Hasta los vampiros cometen errores.

Autor: Huellas
Género: Romance
Fecha Creación: 24/07/2010
Fecha Actualización: 24/07/2010
Finalizado: SI
Votos: 7
Comentarios: 31
Visitas: 33963
Capítulos: 16

¿Qué hubiera pasado si Reneesme no hubiera venido al mundo? Aquí les dejo un Amanecer alterno. Hasta los vampiros cometen errores.

 

 

 Todos los derechos de autor reservados a Stephanie Meyer autora de la Saga Crepúsculo, quien es la autora oficial de los personajes conocidos del siguiente FanFic.  

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Capítulo 10: Daniel.

Jacob POV.

Había seguido a Bella después de pedirle explicaciones al chupasangre. Saludé a Billy y a la manda, y después perseguí a la vampiresa que amaba. En el fondo sabía que ella sabía que estaba allí, pero jamás dio muestras obvias de saberlo.

Estaba acompañada de una pareja, Micaela y Raúl. Viajaron por muchos lugares, sin acercarse mucho a Forks. Hasta una tarde en la que fueron a Port ángeles, me di cuenta que mi Bella estaba nerviosa, y que no dejaba de mirar en todas las direcciones, seguro tenía miedo de encontrarse con la bajita o con la rubia, y en el peor de los casos con Edward.

Me había dado cuenta de lo frágil que estaba Bella últimamente, como si su fuerza se hubiera desvanecido. No soportaba cuando se aovillaba susurrando el nombre de la sabandija que le había arrebatado las ganas de vivir.

La pareja que acompañaba a Bella, entró al cine y ella se quedó afuera, esperándolos. Entonces susurró bajo, pero la alcancé a escuchar.

-Ven, Jacob. Sé que estás allí –dijo sentada en una banca. Me acerqué y me senté a su lado. Me recordó cuando fuimos al cine con el tonto de Mike que terminó botando hasta la primera papilla por culpa de la gripe estomacal. Esa fue la última vez que estuvimos Bella y yo como dos simples humanos, al día siguiente me había convertido por primera vez.

-Hola, Bells –dije.

-Gracias –susurró recargando su cabeza en mi hombro.

-De nada, Bells. Sabes que siempre estaré para ti, aunque no me puedas ver –dije pasando mi brazo por sus hombros.

-Siempre supe que estabas allí -masculló.

-Pero nunca me has querido ver. Incluso así, Bella, incluso como mi enemiga mortal... sabes que estoy para ti.

-¿A qué te refieres, Jacke?

-Yo... bueno... tú sabes lo que siento por ti, Bella... yo... -me interrumpió.

-No tengo nada que ofrecerte, Jacke. Estoy rota, y esta vez es de verdad –susurró bajito.

-No te pido nada, Bella Más bien te ofrezco–dije seguro. De todas maneras no estaba seguro si quería estar con Bella siendo ella vampira.

De repente Bella se tensó y se levantó de mis brazos, su mirada era perdida. Se levantó de la banca y me gruñó cuando hice el amago de seguirla.

-Bella, lo siento.  Me callaré, no diré más nada -siguió caminando -¿Bella? ¿Bella, qué pasa? –no hubo respuesta de su parte. Siguió caminando, yo la seguía de lejos, ya que me gruñía cada vez que me acercaba a ella.

Bella tomó un taxi y yo la seguí en otro. Llegamos a un castillo a las afueras de la ciudad, pagué el taxi y la seguí hasta el castillo. Era de la época medieval y se escondía detrás de un montón de árboles. Bella entró sin que nadie se lo impidiera, pero cuando yo quise entrar varios vampiros me atraparon y acorralaron. Me transformé pero uno de ellos me quitó el conocimiento.

Recordé en una habitación vieja, con una ventanita con barrotes en la puerta. Estaba amarrado con cadenas de pies y tobillos, y estaba en forma lobuna. Bella estaba a mi lado y me miraba con los mismos ojos de esa tarde, sin una chispa de conocimiento hacia a mí. Como si alguien la conociera.

Enfrente nuestro había un vampiro. Era pálido como todos, ojos rubíes brillantes. Robusto, parecido al grandulón que Bella llamaba oso de los Cullen. No lo había visto nunca.

-Te preguntarás quien soy, ¿verdad, perro? –dijo con ácido. Gruñí –Mi nombre es Daniel, y soy el que está controlando a Bella -¿Qué? ¿Cómo era eso posible? –Bella ha estado tan débil últimamente por la pelea con su noviecito, que su mente se ha embotado quitando su escudo. Los vulturi me han mandado, vieron la oportunidad perfecta para separar a los Cullen, quieren a la vidente, al lee mente y a esta preciosura –dijo mirando a Bella.

Como si la hubiera llamado ella se paró al lado de él, dejando que la atrajera a su cuerpo con una de sus manos aferrada a su cintura. No había expresión alguna en el rostro de mi Bells.

-Puedo hacer que haga cualquier cosa, y lo primero será matarte –dijo Daniel haciendo que Bella se pusiera en posición defensiva delante de mí, intenté zafar las cadenas pero estaban hechas de algo indestructible.

¿Qué iba a hacer? No podía luchar contra ella.

Capítulo 9: Problemas. Capítulo 11: Ataque.

 
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