Fuente: eluniversal
Una joven está acusada de acceder de manera ilegal a contenidos de la siguiente entrega de Crepúsculo
La joven argentina acusada de haber filtrado imágenes sin editar de la última película de la saga de vampiros "Crepúsculo" ("Twilight") admitió el jueves que accedió al material fílmico "por casualidad", pero negó los cargos por piratería en su contra.
"No soy hacker. No integro una red de piratería como se dijo. Soy un usuario más, como cualquier persona", dijo Daiana Santía, de 24 años, en conferencia de prensa en su ciudad natal de Posadas, capital de la provincia de Misiones, a mil 100 kilómetros al norte de Buenos Aires.
El estudio Summit Entertainment demandó a Santía ante una corte federal de Los Ángeles por supuestamente haber accedido de forma ilegal a imágenes de "Breaking Dawn" ("Amanecer") , la última película basada en las novelas de Stephenie Meyer, además de robarlas y publicarlas en sitios de internet.
"No capturé nada, no las difundí (las imágenes), no las guardé. Después de verlo cerré todo y quedó en eso", aclaró.
Santía, estudiante de Economía, reconoció que descubrió el material en internet, pero no identificó al sitio.
"Si quisiera volver a hacerlo, no podría. Navegando vas entrando, entrando por diferentes links. Yo sólo lo vi, no lo difundí como se dijo", contó Santía.
Summit ha condenando la filtración de las escenas argumentando que no es justo para la mayoría de los aficionados de "Twilight" ver trabajos sin terminar en la red.
"Soy fan, como ya se deben haber dado cuenta. La película es muy famosa y como muchas otras fans busco información sobre eso" , dijo.
Junto a Santía también fueron demandados su padre Héctor y otras personas que no han sido identificadas.
"Se dicen muchas cosas que no son ciertas. Nombran a mi padre que no tiene nada que ver", dijo la joven.
El abogado de Santía, Hugo Armanini, denunció en la misma rueda de prensa que técnicos al parecer enviados por los representantes legales del estudio Summit Entertainment en Argentina visitaron a la joven en su domicilio y le exigieron "de mala manera" que entregara material personal del disco duro de su computadora.
"Me cambió la vida, y no para bien. No me gusta nada esto. Mi familia está mal, a nadie le gusta que digan de su hija cosas que no son", concluyó Santía.
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