dios Sra. Cupido basta ver lo que haz hecho por mis hermanos-, susurró Edward y ella sonrió.
-Con que me vuelvas a llamar así Cullen y dormirás en el saloncito-, murmuró ella enfurruñada.
-Bien también hay recuerdos ahí-, bromeó el, Bella abrió la boca y la cerró sonrojándose un poco.
-Debería darte vergüenza-, contestó entre dientes y Edward rió…
-Vamos antes de que se pongan a fabricar sobrinitos…-, murmuró Edward mientras ayudaba a bajarse a Bella del Volvo.
-¿Por qué no me dijiste eso?-, preguntó Rosalie mientras miraba a Emmett, estaba sentado sin mirarla a su lado, podía ver su perfil, su expresión seria, le costaba haber dejado al descubierto sus temores.
-No lo se amor, solo entre mas lo pensaba mas me atacaban las dudas, vamos tu sabes que no soy el que se digamos el mejor esposo, el mejor hombre, no soy ordenado, no soy cuidadoso, no cuido mis palabras la mayoría de las veces, ¿Cómo podría ser un buen padre?-, preguntó Emmett , Rosalie tragó el nudo que se formo en su garganta, primero el alivio por saber que el aun la amaba, que no era por todas las tonterías que ella se había imaginado por lo que se comportaba así y luego el amor al escucharlo la hicieron levantarse y arrodillarse para quedar frente a el.
-Sabes por que me hice tu novia, cuando llevaba años de conocerte, cuando te había visto en la época que ni siquiera tenia músculos-, bromeó ella y el la miró.
-¿Por qué soy irresistible?-, preguntó el y ella sonrió.
-Engreído-, murmuró Rosalie para después negar con la cabeza.
-Había muchos chicos que me decían lo bonita que era…lo sabes…era apuestos…pero ninguno tenia esos hoyuelos que se forman cuando sonríes, esa inocencia para mirar a las personas, la forma en que siempre tratabas de aligerar las situaciones, y después cuando nos casamos, cuando mis padres murieron y pase a ser la tutora de Jasper, jamás me dejaste, jamás permitiste que me sintiera incapaz…aun cuando yo también dudaba ser una buena madre…ni siquiera para el…-, Emmett ahuecó el rostro de su esposa entre las manos y la besó.
-No sabes cuanto deseo tener un hijo contigo…bueno unos cuantos…pero cuando me dijiste que habías dejado de usar la píldora solo no supe como decirte…como hacer que me dijeras que todo iba a estar bien-, murmuró contra sus labios, Rosalie se levantó sentándose a horcadas sobre el.
-Debí decírtelo antes, debí decirte que anhelaba quedar embarazada y contarte mis propios miedos-, Emmett sonrió y la besó.
-Nos hizo fata una buena conversación no es así-, susurró y ella asintió mientras Emmett recorría su delicada espalda, sus manos llegaron hasta el cabello rubio de ella y la acercó un poco.
-Ahora les debemos algo a esos dos-, murmuró Emmett.
-Serán padrinos de nuestro primer bebe te parece-, comentó Rosalie sonriendo y Emmett la besó mientras ella metía sus manos en su camisa.
-Ves que te dije-, murmuró Edward carraspeando, Emmett lo miró mientras su hermano le tapaba a su novia los ojos torpemente.
Rosalie se rió escondiendo el rostro en el cuello de su esposo.
-Si lo sabias debiste de haberme dado unas horas Eddie-, replicó Emmett y Rosalie gruñó.
-Emmett, cállate-, bromeó y Bella se rió.
-Al parecer ya todo esta bien cierto-, se sentó frente a ellos en la sala y Edward junto a ella.
-Si…y todo en parte por ustedes…gracias-, Emmett los miró y en sus ojos no había broma, Rosalie miró a Bella y sonrió.
-Ahora…recuerdo que tenían algo que explicar-, anunció Emmett después de unos momentos.
-No hay mucho mas que explicar, los había engañado y es cierto que estuve muy lejos de un comportamiento moral en la Universidad, pero después Bella llegó a mi vida, al principio solo creí que podría ser capaz de ser la novia que ustedes había imaginado pero para mi fue como…caí en mi propio juego-, Edward miró a Bella y ella sonrió.
-Pero si ustedes apenas…-, Rosalie parecía estar contando en retrospectiva y Bella se ruborizó.
-Hicieron la puesta en escena completa incluso tras bambalinas no es así-, bromeó Emmett mientras Edward lo fulminaba con la mirada.
-Siento haberlos engañado…haberles mentido…-, comenzó Bella
-Ya hermanita, no importa de tener que elegir entre este y tú…serias tú la que seguiría siendo una Cullen-, siguió bromeado Emmett
-No diremos nada si ustedes no lo hacen-, habló Rosalie.
-Hasta la boda…-, comentó Edward
-Hablaremos con Esme y con Carlisle antes de la boda-, Bella se mordió el labio.
-No habrá problema Bella eres la persona perfecta para Edward no importa cuanto llevan juntos-, la tranquilizó Rosalie y Edward le sonrió a su cuñada.
-Mira que para que este egocéntrico me empiece a caer bien-, bromeó la rubia haciendo que Bella se riera.
-¿Qué tal si vamos a Port Ángeles familia feliz, podríamos comer ahí y ver una película?-, propusó Emmett.
-Creí que no les permitían entrar a una sala de cine-, bromeó Edward.
-Muy gracioso Edward-, murmuró Rosalie, mientras se levantaban para encaminarse a la puerta.
-Algún día me contaran que fue lo que paso-, susurró Bella a Rosalie y Emmett se rió.
-Y que pasa con tus castos oídos-, bromeó el, Rosalie rodeó los ojos y se acercó a Bella.
-Me imagino que ya ni conoces la palabra-, Bella se sonrojó y Rosalie sonrió.
Subieron al auto de Emmett y este arrancó mientras miraba por el retrovisor a Bella.
-A los empleados del cine no les pareció que quisiera hacer realidad una pequeña fantasía-, murmuró el y Rosalie abrió la boca.
-Emmett cállate-, Bella sonrió al recordar cuantas veces le pedía Rosalie que se callara, esos eran un caso.
-Demasiada información Emmett-, contestó Edward.
-¿Hay hermanita parce que a tu novio se le olvidan los sótanos verdad?-, preguntó mientras Bella le sacaba la lengua y Edward reía.
Después de caminar un rato por las tiendas de la ciudad, comieron en un pequeño restaurante de comida italiana, la película aunque de terror fue demasiado chistosa pues Emmett molestaba cada cinco minutos a Bella por casi querer saltar al regazo de Edward cada que se sobresaltaba, idea que no parecía disgustarle mucho a su novio.
Regresaron a la casa cerca del atardecer y Edward y Bella bajaron mientras Rosalie se despedía bajando la ventanilla...
-Esme dijo textualmente que mañana había comida en casa-, Bella sonrió
-Donde manda capitán…-, murmuró Edward mientras su hermano arrancaba.
-Nos vemos mañana voy a hacer bebes-, gritó Emmett
-Emmett cállate-, gritó Rosalie.
-15-, murmuró Bella
-17-, replicó Edward recordando las veces que Rosalie había pronunciado esas palabras.
-Me alegra que estén bien-, murmuró Bella entrando a la casa
-Aunque me alegra que hayamos llegado antes de encontrarlos mas…-, hizo un además con las manos y el se rió.
-No te imaginas la de canas que le sacaban a mis padres-, murmuró Edward mientras Bella sonreía, entraron a la cocina y Bella abrió el refrigerador en busca de un jugo.
-¿Muchas fantasías?-, preguntó mientras el la miraba.
-Aja…-, Bella conocia esa cara y un cosquilleo recorrió su cuerpo, creía que jamás aun pasaran muchos, muchos años dejaría de desear a Edward, dejaría de pensar en el, de añorar su piel, y esa mirada, justo como ahora.
-Cuéntame una fantasía Cullen-, Bella se sentó frente a el en la mesa del desayunador, y trato de sonar casual, destapó la pequeña botella de jugo y bebió un poco. Edward siguió el movimiento y luego sonrió.
-Quisiera estar contigo en un tina llena de chocolate…-, comenzó mientras Bella lo miraba, su sexo palpitó y cruzó las piernas…
-Aja-, exclamó y trato de parecer aburrida. A pesar de que los separaba la mesa sentía la voz de Edward rozar su piel.
-Me aseguraría que estuvieras completamente comestible, que no hubiera un solo lugar en que no estuvieras repleta de chocolate dulce que después te quitaría con mi lengua, comenzando por tus piernas y tu vientre hasta llegar a tus pechos-, la voz de el se había vuelto ronca y Bella tragó y bebió mas jugo, una gota se derramo a un lado y el sonrió mientras ella lamia.
-¿Sabes como seria succionar tus pezones llenos de chocolate?e-, preguntó el mientras ella respiraba agitadamente.
-No como-, contestó ella en un hilo de voz, Edward la miró y sin decir mas se levantó, Bella se giró en el banco y quedo de frente a el mientras su novio tomaba el jarabe de chocolate que estaba guardado en la parte superior de la alacena.
Bella miró el bulto de sus vaqueros y sonrió mientras el se acercaba, la anticipación era un cosquilleo que la hacia retorcerse en su asiento, no jamás se cansaría de el.
Edward le desabrochó la blusa de botones dejando expuesto el sujetador blanco.
-¿Crees que se le quite el chocolate?-, preguntó sonriendo
-No creo que mejor no nos arriesgamos-, murmuró y se lo quito ante la vista de su novio.
El destapó el jarabe y se acercó mas a ella, se agachó un poco para acariciar su nariz con la suya, rozando sus labios.
-¿Sabes como seria succionar tus pezones llenos de chocolate?-, el pecho de Bella subía y bajaba y aspiró el olor de Edward, ese aroma exquisito mientras lo miraba, el le quito los lentes y los dejo en la mesa.
-No como-, volvió a repetir
-Así-, Edward la llenó de chocolate, el liquido frío tocó la piel de Bella y se escurrió por su estomago, el aroma le parecía exquisito, tal vez por el embarazo pero no se imaginaba nada mas que el exquisito chocolate, Edward recorrió una gota con el dedo y lo acercó a sus labios.
Bella lamió el dedo cerrando los ojos y el gimió mientras ella sonreía, las manos de Edward esparcieron el chocolate tentaban sus puntas, haciéndola morderse el labio y desear que dejara de jugar.
-Edward-, murmuró ella y el la miró antes de agachar la cabeza y lamer a un lado de su seno, una y otra vez sin llegar completamente a donde justo Bella lo deseaba.
-Delicioso-, murmuró el con voz ronca.
-Edward-, volvió a insistir mientras se recargaba completamente con los brazos contra la mesa, el levantó su mirada y hablo contra su piel.
-¿Qué quieres que haga Swan?-, preguntó en tono bajo, decadente.
-Quiero que lo hagas, que me quites el chocolate con tu boca que…-, Bella no pudo terminar pues el ya había tomado una de sus puntas en la boca y ella soltó un grito ahogado mientras lo acercaba mas hacia sí.
Y no solo el chocolate, parecía querer lamer todo, su piel hasta dejarla sin nada, Bella se retorcía y gemía pidiendo mas mientras la necesidad de acariciarlo de sentir se intensificaba.
Edward desabrochó los vaqueros de Bella y metió su mano, ella se sentó en el borde del banco para permitirle el acceso mientras seguía jugando con su piel, cuando sus dedos rozaron su intimidad fue la gloria, Edward se levantó y la besó mientras seguía acariciándola, introduciendo un dedo en su interior, su lengua jugueteó y Bella saboreó el chocolate en sus labios.
-Eres deliciosa-, murmuró mientras rozaba su clítoris y la acariciaba haciendo que Bella llegara a la cima del éxtasis, gimió y lo besó de nuevo alcanzando su orgasmo.
-Mi fantasía se queda corta-, murmuró el contra su cuello, aun tenia la voz ronca, Bella besó su oreja tratando de encontrar su voz.
-Ahora yo tengo algunas ideas-, murmuró a su oído
Tomó la botella de la mesa y se levantó…
-Vamos Cullen…ahora yo te voy a saborear-, murmuró antes de salir de la cocina, Edward sonrió y gimió al mismo tiempo.
La alcanzó en un santiamén adorando el chocolate.
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