Fuente: lavozlibre.
Frustración, ira, acoso, rabia, insolencia, descuido personal, tropezones, detenciones erróneas, atropellos, seguimientos hasta su hotel,... en definitiva una vida poco normal.
A pesar de estar viviendo su sueño, ser el hombre más deseado del planeta tiene sus inconvenientes y Robert Pattinson lo sabe bien.
Está en la cumbre de su carrera, recibe un aluvión de ofertas de trabajo, bien sea en el cine o en campañas publicitarias que quieren contar con su imagen, el público le adora, la crítica no le trata del todo mal y muchos otros factores que podrían jugar a su favor, pero aún así Pattinson no parece del todo feliz.
Este año ha estado lleno de 'altibajos' para el intérprete del vampiro más célebre de la gran pantalla, y es que la saga 'Crepúsculo' ha desatado un fenómeno de fans que ha terminado en una locura mediática y que ha dado un giro radical a su vida.
Antes era un actor medianamente desconocido que elegía sus papeles con lupa, ahora Pattinson no puede salir sin escolta a la calle, vive recluido en los hoteles de las ciudades donde rueda y cada vez se le atribuyen más rumores.
Esta situación, que aguanta con paciencia el ídolo de adolescentes, ha terminado por desquiciarle en algunas ocasiones, en lo que ya se conoce como los peores momentos |