Kristen Stewart ha estado viviendo una doble vida. Por la tarde interpreta a Bella Swan en la franquicia de calientes vampiros (las dos primeras peliculas, “Crepúsculo” y “Luna Nueva”, han recaudado más de $ 1 billón en todo el mundo, y “Eclipse” ganó casi $ 300 millones a nivel nacional).
Pero mientras que estos éxitos de taquilla mundiales han sobrealimentado su carrera, la actriz de 20 años también ha participado en películas indie como “Welcome to the Rileys” (como una alocada stripper de Nueva Orleans) y “The Runaways” (donde retrata la vida de la rockera de los 70s Joan Jett). Ambas se estrenaron en Sundance y terminaron de consolidar su reputación como la rareza de Hollywood, una bella actriz más interesados en la sustancia que en el glamour, y con la calidad actoral que la respalda.
La nativa de Los Angeles tiene el mundo del espectáculo en su ADN – su padre es un productor de televisión, su madre australiana una supervisora de guión – y fue descubierta por un cazatalentos en una obra de teatro de Navidad. Después de algunos programas de televisión pequeños, apareció en “The Safety of Objects” y luego tuvo su gran oportunidad junto a Foster, interpretando a la hija de Jodie en el triller de David Fincher del 2.002 “La habitación del pánico”, mezclándolo con provocativos papeles dramáticos en el camino, incluyendo un giro memorable como una menor de edad, que vive en una comuna en el desierto en la pelicula de Sean Penn “Into the Wild”.
A pesar de la trayectoria de su nueva carrera, Stewart no muestra signos de querer salir de sus participaciones en filmes indie.
Ella acaba de terminar la producción de “On the Road”, una adaptación de la novela de Jack Kerouac, dirigida por Walter Salles que se graba en la Argentina, y tambien itnerpretaria a un transexual en prision en “K-11″, un drama que es co-escrito por su madre, quien también la dirigirá.